dilluns, 12 de gener del 2009

La manifa y dos o tres consideraciones sobre Israel, Palestina y Hamás.

La manifa estuvo muy bien. Fue mucha gente. No sé si los 250.000 que dicen los organizadores pero mucha, mucha gente y muy variada. Iba además encabezada por una pancarta (a la izquierda) en la que se llama a las cosas por su nombre: genocidio. Lo que los sionistas están haciendo en Gaza es genocidio de acuerdo con la tipificación de este delito en el artículo II de la vigente Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de las Naciones Unidas.

Sigo sosteniendo que este tipo de actos no hará mella alguna en los planes genocidas de los sionistas que llevan meses preparándolos meticulosamente, desde marzo y que, probablemente, ya descontaban algún tipo de reacción contraria de la opinión pública internacional. Lo que no sé es si calcularon que llegara a tener tal envergadura. Porque ayer no sólo salimos a la calle en Madrid sino en muchas otras ciudades españolas y europeas. Hay como una marejada antisionista. Tengo la impresión de que las gentes, que estamos hasta las narices de ver a estos criminales masacrar a los palestinos en prosecución de su política de impedir toda solución diplomática al conflicto confiando únicamente en el exterminio, hemos perdido el miedo a manifestarnos públicamente en contra de Israel. El embajador sionista en España se desgañitaba ayer diciendo que se trata de actos antijudíos y antisemitas, agitando el viejo espantajo que también agitaba Franco cuando decía que los ataques a su despreciable persona eran ataques a España. Ya nadie cae en la trampa de contenerse por miedo a esas acusaciones salvo los que en el fondo están de acuerdo con la estrategia genocida sionista. Que, por cierto, son muchos. Aunque no tantos como para hacer manifas tan lucidas como la nuestra de ayer.

También sostengo que es importante mantener activa la protesta porque, aparte de llamar genocidas a los sionistas y obligar a sus medios de comunicación a seguir mintiendo como bellacos a sus audiencias sobre el grado de simpatía de que goza Israel en el mundo civilizado, es importante que el señor Obama sepa que su protegido en el Próximo Oriente tiene muy mala prensa en Europa. Y conviene seguir en esa línea. Yo convocaría otra manifa para el día 20 de enero, fecha de la toma de posesión de Mr. Obama y previsible fecha también en que los sionistas han planeado cesar en su agresión.


Finalmente las dos o tres cuestiones sobre Israel, Palestina y Hamás. En estos días se debate mucho sobre quién es responsable de qué en la última andanada del conflicto. Para que quede claro conviene recordar:

1.) que no fue Hamás quien rompió el alto el fuego, sino Israel el cuatro de noviembre asesinando a seis palestinos, como se explica perfectamente en esta intervención de Norman Finkelstein en la televisión estadounidenses en el programa Democracy Now. Se encuentra traducción al español en Insurgente.

2º) El bloqueo de Gaza es anterior a la ruptura del alto el fuego. Es incluso anterior a la llegada de Hamás al poder en Gaza y responde al plan premeditado de los sionistas de acabar con los palestinos.

3º) Hamás no está tirando cohetes sobre el sur de Israel. La zona en que caen los cohetes no es Israel sino territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, que no es lo mismo.

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).