divendres, 4 de febrer del 2011

La estafa más cara de la historia.

Según El País, que cita el sumario público del caso Gürtel Francisco Correa, principal encausado, es propietario de 25 fincas, 30 casas, 22 coches, 18 garajes y 2 barcos y eso que se sepa. Una fortuna inmensa, presuntamente amasada a base de estafar a los españoles por medio de sus relaciones con las administraciones gobernadas por el PP. Al lado de esto todo el dinero birlado por los Roldanes, Urralburus, Rubios, etc del PSOE era calderilla. Y todo ese dinero ha salido de las arcas públicas; más lo que se habrá quedado por el camino, los presuntos pellizcos de los alcaldes, los diputados, los presidentes...¿Puede el PP seguir actuando como si la cosa no fuera con él y permitiendo que personas imputadas en este fabuloso expolio de los caudales públicos sean candidatas a algo?

Puede, en efecto, y lo hace, a base de administrar el orden del día público, aquello de lo que se habla. Nada de Gürtel, nada del emporio de Correa, nada de que fuera testigo en la gran boda escurialense que retrata una época que podría llamarse del smoking al traje a rayas. Nada de eso. En cambio, mucho Faisán, para ver de animar el espectro de los GAL y, si esto no es bastante, se resucita la delirante patraña de la participación de ETA en el atentado de Atocha, alumbrada en un momento de evidente desvarío y convertida después en invocación de un sombrío Atochagate que algún día se descubrirá.

También ayudan las declaraciones incendiarias. Aznar se pinta solo para éstas, las encadena, igual que Sancho los refranes. Son como petardos de la convivencia y hacen tanto ruido que las buenas gentes se olvidan de cómo la banda Gürtel ha estado presuntamente esquilmándolas. Las dos últimas son que las Comunidades Autónomas pueden llegar a ser "miniestados" con el lógico detrimento de España, una, grande, libre y que hay que tener cuidado con el moro, lógica advertencia en quien dice que aún no le han pedido disculpas por la invasión de 711. En cuanto a los "miniestados", ¡qué expresión tan hiriente! Sobre si ser Estado, mini o no mini, Cataluña tiene más habitantes que Luxemburgo, que Noruega, casi tantos como Suiza; a su vez es mayor en extensión que Luxemburgo o que Bélgica. Las Comunidades Autónomas tienen que ser "miniestados" (sin ánimo peyorativo) en el sentido de ser Estados dentro del Estado, es decir, titulares de una soberanía limitada; limitada, pero soberanía. Por lo demás, como sucede con el mismo Estado, también titular de una soberanía limitada dentro de la Unión Europea.

Cabe pensar en entidades territoriales al margen de estos conceptos, desde luego, y se estará hablando de provincias, departamentos, divisiones administrativas de carácter centralista. El problema de la derecha española es que no entiende (o no quiere entender) que la planta territorial patria debe ser resultado de una decisión consensuada en condiciones de igualdad. Cree que debe decidirla ella, la derecha, porque se piensa depositaria del legado de una entidad histórica llamada España. Pero esa idea de España y su pretendido legado histórico excluye a demasiada gente, por ejemplo a los que perdieron la última guerra civil, a muchos de los cuales sigue negándoseles la justa reparación o, en general, a todos los que no admiten que un partido pueda monopolizar una nación.

La cuestión, sin embargo, es que, para poder debatir de estos y otros interesantes asuntos públicos, primero hay que aclarar esa increible estafa colectiva, masiva, institucional, con ribetes de mafia que responde al nombre con efluvios sado/maso de Gürtel. Para aclarar en qué medida se cumple o no la sospecha de que el PP (un partido que, según Aznar, era "incompatible" con la corrupción) no es más que una estructura para esquilmar las arcas públicas y llenar los bolsillos de gentes como Correa y demás implicados en la trama: cajeros, concejales, alcaldes, diputados, presidentes, etc. Mientras no se aclare la Gürtel, lo único que debiera hacer el PP es una auditoría.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).