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dilluns, 2 de gener del 2017

La gran nación

Conocida es la afición de los políticos españoles a la grandilocuencia. De todos los colores pero, sobre todo, de la derecha. En cuanto se descuidan les sale el imperio por la boca, junto los gritos de rigor. Así va Rajoy por ahí repitiendo a quien quiere escucharle que España es una gran nación. Le hace eco Felipe VI, fiel repetidor del santo y seña del día. España es una gran nación.

No existe una forma universalmente admitida de medir la grandeza de las naciones. En esto nos movemos a ojo de buen cubero. Si hay que decidir entre las respectivas "grandezas" de los Estados Unidos y Trinidad y Tobago, seguramente la decisión se aproximará a la unanimidad; pero si hay que hacerlo entre el Reino Unido o Alemania o Francia y los Estados Unidos, la cosa no estará tan clara. Intervienen muchos factores de muy diversa naturaleza (aparte de la convicción de muchos naturales de tales lugares de que su respectiva nación en una gran nación porque sí) y habría que saber cuáles son los decisivos a los ojos de Rajoy para averiguar qué entiende por gran nación. A veces ha señalado su antigüedad, pero ese criterio es irrelevante: se puede ser antiguo y grande o muy pequeño, casi insignificante. Los otros criterios que emplean Rajoy y su pupilo, Felipe VI, son un enigma. Prácticamente en todos los índices, escalas y clasificaciones internacionales en las más diversas materias, el país ocupa un lugar modesto cuando no bochornoso, como en el índice del paro general, del paro juvenil, de la emigración de mano de obra, de pobreza, etc.

Llamar a esto una gran nación indica una falta escrúpulos y de compromiso con el requisito habermasiano de la sinceridad o un acto de fe mística en la función performativa del lenguaje. El presidente de los sobresueldos, capaz de dar cuenta de su gestión en un año sin mencionar la palabra corrupción, se convierte en el taumaturgo Rajoy que no está definiendo la gran nación española, sino sacándola de la chistera mediante un conjuro mágico.

Con ánimo de ayudarlo, le propongo argumente su enunciado de la gran nación basándolo en un criterio sólido, esto es la multiplicidad de procesos judiciales en que está involucrado su partido, su gobierno y, según vayan las cosas, él mismo. Realmente es lo que cabe llamar el gobierno desde el juzgado o desde el banquillo. La lista de investigados, imputados, procesados, es impresionante. Probablemente no se ha dado jamás otro caso en que un partido en el gobierno tenga tantos miembros y cargos inmersos en procesos judiciales. No pierda Rajoy el tiempo y no se conforme con predicar la consigna de la gran nación; presente ya la instancia para incluir a su gobierno en el Guinness World Records como el gobierno con mayor concentración de presuntos delincuentes por metro de despacho.

divendres, 30 de desembre del 2016

Mariano, sé fuerte

La oposición tiene preparado un via crucis al presidente del gobierno. Acaba de arrancar la legislatura y ya está obligado a comparecer en el Parlamento, cosa que, en su anterior omnímodo mandato, solo hizo una vez, un primero de agosto y para mentir descaradamente. Los tiempos han cambiado y la mayoría parlamentaria también. Eso es decisivo. Tanto que el gobierno puede verse obligado a hacer lo que lleva más de cinco años sin hacer: rendir cuentas.

Esa comparecencia que se pedirá en la inevitable comisión de investigación sobre la financiación del PP  promete ser muy movida y provocar todo tipo de turbulencias. Siempre se ha dicho que un problema de las comisiones parlamentarias de investigación es que interfieran en procedimientos judiciales en marcha. Y aquí, justamente, se pedirá la comparecencia del presidente del gobierno para responder en una investigación sobre la financiación de su partido que los tribunales están juzgando por otro lado dentro del macroproceso de la corrupción Gürtel. En breves días se espera la declaración del mismísimo Bárcenas, de la que también podría salir una petición de que Rajoy declare en sede judicial. De hecho, quienes piden la comparecencia solicitan también a la presidenta de la cámara que recabe información de los juzgados y tribunales en los que se esté viendo este asunto.

Al mismo tiempo, es de notar que la petición de comparecencia se hace para declarar algo que no solamente está sub-iudice, sino que está siendo objeto de renovada práctica ahora mismo, como se prueba por el nuevo pufo del AVE a Murcia, 18 millones del ala que tendrán o no que ver con la financiación del partido cuyo presidente es llamado a comparecer.

Esta comparecencia amenaza con intensificar los conflictos. El PP o su presidente pueden intentar boicotearla amenazando con disolución y elecciones anticipadas y eso es lo último que quiere la oposición, en especial la de izquierda. Sus dos formaciones principales están inmersas en sendas luchas intestinas que sin duda tienen fondo político e ideológico más o menos fácil de entender pero que, en la sociedad mediática, aparecen como peleas personales: susanistas, sanchistas, pablistas y errejonistas son los trasuntos actuales de los fulanistas y menganistas de que hablaba Unamuno. Ir a unas elecciones en esas circunstancias sería suicida. Y en el PP lo saben, de modo que la comisión de investigación acabará pactándose.

No se olvide que en el horizonte de la política española está la nube permanente del independentismo catalán. Unas elecciones convocadas a lo largo de este año dejarían al país con el gobierno del PP de nuevo en funciones, esto es, según su propia doctrina, sin control parlamentario. Quizá lo que esté planeando ese mismo gobierno para enfrentarse a la llamada "cuestión catalana" con las manos libres

dimarts, 20 de desembre del 2016

El liberalismo chorizo y cañí

Parece que el presunto Granados ha pedido declarar voluntariamentene para cooperar más intensamente con la justicia. Lo hará mañana, miércoles y se supone que su declaración versará sobre los aspectos aún oscuros de la tupida trama de corrupción del PP de Madrid y que afecta a todos los niveles de gobierno de la capital, los dirigentes autonómicos del PP y algunos nacionales así como un puñado de empresarios, de esos que van predicando las ventajas del libre mercado pero viven de estafar los dineros públicos mediante políticos corruptos.

A pesar de todas las campechanías de aristócrata populachera de Aguirre, por lo que se lleva sabido, el gobierno de Madrid ha sido un gatuperio de latrocinio sin parar. La increíble operación "Púnica", que acabó llevándose por delante a la consejera de educación, Lucía Figar, una besacirios encargada de favorecer la enseñanza privada más reaccionaria con fondos públicos y de desmantelar la educación público. La "Gürtel", el epítome de las redes de corrupción, con delincuentes trajinando dineros, cargos públicos enriqueciéndose con comisiones y mordidas, apaños. licencias, chanchullos.

Tal era el desbarajuste de este expolio voraz y generalizado que los responsables acabaron espiándose unos a otros pues quizá desconfiaban de cuáles fueran las fuentes de la estafa de la otra parte. Organizaron así un episodio de corte berlanguiano, como con delincuentes de tercera, bautizado como la "gestapillo", en la que se vigilaban, seguían y se fotografiaban unos a otros llevando bolsas de plástico. Y uno de los puntos fuertes de esta actividad presuntamente delictiva era la posible financiación ilegal del PP, que lleva veinte años ganando elecciones con tongo. Algunos de los episodios que constan en los papeles producen verdadero sonrojo, como esa declaración de Bárcenas según la cual, Rajoy tuvo palabras mayores con otro cargo del PP a causa de una partida de estos fondos ilegales de una empresa.

Los datos sobre la financiación ilegal del PP son vitales porque en el exhaustivo registro de ocho horas que la policía realizó en su día en la sede de Génova (eso que el PP llama "colaborar con la justicia", cuando el juez manda a la policía porque el partido no responde a sus requerimientos), la única planta en que aquella no entró fue precisamente en donde se guardaba la documentación sobre la financiación supuestamente ilegal. Era lo que cabía esperar. Pertenece al estilo de la casa.

Esta nueva declaración huele en parte al famoso "arrepentido" de la época del narcotráfico y la mafia, en parte a lo que abreviadmente se conoce como "tirar de la manta" (cosa que está todo el mundo esperando por cuanto esta pieza del sumario sigue siendo secreta) o, en terminología más apropiadamente carcelaria, "negarse a comerse solo el marrón". Sin duda Granados, mano derecha de Aguirre largo tiempo, el hombre que controlaba una especie de mercadillo del presunto delito, podrá aportar información que acabará de dibujar la acción de esa especie de club de corruptos, estafadores, malversadores, etc, de juerga en juerga, malversación en malversación, cohecho en cohecho, a la mayor gloria de la desregulación, la privatización y las ventajas del libre mercado que predicaban en sus ratos libres entre mordida y mordida.

Lo más curioso es que Aguirre, la responsable política última de este aquelarre de presuntos delincuentes, no supiera nada de nada. Nunca. Jamás. No supiera lo que hacía su mano izquierda y tampoco la derecha, no viera, no escuchara nada, no tuviera la mínima información. Como aquella ministra que no veía los coches que había en el garaje de su casa. El suyo era un gobierno sordo, mudo y ciego y profundamente tonto. Eso sigue siendo así, a juzgar por los dislates que la señora continúa profiriendo en público. Pero ahora vamos a ver, gracias a la declaración de su mano derecha, si tenía o no conocimiento del expolio sistemático que fue su gobierno.

divendres, 25 de novembre del 2016

Barberá

Es inevitable hablar de Rita Barberá. Vaya por delante que Palinuro profesa a rajatabla el principio del respeto a los muertos. De los muertos no debe hablarse ni bien ni mal porque no pueden responder. Eso debiera bastar. Y aquí no se hablará en absoluto de la difunta, sino del insólito guirigay que han montado los vivos a su costa. Empezaron los de su propio partido a buscar de inmediato culpables de la muerte por infarto. Todavía córpore insepulto, el ministro de Justicia empezó hablando de "conciencia" y, con claro sentido de culpabilidad que los psicólogos llaman de "proyección", se refirió a la conciencia intranquila de unos otros innominados pero claramente situados en la izquierda a los que, de este modo hacía responsables del óbito. La derecha se ha civilizado mucho. Ya no acusa del hecho material, sino solo de la responsabilidad intelectual.

No solo es injusto. También es absurdo y como el absurdo es más contagioso que la risa numerosos dirigentes del mismo partido se han animado a repartir culpabilidades como una máquina de riego automático fuera de control: la "cacería" de los medios, la "pena de telediario", el "linchamiento de la opinión pública", las "hienas" (cosecha de Rafael Hernando), la maldad intrínseca de la izquierda. Todo con tal de no reconocer que los primeros candidatos a esa poco honrosa plaza de haber acosado a su antiguo referente y modelo en el que todos decían mirarse son los que acusan a los demás. Fue fortísima la caída: los mismos que la adulaban le esquivaban el saludo en público, como a una apestada.

Todo esto es absurdo. Toda muerte cierra un escenario. Es un hecho mudo. No plantea problemas morales. Se acepta porque no es posible hacer otra cosa. Buscar culpables que no sean los autores materiales si tal hubiera sido el caso es absurdo. Que cada cual le dé la interpretación que quiera. Es culpable la sociedad entera. Y en la configuración de esa sociedad fue muy relevante la fallecida. Los problemas morales, el ruido, los plantean los vivos, especialmente los políticos cuando la situación se presta que es justo cuando dicen que no se presta. Y lo hacen en el terreno habitual de la desmesura, la mendacidad, la agresividad, el ridículo no solo entre sí, sino también hacia la población. Pero, al darse contra el fondo del hecho trascendental de la muerte, lo ridículo se convierte en grotesco. Algo que interpretaría muy bien El Bosco.

dijous, 20 d’octubre del 2016

La buena reputación

Prácticamente no queda nadie libre del pringue de la corrupción en el PP. Las tramas delictivas tenían departamentos de dádivas dedicados a repartir obsequios entre cargos públicos y políticos para propiciar voluntades. Bolígrafos, bolsos, televisores y hasta coches, según la importancia del agasajado y su capacidad de responder luego transfiriendo a las cuentas de la organización cuantiosos recursos públicos. No podían faltar las cestas de Navidad, invento repleto de españolísimos detalles: jamón, embutidos, turrones, cava, mazapanes y mucho espumillón. Algo tan entrañablemente nuestro trae nostalgias del pasado, por ejemplo, la película, también españolísima, Manolo, guardia urbano. El neorrealismo cutre de la posguerra se ha transformado en la época de las nuevas tecnologías, cuando circulan las pantallas de plasma, los teléfonos móviles, los ipads. Cambian los objetos, pero el fondo del trinque sigue siendo el mismo.

Es llamativo el vínculo entre la corrupción y los políticos de la derecha de mayor alarde religioso. Es el caso de la exconsejera de Educación con Aguirre, Lucía Figar, una devota religiosa, lo que a veces se llama una "meapilas", al servicio inondicional de los intereses de la Iglesia en el feraz territorio de la educación. Regala terrenos públicos a órdenes religiosas para sus negocios educativos y cuanto más reaccionarias, mejor; descapitaliza la enseñanza pública y favorece la privada, en especial la concertada, que es un modo de aplicar los recursos públicos a quienes menos los necesitan. 

Consciente la señora en su fuero interno de que su gestión suscita fuerte oposición en todos los estamentos y en la opinión pública, contrata con una empresa de la Gürtel o de la Púnica, o de las dos un informe sobre cómo mejorar su reputación online. Es un documento de treinta páginas repleto de vulgaridades por el que la empresa púnica que lo realizó cobró 21.000 euros. Fondos públicos para estudiar y mejorar la reputación personal en línea de la señora Figar, que no la tiene muy buena. Y eso sin contar los funcionarios que tendría  dedicados a ensalzar sus glorias en Twitter, como hacía su jefa y referente, Esperanza Aguirre.

Es una corrupción muy católica a fuer de española o al revés. Es el precio corrupto de las apariencias. Lo importante no es que el cargo publico cumpla su cometido de modo eficiente, sino que lo parezca; lo importante no es la realidad, sino la imagen. La reputación debe ser buena y si, para conseguirlo, hay que comprarla, se compra. Sobre todo teniendo en  cuenta que se paga con el dinero público, de todos. Es un estilo. Los 21.000 euros no alcanzan ni de lejos a los dos millones de pesetas del erario con el que Aznar quiso comprarse la medalla del Congreso de los EEUU, pero están en esa línea.   

dissabte, 15 d’octubre del 2016

La élite del poder y la corrupción

Aviso. Es mi intención comentar algo de mis impresiones en Barcelona ayer, tanto en el programa de TV3, Divendres, dirigido por Helena García Melero, como en el Orfeó Gracienc, en Gràcia, en el acto de la ANC sobre Cataluña y el vacío de poder en España. Pero esperaré a tener los enlaces tanto del vídeo de la conferencia como del programa de TV3. Cuando los tenga los subo a FB para compartir, con mis observaciones. Como introducción, sin embargo, no puedo dejar de agradecer al público el interés demostrado, que se evidencia en la cantidad de preguntas a las que respondí con mi mejor voluntad, esperando no haber defraudado a ningún interviniente. Había subido un post hablando de que en Cataluña me siento como en casa y así me han recibido.
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Ahora a la crítica política de un tiempo a esta parte derivada de la crónica de los tribunales. En estos días me he acordado varias veces del clásico de los años cincuenta de Wright Mills, La élite del poder. Esta élite, esto es aquellos miembros de la clase dominante que controlaban el poder político, era un trípode cuyas tres patas eran los políticos y altos cargos de la administración, los militares y los representantes del poder económico. Estos eran quienes tomaban las decisiones para toda la sociedad. El modelo podría aplicarse en España sustituyendo a los militares por los delincuentes. Una de las diferencias entre la tercera restauración borbónica y la dictadura de Franco es que el ejército ha dejado de ser un factor político de primera magnitud. Su lugar lo han ocupado los malhechores organizados. Por eso, la élite española esta compuesta por políticos (todos de partidos, especialmente del PP), poder económico (empresarios y banqueros) y una florida turbamulta de delincuentes empresarialmente organizados y estaba dedicada al saqueo sistemático de los recursos públicos de mil formas distintas, mediante dádivas, cohechos, malversaciones, adjudicaciones fraudulentas, etc.

Al mismo tiempo, esa élite del poder, viendo la impunidad con que podía actuar, acabó creyéndose invulnerable, tenía una opinión altísima de sí misma y la manifestaba en actos sociales que eran como la escenificación de un poder colectivo. No hay más que ver los asistentes a la boda escurialense de la hija de Aznar para encontrar a una proporción de los individuos que están hoy sentados en el banquillo de los acusados o que lo estarán en breve.

Igual que no hay sino observar las comparecencias de Correa y atender a sus parlamentos para concluir que este hombre se considera muy por encima del común de los mortales y da a entender que de él dependen muchas cosas en el partido y en el gobierno. Y es cierto. Su porte de advenedizo aristócrata, la claridad y la medición de sus afirmaciones dan a entrever que puede hacer más daño del que ya ha hecho.

Lo ha hecho y sigue haciéndolo. Dice la señora Sáenz de Santamaría que los hechos juzgados acaecieron en los años 90, época equivalente en su afán exculpatorio a las guerras médicas. Y, sí, es posible que en esos años ella estuviera jugando a las casitas, pero la esposa de uno de los acusados de haberse llevado medio parque automovilístico de la Gürtel por la cara, la señora Mato, que jamás vio ese parque en su casa, fue hasta ayer mismo, casi, ministra de Sanidad del gobierno del PP y es en la actualidad asesora en algún organismo europeo, por enchufe directo del mismo PP. Igual que Bárcenas dejó de ser un dios menor de ese partido cuando se le acabó el despido en diferido hace escaso tiempo. Por no hablar de Camps y de doña Rita Barberá, actualmente acogida a santuario en el Senado para resguardarla de la acción de la justicia. 

Palinuro lo mencionó en días pasados: es la era Gürtel, hasta ayer un conjunto de rumores, sospechas, acusaciones, insinuaciones y desde ayer una serie de pruebas y evidencias abrumadoras de nombres propios, fechas, datos, cantidades y tipo de trapacerías. La élite del poder en España, el trípode de políticos corruptos, empresarios defraudadores y delincuentes todo terreno ha reinado impunemente durante más de veinte años a base de falsear los datos electorales porque el partido se financiaba ilegalmente. El dinero se gestaba en los despachos de los ministerios, en la sede de Génova o en los edificios de las empresas En estos lugares volaban los sobres y se adjudicaban las obras públicas, se amañaban los precios, las licitaciones y hasta los sobrecostes en que fatalmente se incurría. Pero también se recaudaba en los ayuntamientos, hasta en los más pequeños gracias a unos cursillos ultramodernos (a base de PWP) en los que el partido ilustraba a los alcaldes acerca de cómo financiar ilegalmente sus campañas electorales y burlar la vigilancia del Tribunal de Cuentas. 

"Casos aislados", "el que la hace la paga", "el gobierno lidera la lucha contra la corrupción". Todo mentiras. Hoy es claro que la corrupción es estructural y abarca al conjunto del sistema.

A ese gobierno, diligente mandado de la élite del poder, quiere ver gobernar la conjura de los caciques del PSOE a base de torcer la voluntad negativa de la militancia e imponer la abstención. "Abstenerse no es apoyar", balbucea el presidente de la Gestora en sus denodados esfuerzos por justificar la abstención. Algo lamentable porque, al abstenerse, el PSOE no se compromete a apoyar el gobierno, aunque, a fuer de humano, es posible que lo haga. Al abstenerse condona las tropelías e ilegalidades cometidas por el partido del gobierno, no como una posibilidad, sino como una certidumbre. 

Por eso es de esperar que la rebelión democrática de la militancia en favor del NO es NO y de no abstenerse acabe imponiéndose. Porque abstenerse no es permitir que gobierne un partido de la derecha, sino un partido que no es un partido sino una asociación de presuntos delincuentes, presidido por un personaje que debiera haber dimitido hace años y cuya evidente responsabilidad política está por materializarse.  

divendres, 14 d’octubre del 2016

Homenaje a Orwell

Si el autor de 1984 hubiera conocido la España de Rajoy, Bárcenas, Correa, Blesa, Rato e tutti quanti hubiera traído aquí su famosa novela distópica. Le hubiera fascinado la neolengua de Rajoy, su gobierno y su partido. ¿Se recuerda lo de la paz es la guerra y la guerra es la paz o argumento del espejo? Aplíquese a los momentos culminantes de la sobresoldada retórica del gobierno, su presidente y el partido que también preside:

La "Gürtel" no es una trama del PP, sino una trama contra el PP (Rajoy, 2009).

El PP es y debe seguir siendo incompatible con la corrupción (Aznar, 2010).

El PP es el partido de los trabajadores (Cospedal)

El PP colabora en todo momento con la justicia (Floriano)

El PP encabeza la lucha contra la corrupción (Rajoy 2014)

Hemos conservado el poder adquisitivo de las pensiones (Báñez 2016)

No hay duda, ¿verdad? Es el llamado país Potemkin.

Y ¿qué decir de ese todos los españoles son iguales, que no se le cae de la boca a Rajoy? ¿Qué sino que pertenece a otra obra de Orwell, La granja de los animales, que se rige por el principio de que todos los animales son iguales, pero unos son más iguales que otros?

Y ya, para nota, el momento culminante, el que supera la ficción y aterriza en la cruda realidad del estalinismo, cuando se borraba la memoria de los enemigos suprimiéndolos incluso de las fotos: esa persona de la que usted me habla.

La crónica de los tribunales parece una mascletá en plena alegría pirotécnica. Aquí no se libra ni Dios, con lo que le gusta el fuego. Por lo que da a entender, Correa cogobernaba el país desde Génova en comandita con Aznar. Luego se abrió al llegar Rajoy, con el que no había química. Pero, según los papeles de Bárcenas, había economía, contabilidad y hasta antropología, en forma de una práctica de intercambio de cuantiosos regalos, un Potlach.

El cuadro que se despliega a ojos de la ciudadanía es una especie de fresco, de mural, de un gobierno y una administración en contubernio con sectores corruptos del empresariado para saquear el país. Y lo de "sectores" tómese por exceso de prudencia pues el mismo Correa asegura que él no hizo nada que no se hiciera normalmente en el sector privado. Eso se llama capitalismo neoliberal.

Es tal la connivencia de la autoridad con la corrupción que hasta cuando actúa por propia iniciativa y siguiendo cauces legales genera situaciones ilegales o, cuando menos, inmorales. Inmoral es que los cuidados del padre de Rajoy, dependiente, se carguen al erario, siendo así que ese mismo Rajoy ha dejado sin subvención alguna a multitud de dependientes que, según son doctrina, son iguales a su padre. Inmoral, cuando menos, es que Cospedal se gastara dos millones de euros en vinos en una cumbre durante su mandato conocido por sus despiadados tijeretazos a todo lo que se movía.

Visto y oído lo visto y oído hasta la fecha y lo que queda por ver y oír, ¿cómo puede la Gestora del PSOE pedir la abstención del partido? Sobre todo, ¿cómo puede porfiar en su empeño a la vista de la rebelión interna de la militancia del partido que mayoritariamente quiere mantener el NO es NO? (Por cierto, puede firmarse en la campaña de change.org). Abstenerse, en definitiva, significa amnistiar políticamente las tropelías anteriores en este momento en proceso penal. Y, asimismo, aceptar cuatro años más de un gobierno de esta ralea que acabará por hundir España.

"De ningún modo", clama un joven portavoz de la Junta llamada Gestora, "todo lo contrario: un gobierno de Rajoy en minoría estará controlado por la oposición y tendrá las manos atadas". Quien esto afirma no conoce bien de quién está hablando (Rajoy y el PP) o a quién está hablando (la militancia del PSOE) o a ninguno de los dos, que es lo más probable. Así que el Señor lo perdone porque no sabe lo que dice.

dimarts, 11 d’octubre del 2016

La Real Academia de San Caco

Palinuro se quedó corto ayer en su post sobre la era Gürtel. El panorama de trincones y corruptos de toda laya tenía detrás una estructura, una meditada organización, que establecía el modus operandi por el que los cargos municipales, a falta de Gürteles y Púnicas, siempre fastuosas, pillaban el dinero por vías trapaceras para atender a la financiación de sus campañas electorales burlando la vigilancia (por lo demás laxa) del Tribunal de Cuentas. Quien dice de las campañas electorales, dice de una capea o un jolgorio en cualquier lugar de alterne de la carretera. Las cosas están así. De momento. Mañana puede salir una estafa piramidal tipo Ponzi de algún alcalde o consejero o presidente de diputación. Lo dicho, la era Gürtel que prosperó justo cuando la mayoría tuvo que apretarse el cinturón. Cosas de la vida.

El PP no es un partido convencional. Es más bien una asociación de intereses. Para algunos jueces, una presunta asociación para delinquir. Los mismos, seguramente, que lo han sentado en el banquillo imputándole complicidad en los supuestos delitos a título lucrativo. Un partido imputado en varios procesos penales. El partido del gobierno. Y no pasa nada. Claro, ni puede pasar, porque ni el partido es partido ni el gobierno es gobierno. Son otra cosa. Acostumbramos a pensar que la delincuencia organizada es cosa de ajustes sangrientos de cuentas, de esbirros que descuartizan a una familia para dar ejemplo o de trata de blancas. Eso es lo truculento. Pero la delincuencia pacífica, económica, simulando acatar la ley, si está organizada, no es menos delincuencia organizada. Y sus miembros, delincuentes. Así que no me parece un disparate pedir la ilegalizacion del PP. Es una idea que tiene apoyo creciente.

Supongo que el gran obstáculo es qué hacer con Rajoy. Es absolutamente imposible admitir la hipótesis de que quien ha controlado este partido hace más de veinte años habiendo sido todo, secretario general, no sé si tesorero y, desde luego presidente, no supiera nada de nada, nada de lo que hacían sus ministros, sus allegados, sus directores generales, diputados, presidentes de comunidades autónomas, consejeros, alcaldes y concejales. Que no vio nada ni escuchó nada ni se percató de nada. Y eso que la Púnica tenía una nómina de regalos de lujo para todo tipo de cargos, televisores de plasma, relojes, bolsos, bolígrafos, vamos un bazar. Y los de las black iban dándose pote por los locales de lujo. Y las cacerías y las fiestas y las bodas, convertidas en espectáculos. Allí nadie hablaba de nada, de subvenciones, de negocios, de pelotazos, nada. Y, si alguien tuviera alguna duda, bastaría con preguntar directamente a Rajoy a cuánto ascendieron los sobresueldos de Bárcenas.

No obstante la pétrea actitud del presidente de la era Gürtel, eso que los medios llaman su "dontancredismo", merecería algún premio. Tiene su mérito aferrarse a un cargo del que debería haber dimitido desde el primer momento de acuerdo con todas las reglas de la política democrática en un Estado de derecho en el que el poder no está por encima de la ley. Así pues, pruébese una solución intermedia. Dado que, siempre que puede, Rajoy afirma haber luchado contra la corrupción como San Jorge con el dragón y ser el adalid de la transparencia y la rendición de cuentas, lo más sensato es que se separe del cuerpo infecto de su partido, que renuncie a seguir sienso su presidente y lo entregue a los jueces.

Y ¿qué pasa con él? Puede imitar a Napoleón III y constituirse a sí mismo en objeto de un plebiscito: Rajoy sí o Rajoy no. Napoleón llego así a emperador, tras haber pasado por el purgatorio de una presidencia de la República. Marx lo tenía en realidad por un rey del hampa, el líder del lumpenproletariado. Me parece que, como a todos los decimonónicos, a Marx le fascinaba Napoleón I y, por eso, a su lado, su sobrino le parecía un estafador. Lo mismo le pasaba a Victor Hugo, que lo llamaba "Napoleón el Pequeño". Y si lo hizo Napoleón el Pequeño, ¿por qué no lo haría Mariano Rajoy, presidente de una gran nación?

A propósito, los azorados cálculos de la investidura asumen que el Rey tenga que recibir a todos los líderes el mismo día. ¿Y? En realidad, puede recibirlos a todos juntos, lo que tampoco servirá para nada, pero es más relajado. Claro que no se pueden contar chistes. Está bien que aparezca el Rey. Da confianza en las instituciones y el personal se entera de que está ahí, como el hombre de Zubiri y Heidegger; está o es ahí que, para el caso, es lo mismo pues no parece enterarse de mucho. Aunque, según los expertos, eso es una ventaja al tratarse de un Borbón. 

dilluns, 10 d’octubre del 2016

La era "Gürtel"

Hace unos días El país consideraba el caso Gürtel el pasado del PP. Las ganas. Si es pasado, será el del eterno retorno y los acusados que se sientan en el banquillo con caretos de velorio serán revenants. Pero no es pasado ni mucho menos ,sino presente de escándalo, bochorno colectivo y amenaza. En sala de torpedos, Correa y Bárcenas (aunque este parece más dado a hablar que a hacer) se aprestan a ponerlo todo otra vez patas arriba con revelaciones que cualquiera imagina. Nadie cree que acepten comerse el marrón ellos solos.

El caso Gürtel simboliza una era, una época de la historia de España, viene de muy atrás, sin duda, pero es de rabiosa actualidad. Un tiempo en el que todo cuanto se ha hecho y dicho ha estado directa o indirectamente relacionado con esa trama presuntamente delictiva que enfangó la política española, desde el gobierno hasta las CCAA, pasando por las más altas magistraturas del Estado. Una era de latrocinio y expolio generalizados. Aquí el que, dedicándose a la cosa pública, no robaba directa o indirectamente era un infeliz pardillo.

Gürtel caracteriza un estilo, una forma de hacer y administrar, una consagración de la doblez convertida en norma: de un lado, la España oficial, la de los desfiles, la mayoría parlamentaria absoluta, los campeonatos de fútbol, los ajustes, duros pero necesarios, para salir de la crisis, pues "navegamos en el mismo barco", la Marca España, las candidaturas olímpicas y el AVE. De otro, la España real, el reinado del hampa. Y un año tras otro.

Todo empezó el 11 de febrero de 2009, cuando se destapó la Gürtel primitiva. Rajoy, entonces en la oposición, reunió la plana mayor del PP en Génova para acusar a la fiscalía de parcialidad y de que lejos de tratarse de una trama del PP, era una trama contra el PP. Pero, no: era una trama del PP y entre los asistentes a aquella rueda de prensa había varios directamente implicados en la Gürtel, como Ana Mato y Francisco Camps, con cara de no haber roto un plato. Y otros tantos relacionados en los papeles de Bárcenas como receptores de sobresueldos de procedencia barcéniga, entre ellos el propio Rajoy, Javier Arenas y la actual vicepresidenta, Sáenz de Santamaría.

Era una trama del PP con Rajoy de presidente y siguió siéndolo cuando pasó a presidente del gobierno. Una trama que estuvo actuando como tal todos estos años. Los episodios, algunos verdaderamente literarios, están en la memoria colectiva. Solo Bárcenas da para un sainete que podría llamarse "esa persona de la que usted me habla", un título entre Oscar Wilde y Jardiel Poncela. Bárcenas, despedido en diferido en la pintoresca oratoria de Cospedal, no era miembro del partido, pero tenía despacho en la sede y coche y chófer. El mismo flamante ex-tesorero que  fue destinatario de un SMS del presidente del gobierno en puro estilo mafioso y, con eso, objeto de una comparecencia parlamentaria de este en la que admitió que en el PP se pagaban sobresueldos, como en cualquier empresa. Es su idea de la política: una empresa y privilegiada porque no se arriesgan los dineros propios sino los del contribuyente.

Desde el comienzo, el PP montó su defensa judicial recurriendo a todas las artes y mañas, las legales y las ilegales. Se constituyó en parte en el proceso contra Bárcenas para acceder a la información y actuar en defensa del interesado. Hasta que el juez lo expulsó por su clara actitud obstrucionista. El juez tuvo que entrar en la sede a practicar un registro porque el PP se negaba a acceder a los requerimientos. Después destruyó todas las pruebas a fondo: se deshizo del libro de visitas y convirtió en pulpa a martillazos los discos duros de los ordenadores de Bárcenas.

A eso llamaba el PP "colaborar con la justicia".

La trama gürtel tenía una hijuela valenciana que había convertido la Comunidad Autónoma en una especie de corral de cuatreros y forajidos en el que docenas de administradores públicos de todos los niveles, autonómico y municipal se habían dedicado a saquear el erario con  procedimientos inverosímiles y voraces prácticas corruptas. Los fondos de esto y aquello, las subvenciones, los dineros presupuestarios, las ayudas a las ONGs y el Tercer Mundo, todo pasaba por la trituradora de la trama y desaparecía en los bolsillos de una  recua de truhanes. Lo de que hicieran negocio con la visita del Papa es de particular escándalo para los católicos, pero que el Ayuntamiento en pleno de Valencia, con su ex-alcaldesa, esté acusado de blanqueo de dinero para la financiación ilegal del partido supera lo imaginable. Valencia es el epítome del robo a manos llenas: aeropuertos sin aviones, museos sin actividad y los chavales en barracones porque no hay dinero para construir escuelas.

La era Gürtel, sí señor. La moda de enriquecerse defraudando a la Hacienda pública es su rasgo. Nadie resultaba ser inmune a ella. Hasta la Casa Real aparecía pringada con los negocios del yerno del Rey y las peripecias de este último, a medio camino entre la caza mayor y la menor así como la administración de un cuantioso patrimonio cifrado por Forbes en unos 2.000 millones de dólares que nadie sabe de dónde han salido y de los que nadie da cuenta.

Esa moda caló hondo y, en poco tiempo, la Gürtel tenía competidores en todas partes. Los administradores de Cajamadrid y luego Bankia, al parecer, se llevaban el dinero a puñados, gracias a aquellas tarjetas black, más negras que sus almas. Esos están también dando tema a las informaciones de tribunales. En Madrid, que para eso es Corte, no solo operaba la Gürtel nacional, sino también una específica autonómica, llamada la Púnica, con episodios más pintorescos que la otra: espías de trapillo para denunciarse unos a otros, contratación de empresas más que dudosas para manipular las redes con dinero público en beneficio de los mangantes del gobierno o de tragacirios como la consejera de educación de Madrid, Lucía Figar, que regalaba el terreno de todos a los curas para sus negocios escolares. No sé cuántos consejeros y prebostes de la Comunidad pringados hasta las cejas en una mezcla de apropiaciones indebidas, mordidas, fraudes, malversaciones y un ataque furibundo a los bienes del común, a base de expoliarlos y descapitalizarlos. La educación, la sanidad públicas al servicio de las privadas como forma de negocio al que no eran ajenos los cargos públicos. Y la señora Aguirre, experta "cazatalentos", no se había enterado de nada. Basta con escucharla para darse cuenta de que esta señora vive en Babia, aunque se cree listísima.

Estamos en mitad de la era Gürtel. De pasado, nada. Un presente descorazonador. Ahora, además de la vocinglería de los políticos están las deposiciones ante los tribunales, las pruebas, los testimonios, las declaraciones de unos y otros, los careos. La fea verdad de la España real se abre paso tercamente, a pesar de los esfuerzos de los medios por ocultarla, hablando de los conflictos del PSOE y hasta de los de Podemos que casi parece que se los inventen. Porque también ellos están untados hasta las pestañas con dineros públicos malversados en formas de subvenciones y publicidad estatal administradas no ya con favoritismo, sino con criterios de auténticos granujas, por los que se financian los medios más serviles, no los mejores y/o los más difundidos. 

Hay dos asuntos de los que la derecha no quiere que se hable: Cataluña y la corrupción sistémica, estructural, simbolizada en la Gürtel y personificada en Rajoy. Justo los dos asuntos que constituyen la realidad en los que hay hechos y no mera palabrería, los asuntos que dominan el presente aunque se quiera ignorarlos. Por más que la televisión organice tertulias con esbirros a sueldo dispuestos a defender lo indefendible, la justicia sigue su curso y ante ella habrás de responder de un modo u otro, Será un espectáculo cuando algún juez reclame la presencia del presidente del gobierno porque así lo hayan pedido los acusados y porque, como todo el mundo sabe, es el responsable principal de este desaguisado, el que se ha beneficiado de él de todas las formas posibles.

La era Gürtel es también en parte responsable del desbarajuste del PSOE, por una vía inmediata y otra mediata. La inmediata son los EREs. El PSOE andaluz está tan enfangado en la corrupción como el PP. La mediata, la convicción a que han llegado los caciques y viejas glorias socialistas de que el conflicto catalán está yendo demasiado lejos y se impone formar un frente de salvación nacional con el PP. De modo que este desbarajuste acabará dando el gobierno al PP si la militancia no lo impide por medio de una revuelta interna que tendrá mayor legitimidad que la que escenificaron los conjurados del CF hace un par de semanas.

La Gürtel es este gobierno y cuando los señores de la Gestora, que tienen de socialistas lo que Palinuro de cura, proponen abstenerse en la investidura lo que están diciendo es que prefieren un gobierno de la Gürtel a uno alternativo o a unas terceras elecciones.

Y eso no es de recibo.

dimecres, 5 d’octubre del 2016

Pasado presente

Los caprichos del destino y las consecuencias, siempre imprevisibles de las acciones humanas, han montado dos espectáculos que resumen los rasgos más característicos de nuestro predicamento colectivo. Y son espectáculos, de acuerdo con la ya antigua y acertada caracterización de Guy Debord de la sociedad del espectáculo. Acertada por encima de otras muchas como sociedad del ocio, del riesgo, industrial, de la información, etc. El espectáculo lo resume todo y en un tiempo de reinado absoluto de lo audiovisual está en todas partes. Pasamos más tiempo viendo imágenes de Rato o de Bárcenas que mirando los vídeos de las vacaciones. La realidad y el espectáculo se confunden; son lo mismo.

Dos matices que explican ese híbrido entre el espectáculo y la realidad. Primero, los espectáculos convencionales tienen un programa. Se sabe cómo empiezan y cómo acaban. No es el caso con los espactáculos reales. A saber cómo acabará el proceso Gürtel, el de las tarjetas black y la implosión del PSOE, que son los tres espectáculos que coinciden en cartel. Segundo, en los espectáculos convencionales todo lo que pasa pasa ante los ojos del espectador, es público. En los espectáculos reales, no todo lo que pasa pasa a la vista, parte es secreta, está oculta. Y la tarea del espectáculo es sacarla a la luz.

Del caso Gürtel dice El País que es el pasado del PP. Eso no es un hecho sino un deseo del periódico. Quiere ver el latrocinio de la Gürtel como cosa del pasado, de ese pasado al que el ministro del Interior aconseja no mirar pues debemos hacerlo hacia el futuro porque lo dice él. Sin embargo, el señor Rato no es cosa del pasado. Su gestión en Bankia y ese bochornoso negociado de las trajetas black son un pasado muy reciente. Tanto que son presente. El señor Rato fue vicepresidente del gobierno. Eso es pasado. Pero el señor Rato está aquí, ahora. No es una reliquia de otro tiempo, como el brazo incorrupto. Su voz se oye todos los días diciendo, por ejemplo, que las black eran parte de su salario. Pues podían haber elegido otro color para calificarlas u otra condición, por ejemplo, tarjetas blind, ciegas. Que ninguna de tus dos manos sepa lo que hace tu tarjeta.

Pero, sobre todo, ese increíble entramado presuntamente delictivo, verdadera empresa del crimen con una cara civil/estafa y otra pública/corrupta es presente, abrumador presente porque esta siendo juzgado. Y una de las misiones de los tribunales es reconstruir los hechos fidedignamente, representarlos, hacerlos presentes. El señor Bárcenas no fue amigo del señor Rajoy en una encarnación anterior, sino aquí y ahora y no hay razón alguna para pensar que haya dejado de serlo.

No es el pasado. Es el presente. El país puede verse gobernado por gentes que pasan más tiempo en trámites procesales que en los sillones de sus cargos, por un presidente cuyo nombre estará saliendo de continuo a lo largo de las vistas y eso si unos u otros no piden su comparecencia por diversos motivos.

A este personal quieren los caciques socialistas que el PSOE entregue el gobierno. Para ello han dado un golpe de mano de comedia de enredo y han descabezado el partido sin calibrar las consecuencias de su asalto. Quieren la abstención para evitar terceras elecciones y, sobre todo, para impedir un gobierno de alianza PSOE-Podemos y quién sabe si también indepes catalanes. Había que destruir el NO es NO y hacerlo rápidamente porque estaba generando mucha simpatía y apoyo populares en la propia izquierda. Por eso, golpe de mano fulminante, destitución del secretario general, nombrado en primarias, desprecio por el sentir de la militancia y constitución de una gestora que, en realidad, actúa como una Junta. Y se han cargado el partido.

Su situación ahora no solo es indigna por el procedimiento empleado sino también ridícula por los resultados obtenidos, que son ninguno. Han dado un golpe de mano y han destituido al líder para ofrecer la abstención del PSOE y han puesto al PP en una situación de fortaleza porque ahora no necesita la abstención. Presume mucho más productivo ir a terceras elecciones -justo esas que el presidente de la gestojunta quiere evitar a toda costa- que considera ganadas dado que el PSOE no tiene candidato.

Realmente, es para felicitar a los conjurados porque debe de ser difícil desbarrar de tal modo.

Lo único que pueden hacer los caciques del PSOE si quieren forzar al PP a aceptar su abstención (antes era concedérsela, ahora es conseguir que la acepte) es anunciar que, si hay terceras elecciones, su candidato por consenso será Pedro Sánchez. Es duro de admitir para quienes acaban de defenestrarlo. Equivale a ponerse en ridículo una vez más, pero a esto ya debieran estar acostumbrados.

Queda pendiente la cuestión de la guerra particular entre las dos fuerzas de la izquierda, PSOE y Podemos. El enfrentamiento por la famosa hegemonía. Es cuestión abierta que dará para mucho debate en los próximos años: el declive de la socialdemocracia, el auge de los populismos, la transversalidad, los casos particulares que cada cual aducirá en su favor en distintos países, la tradición de las izquierdas españolas, etc. Será a su vez otro espectáculo aunque seguramente no llegue al que han ofrecido los socialistas el pasado fin de semana. Pero sea como sea, ninguna de las dos partes debiera olvidar que en realidad rivalizan en prestar servicio a la ciudadanía, a la comunidad.

Reitero mi opinión: en esa deriva del PSOE hacia el PP lo que está buscándose es la formación de una especie de frente nacional español. Lo prueba asimismo la prontitud con que el señor Rivera se ha ofrecido de intermediario entre el PP y el PSOE. Recomienda, además, al PP que no haga sangre con el PSOE y a este que se deje de monsergas y facilite el gobierno de Rajoy. En la formación de ese frente nacional español en contra del independentismo catalán se cifra hoy la salud de la República..., perdón, de la Monarquía.

dijous, 22 de setembre del 2016

El camarada Fernández y la Hermana Lucía

No se negará que esto toma visos estremecedores en todos los sentidos, especialmente el esperpéntico. Es increíble cuánto se parece este país a sí mismo, a su peor "sí mismo". Es como el ensimismamiento de Ortega, pero al revés. Lo suyo del país es retroceder.

Ahí tenemos al increíble ministro del Interior y de los Santos Lugares, supuestamente metido en conspiraciones, conjuras y necios esquemas con finalidad ilegal, inmoral, atroz de hecho: fabricar delitos para imputar luego a rivales políticos. Se ven en la foto de El confidencial. Y meten miedo. Son rostros casi patibularios, aunque no muy inteligentes. Son tres de los genios del tocomocho de un millón y medio de euros. Eso es lo que ha llevado a Gabilondo a estallar contra él con un "ademas de corrupto, inútil". Pues sí, qué le vamos a hacer. Es de risa. Pero ojo con la risa, que se puede helar. Dice el ministro que hay quien quiere ganar la guerra que perdió hace 40 años. ¿Qué? ¿Más explicaciones? La transición fue un pacto para no mirar al pasado sino al futuro. Pisando sobre los cuerpos de 100.000 asesinados enterrados en fosas comunes. Eso no lo dice el ministro. Pero está ahí. Sobre la injusticia no se puede construir futuro alguno. Los saben esos rostros que lo miran con esos gestos.

Si Fernández Díaz representa la iglesia triunfante, Lucía Figar representa la iglesia militante, la que lucha en este pícaro mundo contra las asechanzas del maligno. Magnífica foto la de la SER. Una Magdalena, pura espiritualidad, casi levitante. Su mandato como consejera de Educación ha sido desmantelar el sistema público de enseñanza y privilegiar el privado y el concertado. A extremos de auténtico mecenazgo celestial, esto es, regalando terreno público a órdenes religiosas dedicadas al negocio de la enseñanza. Lo que no era en beneficio y loor del Señor, era en los de ella misma. Especialmente concentrada, según parece en ensalzar su reputación en red, incluso con recurso a medios inmorales.  Que la fe no está reñida con la tecnología último grito. La Hermana Lucía era sobre todo hermana de sí misma y garante de su posición en el pícaro mundo. Para mejor combatirlo, claro.

Pura corte de los milagros. Escenificada por los de siempre y al servicio de los de siempre. Puro franquismo zarrapastroso. Ese es el gobierno que quieren quienes presionan al PSOE para que claudique. Es tal su ceguera por orgullo herido que no ven un futuro inmediato todavía más delirante: el de un presidente del gobierno teniendo que ir a declarar como testigo en el proceso de la Gürtel rama valenciana. No es broma. 

Cierren cuanto antes este ya largo episodio de la España negra. Pongan fin a esta absurda farsa de un partido encausado en cinco procedimientos judiciales, haciendo como que gobierna Y al mando, un presidente que, de no ser porque le falta elegancia, especialmente al caminar, podría pasar por la Máscara de la muerte roja.

dimarts, 13 de setembre del 2016

Que nada se mueva

Parece mentira, pero algo así puede suceder: Rajoy lo intenta de nuevo y, quién sabe, igual esta vez sale. Al menos es lo que él debe de estar calculando: el PNV puede vacilar (¿no ha dicho Pablo Iglesias que no es de fiar, como si él lo fuera?), o los indepes catalanes, o el PSOE o, ¿por qué no? Podemos. Cosas más raras se han visto.

Pero mientras alguna de estas inverosímiles circunstancias no se dé, por mucho que se presente el Sobresueldos, seguirá sin salir.

Sin embargo, eso no es, no puede ser, bastante. Mientras este hombre esté en funciones, el país seguirá desgobernado (incluso cada vez más desgobernado, a extremos ridículos, como con esa presidenta del Congreso que no es más que la subalterna de Rajoy), la corrupción continuará campando por sus respetos, el deterioro institucional seguirá imparable y la posibilidad de que vuelva a ser presidente del gobierno un sujeto de la catadura moral e intelectual de Rajoy, una probabilidad muy clara.

Es una vergüenza, un desastre sin paliativos que, siendo mayoría los diputados partidarios de un cambio de gobierno, este no se haya producido. Una vergüenza, un desastre, y da una imagen lamentable de la capacidad de los políticos responsables, especialmente de Iglesias, Rivera y Sánchez, por ese orden. Iglesias sigue vetando a Rivera y empujando al pacto al PSOE al tiempo que lo insulta y zahiere; Rivera es incapaz de librarse del PP y sigue a su incondicional servicio; Sánchez no consigue entenderse con los indepes catalanes por su obstinación en negarles sus derechos.

Entre tanto, el presidente de los sobresueldos cada vez más feliz en su tarea de seguir hundiendo el país en esta sima de ignominia y corrupción. El Parlamento, un cámara inservible para el PP desde el momento en que no tiene mayoría absoluta, no pinta nada bajo mandato de una presidenta que pide permiso al del gobierno hasta para suspirar. Esto permite que, con la ayuda de C's, Guindos escurra el bulto del pleno y haga una comparecencia de pacotilla para explicar el escandalazo mayúsculo de haber enchufado (según su inveterada costumbre) a un dimisionario por presumida corrupción para un puesto de sueldo estratosférico y actividad simbólica. Una prueba más de la corrupción general en que vive esta organización de presuntos delincuentes.

El gobierno en funciones, autodeclarado en rebeldía frente al Parlamento, con la valiosa ayuda de un Tribunal Constitucional obediente al mando como la presidenta del Congreso, continúa con sus nombramientos a dedo, no sometido a ningún tipo de control. Hace un par de días renovó a la ex-esposa del presunto corrupto Rato como presidenta de Paradores Nacionales con un sueldo de 14.000 euros al mes. Y no sucede nada.

¿Y qué me dicen del hecho de que la inenarrable Rita Barberá no solamente no haya sido desposeída de su inmerecida inmunidad y entregada a la justicia, sino que ha sido nombrada presidenta de dos comisiones del Senado? ¿Y el nombramiento de ese prodigio de educación y elegancia, Celia Villalobos, como presidenta del Pacto de Toledo?

Lo dicho: los responsables directos de esta indignidad y vergüenza generalizadas están claros: el sobresueldos y la organización de compadres que preside, dedicada al expolio patrio. Pero ¿y los indirectos? ¿Qué pasa con esos políticos que, pudiendo poner fin a este espectáculo denigrante, lo toleran?

¿Es que no ven que, además de robarnos, se ríen de nosotros?

¿O ellos también lo hacen?

dimarts, 6 de setembre del 2016

Un ejemplo de regeneración democrática

¿Qué? ¿Va quedando claro que esta cuadrilla de sinvergüenzas no tiene límite? Los medios, casi todos comprados por la banda con dineros públicos, siguen hablando de Rajoy como de un presidente democrático normal en un país normal cuando es palmario que se trata de un cacique provinciano que no solamente desprecia la democracia sino que ignora la política misma. Lo suyo es gobernar el país como el que rige su chiringuito: en su propio beneficio, el de sus parientes y amigos. Lo demás, formas, procedimientos, instituciones, usos, leyes, le trae sin cuidado. Lo suyo es nombrar a sus amigos en cargos suculentos con notable perjuicio para las arcas públicas y desprecio de la dignidad de un sufrido pueblo que ya debería haberse liberado de esta tropa de parásitos.

¿Que no es posible mantener a Soria de ministro porque lo han pillado mintiendo en cosas de dineros y paraísos fiscales? Se le compensa nombrándolo a dedo director ejecutivo del Banco Mundial, en violación de todos los procedimientos democráticos. ¿Que no se puede mantener a Ana Mato en un ministerio para el que es absolutamente incompetente (como para cualquier otra cosa por lo demás)? Se la incorpora a los órganos directivos del PP con un sueldazo y se la envía a Roma a cargo del erario a la canonización de aquel siniestro personaje que fue Teresa de Calcuta. ¿Que es imposible conservar en su puesto de ministro de Educación a un ultrarreaccionario meapilas como Wert que ha intentado destruir el sistema educativo español? Se le nombra embajador en la OCDE en régimen suntuario de pachá siempre con cargo al dinero de los contribuyentes.

¿Que no quieren ustedes aguantar más embusteros y ladrones? Docena y media, nombrados a dedo por la voluntad omnímoda del sobresueldos y con el aplauso de sus más fieles y caninos ayudantes. En este caso, el descarado enchufe del ex-ministro Soria en un retiro de lujo, a dedo del Sobresueldos ni siquiera ha podido vestirse con las habituales patrañas con que Cospedal es capaz de presentar las galopinadas más tremebundas de esta gremio de granujas. Si Bárcenas fue despedido "en diferido", este otro pájaro habrá sido contratado  "en adelantado". Y contratado acumulando embustes y mentiras sobre concursos, convocatorias y comisiones evaluadoras para ocultar que es un enchufe decidido personalmente por el Sobresueldo, con el aplauso de sus ministros, en contravención de todas las normas de transparencia.

Y no crean ustedes que se trata de un nombramiento honorífico de esos en que el nombrado pierde dinero y se "sacrifica por la patria". Ni hablar. Si los dioses no lo impiden, Soria cobrará unos 220.000 euros al año libres de impuestos, esto es, más de 18.000 € al mes, o sea, unas veintiocho veces el SMI. Y todo por nada. Como los salarios de Wert, Mato y la miriada de corruptos que pululan por el PP a la caza de chollos, enchufes, mamandurrias, etc. Si  será escandaloso el asunto que ya se han oído murmullos de peperos de cierto peso (Cifuentes, Feijóo, Aguirre, etc), pidiendo que se dé marcha atrás en esta última chulada del Sobresueldos, que regaló a modo de bofetada al tontaina de Rivera a los cinco minutos de perder la segunda votación de investidura. Justo cuando este, Girauta y otros denodados defensores del "Rajoy no, nunca" pasaron a ser los de "Rajoy sí, siempre" sin más, sin abochornarse a pesar de que sus "noes" previos están grabados en todos los vídeos imaginables. Quizá pensaron que este "sí" era la antesala de condigno "¿qué hay de lo mío, padrone?"

El sobresueldos es un franquista arquetípico: no habla de lo que no le interesa y hasta parece que no lo oye; hace lo que le da la gana; no acepta obligación ni responsabilidad alguna por sus actos ni respeta a sus adversarios o colaboradores. Su estilo fascistoide de aparente bonachón del lugar es ya insoportable hasta para los suyos. Estos son y serán solidarios durante un tiempo, pero ya no mucho. Ni ellos, con su espíritu de "a mí la legión" podrán colaborar con el logro final al que apunta Rajoy: que los demás partidos -amenazados, chantajeados, presionados- le permitan conservar el cargo de presidente del gobierno que no merece ni mereció jamás y, con él, el aforamiento que lo salve de la acción de la justicia.

A este portento de corrupción, arbitrariedad e ineptitud es al que querían -y, según parece, quieren- dejar seguir gobernando esos mindundis padrecitos de la minipatria invocando la estabilidad de su propio sillón.

dijous, 25 d’agost del 2016

Los indigentes emergentes

Iban a acabar con la vieja política y la que traen es aun más vieja. Iban a terminar con el bipartidismo y lo están haciendo bueno. Los dos partidos emergentes se han dado de bruces con el principio freudiano de la realidad. Traían el ello repleto de fantasías del principio del placer (autenticidad, nueva politica, lucha contra la corrupción, contra el profesionalismo político, contra las puertas giratorias, etc.) y la realidad les ha asignado dos rincones de irrelevancia para que se adapten a ella. Los dos partidos dinásticos, el neofranquista y borbónico y su leal oposición siguen siendo los ejes en torno a los cuales se ejecuta esta comedia de intriga. Y los emergentes aparecen unidos a ellos, como rémoras, con una mezcla de sentimientos de amor-odio también muy freudiana.

Ciudadanos ve con angustia cómo la férrea resistencia del partido del desgobierno le desarbola sus condiciones. La logomaquia que han montado con el término corrupción acabará siendo una especie de amnistía. A saber lo que esperaban los mozos firmando un "pacto anticorrupción" con el partido del gobierno, "investigado" por corrupción y bajo la atenta y (probablemente) socarrona mirada de todos los militantes procesados, pendientes de proceso o sospechosos. Que son un puñado. Las otras condiciones no muestran mejores visos. Ni la cuestión de la contratación laboral ni la de la reforma de la Justicia, ninguna de las condiciones que C's traía en la billetera (tamaño en que ha quedado su cartera) van a ir muy allá y los de Rivera ven de nuevo que es imposible la negociación con quien, en el fondo, no quiere negociar. Es dejarse los piños contra el muro. Nada que hacer con un presidente que se atiene a su chantaje: o sale él elegido o hay elecciones el 25D. Y para salir él no está dispuesto a hacer absolutamente nada: ni cede, ni negocia, ni llama a Sánchez, ni habla con los demás grupos, ni tiene programa, ni promete cambiar nada en el gobierno, ni, por supuesto, considera la posibilidad de retirarse de una vez como reclama el sentido común y este sí que es común. C's se ha estrellado con la realidad.

En lo único en lo que coinciden a partir un piñón PP y C's es en hacer la vida imposible a los catalanes. Si por ellos fuera, la autonomía se habría suspendido. Bueno, para Rajoy hubiera sido mejor no establecerla. Rivera estaba por entonces jugando a la consola; si no, también se hubiera opuesto. Habiendo llegado el desbarajuste hasta aquí con eso que llaman en el colmo de la proyección psicológica, la política nazi, se reconocen camaradas en un mismo potente proyecto de renacionalización española de Cataluña. Tan fuertes y seguros se sienten que, pensando ser Dios mismo, quieren confundir a los catalanes convirtiendo sus escuelas en torres de Babel. Trilingüismo se llama el truco, que ya fracasó en las Baleares de Bauzá. Razón de más para imponerlo porque así se destroza el sistema educativo catalán para que quede a altura del sanitario.

Contra la realidad se ha estrellado asimismo Podemos. Su relación con el PSOE es igualmente de amor-odio, aunque el primer sentimiento parece mucho más retórico que el segundo. Durante estas agitadas jornadas de agosto, llenas de ruido y escasa furia, el partido morado ha estado en silencio y ha dejado claro que la única alternativa es el PSOE, por ser el  de la oposición, aquel contra el que votó en diciembre junto al PP. Una actitud que rebosa fantasías del placer presentado como el Sorpasso anguitiano, cada vez más parecido a las tierras del Preste Juan de las Indias. Así que, aplazado el sorpasso, la lucha final ahora es por el lugar de los escaños, cuestión de gran originalidad y enjundia revolucionaria. Aunque el PSOE se inclina más del lado de la derecha en la cuestión catalana, Podemos no le va muy en zaga. Con esa ambigüedad constitutiva de sus discursos, trata de socavar el terreno de los independentistas afirmando ser el más partidario del derecho a decidir de los catalanes mediante un referéndum. Es más, dice que esa es la verdadera revolución. En la letra pequeña, no obstante, se precisa que el referéndum habrá de ser negociado con el Estado. En efecto, es absolutamente revolucionario. Se necesitará la revolución del Neolítico para que el Estado español negocie alguna vez un referéndum en Cataluña.

Esa misma ambigüedad -hoy no; mañana sí ma non troppo; al otro ya veremos; y al otro, según lo que diga Anguita y los sorpasiegos- ya se la han detectado en el PSOE, a quien todo el mundo urge a que haga lo que menos le conviene, pero más interesa a ese todo el mundo, y no parece estar teniendo éxito alguno. Los del PSOE no se fían. Y lo dicen. Eso molesta mucho porque es otro de los elementos en que Podemos muestra su fibra de vieja política. Nunca dice toda la verdad. Siempre hay una reserva que justifica la posición contraria.

De seguir las cosas así, los dos emergentes habrán de ir a las terceras elecciones en posiciones de salida poco prometedoras. Este vaticinio parte del supuesto de que, además, el otro factor que aún jugó en las elecciones anteriores, el carisma, se ha agotado. Es como las pilas. Nadie sabe qué hace falta para mantener un liderazgo carismático. Pero dos elementos parecen imprescindibles. De un lado el líder carismático debe contar con una estructura partidista sólida, con apego y apoyo territorial, de gente movida por una idea común. No aspirantes a cargos venidos en el último momento en aluvión ni enjambres de fanáticos en las redes. De no ser así, el carisma dependerá exclusivamente del atractivo personal del líder.

De otro lado se requiere, en efecto, una fuerte personalidad porque, en definitiva, el carisma es un don individual. Ahora se le llama "liderazgo", para rebajar algo el eco caudillista, como si la cosa fuera de léxico. El carisma es magnetismo y este actúa sobre los seguidores a base de ofrecerles una visión de futuro clara, factible, que los movilice. Tiene que haber un discurso, una teoría discernible que los haga sentirse en un orden más limpio y noble que la mísera matraca de la vida cotidiana. Y ha de presentarse de modo claro y comprensible. Lo cual no quiere decir que sea a base de simplezas como las que estos líderes sueltan continuamente por la televisión. La idea de que el mensaje ha de hacerse llegar mediante los medios olvida que primero es preciso tener mensaje. Y esta es la hora en que nadie sabe con seguridad qué idea de conjunto del país tiene Rivera y mucho menos Iglesias. No tienen ninguna. Van fabricándola según se suceden los acontecimientos. Y es imposible averiguar a dónde quiere llevar a la gente un líder carismático que no sabe a dónde va él mismo.

El PSOE se mantiene por ahora en el NO es No y eso es lo más importante que está pasando. Ante la ira apenas ya disimulada de las gentes del PP y la perplejidad de los dos emergentes que se ven de pronto frente a la disyuntiva de ser comparsas o ser decorado.

diumenge, 21 d’agost del 2016

NO es NO a la corrupción, el chantaje y el franquismo

Llama la atención el hecho de que ninguno de los estafermos de la vieja guardia del PSOE o sus jóvenes aliados, deseosos de hacer carrera al arrimo del orden, hable de la corrupción. En sus razonamientos a favor de que el PSOE se abstenga y posibilite un gobierno del Sobresueldos, la corrupción, que es el segundo problema en orden de importancia para la ciudadanía, simplemente no existe; nadie la menciona. 

De C's no es preciso hablar. Quienes iban a votar "no" a cuenta de la corrupción, van a votar "sí" gracias a un pacto que nueve a risa sarcástica porque lo han firmado con los responsables y beneficiarios de esa misma corrupción. Para sacudirse la sensación de ridículo, amenazan ahora (la política española sigue haciéndose a golpe de amenazas) con abstenerse o volver al "no" si el PP no cierra ese acuerdo perfectamente inútil a la mayor brevedad. Pero la opinión general es que el PP ya cuenta con el apoyo de Rivera y los suyos. O sea, las amenazas son parte de la escenificación de un apaño que se presenta como sacrificio en interés de la estabilidad. Un puro teatro porque la causa primera de la inestabilidad es, precisamente, la corrupción que quedará condonada de hecho si se permite que el partido corrupto y su líder, responsable político de la situación, sigan en el gobierno del Estado. Imposible tomarse aquí nada en serio.

El razonamiento de los socialistas claudicantes y los de C's es que España, democracia europea, debe tener gobierno cuanto antes y acostumbrarse a los gabinetes de coalición porque ese es el hábito en el continente, casi todo él en régimen parlamentario y multipartidista. Correcto. Pero España es diferente de las democracias europeas. Muy diferente.

En ningún país europeo se permite que un presidente del gobierno en la situación de Rajoy conteste irritada y displicentemente a una pregunta de una periodista sobre la corrupción. Aquí, sí. No pasa nada. Y tampoco es la primera vez que lo hace. La periodista estaba cumpliendo con su obligación y el presidente tuvo una reacción intolerable. No intentó meter un bolígrafo por el escote de la periodista (como hizo su colega Aznar en similar situación) porque mediaba demasiada distancia. Pero el desprecio y la altanería son similares.

Según parece, la trama Gürtel ocultó a Hacienda ganancias por más de 50 millones de euros y eso solo pudo hacerlo en estrecha connivencia con el PP, al que los jueces conceptúan como una asociación de presuntos malhechores. No es que en los demás países europeos no puedan producirse estos desmanes. Estos y otros mayores. Lo que sí sucedería en esos países es que el gobierno del partido responsable y, según parece beneficiario, de esos presuntos delitos no duraría veinticuatro horas. Aquí, en cambio, se presenta de nuevo a las elecciones.

Y hay mucha gente dispuesta a votarlo. Entre otros motivos porque escuchan a políticos demócratas de la oposición pidiendo que se le faciliten las cosas pues esto es lo que exigen la moderación, la estabilidad y el sentido europeo. De la corrupción, ni palabra. 

Y, si hablamos del asunto catalán, la cosa se aclara más. Los abstencionistas piden que se deje gobernar al sector más duro e intransigente del nacionalismo español. El que apuesta por un choque de trenes con el independentismo catalán. Que siga gobernando el partido y el personaje que han traído España a este punto de ruptura, cuyo alcance podrán sus señorías calibrar a partir del próximo 11 de septiembre.

dilluns, 15 d’agost del 2016

España es diferente

Pablo Casado, el petimetre que ha sustituido a Carlos Floriano, reclama de Sánchez "sentido de Estado". Albert Rivera invoca el superior "interés de España". Felipe González pretexta la estabilidad para dejar gobernar a Rajoy "aunque no lo merezca". El País, con un ojo en sus finanzas, pide responsabilidad a Sánchez para que España tenga un gobierno, su gobierno.

Responsabilidad, estabilidad, interés de España, sentido de Estado. Palabras altisonantes. Graves conceptos. Nobles ideales. ¿Referidos a qué?

A un partido procesado por los jueces por llevar años repartiendo entre sus dirigentes sobresueldos con cargo a una contabilidad ilegal, opaca. A una organización muchos de cuyos miembros están también procesados o condenados en firme por saquear sistemáticamente las arcas públicas a base de todo tipo de presuntos delitos. A un presidente, sistemático cobrador de esos sobresueldos, cosa que llegó a admitir en una sonada comparecencia parlamentaria a cuenta de Bárcenas y cuando aún decía estar convencido de que cobrar esos sobresueldos era lo lógico porque es lo que se hace en las empresas. Pues, para estas gentes, el partido y el gobierno son eso, empresas, cuya finalidad es ganar dinero. Cómo se reparta ese dinero lo decide el empresario, quien empieza por quedarse más que su congrua parte. 

El interés de España, el del Estado, la responsabilidad y la estabilidad ¿exigen que el partido imputado, con sus dirigentes en varios momentos procesales, gobierne el país que ha destrozado? ¿Hasta ese punto llega la abyección de tan amplios sectores de la opinión? ¿Hasta ese punto llega su claudicación ante el obvio chantaje del presidente de los sobresueldos? ¿Es tal su sumisión que aceptan hacer presidente del gobierno a quien no tiene apoyos voluntarios, no tiene programa y no tiene palabra?

Pues claro que España es diferente. En cualquier otro país democrático ya se hubiera obligado educadamente al de los sobresueldos a retirarse y se estaría organizando un gobierno alternativo, con las izquierdas y los nacionalistas, cuya función sería sacar al país del hoyo y regenerar su democracia, cosa nada fácil a la vista del grado de corrupción. Pero si España es diferente, también lo son las izquierdas, a fuer de muy y mucho españolas. Y es posible que no pueda constituirse ese gobierno alternativo porque ambas izquierdas se detestan profundamente. En tal caso, en cualquier otro país se procedería a las terceras elecciones. Malo es, pero mucho peor permitir el gobierno de quien no lo merece.

Contra las terceras elecciones suele aducirse la previsión de que darán mayoría absoluta al PP, el de los juicios. Es posible. También lo es que den esa mayoría absoluta a la izquierda o permitan alguna otra combinación. Y, en todo caso, saldremos de dudas y cada cual podrá actuar con mayor seguridad.

Lo más llamativo y más aumenta esa sensación de ridículo de las terceras que Rajoy atiza sin piedad es que vayan a ellas justo los mismos líderes que perdieron las dos anteriores. Sí, en efecto, es ridículo. Tanto que podrían trasmitir sus declaraciones de campaña en play back, ahorrándoles voz y poniendo lo mejor de sus arengas anteriores. Es muy ridículo, en efecto. Sin embargo, piensen ustedes en el espectáculo que darían sus respectivos sustitut@s si consiguen identificar algun@.  

dimecres, 27 de juliol del 2016

El horizonte penal del PP

Años lleva Palinuro sosteniendo que el PP no es un partido político al uso, sino una asociación de interés integrada por gentes que van a lo suyo sin ningún tipo de miramientos para las leyes. Lo único que las mantiene unidas es exactamente eso, el interés y provecho propios. Lo mismo vienen diciendo los jueces, que se trata de una asociación compuesta por presuntos malhechores, de forma que ya la han imputado en un par de procesos penales. Al partido, como persona jurídica, por beneficiarse de los chanchullos de la financiación ilegal que en el PP parece ser práctica ordinaria. Tanto es así que, en puridad de las cosas, se deberían anular muchas de sus victorias electorales por haber sido producto de malas artes.

Ahora es otra jueza la que procesa al partido y a dos o tres altos cargos (entre ellos, la tesorera) por haber destruido los discos duros de los ordenadores de Bárcenas cuando este también era tesorero. Los pedía otro juez, encargado de los papeles de Bárcenas a petición del encausado. Pero fueron destruidos a conciencia, dice el auto, para que quedaran, como quedaron, absolutamente inservibles. La jueza presume un delito de encubrimiento. Es una evidente destrucción de pruebas quizá incriminatorias para mucha gente de la organización.Una obstaculización de la justicia en beneficio de los compinches, práctica habitual en las organizaciones mafiosas.

El fiscal en la misma causa contra Bárcenas y a petición de este, que parece dispuesto a "tirar de la manta" ha aceptado que se cite a declarar como testigos a todos los extesoreros del PP (Alvarez Cascos, Arenas, entre otros), aunque no a Rajoy y Cospedal, se ignora por qué ya que, en principio, tesoreros han sido los dos como los otros y mientras se producían las prácticas ahora subiudice. En el caso de Rajoy no solo se trata de un extesorero sino del presidente del Partido. Un presidente ausente pues, como hace en la otra presidencia, la del gobierno, no acepta responsabilidad alguna por las tropelías que se hayan podido cometer y de las que es políticamente responsable, quiera o no.

En esa asociación los presuntos malhechores con usos de mafia no solo cometen delitos por los que nunca dimiten ni se les pasa por la cabeza, como se prueba con el caso de Rita Barberá, aforada exprofeso para ponerla fuera del alcance de la justicia, sino que destruyen la confianza de la ciudadanía en la justicia y establecen el reinado del latrocinio y la corrupción como normas habituales de comportamiento de sus cargos, públicos o del partido. Precisamente el hecho de que el partido sea una asociación privada con relaciones privilegiadas con las instituciones públicas es lo que propicia la extensión de la corrupción.

A esta asociación de presuntos malhechores, muchos de ellos en diferentes momentos procesales de su horizonte penal, a esta caterva de mangantes, quieren mantener en el gobierno los socialistas excedentes de cupo, las viejas glorias o viejas infamias, que ejercen o quieren ejercer una especie de tutela sobre la actual dirección del partido, hecha de bisoños. Piden la abstención de los socialistas en la investidura de Mariano Rajoy (algo con lo que este estaría encantado) so pretexto de la urgencia de un gobierno en "interés de España". La solicitud es tanto más descarada cuanto que el propio Rajoy no ha hecho gesto alguno que evidencie una voluntad de generación, sino todo lo contrario. Ha propuesto como presidenta del Congreso a una ex-ministra que tiene una responsabilidad política evidente en la gestión de uno de los peores accidentes ferroviarios de los que se guarda memoria.

Por lo demás, aunque hubiera realizado no un gesto sino toda una pantomima en favor de la regeneración del sistema político, es metafísicamente imposible que lo lograra por cuanto ha sido el el principal causante de su degeneración. Además, si alguna vez tuvo crédito, lo malbarató tras una serie de pomposos anuncios de sucesivas reformas legislativas en pro de la regeneración y la transparencia democráticas que nunca llevó a cabo ni sirvieron para nada.

El PSOE debe entenderse con Podemos y con los indepes catalanes o, si no se logra, quizá con Podemos y C's para un gobierno transitorio de uno o dos años, en cuyo tiempo se tomen las medidas urgentes para afrontar la situación de emergencia

Si esto tampoco se consigue, corresponden terceras elecciones.

Lo que no se puede defender es una prolongación de la actual situación de deterioro, bajo la forma de cuatro años más de agonía, al cabo de los cuales el país puede estar dirigido desde Soto del Real.

NO es NO.  

diumenge, 3 de juliol del 2016

La gran familia y su puchero

Los mismos sinvergüenzas que han esquilmado el fondo de pensiones de la seguridad social y dejado sin jubilación a los viejos,  son los que se pulían los dineros públicos en putas, coca y juego en Palma de mallorca; los mismos que se llevaban mordidas millonarias por cada escuela con la trama Púnica; los mismos a quienes se pagaban los confetti y viajes de la familia a París; los  que han estado cobrando sobresueldos durante veinte años; los que tienen a su padre dependiente a cargo del erario mientras cortan las ayudas a los demás dependientes; los que blanqueaban dinero para el PP, esa presunta banda de facinerosos, en el Ayuntamiento de Valencia; los que llevaban años robando de las arcas públicas en la operación Gürtel en la sierra norte de Madrid; los que pagaban los trajes de los mangantes a cambio de contratos púbicos; los que se compraban palacetes en Mallorca y áticos en Marbella con dineros que nadie sabe de dónde han salido; los que financiaban el PP, siempre la banda de ladrones, con dinero negro a cambio de subvenciones; los que cobraban por asesorías "orales", incompatibles con sus salarios, a empresas que contrataban con las administraciones peperas; los que troceaban los contratos para embolsarse dineros ilegales; los que cobraban becas que no les correspondían; los que pagaban con dinero público campañas de imagen personal; los que robaron a mansalva en todo tipo de actos oficiales, desde la visita del Papa a Valencia hasta la fórmula uno; los que han cobrado mamandurrias, enchufado a sus amigos y parientes; los que cobran subsidio de alojamiento en Madrid, aunque tienen aquí vivienda; los que mandaban SMS de apoyo y aliento a los delincuentes; los que tenían cuentas en Suiza; los que se han beneficiado de las amnistías fiscales de la banda de ladrones; los que, siendo ministros, no declaraban a Hacienda; los que apañaron y robaron en todas las licencias y contratas municipales del País Valenciano; los que pagaban sumas astronómicas a los periodistas lacayos para que mintieran a su favor en los medios públicos; los que han regalado la sanidad y todos los servicios públicos a sus amigos a cambio de enchufes para ellos; los que han pagado sobrecostes en todas las obras públicas para quedarse luego sus comisiones;  los que han vendido las viviendas protegidas por una futesa a fondos buitres y especuladores; los que regalan 11.000 millones de € al clero y, además le eximen de pagar todos los impuestos y les permiten cobrar todo tipo de tasas y sobreprecios ilegales; los que no pagan impuestos, pero han subido el IVA y toda la tributación directa e indirecta mientras ellos tienen sus dineros en paraísos fiscales; los que descapitalizan la enseñanza pública pero subvencionan a manos llenas la estafa de la enseñanza concertada privada; los que roban en todas las licencias, contratas y adjudicaciones siempre hechas con favoritismos y trampas; los mismos que regalan el dinero a la banca, pero se lo regatean a los particulares; los que asfixian a los autónomos, pero no persiguen el fraude fiscal de los ricos porque son ellos mismos; los que han robado a mansalva en la privatización de la sanidad mientras desvían los casos más caros al sistema público; los que han socializado las pérdidas de las autovías radiales; los que han estafado a cientos de miles de impositores con las preferentes; los que se han pulido la pasta de las tarjetas black en locales de alterne; los que han malgastado dineros públicos en viajes de ensueño con sus amantes sin justificación alguna; los que fabricaban pruebas falsas en contra de sus adversarios polticos; los que han hecho y siguen haciendo guerra sucia con fondos públicos contra esos mismos adversarios; los que han falsificado todas las estadísticas y datos de España; los que se han espiado y denunciado unos a otros; los que robaban los fondos de asistencia al desarrollo; los que han construido aeropuertos sin aviones, museos sin cuadros, trenes AVE en lugares desiertos pero en donde ellos tenían sus propiedades; los que han obligado a los jóvenes a emigrar porque les han quitado las becas; los que viven en áticos de lujo de cientos de metros con criados y mucamos con cargo al erario.

Todos ellos forman una gran familia y, de esa gran familia de malhechores, ¿tengo que creerme que no han dado pucherazo en las elecciones?