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divendres, 31 d’agost del 2018

Contra el fascismo

Bastó que saliera a la calle Arcadi Espada a pintar rojigualdas (también llamadas "estanqueras") y quitar lazos amarillos para que la pareja que lidera esa formación tan claramente neofascista, C's, decidiera asimismo pasar a la acción contra los lazos. Bastó que Arrimadas y Rivera hicieran lo que El Plural llama un posado quitando lazos para que el mundo entero se tornara amarillo. Cristina Fallarás acuñó el hashtag ##RiveraQuitameEste, convertido de inmediato en TT mundial.

Están histéricos. Andan provocando por donde pasan (dejándolo todo lleno de basura, por cierto) para conseguir respuestas violentas y justificar así la represión que pretenden. Como no las consiguen (ni las conseguirán), se las inventan. La única violencia la traen ellos (y ellos se la llevan); las únicas agresiones son las suyas, al extremo de que, a falta de gente a la que atacar, se zurran entre sí. Es lógico: neofascistas, ultras de vox, agentes de policía de paisano (a veces con banderas de la policía), delincuentes, nazis europeos y españoles, nostálgicos del KKK, tabarnios y claque autobusera de bocata. Lo raro sería que no se liaran a mamporros entre ellos mismos.

Y ¿qué pretenden? No solo van en contra de la opinión del 77% de los catalanes que repudia la existencia de presos políticos, sino que lo hacen abusiva y agresivamente, con chulería e intolerancia, atacando la libertad de expresión de tres cuartas partes de la población. Si no se tratara de descerebrados y desalmados sería cosa de reír ante el ridículo en que han quedado a ojos del mundo entero.

El lazo amarillo es una centenaria costumbre  que simboliza el anhelo de reunirse con los seres queridos ausentes. Algo tan respetable y noble que lo ha convertido en emblema de otras causas también justas. En principio, en Catalunya se empezó a emplear para pedir la liberación, la vuelta a casa de los/as presos/as políticas. Algo dentro de la tradición más popular de la Yellow Ribbon. La ferocidad, la rabia, la saña con la que C's se ha lanzado al ataque contra los lazos, seguramente refleja su profunda mala conciencia: no quieren recordar que España tiene presos políticos y, por tanto, no es un Estado de derecho. No quieren recordarlo y pretenden impedir por la violencia que otras lo recuerden

El caso de Sánchez es más cínico. No tiene inconveniente en decir que, si hay presos políticos, el Estado que los tenga (hablando de Venezuela) no es una democracia. En España la cuestión no se plantea porque aquí no hay presos políticos, sino políticos presos. Doctrina oficial del unionismo, contraria a la buena fe, el sentido común y la mera decencia. Todo eso da igual a Sánchez. Como le da igual dilapidar medio millón de € del erario en defender a un juez presuntamente prevaricador o amenazar con volver a emplear el art. 155 en Catalunya, como ya hiciera M. Rajoy con su aplauso, si el presidente Torra pone en práctica su programa.

Es que el gobierno del PSOE, con el apoyo de Podemos, es de izquierda.

Tanta belicosidad, tanta provocación, tanto abuso de C's en connivencia activa o pasiva con el gobierno español, sus fuerzas y cuerpos de seguridad y sus jueces únicamente hace más ridículo el fracaso de estos desestabilizadores y sus cómplices. Sus provocaciones quedan sin respuesta, pero, apenas desaparecen de la escena de los hechos, los vecinos, la gente, reponen los lazos amarillos en cantidad superior. A la táctica conocida como “Tortosa”, esto es, hacer el vacío, ignorar a los/as provocadores/as, se suma ahora la “Alella”, es decir, reponer los lazos indebida, ilegalmente arrancados.

La campaña de odio, prepotencia, autoritarismo e intolerancia de C’s ha conseguido despertar un movimiento general de solidaridad con Catalunya en todo el Estado. En Bilbao, en Granada, en Madrid, en Sanse, por doquier. Y en el extranjero, en París, Londres, Nueva York. Hasta en el PP rechazan la crispación de C’s; y ya es decir.

Mira por dónde, el humilde lazo amarillo que empezamos a llevar en exigencia de la liberación de unas personas injustamente encarceladas, se ha convertido en el símbolo de la lucha contra el fascismo en el Estado español. Los únicos que no se han enterado son los medios unionistas que siguen falseando la realidad en naranja y azul. Pero las bestialidades que no han podido ocultar, como tampoco el resurgir del fascismo, los abusos de la oligarquía, el patriotismo corrupto, pueden hacer que la gente abra los ojos al color amarillo y comprenda que esto no solo va de la independencia de Catalunya, tratada, hoy igual que ayer, como una colonia. Esto va también de democracia en todo el Estado.

Y de lucha contra el fascismo.

divendres, 10 d’agost del 2018

Detener el avance del fascismo

Está muy claro. La proliferación de agresiones callejeras en Catalunya deja las siguientes conclusiones: a) prácticamente todas las agresiones de palabra y obra provienen de los unionistas; b) en prácticamente todas hay  personas directa o indirectamente involucradas en C's, Vox y otros grupos de extrema derecha; c) prácticamente todas quedan impunes; d) presumiendo falta de autoridad de Estado, los dirigentes de C's, Rivera y Arrimadas animan a sus seguidores a imponer por su cuenta su sentido de la ley y el orden en el ámbito público; e) no son manifestaciones esporádicas de "espontáneos", sino acciones premeditadas y sistemáticamente realizadas para sembrar el miedo, la inseguridad y las alteraciones del orden público que deberán servirles de pretexto para una intervención armada.

Hay mucho parecido entre el estilo fascista de los años treinta y el de los seguidores de C's: oratoria vacua, patriotismo de pacotilla, reaccionarismo nacional-católico y clima de violencia e intimidación en las calles. La Falange, vamos. O el ascenso del nazismo. Incluidas fuentes de financiación privadas orientadas a la desestabilización, como ese empresario español en Suiza que , al parecer, financia la defensa de los GDRs, los grupos de agresores, algunos de los cuales lo hacen por convicción y otros por una paga.

Además del aliento prestado por sus dirigentes, los comandos violentos gozan de un tratamiento privilegiado en la policía y los tribunales. No se investigan sus identidades; cuando estas constan, no se inician actuaciónes, como ese policía nacional que agredió a Jordi Borrás y sigue en el servicio. Si se inician es para darles carpetazo en unos tribunales que son hiperactivos en condenar supuestos delitos de cantantes y raperos de izquierda en los que no hay violencia. Realmente vista la reiteración del modelo, está claro que la impunidad con que avanza el fascismo en España responde a la complicidad del Estado.

Por si hubiera dudas, unos doscientos militares retirados publican un manifiesto de apoyo a Franco, como soldado, subrayan, cual si fuera posible separar la milicia de su condición de dictador genocida. Ese manifiesto representa el sentir de la inmensa mayoría de los militares. En su avance el fascismo español sabe que cuenta con el ejército. Como lo sabían los nazis en Alemania, pues salvo honrosas y heroicas excepciones, el ejército alemán apoyó el nazismo.

Y ¿qué decir de la iglesia? ¿Alguna duda? Los prelados españoles están por la unidad del reino de este mundo que corresponde a España. Pregúntese al cardenal Cañizares. Nada de aventuras secesionistas. Nada de aventuras. A lo segurito: al momio de este Estado "no confesional" que se deja parasitar por un "estado" confesional dentro del Estado. Los curas también apoyan el concepto de "orden público" de los grupos y  partidos fascistas. España sigue siendo nacional-católica.

Frente a ese macizo de la raza, erigido en los cuarenta años de franquismo y cuarenta más de postfranquismo, ¿qué hay?

Un gobierno del PSOE tan entregado a la derecha que parece ella misma, transubstanciada en forma de regeneración socialista: no hay impuesto a la banca; ni se permite la investigación parlamentaria de la relación CNI/atentado de las Ramblas; ni se libera a los presxs políticxs (incluso se niega que existan); no se admite la autodeterminación; no se deroga Ley Mordaza; no se anula la reforma laboral; la monarquía española es ejemplar.

Y, como es ejemplar, el rey presidirá el acto de homenaje a las víctimas porque sí, aun no habiendo sido invitado y en contra de la voluntad de una mayoría de catalanes. Es un acto de autoridad por imposición de un Estado que carece de autoridad moral para imponer nada. Solo se hará valer como un acto de violencia colonial.

Si el gobierno no hace nada por frenar el avance del fascismo, su aliado, Podemos, un partido que muchos creyeron traía viento nuevo, todavía hace menos. No ha tardado mucho en convertirse en parte del establecimiento que ferozmente atacaba. "Si no puedes derrotarlos, únete a ellos”, dice el manual del superviviente. Y unidos están en la casta y en el respeto a las instituciones del Estado, entre ellas, la corona. Basta con escuchar a la portavoz adjunta en el Congreso suplicar a  Puigdemont y a los indepes que hagan un ejercicio  “de contención verbal”. Pedimos contención a unas personas que padecen exilio y prisión injustos. En Román paladino, que se callen, que puede despertar la bestia fascista que ya campa a sus anchas. Es dura de tragar la peladilla, propinada por quien tampoco se ha distinguido poco ni mucho por reclamar la libertad de los presos políticos. 

Y, aun así, van a perder. Porque todas sus argucias, su instrumentalización del Estado, prostitución de la justicia, guerra sucia mediática y no mediática no les sirven de nada frente a una sociedad movilizada por un objetivo compartido, con abundancia de recursos materiales, de iniciativa e ingenio. Allá van esos autobuses de Ómnium por las calles de Barcelona pidiendo libertad para los presos políticos. Los verán muchos turistas y saldrán en los medios internacionales. Mucho más que el autobús de hazte oír. Contrarrestar esta campaña estilo tabarnio es complicado. Poner gualdrapas rojigualdas a otros autobuses proclamando que en España no hay presos políticos sino políticos presos no augura nada bueno. Y ponerse a embestir autobuses se hace peligroso, aunque te financie la Begún. 

La presunta alternativa de gobierno en España no ha sido tal, pues el de Sánchez es continuista del anterior en casi todo (y, desde luego, lo más importante) muy especialmente en lo referido a Catalunya. Sánchez sostenía tener un proyecto  basado en el diálogo y una solución misteriosamente llamada “política”. El "diálogo" arranca con dos "noes", la libertad de los presos y la autodeterminación y nace muerto y la "solución política" parece consistir en un referéndum en torno a una oferta del Estado para el territorio rebelde que cuente con el 80% de apoyo en Catalunya, lo que equivale a no decir nada.

El fascismo actúa cuando la oligarquía teme que pueda perder el poder.

divendres, 6 d’abril del 2018

Detener el avance del fascismo otra vez

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Magnífico vídeo de Ómnium cultural que traslada el impacto personal que puede tener el proceso de fascistización del Estado español

dilluns, 4 de desembre del 2017

Podemos también es del bloque nacional-español

Llevaban tres años mintiendo, trampeando, contando trolas a ver si conseguían mantener la ambigüedd del oportunismo: no aplaudir el independentismo, cosa que resta votos en España, pero tampoco oponerse a él, cosa que resta votos en Cataluña. Y así, queriendo ser simpáticos a todo el mundo, han conseguido que nadie se fíe de ellos/ellas.

Los que iba a asaltar los cielos no llegan ni a tertulia de barrio.

Ya el primer desembarco en Cataluña, en distrito castellanohablante, Pablo Iglesias pedía a los votantes que se acordaran de sus abuelos, mostrando así no solo una profunda ignorancia de lo que es Cataluña, sino la mala voluntad de tratar de dividir, fracturar la sociedad catalana. Luego es esta gente la que acusa al independentismo de enfrentar a unos catalanes con otros.

Más tarde, alguien debió de soplar a Podemos que, si querían que la gente de izquierda se tragara sus plúmbeos discursos, debían simular algún tipo de simpatía por el independentismo, hacer alguna concesión porque se les notaba demasiado el viejo odio nacional-español a lo catalán; su arrogancia, disfrazada de consistencia teórica inexistente; su desprecio, arropado de interés condescendiente por lo periférico; su profunda envidia ante una sociedad bilingüe y con una cultura política muy superior a la suya y a la de ellos mismos. Por eso acabaron descubriendo lo del reférendum pactado, que venía a ser la fórmula para combinar el reconocimiento del derecho de autotederminación de los catalanes, que nadie de izquierda puede negar, con su entrañable nacionalismo español. El truco era pedir referéndum de autodeterminación, pero pedir el voto "no".

Era un paso en relación con la cerrada oposición del bloque de la derecha (PP, PSOE y C's), pero no sonaba auténtico, por no decir que se pasaban de listos con lo que Torcuato Fdez. Miranda llamaba una trampa saducea: queremos un referéndum pactado de autodeterminación pero, como no hay ninguna posibilidad de conseguirlo porque el bloque nacional-español (luego "bloque del 155") no lo aceptará jamás renunciamos a todo referéndum y esperamos a que pueda pactarse, ad calendas graecas, naturalmente. Entre tanto, "no" al referéndum unilateral y que los catalanes traguen el estatus colonial que les aplica la derecha franquista. 

Ni DUI ni 155. Ni Franco ni Carrillo, no nos moverán. Y no se movieron. Pero, ante tanta indeterminación, tanto esquinazo, tantos engaños y embustes, un partido hecho de aluvión de oportunistas empezaba a acusar las grietas de los zarandeos en la polémica política. Sus líderes hablaban mucho, todo el día en las radios y las teles, algunas de las cuales casi parecen suyas, con exclusión de quienes discrepen, pero no conseguían remontar fortuna electoral que, al contrario cada vez muestra la tendencia evidente a situar a Podemos exactamente en la proporción de voto que sacaba Anguita con IU porque, en definitiva, su melopea teórica es la misma, pero su garrulería tiene harta a una gran parte del electorado. Basta con ver cómo hace años que Iglesias es el líder político peor valorado; a veces, peor que Rajoy. Imaginen.

Escisiones, divisiones, polémicas, fracturas, habituales en esta izquierda neocomunista y fariseamente jacobina, todo había que camuflarlo bajo el espíritu de unidad fingida. Hasta que el partido se dividió en Cataluña entre un sector de gente de izquierda con Dante Fachin, capaz de entender el sentido del voto independentista y los marrulleros de la autodeterminación pactada, del "echemos primero a Rajoy y luego proceso constituyente" y similares argucias. Podemos  veía disminuir su fuerza en todos los frentes: en Cataluña gana el independentismo -único factor de izquierda capaz de hacer oposición al gobierno y cuestionar el Estado español de la III Restauración- y en España gana el nacionalcatolicismo con la ayuda del PSOE. Para disimular dice Victoria Camps que el nacionalismo no es de izquierda porque la izquierda es internacionalista para lo cual pone a la supuesta izquierda del PSOE al servicio del nacionalismo neofranquista del PP y pasa por el alto la evidencia absoluta de que, si por internacionalismo hemos de entender lo que ella entienda, es obvio que se puede ser nacionalista (ella es nacionalista española) e internacionalista.

La tensión y progresivo declive electoral de las otroras rutilantes estrellas televisivas podemitas, obligó a dar un golpe de timón en los enunciados del partido. Y de hacerlo a toda prisa antes de que Carolina Bescansa, habiendo enarbolado el pendón del patriotismo ibérico, al grito de ¡Viva España!, acabe desplazando al puñado de oportunistas que ahora forman la dirección. Un ¡Viva E·spaña! al que en la calle hacen ya eco fraterno los rebuznos de las bandas de matones de extrema derecha amparadas por los gobernantes, por todos ellos en todos los poderes del Estado, cuando no compuestas por ellos mismos. Sí, esas bandas que dicen los morados que "despiertan" con lo que admiten que estaban dormidas (que no es verdad tampoco) pero estaban.

Afán de supervivencia y nada más es lo que hay detrás de esas declaraciones de Iglesias revelando el verdadero fondo nacionalista español del taimado oportunismo del referéndum "pactado" de autodeterminación. Otra vez se formula el argumento del maltratador, del fascista, del que echa la culpa de la agresión al agredido, del triunvirato del Sobresueldos, Sánchez y (Primo de) Rivera.

Son los independentistas los que han provocado el ascenso del fascismo en España. ¿Hacía falta montar este andamiaje de la "verdadera" izquierda del más viejo paleocomunismo para acabar coincidiendo con las derechas más retrógradas y sí, ellas mismas fascistas y esta detestable, hipócrita conclusión? Es de esperar que en la próxima manifa de españolistas de Vox, Democracia Nacional, DENAES, SCC, grupos nazis, gentes del gobierno, gentes de la oposición diz que socialista, y chulos, matones y pistoleros "incontrolados", hable también alguno de Podemos para dejar bien sentado que en España nadie puede discutir nada de la organización territorial del Estado porque el fascismo que es inherente al régimen de la IIIª Restauración se hará patente, como se ha hecho ya, ocupando militarmente Cataluña.

Pero esperen ustedes, que esta hipocresía, este engaño seudoizquierdista de unos españolazos (muy "internacionalistas", claro) no acaba ahí. Podemos, el gran azote de la traidora Transición española, de las concesiones de la izquierda a una derecha agresiva, dice por boca de su parlanchín dirigente que esto de Cataluña es muy "complejo" (como decían las izquierdas durante la transición), que las heridas tardarán años en "cicatrizar" (suena, ¿eh?) y que él y los suyos, proponen... la reconciliación de los catalanes.

Atención, Catalanes, sobre todo los "humildes" (sic) que estos gallardos mozos van a reconciliaros para hacer una "segunda transición", esta, sí, fetén, porque ellos mandaarían.

dilluns, 17 de juliol del 2017

Todo tiene un precio

He leído comentarios encendidos sobre la decisión del Consistorio de Guadalajara de cobrar por la exhumación de Timoteo Mendieta. Tachan a los ediles del PP –los firmantes del recibo- de “ratas”. Es una injusticia. No creo que haya o haya habido rata alguna capaz de hacer con una semejante lo que los regidores municipales han hecho con Timoteo Mendieta. Ni rata, ni roedor, ni mamífero alguno, a excepción del hombre.

Por eso, el gesto del gobierno de la vara no es comparable a nada, salvo a sí mismo. Es un gesto de hombre. De homo sapiens, que dice regirse por la norma de oro de la moral de “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”. Tres veces se ha manifestado el mismo espíritu cainita a lo largo de las generaciones: una, cuando asesinaron a Timoteo; dos, cuando silenciaron su memoria; tres, cuando se penaliza su exhumación.

Los autores de las tres monstruosidades no son físicamente los mismos. Sí lo son política y moralmente.

dimarts, 4 d’abril del 2017

El fascismo se demuestra robando

Hoy seré muy breve porque, sobre estar cansado por el trabajo, el tema ya no da para mucho más. La pertinacia, la contumacia del fascismo español carecen de parangón. Morirá la civilización, se acabará el mundo, se enfriará el sistema solar, seremos un agujero negro y los fascistas españoles seguirán erre que erre dando vivas a un criminal genocida que sumió su país en un baño de sangre y asesinó, torturó y encarceló a cientos de miles de sus compatriotas.

Mucha gente se pregunta cómo es posible que en España sea legal lo que en otras partes que padecieron la lacra del fascismo, Italia y Alemania, no lo es. La respuesta es sencilla: allí, los fascistas perdieron la guerra. Aquí la ganaron. El fascismo español no se hundió, sino que acabó su personificación con la muerte del dictador. Pero siguió incólume en las instituciones, en la sociedad civil, en la mentalidad de siervos de muchas gentes. La historia la escriben los vencedores y así sigue siendo, como se ve con los historiadores franquistas, aunque sean analfabetos. 

El franquismo ha sobrevivido a Franco porque se ha hecho carne y sangre del natural español de vírgenes, santos, procesiones, fanfarronadas, chulerías, oscurantismo, cerrilismo, intransigencia, beaterío, nacionacatolicismo..., en fín, qué vamos a decir que no sepamos.

Ese tal Zoido que comienza donde lo dejó el meapilas Fernández Díaz, condecorando vírgenes, es obvio, carece de todo sentido del ridículo. Pero no del aprovechamiento y la falsedad. La prueba: ha intentado colocar a un enchufado suyo en un pisazo de propiedad pública con reparación millonaria, como siempre a cargo del erario, para que seamos los españoles quienes sigamos pagando sus estupideces, supersticiones y simples latrocinios.

En Murcia va a ser necesario que el presunto corrupto que, para variar, gobierna, cumpla la sentencia que le caiga para que se admita que lo es. No para que el PP o Rajoy le retiren su apoyo. Ese es un típico error de los periodistas españoles. Estos pájaros no apoyan a los corruptos porque crean que no lo son sino, al contrario, porque saben que lo son.

¿O creía alguien acaso que el fascismo es algo distinto?

A Cassandra la condenan a un año de prisión por un chiste sobre un criminal, corresponsable de la dictadura y de la persecución política de la ciudadanía, corresponsable de más crímenes, detenciones, palizas, torturas, que era lo que hacía la brigada político-social de Franco. ¿Qué juicio merece esto? 

Mientras tanto, el energúmeno que afirmó que las víctimas de Franco se merecían el fusilamiento sigue siendo alcalde. Obviamente este país no conoce la justicia y los jueces no merecen nombre de tales.

Pero lo verdaderamente escandaloso es que todo esto se da sobre una realidad incuestionable: el primer culpable de enaltecimiento del terrorismo y del crimen es el propio Estado, que mantiene un siniestro monumento a la mayor gloria del genocida Franco, sostenido con los impuestos de todos, incluso los que pagamos quienes fuimos represaliados por él y tuvimos la fortuna de contarlo.

dijous, 21 de juliol del 2016

Las fosas de la ignominia

Otro vídeo del programa de TeleSur dedicado al franquismo. Son como cinco minutos dedicados a los 114.000 asesinados por los fascistas y enterrados en fosas comunes en todo el país. Mi aparición en él es brevísima, pero lo dejo por la importancia del tema en sí y para que quede constancia de quién es quién aquí y ahora. Veamos:

Hay 114.000 asesinados en fosas comunes. España es el segundo país en este macabro record, detrás de Camboya, otra dictadura asesina, esta vez comunista que, seguramente, tendrá defensores hoy día, como también hay gente en España que defiende, protege y admira a Franco.

Entre ellos, el presidente de los Sobresueldos. Hay un claro mandato de la ONU de que España haga justicia con esta barbarie. Hay una Ley de la Memoria Histórica aprobada por el gobierno Zapatero que prevé el desenterramiento de esta víctimas. Pero el Sobresueldos retiró la aportación financiera del Estado. El mismo Sobresueldos que, preguntado en un programa de Jordi Évole, por estos enterramientos delictivos de compatriotas suyos dijo que a él "no le constaba" que hubiera miles de asesinados en fosas comunes. Eso, tras haber suprimido la subvención oficial para desenterrarlos. Tal cosa da la medida de la calaña moral del presidente que, sin embargo, no tiene inconveniente en mantener a su padre, dependiente, con cargo a unos fondos públicos que niega a los demás dependientes. Es difícil imaginar un comportamiento más repugnante.

Difícil, pero no imposible. Este sinvergüenza se queda corto al lado de su portavoz, Rafael Hernando, para quien los familiares de los asesinados por la gente a la que Hernando sigue, solo se acuerda de ellos cuando hay subvenciones. Una afirmación no solo odiosa en su miseria moral sino también cruel, típica de un sicario porque, precisamente son los compinches de estos tipos quienes han suprimido dichas subvenciones.

En efecto, que cada cual responda de sus actos y sus palabras.

diumenge, 6 de març del 2016

¿Qué pasa en las redes?

La acusación directa de Iglesias a González de tener las manos manchadas de cal viva me pareció tan injusta, tan inicua y tan cínica que ayer subí el tuit que figura a la izquierda a Twitter. Inmediatamente me eché encima una legión de trolls furiosos insultándome a mansalva. No es necesario reproducir los insultos porque está toda la panoplia. Imaginen uno cualquiera y seguro que aparece.

¿En dónde radicaba la rabia? La acusación es falsa, como se demostró hasta la saciedad en su día pues el asunto de los GAL llegó al Tribunal Supremo, que condenó a quien juzgó que debía condenar y a nadie más. Por tanto, está claro que no hay pruebas ni puede demostrarse esa acusación y, salvo que Iglesias tenga alguna nueva (con lo que debiera acudir a los tribunales en lugar de echar veneno) la repetición de la acusación es un infundio, si no una calumnia. Algo verdaderamente detestable.

Por supuesto, mucha gente no acepta esta situación y continúa alimentando los rumores y las falsedades más indignas, que si Mr. X, que si la cárcel de Guadalajara, que si cuando el río suena es que agua lleva, que si en aquella época se habló mucho de ello, que si el proceso dejó mucho que desear, etc., etc. Lo de siempre, vamos. Todavía hay quien dice que las bombas del 11M las pusieron etarras. Es más o menos la misma gente con el chip político algo cambiado o quizá ni eso.

Esta oposición al empleo del infundio y la difamación en política, se haga contra quien se haga, también me costó ataques sañudos en Facebook. Se esgrimían los "argumentos" esos del río que suena, etc y se añadían numerosas recriminaciones ad hominem, en el sentido de que si mis simpatías por González no me dejaban ver la cegadora realidad de su condición de amparador de asesinos y lindezas de este tipo. Y se añadían barbaridades del tipo de que si González era inocente, que lo demostrara, como si con él no rezara el principio elemental de que la carga de la prueba corresponde al que acusa y no al acusado.

No hace falta que diga, pues es público, que mi buen juicio sobre González en su etapa de gobernante no empaña mi visión crítica de su etapa posterior, pues considero que ha actuado muy mal en muchas ocasiones desde el punto de vista político y moral y ha acabado proyectando una imagen francamente lamentable. Digo que no hace falta que lo diga porque es así: no hace falta. No defiendo a González al decir que no hay derecho a levantar falsas acusaciones contra nadie. Defiendo a todo el mundo que sea víctima de estas malas artes, haya hecho lo que haya hecho en otros aspectos de la vida. El señor Mas puede haber sido todo lo amigo que se quiera de Pujol y haber hecho drásticos recortes neoliberales con alegría sádica, pero no hay derecho a mancillar su reputación personal con rumores, infundios y acusaciones sin pruebas.

En el caso de González llama la atención la saña, la contumacia con la que se lo difama. Hay en esto una envidia muy española. El más brillante político de la transición (insisto en que su comportamiento al dejar el gobierno es otra cosa), el que consolidó el Estado del bienestar que el PP lleva cuatro años desmantelando y gracias al cual salió adelante mucha gente de la que ahora lo ataca, es el más vilipendiado y, en efecto, con auténtico odio. Hagan ustedes un repaso y díganme si no es cosa de psiquiatra que González sea más atacado que Aznar. Porque es así.

Por cierto, llamo la atención, porque es muy significativo, sobre la cobardía del PSOE que, como ya sucedió en los años 90, protesta de estos atropellos pero en la intimidad y no se atreve a defender como merece a uno de los suyos, víctima de una injusticia. Y ¿cómo va a luchar contra las injusticias sociales una gente que se acobarda ante las que la afectan directamente? Sánchez solo sacó un hilo de voz en el Congreso para decir que estaba muy orgulloso de González y en una entrevista en el país se pregunta maravillado de dónde le sale a Iglesias tanto odio hacia el PSOE. Pues, si no lo sabe de verdad es que, además de cobarde, es tonto. Le sale de la vieja frustración anguitiana de no haber conseguido el sorpasso y la aniquilación del PSOE, que es lo único que lo mueve. Y la difamación a González es parte de esta estrategia de que "el PSOE es el partido de la cal viva".

Recurrir a estos procedimientos de infundios, e Iglesias lo hizo el otro día, no tiene nada que ver con la izquierda democrática sino que es más propio del fascismo.

Y aquí es donde empecé a ver quizá la raíz de los ataques furibundos que recibía mi tuit. Por eso insistí en la tecla. Subí más tuits como: "El fascismo siempre ha sido muy mediático. Y el de izquierdas de ahora, ya ni te cuento: confunde el Congreso con el plató de la tele" o bien "El pensamiento crítico de algunas "nuevas izquierdas" se convierte en rebuzno en cuanto les tocas a sus amados líderes" o incluso "Cuidado con llamar fascistas a los fascistas que van de izquierdistas. Se cabrean y les sale el fascio por las narices".Y, efectivamente, ahí había un punto sensible. La legión de trolls de Podemos llegó al paroxismo, dando la razón al aviso. Algún amigo me recordó que los "revolucionarios" son los que menos aceptan la crítica y la independencia de criterio. 

Si hubiera sido un experimento, no hubiera dado mejor resultado. 

El peligro del fascismo de izquierdas, pintado con los colores de la nueva política está ahí. 

divendres, 5 de febrer del 2016

Además de ladrones, fascistas

Dice la vicepresidenta, tratando de salvar a su jefe, el de los sobresueldos, que el gobierno no tiene por qué responder ante el Parlamento porque cuenta con la confianza del anterior y este es nuevo. Hace lo que acostumbra ya que, como no tiene ni idea de política ni sabe lo que es una democracia, recurre a una triquiñuela de rábula, tratando de enredar las cosas. Cualquier contencioso entre el gobierno y el Parlamento, dice, ha de ir por la vía de lo contencioso. Es decir, hay que sentarse y esperar.

¡Qué mal perder tienen los tramposos y sinvergüenzas! Todavía veremos espectáculos más lamentables que mostrarán la calaña de la tropa que ha estado cuatro años destruyendo este país.

A lo que vamos. Diga lo que diga la ratita hacendosa, la Constitución vigente, en su título V sobre las relaciones entre el gobierno y las Cortes generales es taxativa y en su artículo 108 lo dice con toda claridad: "El Gobierno responde solidariamente en su gestión política ante el Congreso de los diputados". Sin excepción ni salvedad alguna. No dice si el gobierno es el de antes, el de ahora o el del valle de Josaphat y tampoco si el Congreso de los Diputados es el de ahora, el de ayer o el de mañana. Es el Gobierno. Es el Congreso de los Diputados.

Y que todos sepamos, el propio Sobresueldos lo dijo hace un par de días: que el gobierno estará en funciones y tendrá competencias limitadas, pero la Constitución está en pleno vigor y el ordenamiento jurídico también. Lo dijo, como siempre, para amenazar a los catalanes y, el muy ruiz se calló que eso con él no rezaba.

Es decir, el gobierno se ha puesto fuera de la Constitución y se ha declarado en rebeldía. Es más, lo que está haciendo es un intento de golpe de Estado con el fin de establecer una dictadura.

Vamos a ver si ahora el Parlamento tiene la decencia y el coraje que faltaron al anterior, convoca un pleno extraordinario y retira su confianza al gobierno o lo censura o lo destituye sin más. Vías puede encontrar las que quiera. El Parlamento es depositario de la soberanía popular y máximo órgano de poder del Estado. No puede tolerar un gobierno sin control parlamentario, un gobierno fascista.

Y si lo hace, sus señorías solo serán merecedoras del desprecio de la ciudadanía y deben dimitir de una responsabilidad a cuya altura no están.

divendres, 20 de novembre del 2015

¿Homenajear a un criminal?



Para el 3 de diciembre próximo, la Fundación Francisco Franco, una entidad subvencionada por el Estado y dedicada a ensalzar la memoria de un golpista y dictador, ha convocado una cena en homenaje a su caudillo en el hotel Meliá Castilla. Change.org ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir a los responsables del hotel que cancelen ese acto repugnante que insulta a todos los demócratas y la memoria de las víctimas de la vesania fascista. Para firmar se puede pinchar sobre la imagen o aquí.

dilluns, 26 d’octubre del 2015

El fascismo simpático.


Han transcurrido treinta y cinco años desde que Bertram Gross publicó su famoso libro Friendly Fascism. The New Face of Power in America, pero su contenido y sus conclusiones son hoy tan vigentes como antaño. El autor caracterizaba con esta fórmula de fascismo simpático la revolución neoliberal y conservadora que arrancó en los Estados Unidos y el Reino Unido a fines de los años setenta y se consolidó en los ochenta durante los mandatos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. La teoría económica de matriz neoclásica, monetarista, centrada en la oferta, desreguladora, enemiga del consenso del Estado del bienestar se llamó Reaganomics en los EEUU y Thatcherism en el RU. Y está perfectamente retratada en esta expresión del "fascismo simpático".

¿Algo más simpático que un actor mediocre de Westerns y una dama rígidamente metodista, hija de un tendero? Simpáticos y, en el fondo, fascistas. Los discursos dogmáticos y rimbombantes del fascismo con su fe en el heroísmo, la pelea, la rivalidad, la conquista y el triunfo, se convierten aquí en las monsergas sobre el espíritu empresarial, la libre competencia, la supervivencia de los mejores, el éxito, el individualismo y la libertad.

En España es lo mismo. La dicharachera Esperanza Aguirre con sus tonterías sobre el mercado libre y la libertad de los agentes suena igual que los discursos de José Antonio Primo de Rivera, y está muy cercana al Rivera actual, razón por la cual le gustaría que desapareciera porque lo ve como un rival peligroso en su mismo pastizal.

En teoría, entre el fascismo de siempre y el fascismo simpático hay una gran diferencia de actitud en cuanto al  Estado, pero no es así. Es cierto que los neoliberales españoles abominan del Estado y tratan de reducirlo a su mínima expresión, descapitalizándolo, dejándolo sin servicios públicos para decir después que no funcionaban y suprimirlos o privatizarlos. Pero también lo es que eso es de boquilla. Luego viven todos de parasitar el Estado. Esperanza Aguirre no ha trabajado casi nunca en la empresa privada pues lleva toda su vida en cargos públicos, cobrando del erario, como Rajoy, Báñez, etc o bien de los fondos de la Gürtel, también como Rajoy y otro.. Además también tiene estupendamente colocada en puestos públicos a casi toda su familia. Y, como ella, docenas, cientos de cargos del PP. Hablan mal del Estado, pero viven de parasitarlo.

Lo mismo sucederá llegado el momento con C's. El talante fascista de nuevo cuño, simpático, es evidente en todo cuanto hace y dice Rivera. España no se toca; la Iglesia, menos; la Corona, ni te cuento. Las corridas de toros son una tradición artística y cultural que es preciso preservar frente a la antiespaña, siempre al acecho. Hay que favorecer la industria, lo que quiere decir el capital, reducir los derechos laborales de la gente a la nada y permitir que la exploten hasta recuperar la tasa de beneficio en detrimento de los trabajadores.

El fascismo simpático se presenta con ademanes juveniles, renovadores, partícipe en esa moda de exigir relevos generacionales en todas partes,  como si el hecho de ser menor de cuarenta años diera más luces a cualquiera. Tiene asimismo el consabido respeto por la jerarquía, la disciplina y la teórica entrega a una causa. Pero, si se escarba un  poco, sale el viejo dogmatismo hispánico.

Y lo que sale siempre también es la demagogia de un populismo trivial que habla a los sentimientos de la gente para engañarla mejor.

dimarts, 20 d’octubre del 2015

Una visión de Ciudadanos y Rivera.


Ciudadanos lleva nueve años en política en Cataluña. No es un partido caído del cielo y su dirigente, Albert Rivera, tampoco. Y mucho menos de un guindo. Posee experiencia, sabe jugar, tiene aguante y, lo más decisivo, conoce a sus adversarios mejor que ellos a él.

Esa ha sido hasta ahora su baza principal, que en estos diez años desde que consiguieron tres diputados en las elecciones catalanas en 2006, hasta comienzos de este 2015, Rivera y C's eran prácticamente desconocidos en España.

Ya no. Un repaso de su historial en resultados electorales revela una trayectoria ascendente, discreta, sostenida, con algún altibajo, pero significativa. En las autonómicas de 2010 mantuvo sus tres diputados, con un 3,39% del voto, pero en las de 2012 los triplicó (7,56% y 9 diputados) y, finalmente, en las de este año, ha dado la campanada con 17,93% y 25, segundo partido del Parlament, por delante de los socialistas y de los infelices de Podemos.

Eso en Cataluña. Pero C's se ha visto siempre como un partido español y ha estado presentándose en diversas convocatorias con variada fortuna hasta que esta le ha sonreído este año y se prepara para el asalto decisivo en las próximas de diciembre. En las generales y andaluzas de 2008 (0,18% y 0,13% del voto respectivamente) se quedó fuera de ambos parlamentos. Nuevo fiasco en las europeas de 2009, en que se presentó en coalición con Libertas y Miguel Durán de cabeza de lista. Con tanto revés, prefirió no presentarse a las generales de 2011. Tampoco las municipales se le daban bien: 13 concejales en Cataluña en 2007 era para llorar y más aun en 2011, si bien aquí se encendió una lucecita de esperanza porque el partido consiguió algunos ediles fuera de Cataluña.

Las autonómicas de 2012, fueron el comienzo. Después, la escalada: 2 diputados en las europeas de 2014 (las que lanzaron a Podemos a "asaltar los cielos"), notable avance en las andaluzas de este año, con 9,28% del voto y 9 diputados de 109, decisivos para gobernar Andalucía. Las subsiguientes municipales y autonómicas de 2015, pedrea de cargos en toda España, que ha hecho determinante el partido de Rivera en varios lugares, por ejemplo, en Madrid. Las autonómicas plebiscitarias catalanas de este año han convertido C's en un partido central.

Los sondeos le son muy favorables y la valoración popular de Rivera en los barómetros del CIS es altísima, un 5,2, muy por delante de los demás líderes, incluido el prematuramente declinante Iglesias, y a distancia sideral del hombre de los sobresueldos en La Moncloa.

Del desconocimiento a favorito de todas las apuestas.  Pero C's no sale de la nada, no improvisa, no es producto de las cogitaciones de un grupo de profesores doctrinarios. Lleva diez años de brega y en territorio hostil. Está fajado. Ha tropezado, ha caído, se ha levantado y aquí está ahora, dispuesto a mantener un cara a cara televisivo con la estrella rutilante de las medios que, de pronto, aparece no solo "cansado", como él mismo tuvo la ingenuidad de confesar a Rivera, sino ajado, antiguo. Tanto que el propio Rivera, en un gesto de vencedor nietzscheano, sin piedad con el caído, pide ahora un debate con Rajoy y Sánchez, ignorando ya al dirigente de Podemos.

En estas condiciones, es lógico que los focos se centren ahora en este recién llegado que casi aparece salido de la nada. Con susto y sorpresa, la opinión descubre que no sabe nada de un hombre que en dos meses puede convertirse en el presidente del país. Y lo curioso es que seguirá sabiendo muy poco. Carece de pasado y casi de presente y, como Parsifal, ni él mismo sabe de dónde viene cuando llega al castillo de Monsalvat. Las búsquedas en hemerotecas y bases de datos apenas dan resultados. Hasta Wikipedia falla. Sus informaciones son escuálidas, casi inexistentes y, cuando se explayan algo más es para embellecer la figura de este político de 35 años que flota en el vacío, lo cual levanta suspicacias, pero no impide que su expectativa de voto sea muy alta y vaya en ascenso. No es un personaje tan puro y limpio como el virginal Galahad, pues se le conocen algunos pecadillos, pero en conjunto es tan intachable como Parsifal.

La buena facha lo acompaña. Su cartel in puribus para las elecciones de 2006 causó buen impresión y se quedó en la memoria visual colectiva. No tanto el que se reproduce aquí para las generales de 2008, en las que fracasó. Y con razón. La imagen tira de la metáfora de España enferma terminal salvada por la competencia médica de C's, igual que el espantoso pestiño que ha plagiado el PP para las de este año. La repulsión que ambas propuestas despiertan viene del hecho de que visualizan esa idea costista del cirujano de hierro, que tanto gustaba al dictador Primo de Rivera y que suelen acariciar las mentalidades autoritarias, proclives al fascismo, como las del PP y, a mi juicio, este Rivera. Pero, salvado este bache, el líder de C's tiene buena pinta, de las que gustan en televisión, resulta más favorecido que sus inmediatos competidores, Sánchez,  Iglesias y, por supuesto, Garzón, porque se ajusta mejor al canon de la nada sonriente que cautiva a unas audiencias incapaces de seguir un discurso de más de sesenta segundos.

Esa presencia positiva, atractiva, sin ser rutilante ni deslumbradora, la del Juan Español bien vestido, repeinado, sonriente, atento con las damas y solícito con los ancianos, tiene la magia der ocupar toda la pantalla y no dejar sitio a posteriores indagaciones. El hombre no tiene pasado grave que echarle en cara y los repetidos intentos de fabricarle una militancia en el PP o connivencias con grupos fascistas o claramente xenófobos (aunque alguna haya habido) son contraproducentes porque dan a entender que no hay nada que pueda criticarse en su discurso. Es mucho más eficaz, porque es real y cuenta, la coincidencia de C's con el PP a la hora de no condenar el franquismo ni el asesinato de Lluís Companys o la de negarse a abolir las corridas de toros, lo que propició que saliera en hombros de la afición de la plaza.

Pero justamente, estas negativas apuntan a un factor decisivo en la oferta ideológica de C's: el partido es de origen catalán pero de ambición española; habla siempre para público español, incluso cuando lo hace desde Cataluña. Reúne en una sola oferta una parte de Cambó y otra de Lerroux. Son catalanes buenos que quieren gobernar España y están dispuestos a terminar con el independentismo y el radicalismo como el emperador del paralelo. La unidad de España vencerá si la mayoría de los españoles vota la opción ideológica más apropiada para ello, la de Ciudadanos.

Así no es la telegenia del mancebo, ni su falta de tachas en el pasado, ni su populismo catalán lo decisivo, no. Lo decisivo son las propuestas ideológicas, el mantenimiento de un tirón doctrinal que instale cómodamente a Ciudadanos en el catecismo hegemónico del neoliberalismo ilustrado, mostrando con absoluto descaro su coincidencia con todo lo que se supone que ha triunfado (las bobadas y simplezas sobre la libre competencia, la flexibilidad laboral, la competitividad, la desregulación, las privatizaciones, etc) y su enfrentamiento con todo lo que ha fracasado (el paro, la pobreza, la desigualdad, la inmigración, etc.) en un juego consistente en apuntarse a todas las victorias y desaparecer de todas las derrotas.

Eso se llama falta de principios, oportunismo y, llegado el caso, juego sucio. Pero también puede considerarse falta de doctrinarismo, escepticismo postmoderno y pensamiento líquido muy apropiado en una época en la que ya nadie cree en los sistemas o los grandes dogmas. C's tiene un relato actual, que huye de toda construcción programática y se aferra a postulados singulares, soluciones concretas que se presentan como hallazgos pragmáticos siempre en pro de un bien común  que se da a entender, pero jamás se explicita.

Así como el PP, su referente, en las elecciones de 2011, presentó un programa falso que no pensaba cumplir y puso luego el verdadero en funcionamiento en una estafa histórica, C's mejora la práctica: dice en todo momento lo que la gente quiere oír y no se preocupa de si es o no contradictorio o si se ajusta o no a su programa porque no tiene programa. Ni verdadero ni falso. Esto le permite opinar sobre todo en una especie de horizonte de neoliberalismo trivial en el que lo más importante es no parar de hablar, no dejar que se haga el silencio y la gente, los electores, reflexionen sobre cuál pueda ser el objetivo de esta densa charla cuyo ruido solo denota el horror al vacío y al silencio de los charlatanes y vendedores de crecepelo. Rivera quiere que lo vean en el centro, igual que Podemos quería que lo situasen en la centralidad política antes de encontrarse a pique de irse por el sumidero de la historia. Pero la gente lo sitúa más bien a la derecha, en un 6,8 de media en la escala ideológica del CIS. Por eso es importante no hacer el vacío en la pantalla y no dejar que la gente encuentre un momento para atar cabos y no dejarse engañar. 

La segura sonrisa de Rivera preanuncia la confianza de Parsifal, el tonto inocente de la historia. Solo que, en mi opinión, de inocente, este no tiene nada.

dimarts, 21 d’abril del 2015

Cataluña como excusa.

Como, según parece, ya no se puede bombardear Barcelona, los unionistas españoles han decidido bombardear Madrid y España. El sobresueldos ya tiene una excusa perfecta para retrasar las elecciones debidas en noviembre de este año. Como no sabe qué saldrá de las elecciones plebiscitaras catalanas el 27 de septiembre, retrasará las generales hasta que se vea el resultado.
 
O sea, lo que sucede en Cataluña sí condiciona de tal modo la política española que algún líder avispado de talante más fascista de lo habitual, puede privarnos de la única función de (relativa) libertad que la democracia nos permite: la de echarlo a patadas.
 
Bueno, hombre, no exageremos… solo se trata de retrasar. No de cancelar o suprimir.
 
¿Retrasar? ¿Por qué motivo?
 
¿No lo ven ustedes? ¿No ven que el 28 de septiembre Cataluña puede despertarse republicana e independiente? ¿Les parece poco motivo? Es obvio que, si el resultado de las elecciones catalanas fuera el antedicho, no tiene sentido que pille a la Cortes disueltas, razonan los de los sobresueldos. El Estado no tendría margen de maniobra, no podría defenderse frente a los hechos, no tendría rapidez de acción.
 
Les aplauden los suyos a rabiar pues saben que no se trata de retrasar sino, simple y llanamente, en el fondo, de suprimir las elecciones. Aplauden también los de la oposición socialista quienes simulan creer que se trata de un retraso y no de una cancelación como paso previo a un golpe de Estado, aunque en el fondo del alma de muchos de ellos, anida la esperanza de que, en efecto, por fin se actúe con mano dura en contra del independentismo catalán, que ya está bien, hombre, de afrentas a Ejpaña.
 
Los otros de la oposición, los que no quieren la cancelación de las elecciones pero creen que su retraso es bueno simplemente son pobres de espíritu. Y tanto los unos como los otros igualmente estúpidos si piensan que, como haya una involución de este tipo, no van a ir por ellos como van a ir por los nacionalistas, los anarquistas, los izquierdistas en general, los ateos, los intelectuales críticos, etc.
 
Porque el sobresueldos y los sobresoldados saben perfectamente que la excusa que esgrimen es mentira. Simple y llana mentira. Se habla de vacaciones y disolución del Parlamento, pero el Parlamento no vaca ni un solo día del año; ni una hora. Cuando se disuelve por lo que sea entra en funcionamiento la Diputación Permanente que, a todos los efectos sigue siendo el Congreso y muy singularmente (subrayado en la Constitución) para la tramitación de los decretos-leyes que es la forma de legislar de este gobierno, y la proclamación de los Estados de excepción. Es decir, la Diputación Permanente cubre a la perfección las funciones del Parlamento y, además, siendo de tamaño mucho más reducido, es mucho más ágil y expeditiva. La excusa de Rajoy para “retrasar” las elecciones no solo es falsa sino exactamente lo contrario de lo que dice, lo cual hace maliciarse que no se trata de retrasar. No es verdad que haya un vacío de poder, como afirman torticeramente quienes, en el fondo, quieren suprimir las elecciones. Nada de eso. Es un engaño. Aquí el único peligro real es el de un golpe de Estado que empezaría, a buen seguro, con un aplazamiento de las generales.
 
¿Acaso no es ese aplazamiento en prevención de lo que pueda pasar en unas elecciones autonómicas legales y normales el verdadero peligro, la verdadera amenaza? Cuando los soberanistas anuncian que esas elecciones son plebiscitarias ¿no dicen los unionistas españoles que tales elecciones no existen y que, como no existen, no serán nada ni tendrán “efectos jurídicos”? Entonces, ¿por qué alterar tan drásticamente el curso ordinario de las cosas? ¿No se está buscando con este retraso una provocación a ver si se consigue envenenarlo todo y justificar un golpe de Estado como el que muchos de ellos tienen en mente? Para tapar su ineptitud, sus corrupciones, sus embustes, sus latrocinios, su incapacidad para mantener la integridad territorial española.

Y, entre tanto, la oposición en Babia. Ni a oponerse en el Parlamento se atreve. Ni a presentar una moción de censura contra un gobierno que ha despanzurrado literalmente el país, lo ha esquilmado y ahora quiere enterrarlo.
 
Mucha gente se echa las manos a la cabeza por estos sórdidos augurios. Tanta como la que se las echaba en Alemania antes de la ley de plenos poderes o en España antes de 1936, diciendo que aquellos falangistas eran cuatro gatos y otro golpe en España en pleno siglo XX algo impensable. Hoy, según muchos “socialistas”, de esos que comprenden la necesidad de un aplazamiento hasta ver qué pasa en Cataluña, también es evidente que un golpe de Estado en España en pleno siglo XXI es impensable.
 
Al fin y al cabo, está Europa. Sí, la misma que estaba en 1936 y con un gobierno del Frente Popular en Francia.

divendres, 17 d’abril del 2015

La chulería del PP.



¿Se entiende o hay que explicar la chulería estilo Al Capone de este imbécil rematado?

En Chicago, años 30: Puedo saltarme la ley cuando me dé la gana. Puedo quemarte el negocio, darte una paliza, matar a tu cónyuge, secuestrar a tu hijo. Pero no lo hago porque soy generoso.

En España, 2015: Podemos obstruir la justicia, amenazar a los jueces, destituir a los policías, amordazar a los periodistas, hostigar y amedrentar a los ciudadanos, pero no lo hacemos porque somos así de generosos.

Solo un chulo fascista puede pensar que cabe vender como un mérito especial el mero cumplimiento de la ley. ¿O hemos llegado tan bajo que tenemos que agradecer a esta banda de forajidos que no obstaculice la acción de la justicia?

Pues, sí, reconozcámoslo, hemos llegado tan bajo. Y seguiremos bajando mientras toleremos que nos gobierne una cuadrilla de sinvergüenzas. Y no se crea que es de ahora. Viene de antiguo. ¿Cuántas veces hemos escuchado esa vergonzosa y humillante observación de que debíamos agradecer a Fraga que hubiese civilizado a la derecha? Una observación que mide la abyección en que vivimos. En primer lugar, es falsa. Esta derecha es tan agresiva, cavernícola e insoportable como siempre. Basta con escuchar a Rafael Hernando o Martínez Pujalte. En segundo lugar: ¿por qué hay que agradecer a nadie que cumpla con su deber de ser educado, civilizado?
 
¿Por qué hay que agradecer a una organización que no obstaculice la acción de la justicia? ¿Porque lo dice un mangante, de esos que cobran ayudas indebidas a la vivienda que tenemos que pagarle todos?
 
A estas alturas este chulo todavía no ha presentado su dimisión. Y debiera. No por lo que dice, que es lo que piensan todos en esa asociación de presuntos delincuentes, sino por lo que trata de ocultar, esto es, que tampoco es verdad: no han impedido la detención de Rato por respeto a la legalidad (que les importa una higa) sino porque no han podido, ya que la Agencia Tributaria actuó por sorpresa, sin avisar. Porque los conocen. Si lo hubiera hecho, esta pandilla con el sobresueldos a la cabeza hubiera tratado de impedirlo por sus habituales procedimientos de obstrucción de la justicia: destruyendo pruebas, borrando discos, desoyendo notificaciones, falseando cuentas y datos, embarullándolo todo, al inimitable estilo de Cospedal y Floriano.
 
Es decir, además de chulos, embusteros por partida doble.
 

diumenge, 25 de gener del 2015

La corrupción y el estilo falangista.


A instancias de Eugenio d'Ors, Franco creó en 1938 una Comisión de Estilo en las Conmemoraciones de la Patria. Se trataba de cuidar que los monumentos, placas, estatuas, conjuntos de que los fascistas llenarían luego España al ganar la guerra civil respondieran a unos criterios estéticos y simbólicos acordados por el mando para avivar el espíritu nacionalista de la población y la tropa. La comisión duró poquísimo. Supongo que, en cuanto los parásitos y ladrones que rodeaban el movimiento nacional se repartieran su dotación presupuestaria prescindieron de ella  porque, al ser su objeto los muertos, los caídos, los aniversarios de las batallas y haber poco que robar, los franquistas perderían el interés y la dejaron morir.

Aunque efímera, su existencia atestigua la permanente preocupación de los fascistas españoles con el "estilo". Para el fundador de la Falange, esta era, sobre todo, un estilo de vida. Ochenta y cinco años después, Aznar, que fue falangista en su juventud, es eso, estilo, sobre todo estilo. El inconfundible "estilo Aznar" que los asistentes a la Convención del PP han detectado de inmediato para solaz de unos e inquietud de otros.

Un estilo adusto, autoritario, abrupto, admonitorio, siempre con el índice levantado, el ceño fruncido, regañando al auditorio, abroncando,  amenazando. Aznar, inconfundible Aznar. El caudillo Aznar, el hombre de la baraka, el ungido, el que no pasa, el alma del PP, prodigio de partido que abarca todo el espectro politico desde el centro liberal, lleno de profesores, asesores, publicistas de la moderación a la extrema derecha con parafernalia nazi y fascista por los ayuntamientos de España. Y no solo eso, además de abarcar todo el espectro politico del centro a la derecha, abarca todo el espectro moral, desde los devotos miembros de sectas religiosas que se dan golpes de pecho y se retiran en oración cada dos por tres hasta auténticos delincuentes, capaces de vaciar las arcas públicas mientras predican austeridad. Ultimamente predominan estos en la oleada de corrupción que ha invadido la vida pública Española y, desde luego, la institucional.

La corrupción, a cuya sombra se celebra la convención del PP, es el primer dragón del que da cuenta el guerrero Aznar en su inimitable estilo de combate. La mejor defensa, un buen ataque. En el partido no hay corrupción a la que define como un cáncer al que hay que resistirse. No hay corrupción real; es un invento del enemigo. Hasta tres veces en su discurso habló de la coartada de la corrupción. ¿Está claro? Es una coartada para impedir que el PP realice su proyecto. Por si acaso, no obstante y porque ya sabe con quién está tratando, insiste en que cada cual se responsabilice de sus actos pues él ya lo hace de los suyos.

Rajoy se habrá sentido aludido. Pero dirá que no, pues él no ha hecho nada. Nada salvo vivir rodeado de gentes en distintas pero siempre atribuladas relaciones con la justicia y que, además, lo acusan de ser conocedor del desaguisado.

Pero eso ya es otro asunto de menor interés. Aznar sigue en su estilo de combate y despliega banderas contra la izquierda dividida en tres y definidas con cierta gracia como la que quiere hundir su propio barco, la que vive en la inopia y los populistas. Lo dice con desprecio, ninguneando al adversario. Un adversario con el que se mimetiza hasta expresarse en sus términos Dos veces insta Aznar a su gente a recuperar y mantener la centralidad. Ya no dice el centro, sino la centralidad, un término típico de Podemos.

Al otro tipo de adversario, el nacionalismo catalán, Aznar lo amenaza, advirtiendo que no es posible echar un pulso a la democracia y al Estado sin que eso tenga consecuencias. ¿Qué consecuencias? No es difícil barruntarlas.

Para eso machaca una y otra vez que España necesita más Estado de derecho, más ley, más Constitución, más unidad. Más ordeno y mando, en definitiva. Es preciso, por tanto, que el PP gane las elecciones a toda costa. Porque, dice,  este partido se ha construido sobre bases muy sólidas. Los españoles lo saben, pero tenemos que recordárselo. Tenemos que recordarles que somos su partido.

Es el estilo falangista más puro: el PP es el partido de los españoles. Los que no sean del PP no son españoles. ¿Se entiende lo que es el nacionalismo español autoritario? Quienes no sean del PP no son españoles. Es más, si son de otros partidos pueden ser hasta antiespañoles. No me lo invento. Luego de la arenga de Aznar llegó la de su discípula, acólita y alma gemela, Esperanza Aguirre, quien afirmó que los "separatistas", "populistas" y "comunistas de todas las tendencias", son "los enemigos de España y de la libertad". Ya están aquí el comunismo, el separatismo y la antiEspaña; faltan el capitalismo demoliberal y la masonería. Pero otra vez está España a punto de sucumbir ante las fuerzas del averno y urgida de una cruzada.

Situación de emergencia. Necesitamos un caudillo. Y he aquí que ha reaparecido Aznar, el hombre providencial. No se había ido a parte alguna. Y, para nerviosismo de Rajoy, concluye su intervención con un sonoro  estoy donde siempre. Estoy con vosotros. No haciendo guardia junto a los luceros, como el Ausente, sino aquí y ahora, a vuestra disposición, con el mismo espíritu de sacrificio de la Falange de siempre.

dijous, 27 de febrer del 2014

Otra opción: meterse a puta.

Ese concejal de Empleo del PP de Villarrobledo, Andrés Martinez, quizá debiera serlo de Cultura por la elegancia de su expresión. Es todo un punto. El personal debatiendo en serio quién había ganado el debate sobre el estado de la Nación, cuando llegó el edil villarobledense y zanjó el tema con un rebuzno. La joven parada que pedía un empleo para dar de comer a su hija tiene dos opciones, según informa la prensa que dijo Martínez: dar la niña en adopción o meterse ella a puta.

Ese es el espejo al que ha de asomarse el triunfalista Rajoy para ver la contraimagen de la España idílica presentada por él, hecha con pastiches, embustes, fantasías y demagogia: su famosa niña, aquella a quien iban a salirle los chuches gratis, hoy pasa hambre. A lo mejor la idea de dar en adopción no solo esta niña, sino todos los niños que en España pasan hambre o frío, y dárselos a Rajoy, no es un disparate y le ayuda a enterarse de en qué país vive, teniendo que alimentar a cientos de miles de críos que hoy malcomen por causa suya .¿No iba a conseguir que bajara el paro? ¿No iba a arreglar la economía en dos años? Ya se ve: no le da ni para comprar los chuches a los niños. Lo que no se han quedado él y los suyos, se lo han dado a la banca.

La otra parte de la opción, meterse a puta, muestra un hombre recio, un caballero que podría ser propietario de una casa de lenocinio ofreciendo un empleo a la joven con eso de la tarifa plana de su jefe, aunque es poco probable. En realidad es un concejal, miembro, firme militante de su partido. Hace bien el edil en retratarse radiante con los máximos dirigentes del PP. Aspira a hacer carrera y la hará si sigue con ese espíritu que lo caracteriza.  Ese métete a puta pertenece al género de "¡qué se jodan!", "algunos solo se acuerdan de su padre cuando hay subvenciones", "las leyes, como las mujeres, están para violarlas", "los morritos de la Pajín", "a lo mejor se lo merecían" (los fusilados de Franco), "la mujer que aborta es una terrorista", perlas todas de la misma mentalidad de desprecio hacia los demás, los pobres, los trabajadores, los parados, las mujeres. Una mentalidad de señoritos fascistas. De buena estirpe.

Por ello España no tiene arreglo. Esos tipos, ladrones, parásitos, insultantes, fascistas, está ahí porque la gente los ha votado. 

dijous, 2 de gener del 2014

Por qué los fascistas de hoy son peores que los de 1939.


En 1939, cuando terminó la guerra civil desencadenada por el golpe de Estado de unos generales delincuentes y unos obispos criminales, España quedó dividida en dos partes: los vencedores y los vencidos. Estos últimos carecían de derechos de todo tipo. Nada era seguro para ellos: ni la propiedad, ni la familia, ni el honor, ni la profesión, ni la integridad física, ni la misma vida. Estaban sometidos a la voluntad y el capricho de los vencedores que los trataron sin piedad durante cuarenta años. Demasiado tiempo que ha dejado huellas imborrables en la memoria colectiva.

A su vez, el bando de los vencedores también se dividió en dos: los fascistas por convicción y  por conveniencia. Nada tengo que decir de los primeros: no engañaron nunca. Lo suyo era una tiranía basada en la opresión, la explotación, el saqueo, la tortura, el terror, el asesinato. Ya fueran civiles, militares o clérigos, los franquistas de convicción estaban en su papel, esgrimiendo el título del derecho de conquista por la fuerza de las armas.

Luego estaban los franquistas por conveniencia. No fueron responsables del genocidio, ni lo iniciaron y muchos, probablemente, abominaban de él en privado. Pero se doblegaron, se adaptaron, tuvieron miedo. Comprensible: a nadie le gusta ver cómo asesinan impunemente a tu vecino, como violan a su mujer o secuestran a sus hijos; a nadie le gusta que lo apaleen, lo torturen o lo tiren por la ventana. El miedo es reacción muy humana y no será Palinuro quien se lo reproche. Los franquistas de conveniencia se callaron y aprendieron a sobrevivir en silencio, humillados, pero seguros. Pasa siempre con las tiranías: unos se someten de grado, otros a la fuerza. Todos se someten, aunque su sumisión no suscite el mismo juicio moral. Es la cuestión del "no había más remedio"; "todos lo hicieron"; "todos levantaban el brazo"; "todos bautizaban a sus hijos". Y también la cuestión (que algunos podemos plantear -permítasenos- con legítimo orgullo) del "¿todos? Yo, no". Mis padres y mi hermano no se doblegaron. Yo tampoco. No hay más. No pedimos nada. No creemos ser más o mejores que otros. Simplemente no nos doblegamos. Y, como nosotros, bastantes más. 
Insisto. Entiendo a los franquistas de conveniencia... de entonces. Era mucho el miedo, el terror, el silencio.  ¿Y los de ahora? Ahora no hay miedo, no hay torturas, ni asesinatos (al menos, a la antigua usanza, contra la tapia de un cementerio), ni terror. Es decir, estos de hoy en el gobierno, en el PP, en los medios de la derecha, en la iglesia, no tienen nada que temer, no ya de sus compadres franquistas; ni siquiera de una izquierda que ha resultado ser abandonista y timorata. Y, sin embargo, son tan duros y desalmados como los genocidas: no hay justicia para las víctimas del franquismo, no hay reconocimiento de culpabilidad en el genocidio, no hay condena de la dictadura, ni renuncia a la memoria del franquismo, ni ilegalización de las organizaciones franquistas de todo tipo, pero sí glorificación del fascismo y prosecución, cuando no endurecimiento de su tarea reaccionaria y nacionalcatólica en el terreno legislativo.
Es decir estos franquistas de hoy, hijos, nietos, yernos, parientes, seguidores, discipulos, beneficiarios del franquismo son mucho peores que los de conveniencia de la dictadura.
Porque vuelven a ser los franquistas de convicción, que sólo admiten un régimen en el que únicamente se escuche su voz, se nieguen los derechos de todos los demás, se repriman las protestas con la máxima dureza, se desprecie la cultura, el progreso, la educación y la ciencia, se recluya de nuevo a las mujeres en la sumisión y se condene al pueblo a la miseria o a la emigración.
¿Ustedes tienen claro que habrá elecciones en 2015? Yo no.

(La imagen es una foto de Esperanza Aguirre Gil de Biedma, con licencia Creative Commons).

dimarts, 17 de desembre del 2013

¿No le da a usted verguenza...

haber ganado unas elecciones a base de mentiras?

gobernar mintiendo sistemáticamente?

escabullir el bulto, enmudecer, no hacer declaraciones, huir de los periodistas, no admitir preguntas?

censurar y manipular las ruedas de prensa para seguir mintiendo con el auxilio de periodistas venales?

hilar necedades y estupideces una detrás de otra y en todos los rincones del planeta?

presidir uno de los gobiernos más incompetentes y desprestigiados de este país?

mentir en sede parlamentaria?

estar directamente acusado de cobrar sobresueldos ilegales durante años?

haber mantenido y promovido a un corrupto hoy en la cárcel, cuyo nombre se niega a pronunciar pero al que manda SMSs de aliento?

ser el presidente de un partido con la mayor cantidad de presuntos delincuentes de la historia de España?

poner a muchos de esos supuestos delincuentes como ejemplos de virtud cívica y eficacia política?

obstaculizar la acción de la justicia para que esta no conozca los presuntos delitos de sus partidarios?

haber establecido el despido libre y autorizado condiciones laborales rayanas en la esclavitud?

tener al 26% de la población activa en el paro?

haber generalizado la precariedad laboral?

expulsar de la sanidad pública a los sectores más necesitados?

reducir los subsidios de desempleo?

eliminar las ayudas a los dependientes?

recortar las pensiones?

subir todos los impuestos de modo inicuo y no equitativo?

expulsar a los jóvenes a la emigración y, de paso, aprovechar su exilio para decir que baja el paro cuando también es mentira?

tener a tanta gente buscando comida en los contenedoresde basura?

arrojar a las personas de sus casas y empujar a muchas al suicidio?

rescatar con el dinero de todos los españoles los bancos que sus amigos y compañeros de partido parecen haber saqueado a mansalva?

tolerar si no alentar las exaltaciones franquistas y fascistas no solo en la calle sino en su propio partido?

permitir que la iglesia mantenga y acreciente sus insultantes privilegios?

llenarse la boca con la Patria pero ser el criado de la señora Merkel?

haber estado durante años sembrando la hostilidad cuando no el odio a Cataluña, sus productos, sus símbolos, su estatuto?

hablar de diálogo con Cataluña cuando solo profiere amenazas?

vitorear la unidad nacional española mientras se excluye y anatematiza todo lo catalán?

preparar una ley mordaza para criminalizar toda protesta y castigarla desproporcionadamente con fines intimidatorios, de terror?

ser tan ruin?

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Me temo que no, que no le dé vergüenza.

(La imagen es una toma de un vídeo de La Moncloa, aquí reproducida según su ”aviso legal”).

diumenge, 15 de desembre del 2013

Contra la ley mordaza

Nunca jamás ha servido de nada intensificar la represión para acallar las protestas cuando estas son justas por ir contra los poderes tiránicos como el actual español. Nunca. La experiencia debiera servir de algo, pero no será el caso con este gobierno reaccionario, anclado en el franquismo y menos con los psicópatas que dirigen el ministerio del interior, unos hipócritas fascistas y meapilas que tratan de aterrorizar a la población con normas inicuas y actuaciones brutales de la policía en violación de los derechos políticos de la gente.

Cuando la Ley Mordaza que estos orates del ministerio han preparado entre en vigor, difundir imágenes como la de la ilustración (por cierto tomada de Twitter) puede suponer 600.000 o 30.000 euros de multa. Se considera falta muy grave por haber grabado a los policías haciendo lo que los granujas que han redactado este texto legal consideran que es el trabajo de la policía: patear ciudadanos indefensos de modo bestial y con abuso de autoridad, de tres, cuatro agentes (que ya debieran estar expedientados) contra un viandante al que después, sin duda, detendrán y acusarán de insultarlos y de resistencia a la autoridad. 

Frente a la tiranía de este gobierno corrupto, apoyado en un partido que es una banda de malhechores, los ciudadanos hemos de resistirnos y hacerlo por nuestra cuenta porque, como puede observarse, la oposición parlamentaria no sirve para nada.

Hay que convocar huelga indefinida y desobediencia general para parar el fascismo de estos delincuentes.

dijous, 28 de novembre del 2013

El fascismo del sectario y la elegancia del demócrata.

Pocas veces podrá verse mejor la abismal diferencia entre los fascistas y los demócratas como en este vídeo de la intervención en el Congreso del ministro del Interior, Fernández Díaz, y el diputado del PSOE, Madina, sobre la Ley Mordaza con la que el PP pretende volver al régimen que añora: la dictadura.

Frente a la chulería y los insultos de un sectario del Opus que apenas sabe hablar, el diputado Madina tiene una intervención memorable: digna, valiente, clara y sensata en la que, con razones y argumentos, anuncia lo que, a juicio de Palinuro, debiera ser el norte del PSOE: que ese bodrio de Ley Mordaza será derogado. Como deben derogarse todas las tropelías que lleva dos años cometiendo este gobierno caracterizado por la mentira, la arbitrariedad, el abuso de poder y la corrupción.

Que la ley es inconstitucional salta a la vista a cualquiera que la hojee. Como es inconstitucional la LOMCE y demás adefesios jurídicos perpetrados por este partido más parecido a una banda de malhechores. Además, en el caso de la Ley Mordaza, junto a su carácter dictatorial y antijurídico, se mezcla otro rasgo también muy preocupante: se trata de la obra de un demente con acusados delirios persecutorios. La salud democrática del país exige no solamente que se destituya a los principales responsables de este atentado contra el Estado de derecho y las libertades de los ciudadanos (básicamente Fernández Díaz e Ignacio Cosidó) sino que, por su propio bien, se los interne en algún frenopático.

Además - y ello no es asunto menor- este increíble debate ha servido para mostrar que Eduardo Madina tiene una solidez y claridad de ideas que vendrían muy bien al PSOE si, como es de desear, abandona ya la ambigüedad, la marrullería y los embustes rubalcabianos que amenazan con hundirlo del todo. Porque Palinuro no está muy seguro de haber entendido en su exacto alcance el gesto de Tomás Gómez, pero sí ha calibrado en toda su miseria moral y su falta de principios e integridad ese vergonzoso pacto PSOE-PP en el Consejo General del Poder Judicial, después de que los socialistas engañaran a todo el mundo, afirmando que ya no  habría más pactos con un partido corrupto como el PP y (añade Palinuro), enemigo de la democracia y profascista.