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dijous, 15 de gener del 2009

De cómo se justifica un genocidio.

El señor embajador de Israel en España, don Raphael Schutz estuvo ayer charlando vía internet con los lectores de El País, lo que le dio oportunidad para hilar una sarta de embustes, falsedades, hipocresías y puras mentiras con el fin de justificar el genocido que su Gobierno está realizando en Gaza (y en Palestina en general) con bastante habilidad. Es de esperar que sus jefes lo asciendan o, cuando menos, lo tengan en sus oraciones, pues el mozo se lo merece por su rostro de hormigón a la hora de embellecer la masacre que están llevando a cabo. Su posición es moralmente detestable pero le va el sueldo en ello y tiene que haber gente para todo. Quien quiera consultar la totalidad de la entrevista que pinche aquí.

  • A la pregunta de si los israelíes usan bombas de racimo y fósforo contesta que bombas de racimo no y en cuanto al fósforo "usamos material que contiene fósforo, pero dentro de la legalidad internacional, puesto que el fósforo no es un material totalmente prohibido." ¿Entendido? Es como lo de las torturas de Bush: no torturan; utilizan técnicas duras de interrogatorio.

  • A la pregunta de por qué Israel no acata las resoluciones de las Naciones Unidas instándolo a retirarse de los territorios ocupados contesta el señor embajador refiriéndose a una sola, la 242, así: "En inglés, que es el texto que obliga a todo el mundo, no dice los territorios, sino territorios, y también dice que debería realizarse en el marco de un acuerdo que asegure la existencia pacífica de Israel". O sea, triquiñuelas para no decir que no las acatan porque no les da la gana. La resolución dice "territories" no "some territories" y no dice nada de la existencia pacífica de Israel sino que habla de "la integridad territorial y la independencia política de todos los Estados en la zona y su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas", designio que Israel se encarga sistemáticamente de que no se cumpla.

  • A la pregunta de si Israel es consciente de la mala fama que se está granjeando en el mundo, contesta el señor embajador que "la población civil al sur de Israel ha sido víctima de una agresión constante que continúa incluso hoy". Pero omite que lo que él llama "sur de Israel" es, en buena medida "norte de Gaza", ocupada por los judíos desde 1967. Que no es lo mismo.

  • A la pregunta de por qué Israel mantuvo el bloqueo durante la tregua contesta el señor embajador "Durante los meses de la tregua, ha entrado material humanitario de forma corriente con la excepción de los días en que la tregua se rompió por parte de Hamás." Entró material humanitario, pero sólo material humanitario; no recursos, dinero, servicios esenciales ni nada de lo que se precisa para el normal desarrollo de la vida.

  • A la comparación entre Gaza y el gueto de Varsovia y las atrocidades nazis, la niega muy escandalizado y dice que "nosotros pensamos que los palestinos son seres humanos como nosotros, que merecen vivir y prosperar como lo hacemos nosotros". Obviamente siempre que no sean militantes de Hamas, simpatizantes de Hamas, mujeres, madres o hijos de militantes y/o simpatizantes o votantes de Hamas.

  • A la pregunta de por qué Israel incumple el derecho humanitario en gaza contesta el señor Schutz que, cuando se retiraron de gaza en 2005, "en aquellos momentos no existía ningún impedimento para los palestinos de desarrollar su vida tranquila e invertir en la construcción de su sociedad." Eso es mentira pues Gaza siguió sin ser plenamente autónoma y, además, los israelíes bloqueron de nuevo un par de meses después cuando Hamás ganó las elecciones en Gaza.

  • A la pregunta de si no cree que la ofensiva israelí está ligada a las elecciones contesta el señor embajador: "Esto no tenía ninguna relación con las elecciones, y lo absurdo de esa afirmación es aún más grande teniendo en cuenta que quién tomó la decisión, el primer ministro Olmert, no es ni siquiera candidato a las elecciones, por lo que es totalmente libre de consideraciones electorales." Pero omite que, además del señor Benjamin Netanyahu, los otros dos candidatos a la presidencia son la señora Tzipi Livni y el señor Ehud Barak, ambos ministros de Asuntos Exteriores y Defensa respectivamente del gabinete que está bombardeando Gaza.

  • A la pregunta de por qué los israelíes no dejan entrar a los periodistas en Gaza contesta el señor Schutz que eso es lo que hacen todos: "Hay que recordar que en todas las guerras esta práctica de delimitar el acceso mediático es muy común, así se puede nombrar la operación de la OTAN en Afganistán, la guerra de Inglaterra en las Malvinas... hay muchos ejemplos. No es una cuestión de tener miedo, sino una práctica común durante tiempos de guerra." Lo cual es otra desvergonzada mentira, según puede comprobarse en el artículo de hoy mismo en El País de Malen Aznárez, periodista y vicepresidenta de Reporteros sin fronteras, titulado Gaza: si no lo contamos, no existe.

  • A la pregunta de qué opina de la petición de IU de que el Gobierno español lo expulse responde el señor embajador que: "no recuerdo que nadie haya propuesto expulsar o llamar a consultas al embajador de Irán cuando su presidente llama a borrar a Israel del mapa, prometiendo que va a usar las armas atómicas contra nuestro país." Como si soltar bravatas por la radio fuera lo mismo que bombardear sistemáticamente una población causando más de mil muertos, miles de heridos (muchos de ellos mujeres y niños) e incontable destrucción.

  • A la pregunta por la desproporción de la acción israelí responde el señor embajador cínicamente que: "En fin, la fórmula de que el débil siempre tiene razón solamente por ser débil es falsa. Aquí hay que mirar en las razones, en la causa y el efecto, y ponerlo todo en una perpectiva mucho más amplia que solamente la numérica," cuando la cuestión no es por la razón si o no sino por la proporción entre el daño causado y la represalia que es de más de 100 a uno. Diez veces más de lo que hacían los nazis que, por cierto, suscribirían encantados las "razones" del señor embajador.

  • A la cuestión sobre los escudos humanos que Israel dice que usan los palestinos y los palestinos niegan contesta el señor Schutz: "Hamás opera desde la ciudadanía civil, coloca sus centros de lanzamiento dentro de la población civil" y omite decir que en Gaza, con una densidad de más de 4.000 personas por kilómetro cuadrado no se puede diferenciar lo militar de lo civil.

  • A la pregunta de por qué los israelíes no dejan pasar la ayuda humanitaria a Gaza responde el señor Schutz: "la ayuda humanitaria se deja pasar de forma fluida. La única limitación es la capacidad de absorción de los caminos en el lado palestino," caminos que Israel se encarga de bombardear a mansalva.

  • A la cuestión de que Hamas haya ganado unas elecciones democráticas objeta el señor embajador: "el hecho de haber sido elegidos libremente no quita un centímetro de la criminalidad de sus ideas y de sus métodos de acción" que es exactamente lo que cabe decir de Israel, que el hecho de que sea una democracia no obsta para que su política exterior sea genocida. Y termina el señor Schutz con la perla/insulto siguiente: "Los palestinos deben decidir quién los lidera y qué relaciones quieren tener con Israel", siempre y cuando decidan según quiere Israel; si deciden algo distinto, ya saben: bombardeo, exterminio, genocidio.

    Desde luego ayer el señor embajador se ganó sus treinta denarios.

    (La imagen es una foto de Alex Lanz, bajo licencia de Creative Commons).

  • Sincretismo.

    En la manifa del domingo pasado contra el genocidio israelí en Gaza hubo de todo. También lugar para el ingenio sincrético y la capacidad de empaquetar dos o más problemas en un solo enunciado. Véase:

    (La foto, de Enrique Cotarelo, está bajo licencia de Creative Commons).)

    dimecres, 14 de gener del 2009

    La impunidad del genocidio.

    Hace unos días publicaba servidor una entrada titulada ¿Es Israel una democracia? y contestaba que sí, sin duda, si bien una democracia con una política exterior agresiva y genocida totalmente inaceptable. El lunes la Comisión Electoral Central (CEC) israelí decidió que tres partidos árabes no podrán presentarse a las elecciones del 10 de febrero, argumentando que están a favor de los palestinos en Gaza y que no reconocen el Estado de Israel. La CEC está compuesta por políticos representantes de todos los partidos y su decisión es política, no judicial. Los partidos prohibidos tienen ahora abierta la vía del Tribunal Supremo que ya en otras ocasiones anuló decisiones similares de la CEC. Si en esta ocasión no lo hiciera, Israel habría dejado de ser democracia puesto que sin libertad de partidos políticos (que solamente pueden ser prohibidos mediante decisión judicial) aquella no existe. Estoy convencido, sin embargo, de que el Tribunal Supremo dejará sin efecto la decisión de la CEC. E Israel seguirá siendo una democracia.

    Una democracia embarcada en una política de exterminio de los palestinos y cuya agresividad aumenta día a día en medio de la indiferencia, cuando no la complicidad, de la llamada "comunidad internacional". El embajador israelí en España, Raphael Schutz, se queja amargamente de que se compare a Israel con los nazis. Sostiene que la acción de su país no es contra los palestinos, a los que considera iguales a los israelíes, sino contra Hamás. Es muy de agradecer que el señor embajador aclare que los israelíes consideran a los palestinos (a los que, sin embargo, masacran) iguales a ellos; es muy generoso. Pero el solo hecho de que lo diga ya demuestra que, como se ve por la decisión de impedirles presentarse a las elecciones, no es cierto. Ese desmentido demuestra el trasfondo nazi de la actitud israelí. Por lo demás y al margen de la Ley de Godwin, ¿que tiene de malo la asimilación de la política israelí de hoy a la de los nazis? ¿Que es particularmente odiosa por tratarse de judíos? Es posible. Pero también es posible y hasta probable que Israel esté siendo víctima de un síndrome de Estocolmo nacional. Muy probable.

    Leo en algún sitio que los proisraelíes españoles están convocando una manifestación de apoyo a Israel (y probablemente de desagravio) para el próximo 18 de enero en Madrid. Será interesante ver a cuánta gente reúnen los defensores de Israel en este conflicto.

    Es curioso comprobar cómo cambian los frentes políticos. Las gentes de la derecha y la extrema derecha que, desde el caso Dreyfus han sido siempre antisemitas (esto es, antijudías) aplauden ahora la agresión israelí en Gaza mientras que los de izquierdas que siempre fuimos projudíos cuando se trató de defenderlos de los pogromos, el holocausto y el antisemitismo en general, ahora somos contrarios al genocidio que Israel está llevando a cabo en Gaza y en Palestina en general.

    (La imagen es una foto de seccad, bajo licencia de Creative Commons).

    dilluns, 12 de gener del 2009

    La manifa y dos o tres consideraciones sobre Israel, Palestina y Hamás.

    La manifa estuvo muy bien. Fue mucha gente. No sé si los 250.000 que dicen los organizadores pero mucha, mucha gente y muy variada. Iba además encabezada por una pancarta (a la izquierda) en la que se llama a las cosas por su nombre: genocidio. Lo que los sionistas están haciendo en Gaza es genocidio de acuerdo con la tipificación de este delito en el artículo II de la vigente Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de las Naciones Unidas.

    Sigo sosteniendo que este tipo de actos no hará mella alguna en los planes genocidas de los sionistas que llevan meses preparándolos meticulosamente, desde marzo y que, probablemente, ya descontaban algún tipo de reacción contraria de la opinión pública internacional. Lo que no sé es si calcularon que llegara a tener tal envergadura. Porque ayer no sólo salimos a la calle en Madrid sino en muchas otras ciudades españolas y europeas. Hay como una marejada antisionista. Tengo la impresión de que las gentes, que estamos hasta las narices de ver a estos criminales masacrar a los palestinos en prosecución de su política de impedir toda solución diplomática al conflicto confiando únicamente en el exterminio, hemos perdido el miedo a manifestarnos públicamente en contra de Israel. El embajador sionista en España se desgañitaba ayer diciendo que se trata de actos antijudíos y antisemitas, agitando el viejo espantajo que también agitaba Franco cuando decía que los ataques a su despreciable persona eran ataques a España. Ya nadie cae en la trampa de contenerse por miedo a esas acusaciones salvo los que en el fondo están de acuerdo con la estrategia genocida sionista. Que, por cierto, son muchos. Aunque no tantos como para hacer manifas tan lucidas como la nuestra de ayer.

    También sostengo que es importante mantener activa la protesta porque, aparte de llamar genocidas a los sionistas y obligar a sus medios de comunicación a seguir mintiendo como bellacos a sus audiencias sobre el grado de simpatía de que goza Israel en el mundo civilizado, es importante que el señor Obama sepa que su protegido en el Próximo Oriente tiene muy mala prensa en Europa. Y conviene seguir en esa línea. Yo convocaría otra manifa para el día 20 de enero, fecha de la toma de posesión de Mr. Obama y previsible fecha también en que los sionistas han planeado cesar en su agresión.


    Finalmente las dos o tres cuestiones sobre Israel, Palestina y Hamás. En estos días se debate mucho sobre quién es responsable de qué en la última andanada del conflicto. Para que quede claro conviene recordar:

    1.) que no fue Hamás quien rompió el alto el fuego, sino Israel el cuatro de noviembre asesinando a seis palestinos, como se explica perfectamente en esta intervención de Norman Finkelstein en la televisión estadounidenses en el programa Democracy Now. Se encuentra traducción al español en Insurgente.

    2º) El bloqueo de Gaza es anterior a la ruptura del alto el fuego. Es incluso anterior a la llegada de Hamás al poder en Gaza y responde al plan premeditado de los sionistas de acabar con los palestinos.

    3º) Hamás no está tirando cohetes sobre el sur de Israel. La zona en que caen los cohetes no es Israel sino territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, que no es lo mismo.

    (La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

    diumenge, 11 de gener del 2009

    Hoy, manifa.

    Contra el genocidio sionista en Gaza y en Palestina en general. Contra la ocupación permanente de Palestina por los sionistas. Contra la usurpación de territorios palestinos por los sionistas. Contra los asentamientos sionistas en territorios palestinos. Por el derecho de los palestinos a regresar a sus hogares y a vivir en ellos sin ser hostigados por los sionistas. Por el derecho de los palestinos a vivir en un Estado independiente propio a salvo de las incursiones armadas de los sionistas. Por una actitud más clara y decidida de nuestras autoridades a favor de los palestinos y en contra de la permanente agresión israelí. Por una actitud más justa de la comunidad internacional en relación con este conflicto que ponga límites a la agresiva expansión de Israel y reconozca y ampare los derechos de los palestinos.

    dissabte, 10 de gener del 2009

    Mañana, manifa.

    Reproduzco a continuación el texto de la convocatoria de la manifa para mañana a las 12:00 en Cibeles que firman los partidos y grupos de izquierda, los sindicatos y una serie de organizaciones que también se oponen al genocidio que está llevando a cabo Israel en Palestina.

    NB: ni esta ni ninguna otra manifa harán la menor mella en el furor genocida israelí. No obstante, hay que ir a ellas y tratar de que sean lo más numerosas posible porque en quien sí harán mella es en el ánimo del señor Obama, el único que puede detener la mano asesina de Israel.


    Ante la continuidad de la ofensiva militar de Israel, por tierra, mar y aire, contra Gaza –en el contexto de la ocupación que dura décadas y el bloqueo que sufre Palestina- que está causando miles de muertos y heridos entre su población, muchos de ellos niños; ante el hecho de que se realiza vulnerando el Derecho internacional y olvidando, por completo, la situación de emergencia humanitaria que vive su población; las organizaciones sociales y políticas abajo firmantes hacen la siguiente declaración:

    1. Condenamos la injustificable e inhumana acción militar de Israel y exigimos su fin inmediato. El pretexto aducido por su Gobierno –los ataques con cohetes llevados a cabo por Hamas contra la población israelí- es inaceptable en relación con unas acciones de destrucción criminal, como castigo colectivo, que están causando miles de víctimas civiles.

    2. Exigimos al Gobierno de España, a las instituciones políticas de la Unión Europea y a la ONU, su intervención decidida y urgente para imponer un alto el fuego permanente, organizar un plan de ayuda humanitaria que ponga fin a la situación de emergencia que vive la población de Gaza, y terminar con el bloqueo fronterizo. Criticamos profundamente la pasividad de la que han hecho gala, hasta el momento, las instituciones políticas internacionales, que está permitiendo la continuidad de la ocupación y la matanza de la población palestina. Todos los Estados miembros de la ONU tienen la obligación de proteger a la población civil contra las múltiples violaciones del Derecho Internacional Humanitario que se están produciendo.

    3. Este nuevo y especialmente mortífero episodio del conflicto de la ocupación de Palestina por Israel pone de manifiesto, una vez más, la necesidad de resolver definitivamente el mismo con el cumplimiento de todas las resoluciones de las Naciones Unidas. A esta tarea tendrían que dedicarse sin demora, y en el marco de la ONU, sus principales actores, con la colaboración de los países de la Región y de las principales potencias mundiales. El derecho del pueblo palestino a crear un Estado soberano es la base necesaria de cualquier solución duradera que posibilite la convivencia pacífica de los pueblos palestino e israelí. Reclamamos a los gobiernos y las instituciones internacionales la adopción de las medidas de presión necesarias, condicionales al respeto de los derechos humanos en las relaciones con Israel, para que se alcancen estos objetivos y para que se resuelvan las causas del conflicto, que no es otro que la ocupación.

    Por todo ello, llamamos a la ciudadanía a participar en todas las manifestaciones y actos públicos que se han convocado en numerosas ciudades de España, expresando su solidaridad con el pueblo palestino. En particular, llamamos al pueblo de Madrid a participar en la manifestación que se llevará a cabo, el Domingo, 11 de enero, a las 12 horas, desde Cibeles a Sol


    ¡POR EL FIN DE LA AGRESIÓN MILITAR DE ISRAEL A GAZA!
    ¡PAREMOS LA MASACRE DEL PUEBLO PALESTINO!
    ALTO EL FUEGO, AYUDA HUMANITARIA Y FIN DEL BLOQUEO, YA!
    ¡NO A LA PASIVIDAD DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL!
    ¡CONTRA LA VIOLENCIA, POR LA PAZ JUSTA EN PALESTINA!
    ¡POR EL FIN DE LA OCUPACIÓN!
    ¡SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO!

    divendres, 9 de gener del 2009

    Poeta en Gaza.

    Nana de Gaza.
    Por Carlos Piera.

    Qué guapa en la cuna, mi niña adorada,
    para que la muerte cuando venga a verte
    te encuentre acostada.

    Cierra los ojitos, vida de mi vida,
    para que la muerte cuando venga a verte
    te encuentre dormida.

    Duérmete, mi rosa,
    para que la muerte cuando venga a verte
    sea cariñosa.

    Duérmete, ojos bellos,
    si hay gatitos muertos por entre las ruinas
    jugarás con ellos.

    Duérmete, rubí,
    y a ver si la muerte cuando venga a verte
    se me lleva a mí.

    (La imagen es una acuarela de Charles Vernant, Mère et enfant).

    Gracias, Carlos.

    dijous, 8 de gener del 2009

    Las imágenes del genocidio.

    Mientras la diplomacia se mueve entre terciopelo y raso, la ONU muestra su inoperancia, los dirigentes occidentales callan valerosamente, excepto el señor Chávez que ha expulsado a media embajada israelí en Caracas y el señor Rodríguez Zapatero que, sin llegar a tanto, ha criticado a Israel y hoy recibe al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, los israelíes siguen bombardeando Gaza a mansalva en la operación más salvaje, despiadada y genocida que se haya visto hasta la fecha.

    El caso es que, cuando se habla de genocidio, masacre, matanza indiscriminada, bombardeo de civiles, se mueve uno en el terreno abstracto de las palabras. Pero esas palabras denotan hechos, realidades, cadáveres de niños, personas mutiladas, caos, destrucción... Quien quiera ver las imágenes del furor genocida de Israel sobre Gaza que pinche sobre la imagen o vaya a Islamboutique. Pero ojo porque son muy fuertes.

    Gracias, Josetxu.


    A la vista de las imágenes puede calibrarse el valor del artículo del filósofo francés André Glucksman que publicaba el martes El País llamado ¿Qué significa desproporcionada? una pregunta perfectamente retórica porque el autor sabe de antemano la respuesta: no lo que haga Israel.

    Por cierto, el relator de la ONU para la situación en los territorios palestinos ocupados, el señor Richard Falk, acusa a Israel de crímenes contra la humanidad en Gaza. Hombre probo este Falk. Es lo que menos que cabe hacer. La ONU no se moverá pero los crímenes contra la humanidad, el genocidio, están ampliamente documentados en las imágenes de más arriba.

    dimecres, 7 de gener del 2009

    Los asesinos de niños y sus cómplices.

    Nada, nada, absolutamente nada, justifica el asesinato de niños. En la guerra o en la paz. En este mundo o en el otro. En estado de locura o en estado de cordura. Ayer, hoy o mañana. En la vida y en la muerte. Nada, absolutamente nada, ninguna razón o sinrazón, ninguna causa, verdadera, falsa, inventada o soñada. Nada, nunca, jamás. Nunca se podrá perdonar a quien asesina niños. Aunque se hunda el mundo, se abra la tierra, nos traguen los mares, estalle el sol o se pudra Jehová.

    A esos individuos incalificables que ayer justificaban el asesinato de niños en Gaza en las radios y periódicos de la derecha sólo se me ocurre desearles algo: que nunca les maten a sus hijos y que por lo tanto sigan ganándose la vida tranquilos sin que, al parecer, los torture la conciencia.

    Decían que desde la escuela en que los israelíes han asesinado a los últimos niños se disparaba contra las tropas invasoras. Decían que los milicianos de Hamás usaban a los niños como "escudos humanos". Mentira. La escuela estaba bajo protección de la ONU que había facilitado las coordenadas al ejército israelí para proteger a los refugiados que había en ella, no para que los masacraran.

    Pero aunque fuese verdad ¿qué? Si te disparan desde un lugar en que hay niños, si los niños corren peligro, tendrás que ingeniártelas, hacer algo, buscarte la vida, cambiar tus planes. Cualquier cosa menos asesinar niños. Eso lo entienden todos los seres vivos excepto, al parecer, algunos supuestamente racionales.

    (La imagen es una foto de khawaja, bajo licencia de Creative Commons).

    dimarts, 6 de gener del 2009

    ¿Es Israel una democracia?

    Sí, sin duda. Hay elecciones periódicas y libres, con multiplicidad de partidos, y gobierna siempre una representación de la mayoría. Las decisiones de gobierno están pues respaldadas por la mayoría. ¿Se sigue de aquí que, por ser una democracia, Israel puede llevar la política exterior que le plazca, por ejemplo, una de agresión? Está claro que no. La democracia legitima la acción interior de Gobierno, pero no la exterior, ya que ésta afecta a terceras personas que no han elegido representantes en los órganos de decisión de Israel. Esa acción exterior habrá de legitimarse a través de las normas y usos del derecho internacional que rige entre naciones civilizadas.

    No es difícil entender que en un Estado democrático pueda darse una mayoría a favor de una política exterior agresiva, de ocupación, de confiscación, incluso de exterminio. Basta con que la mayoría crea que esa política le es beneficiosa y no considere que haya razones morales para rechazarla. En el fondo es una versión del conocido problema de la tiranía de la mayoría que suele considerarse en sus aspectos internos pero no en los externos. En estos sólo cabe contrarrestar la tiranía de la mayoría mediante decisiones vinculantes de organismos internacionales que el Estado agresor se vea obligado a respetar. No es el caso de Israel que hasta la fecha ha ignorado todas las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que lo incomodaban y, gracias al apoyo incondicional de los Estados Unidos, ha bloqueado cualesquiera decisiones del Consejo de Seguridad que restringieran su política exterior.

    A veces se escucha decir que , siendo Israel una democracia y muchos de los países musulmanes que se le oponen no, debemos apoyar al primero en contra de los segundos. Pero esto no es cierto necesariamente en política exterior. Estar a favor de la democracia no implica estar a favor de cualquier política exterior de la democracia. La política exterior ha de ser respetuosa con las normas y usos del derecho internacional civilizado y, desde luego, con los derechos humanos con independencia del tipo de régimen político que tengan los otros países. Podría argumentarse en favor de un derecho de injerencia en esos otros países en defensa precisamente de los derechos humanos de sus respectivas poblaciones, pero esa no puede ser nunca una decisión unilateral de un país sino una adoptada en un contexto multilateral y con acuerdo de algún organismo internacional legitimado para ello.

    Hay quien dice que la política exterior israelí es de legítima defensa lo que justificaría que no se atuviera estrictamente a los criterios más arriba señalados aunque fuera deseable que lo hiciera. Pero eso tampoco es cierto ya que la política exterior de Israel ahora es inseparable de las consecuencias de una situación de guerra que ha prevalecido en los últimos cuarenta años en que, siendo Israel la potencia vencedora y ocupante, no puede esgrimir el argumento de legítima defensa que opera en cambio en el caso de sus víctimas.

    Igualmente se dice que Israel tiene derecho a vivir en seguridad dentro de sus fronteras, pero eso tampoco es cierto sin más. En primer lugar Israel no está actualmente "dentro de sus fronteras" sino fuera de ellas y ocupando territorios. También puede decirse, por supuesto, que la ocupación de territorios está legitimada por el derecho de conquista en cuyo caso todo el debate sobra ya que se está en presencia del derecho del más fuerte en la guerra, lo cual es inaceptable. En segundo lugar, la actividad permanente de ocupación y asentamiento territoriales, de hostigamiento, de estrangulamiento y restricción arbitraria de las actividades económicas son actos de guerra que niegan la validez de aquel derecho a la seguridad. No se puede exigir derecho a la seguridad a quien se le niega esa misma seguridad.

    También puede argumentarse que la política de Israel en los territorios ocupados y resto de Palestina no es estrictamente hablando "política exterior" ya que no afecta a otro Estado como sujeto de derecho internacional. Pero este argumento es aun peor porque si no es política exterior es política interior y, en tal caso, el comportamiento de Israel se ajusta todavía más al modelo de comportamiento delictivo tipificado por la Convención de las Naciones Unidas para la prevención y la sanción del delito de genocidio de 1946 como genocidio.

    En resumen, Israel es una democracia cuya política exterior en relación con los palestinos es inaceptable por ser genocida.

    (La imagen es una foto de seccad, bajo licencia de Creative Commons).

    dilluns, 5 de gener del 2009

    El genocidio en Palestina. ¿Qué se puede hacer?

    Desde luego manifestarse y seguir manifestándose hasta que nuestras autoridades encuentren el coraje perdido en algún oscuro lugar de su miedo cerval a desagradar a los Estados Unidos y a los grupos de presión sionistas y hagan alguna declaración medianamente digna. Porque parece mentira que no se les caiga la cara de vergüenza por las abyectas majaderías que protagonizan. ¿Qué pintaba ayer la señora vicepresidenta del Gobierno español en la India hablando muy seria de la "alianza de civilizaciones" mientras los sionistas israelíes masacran palestinos? ¿Es que está en Babia esta respetable señora o es que Palestina y los palestinos le importan tan poco que no los tiene en cuenta? ¿Piensa el señor Rodríguez Zapatero seguir hablando de la consabida "alianza" sin haber dicho aún esta boca es mía respecto al genocidio de Gaza?

    Lo mismo sucede con esa ridícula delegación de la Unión Europea en El Cairo compuesta por la comisaria (in)competente y los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Suecia y la República Checa (esos que dicen que el ataque israelí en Gaza es "defensivo", que ya hace falta carecer de escrúpulos) a la que, al parecer se sumará hoy el aerodinámico señor Sarkozy que cada vez se parece más a supermicky mouse y viene a obtener parejos resultados. Según dicen van a mediar pero no tienen previsto entrevistarse con nadie de Hamás. Van a hacerlo con los criminales israelíes y sus serviles criados de Al Fatah, pero no con los bombardeados, los que mueren, los que se desangran en los hospitales sin medios porque esos, ya se sabe, pertenecen a una "organización terrorista". Cada vez me quedo más asombrado de cómo hemos podido llegar a este grado de encanallamiento moral que ni las más flagrantes injusticias nos conmueven.

    De los Estados Unidos ya ni hablo. Esos son responsables directos del genocidio porque alientan, arman y empujan a los israelíes y, encima, culpan a los palestinos de la desgracia que se abate sobre ellos. Es lo que hace el presunto criminal de guerra, señor Bush, en una muestra perfecta no sólo de estupidez sino de inmoralidad.

    Aparte de manifestarnos, cada cual puede intentar hacer algo en su respectivo campo. En la Universidad, por ejemplo, podemos iniciar una campaña para pedir el boicot de Israel en tanto siga practicando el genocidio de palestinos y la política del Apartheid. Ayer recibí un texto de una Asociación de Profesores Universitarios de Gaza pidiéndonos que decretemos ese boicot, cosa que me parece bien. He subido el documento a Google docs. Quien quiera verlo, que pinche aquí.

    (La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).


    Actualización a las 14:00 del lunes, 5 de enero de 2009.

    Diez días después del comienzo de la masacre fríamente planificada y sistemáticamente realizada por Israel en Gaza, el señor Rodríguez Zapatero ha comparecido para decir que Desde la amistad con el gobierno de Israel, tengo que decir a sus responsables que éste no será el camino que lleve a la paz y a la seguridad de su pueblo, un lenguaje de trapo y bastante hipócrita que contrasta con las duras condenas sin paliativos que profiere cuando se trata de hablar de otros terrorismos y otros genocidios. Pero, en fin, menos da una piedra. Los otros dirigentes occidentales siguen callados, por ejemplo, el señor Obama, o si hablan es para jalear a Israel y acusar a los palestinos, como hace esa desgracia del género humano que se llama George W. Bush.

    Creo útil señalar que, a estas alturas, los buenos propósitos formulados por el señor Rodríguez Zapatero de "lograr la paz mediante la existencia de dos estados con fronteras 'justas' y el respeto a Naciones Unidas" están ya lamentablemente desfasadosy demuestran que los asesores del presidente viven en la luna o son sionistas más o menos encubiertos. Después de la sistemática rapiña de territorios realizada por Israel, consagrada por los asentamientos judíos y protegida por ese infame muro, la reivindicación justa ya no es la de dos Estados independientes en Palestina sino la de un solo Estado en el que convivan israelíes y palestinos en democracia, libertad y mutuo respeto.

    diumenge, 4 de gener del 2009

    Sigue el genocidio.

    Han entrado por la noche, como los ladrones. A sangre y fuego, como los bárbaros. Lo han hecho en sábado, en contra del mandato de su propio Dios que ordena no hacer nada el sábado, sin que la prohibición excluya el genocidio. Lo llaman guerra con la misma razón con que pueden llamarlo poesía porque, para que haya guerra, son precisos dos contendientes con alguna posibilidad de comparación en efectivos militares, aunque sea remota. Es una masacre sistemática, metódica, formidable contra una población civil inerme defendida por una organización de milicianos pertrechados con armas ligeras inútiles en la oscuridad de la noche que no es tal para el ejército invasor cuyos soldados llevan visión nocturna. Contra una población civil, pues, que ya sólo puede defenderse con palabras, con amenazas como las que estuvieron profiriendo ayer los portavoces de Hamás. Ya no son piedras contra tanques, como en la intifada, sino palabras contra tanques. Es una invasión armada de un territorio al que el invasor tenía cercado, aislado, asediado, hambriento, extenuado desde hace meses y sometido a bombardeo desde hace una semana.

    Esta barbarie, esta obra de exterminio, este odioso abuso se hace con el apoyo económico y militar de los Estados Unidos cuyo presidente, un presunto criminal de guerra, culpa de la matanza a las víctimas. Se hace también con el beneplácito de los países democráticos, entre ellos el nuestro, ninguno de los cuales ha tenido el mínimo gesto de decencia de protestar cuando menos por la matanza. Al contrario, el país presidente de la Unión Europea, la República Checa, ha dicho en declaración oficial que la acción de Israel es defensiva justificando lo injustificable en nombre de unos pueblos cuya opinión pública se manifestaba ayer en las calles en contra de la matanza. Nadie más defiende a los palestinos, ni siquiera los países árabes que oscilan entre la indiferencia y la complicidad.

    Las comparaciones que asimilaban el comportamiento israelí al de los nazis se han quedado obsoletas y cortas porque los nazis jamás entraron a sangre y fuego en ninguno de sus campos de concentración como hizo ayer Israel en Gaza. Los dirigentes judíos han abandonado ya todo disimulo, se han quitado el disfraz, la máscara con la que llevan más de cuarenta años torpedeando, boicoteando cualquier arreglo pacífico y justo que permita la supervivencia de Palestina. Esta invasión es el comienzo de la solución final sionista: el exterminio de los palestinos. Algo que los occidentales hemos amparado, alentado, propiciado y, últimamente, hemos justificado por boca de ese presidente checo de la UE que no sé a quién representa porque a mí, desde luego, no.

    La única defensa de los palestinos somos los pueblos de los países occidentales y bien magra es dado que, aunque nos movilicemos en la calle, estamos muy lejos de conseguir que nuestros gobiernos hagan lo único que es eficaz frente a Israel: obligarlo por la violencia a detener la masacre. Porque la violencia está justificada aquí por la legítima defensa en nombre de un pueblo que no puede ni defenderse. Menos frente a la aplastante superioridad militar israelí y muchísimo menos frente a la estadounidense que es beligerante en el conflicto.

    No creo que sea posible encontrar caso alguno en la historia que pueda semejarse a este acto inicuo de genocidio.


    (La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

    dissabte, 3 de gener del 2009

    Es genocidio.

    (Dedicado al cooperante español Alberto Arce y sus compañeros del movimiento Free Gaza que han decidido quedarse en Gaza en espera de la invasión israelí con el fin de ser testigos de los crímenes contra la población palestina. Es un acto heroico que algo compensa de la ignominia en que estamos todos inmersos).


    Por menos de la décima parte de lo que Israel está haciendo y lleva hecho en Palestina desde 1967 hay gente respondiendo ante el Tribunal Penal Internacional acusada de crímenes de guerra y genocidio.

    Si lo que Israel está haciendo en Palestina y hoy mismo en Gaza puede calificarse de genocidio o no se aclara repasando la definición de este delito del artículo II de la Convención de las Naciones Unidas para la prevención y la sanción del delito de genocidio de 1946, según el cual es genocidio "cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:

    a) matanza de miembros del grupo;

    b) lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;

    c) sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;

    d) medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;

    e) traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo."

    Un sucinto repaso a los elementos de la definición hace ver que Israel cumple casi todos los requisitos en al caso de Gaza; lleva años cumpliéndolos en toda Palestina y fuera de Palestina, en los campos de Sabra y Chatila, en Cisjordania, en todos los territorios ocupados, desde luego en Gaza. Y lo hace contando con la indiferencia de la llamada Comunidad Internacional y la ayuda activa de alguno de sus miembros, especialmente los Estados Unidos.

    Lo cual nos convierte a los occidentales en cómplices de este brutal, permanente, sistemático crimen contra la humanidad.

    Las razones que esgrimen los israelíes y quienes los apoyan en Occidente, en la izquierda y en la derecha, políticos, magnates, empresarios, financieros, periodistas, intelectuales, clérigos, artistas científicos, etc no resisten un examen crítico. Hamás ganó limpiamente las elecciones parlamentarias de enero de 2006 pero Israel y los EEUU se negaron a reconocer el resultado y los primeros procedieron al bloqueo de Gaza contra toda razón, llegando incluso a retener los fondos de la correspondiente agencia de la ONU que canalizaban y por lo tanto no eran suyos. Tras la guerra civil de 2007 Gaza se separó de la Autoridad Nacional Palestina y quedó bajo dominio de Hamás, que está en la lista de "organizaciones terroristas" de los Estados Unidos, la Unión Europea y otros países. Se justificaba así un endurecimiento del bloqueo de la zona en que vive un millón y medio de personas en condiciones similares a las de un campo de concentración. La reacción de Hamás a esa situación desesperada de estrangulamiento, esto es, el lanzamiento de cohetes caseros sobre el sur de Israel ha dado pie al Estado judío para desencadenar la ofensiva actual, la enésima, contra Gaza, otra más en la tarea final de exterminar a los palestinos, aniquilarlos, expulsarlos de sus tierras.

    Pero este debate es insulso e inútil. Aunque los israelíes tuvieran razones para proceder como lo hacen las pierden a la vista de la desproporción del castigo que infligen sobre la población civil inerme. Porque cuando un Estado pertrechado con las armas más mortales y destructivas machaca por vía aérea y se apresta a invadir con carros de combate un territorio habitado por gentes que no pueden responder más que con armamento ligero y piedras, que no pueden defenderse de los ataques aéreos y que ni siquiera pueden curar a sus heridos, se ha quedado sin una sola razón válida para semejante crimen, aunque las tuviera todas, que no es el caso.

    ¿Y los demás? ¿Cómo toleramos este genocidio a pleno sol? Porque tenemos miedo a que nos acusen de antisemitas si señalamos que los judíos están comportándose con los palestinos como los nazis hicieron con ellos, si decimos que los dirigentes israelíes son fascistas o que los militares judíos están haciendo en Gaza lo mismo que hizo el general nazi Jürgen Stroop con el ghetto de Varsovia. Tenemos miedo a que nos acusen de defender a terroristas, siendo así que los verdaderos terroristas aquí son quienes acusan de terrorismo a los demás. Tenemos miedo a que nos digan que defendemos las autocracias árabes frente a la democracia israelí; a que nos digan que negamos el derecho del pueblo a israelí a defenderse.

    Todo eso son patrañas. Ni democracia ni derecho a defenderse ni nada: Israel es un Estado criminal que, en permanente violación de una serie de resoluciones de la Asamblea General de la ONU y de las convenciones de Ginebra, pretende exterminar a un grupo étnico y eso nos obliga moralmente a los occidentales a intervenir e impedir por la fuerza que este genocidio se consume. El no hacerlo es una muestra de cobardía y nos convierte en cómplices de esta barbarie.

    Esta última agresión de exterminio en Gaza, fríamente calculada, tiene una faceta política doble. De un lado los principales dirigentes israelíes que se presentan a las próximas elecciones legislativas el 10 de febrero (Benjamin Netanyahu, del Likud, Tzipi Livni de Kadima y Ehud Barack, del Partido Laborista) rivalizan en agresividad en busca de un voto tinto en sangre palestina; cuanta más sangre, mejor. De otro lado todos ellos están de acuerdo en aprovechar los últimos días de su cómplice Mr. Bush en la Casa Blanca y el consiguiente vacío de poder en los EEUU para enfrentar al señor Obama con un hecho consumado, en la más pura tradición nazi, de forma que cuando el presidente electo tome posesión, la barbarie esté ya cometida. Pocas esperanzas permite albergar el hecho de que Mr. Obama aún no haya encontrado tiempo para pronunciarse sobre la masacre de Gaza. Es la habilidad israelí para convertirnos a todos en cómplices.

    Y no solamente cómplices. Israel es un cáncer que está destruyendo los fundamentos mismos de la legitimidad moral occidental. ¿Cómo podemos presumir de derechos humanos, de respeto a la dignidad de la persona, a la vida, cuando hacemos la vista gorda ante lo que está pasando en Gaza? ¿Cómo podemos tolerar que se hable de "daños colaterales" cuando se bombardea día y noche un territorio indefenso con una densidad de más de cuatro mil personas por kilómetro cuadrado? ¿Cómo presumimos de campeones de la libertad cuando en nuestro nombre hay millón y medio de personas viviendo en práctico cautiverio y condiciones de inhumanas de abandono, humillación y miseria desde hace cincuenta años?

    Gaza, el genocidio de Gaza, es la vergüenza del mundo occidental y la prueba de qué monstruosos crímenes se cometen en nombre de nuestros ideales. Y el territorio y sus castigadas gentes no pueden esperar nada de entidad oficial alguna, sea gobierno occidental o musulmán, organización internacional, asociación de partidos etc. La única esperanza de los palestinos reside en que los pueblos del mundo nos movilicemos al máximo para exigir a nuestras autoridades en primer lugar que se detenga la masacre de Gaza y en segundo que se obligue por la fuerza al Estado terrorista israelí a respetar las Convenciones de Ginebra, las resoluciones de la ONU, a retornar a las fronteras de 1967 y a abandonar sus planes de exterminio, de limpieza étnica, de genocidio en Palestina.

    Hoy hay una manifa convocada contra la matanza en Gaza a las 11: 00 de la mañana ante el Ministerio español de Asuntos Exteriores en Madrid. Para ver la convocatoria en otras ciudades españolas y otros días, pínchese aquí.

    Firman la convocatoria:

    Asociación de la comunidad Hispano-Palestina "Jerusalén", CCOO, UGT, IU, Red Solidaria contra la ocupación de Palestina, Red de Jóvenes Palestinos, PCE, ASGCG, Izquierda Anticapitalista, Vía Democrática, PCPE, SodePaz, Asociación Haydée Santamaría, Paz con Dignidad, REMCODE, Corriente Roja, USO, Comité de Solidaridad Causa Árabe, Foro Social de Madrid, Iniciativa Comunista, Asociación Paz Ahora, Asociación de periodistas y escritores árabes en España, Fundación Araguaney.

    No veo al PSOE.

    (La imagen es una foto de jesuscm, bajo licencia de Creative Commons).

    dijous, 1 de gener del 2009

    Los que no descansan.

    En el día de ayer, día de jolgorio universal en el que hasta quienes marchan con calendarios distintos, como los chinos o los musulmanes, estaban celebrando el tránsito del año, dos organizaciones terroristas estuvieron presentes en su ordinario quehacer, como señalando que para ellas no contaba la festividad y que era día laborable como otro cualquiera. ETA por un lado y el Estado sionista por otro. Debieron de pensar que, pues lo suyo es el fuego, era cosa de sumarse a los de artificio y festejo del momento.

    ETA atentó contra el edificio de la televisión vasca con una bomba previamente avisada. Los israelíes siguieron bombardeando Gaza en preparación del ataque que lanzarán previsiblemente en las próximas horas. En ambos casos estos actos de barbarie tienen interpretaciones que no pueden dejar de hacerse.

    Los etarras comunican a la sociedad que, como el buey, vuelven al surco, que si no matan es porque no quieren. Lo de menos es el sitio del atentado: la televisión. Subrayarlo sólo sirve para acrecer la autoconciencia de los medios sobre su propia importancia. Pero ETA atenta y atentará contra cualquier valor simbólico, incluidos los asilos de la tercera edad, excepto los eclesiásticos, según muy atinado comentario de Max en esta entrada. Lo que los etarras pretenden con su estólida insistencia es que se cuente con ellos y con sus pretensiones. Como éstas consisten en liberar al pueblo vasco de la oprobiosa tiranía española, son justas por definición y por el intrínseco valor de la raza, sólo desistirán si hay una negociación. En su primitivo concepto del ser negociar significa salirse con la suya tous azimuts. El sentido de la historia está con ellos. Es un discurso que no deja lugar a dudas, y las cosas seguirán así hasta el fin de los tiempos. No hay nada que hacer sino aceptar un porvenir hecho de policía, jueces, cárceles, más bombas, más policías, más jueces, etc.

    En el caso de los sionistas, atrapados en su política genocida, tampoco pueden hacer algo distinto. Desde que empezaron las ocupaciones, esta situación estaba preescrita. La estrategia la marcan los ultras. Los llamados moderados, los israelíes comprensivos, los demócratas, sirven de hoja de parra para que los genocidas que quieren limpiar Palestina de lo que no sean ellos se salgan con la suya. Son como ETA pero a diferencia de ésta, llevan las de ganar. Entre tanta gente como hay en Palestina siempre habrá grupos dispuestos a morir matando antes que vivir humillados, de rodillas, permanentemente maltratados, esquilmados, preteridos. Igual que hay terroristas suicidas individuales hay decisiones colectivas suicidas. Obligar a Israel a exteriorizar y acelerar sus planes de exterminio puede ser una decisión táctica de los palestinos o de la parte radical de ellos. Quizá su único recurso: forzar a los demás países musulmanes y los occidentales a reconocer y tragarnos que estamos siendo cómplices de un genocidio que dura ya sesenta años. Ignoro cuál será su rendimiento. Pero es cierto que no tienen opciones.

    (La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

    diumenge, 28 de desembre del 2008

    Hasta la kippá de estos genocidas.

    Igual que sucede con los atentados de ETA, faltan ya las palabras para condenar la fría, sistemática, premeditada, permanente, masacre del pueblo palestino a manos de los israelíes. A unos nos faltan porque ya las hemos gastado todas y ahora resultan pobres, vacías, ridículas ante la magnitud de la civilizada barbarie sionista. A otros les faltan porque no quieren condenar. Y no quieren condenar porque en el fondo están de acuerdo con los crímenes cometidos, como en el caso de Batasuna, ANV y el presidente Bush, quien tampoco condena el nuevo y enésimo crimen israelí en Gaza. Lo curioso es que, así como Batasuna, ANV etc caen por ello en la ilegalidad, la confiscación y la persecución, el presidente Bush pose de ejemplar defensor de la civilización occidental.

    Faltan las palabras por innecesarias. Lo que está haciendo Israel, lo que lleva sesenta años haciendo Israel con los palestinos es un genocidio en todo igual al que los nazis quisieron perpetrar con los judíos. Con las dos importantes diferencias, causalmente relacionadas, de que los sionistas disponen de mucho más tiempo para segurarse del carácter sistemático, completo, total de su política de exterminio y de que pueden hacerlo porque gozan del auxilio incondicional de los Estados Unidos, que han respaldado el genocidio desde los orígenes, lo han amparado y justificado.

    Porque un genocidio es que un Estado armado hasta los dientes, pertrechado con todo tipo de instrumentos mortíferos de alta tecnología, incluida la bomba atómica, proceda militarmente a lo bestia contra la población civil apiñada en Gaza, agobiada por la necesidad y la miseria, y protegida/chantajeada por unas ridículas milicias de Hamas armadas con cohetes hechos con botes de coca-cola y que a saber si no están financiadas y alentadas por los propios servicios israelíes. Dicen los amigos de los sionistas -que son muchos en el mundo, preferentemente en la derecha pero también en la izquierda- que Israel "tiene derecho a defenderse". Lo cual es obvio. Pero lo pierde cuando la defensa rompe toda proporción con el ataque. Y ello es así, no hay que ser ingenuos, porque sus represalias no son defensivas sino que son a su vez ataques largamente planeados y premeditados para conseguir su último objetivo que es el exterminio de los palestinos y la aniquilación de Palestina. Un genocidio en pleno siglo XXI y bendecido directa o indirectamente por la llamada "comunidad internacional", ramillete de cómplices o simples cobardes.

    Toda la verborrea, todos los garabatos, planes, contraplanes, hojas de ruta, proyectos, condiciones, tratados y demás basura no son más que los jalones con los que los israelíes han ido ganando tiempo durante sesenta años para culminar su objetivo genocida que jamás se ha tomado en serio el supuesto plan de un Estado palestino por la misma razón por la que jamás se ha acatado y mucho menos cumplido una sola de las numerosas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en relación con el conflicto.

    Cada vez que alguien dice lo que han podido Vds. leer líneas más arriba se le acusa de antisemita. Dejando de lado el hecho, ya de por sí inadmisible, de que, siendo los árabes tan semitas como los judíos, éstos pretendan apropiarse el término étnico, despojando de él a los árabes, la única respuesta frente a esta acusación es que se vayan a freír puñetas. Considero que el Estado de Israel viene aplicando una política deliberada de exterminio genocida de los palestinos desde su fundación y eso no me hace más antisemita que obispo. También se dice que, al fin y al cabo, Israel es una democracia y los Estados árabes o los palestinos, no. Es posible. Pero por encima de la democracia están los derechos humanos y una democracia que no los respeta y cuya política es genocida no es una democracia, aunque elija a sus representantes.

    Conozco Israel; conozco Palestina; he estado allí, he estado en Gaza, Cisjordania, Jericó y sé de lo que hablo cuando digo que los judíos jamás se irán voluntariamente de los territorios ocupados y jamás permitirán que los palestinos tengan su Estado propio porque su finalidad -que arranca de la promesa de su Dios en la Biblia- es exterminar a los filisteos, los philistins, los pelistim, los palestinos. Eso sólo sucederá si se los expulsa y si se los expulsa militarmente, cosa que no está al alcance de los Estados árabes y mucho menos de los palestinos.

    En consonancia con ello todas las declamaciones de la comunidad internacional, los gestos compungidos de nuestras autoridades, los melindres de la Unión Europea y los mohínes de la diplomacia internacional son pura hipocresía cómplice. La tímida advertencia a Israel de que si sigue con su política genocida, sus asentamientos, sus bloqueos, sus muros, sus provocaciones, sus expropiaciones, sus asesinatos y su barbarie perderá su autoridad moral y el respeto internacional es la más acabada muestra de cobardía, miseria moral y colaboración con el genocidio.

    Porque es un genocidio.

    Una última consideración. Está claro que este nuevo ataque a Gaza responde a la deliberada intención de explotar el vacío de poder en la Casa Blanca, aprovechar las últimas horas de un presidente que tiene mucho de criminal de guerra y situar al señor Obama ante un hecho consumado, exactamente como hacían los nazis. Es en este terreno en donde se podrá calibrar la categoría de Mr. Obama llegado el momento.

    (La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

    dimarts, 16 de setembre del 2008

    El criminal Francisco Franco.

    Tres factores de muy distinta naturaleza han puesto a los españoles en la situación en que se han encontrado antes otros pueblos a la salida de regímenes tiránicos, despóticos o terroristas, esto es, confrontados a la necesidad de entender su pasado y esclarecer los hechos que lo significaron desde un punto de vista moral y/o jurídico. Estos tres factores han sido: a) el paso del tiempo; b) la labor de un grupo de investigadores e interesados; c) la reciente decisión del juez Garzón de recabar información de las autoridades sobre las matanzas de los franquistas. Permítaseme abordarlos por separado.

    a) El paso del tiempo. A veces se oye y lee por ahí que la transición, entendiendo por tal la transición propiamente dicha (entre 1975 y 1978) y la consolidación (entre 1978 y 1986 más o menos) fue un apaño, un pasteleo, una vergüenza, que la izquierda se dejó avasallar en el mejor de los casos y en el peor vendió sus viejas y justas reivindicaciones por un lugar al sol en una seudodemocracia monárquica que llega al día de hoy. Eso es fácil de decir ahora. Por supuesto, siempre será posible imaginar que lo que se hizo en un momento pudo haberse hecho mejor. Pero a la hora de formular un dictamen tan duro recuérdense las circunstancias de entonces.

    El dictador había muerto en la cama en la plenitud de su poder. El ejército (con tres ministerios en el Gobierno) controlaba la situación y, aunque ligado por la lealtad al Rey, vigilaba todo de cerca y estaba presto a intervenir en cualquier momento, como hizo en febrero de 1981. Los pistoleros de los sindicatos campaban por sus respetos, como se prueba con la matanza de abogados laboralistas en Atocha en 1978. Los asesinos y torturadores de la Brigada Política Social seguían en activo. Todos los aparatos de la Dictadura estaban en pie. Enfrente una izquierda dividida y debilitada también vigilada en el exterior a causa de la Revolución portuguesa llamada "de los claveles" en 1974. Hasta el Partido Comunista de España traía una política de "reconciliación nacional" que quería decir exactamente eso: reconciliación, perdón, amnistía. Y aun así su legalización fue un momento crítico en que todo estuvo a punto de irse al garete.

    En aquellas condiciones se hizo lo mejor que se pudo. Insisto: seguramente se hubiera podido hacer mejor pero que quienes critican ahora la transición digan en qué. Gobernaban con mano de hierro los que ganaron la guerra y se beneficiaron de la represión/genocidio posterior y la condición que pusieron para permitir la transición fue que se clausuraran las responsabilidades del pasado. Y hubo que aceptar porque si no ahora no estaríamos aquí.

    La transición se hizo por consenso, amnistía y perdón. Ahora podemos decir que no valen porque fueron arrancados por la violencia y con amenazas pero no sé cuánta gente estaría dispuesta a sostener este punto de vista. Máxime si se tiene en cuenta que, como argumentamos entonces consenso, amnistía y perdón no significaban olvido. No queríamos ni podíamos olvidar y por eso mismo, ahora que ha pasado el tiempo y cuando los beneficiarios del genocidio ya no pueden chantajear a los poderes públicos (aunque sí, y ya lo hacen, insultar y amenazar) pedimos la justicia que se debe a las víctimas: su reconocimiento y el conocimiento público de los victimarios. Queremos saber quiénes murieron, cómo, en dónde están enterrados, quiénes los asesinaron, por qué y qué beneficios obtuvieron de ello. Es obvio que esta exigencia ya no acarrea peligro de involución alguna y no lo es menos que no implica "reabrir heridas", como desatinadamente dice el señor Rajoy, dando así voz a todos los criminales que se ensañaron con la población indefensa, la torturaron, la asesinaron, le robaron sus propiedades y se lucraron con todo, esto es, a la columna vertebral de lo que siempre se ha llamado el "franquismo sociológico" y que hoy muestra su miedo a la verdad vociferando desde sus innumerables plataformas, partidos políticos, medios de comunicación, púlpitos, fundaciones y asociaciones.

    b) La labor de un grupo de investigadores y personas interesadas que, durante estos años, de forma callada y ejemplar han estado buscando y rebuscando en los archivos y registros en condiciones muy duras; han hablado con los familiares, allegados y vecinos de las personas asesinadas en aquellos años a los que muchas veces les costaba decir lo que sabían porque habían interiorizado el miedo que aquel régimen de asesinos había esparcido por toda España, el miedo denso y espeso de los pueblos, las pequeñas ciudades de provincias, en donde las gentes habían visto cómo los guardias civiles, los chulos falangistas, los militares, asesinaban a la gente impunemente, la fusilaban y abandonaban los cuerpos en las cunetas y barrancos; han visitado cementerios, campos, dehesas en busca de las fosas comunes, los lugares donde estaban enterrados tantos asesinados y desaparecidos.

    A este grupo de historiadores, investigadores y familiares debemos agradecer todos un trabajo que hoy empezará a dar sus frutos también en beneficio de todos. Por cierto que en los últimos días he leído muchos artículos y reportajes sobre la tarea de los historiadores que han venido documentando la memoria histórica, todos ellos muy meritorios. Pero me ha llamado la atención no haber visto mencionado (quizá no he dado con él) el nombre de mi colega Alberto Reig, uno de los que empezó a interesarse ya en los años sesenta por las víctimas de la represión franquista y de los que tiene más documentada y rigurosa obra publicada al respecto. Tanto por el debido reconocimiento como por el beneficio para la colectividad el nombre de Alberto Reig debiera encabezar estas relaciones de investigadores.

    c) La providencia del juez Garzón. No tengo duda de que ha sido una providencia justa que es lo mejor que puede decirse de los actos de un juez y así lo dije en dos posts hace unos días titulados Tres hurras por el juez Garzón y Nueve hurras por el juez Garzón. El magistrado ha recabado información sobre los asesinados por los franquistas durante la guerra civil y la posguerra con el fin de determinar el tipo de delito de que se trata y si es o no competente para proceder a la instrucción. Esta providencia es decisiva porque con independencia de las conclusiones a las que se llegue, por fin las víctimas de la vesania fascista en España (aproximadamente unas 130.000 personas asesinadas y hechas desaparecer entre desde 1936 hasta los años cincuenta, según parece) verán reconocida su existencia y el Estado estará ya obligado, cuando menos, a proveer a su localización, exhumación y devolución a sus familiares y allegados. Sólo por eso ya merece aplauso el juez Garzón.

    El otro aspecto, el del tipo de delito que aquí se trate es más problemático. En principio no puede ser considerdo genocidio ya que éste aparece definido en el art. II de la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de las Naciones Unidas de (Resolución 260/III de la Asamblea General de 12 de enero de 1951) como los actos "perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso." Es decir, quedan excluidos los asesinatos de grupos políticos o sindicales, lo que se ha llamado politicidio. El primer borrador del texto incluía los crímenes políticos, pero estos se excluyeron por presiones de la Unión Soviética y otros estados que temían que se los encausara precisamente por eso. Esta definición restringida de genocidio es la que recoge expresamente el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de 17 de julio de 1998 en su artículo 6. Para mi santiguada, el juez no podrá tipificar los crímenes franquistas como genocidio porque no lo ampara ningún texto legal. Pero, si no jurídicamente, moralmente fueron un genocidio y un genocidio anterior al Holocausto. Y por tal los reputo: un genocidio de republicanos como antes lo hubo de armenios y después de judíos, tutsis o bosniacos, por no citar más que algunos casos.

    El citado Estatuto sin embargo en su artículo 7 tipifica el crimen de lesa humanidad como los asesinatos, exterminio, esclavitud, etc que se cometan "como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque." Y aquí sí encajan los asesinatos franquistas perfectamente pues fueron generalizados y sistemáticos y contra la población civil. Cabe tipificarlos así y es de esperar que el juez Garzón lo haga. Pero aunque la Convención, el Estatuto y otros instrumentos declaran que estos crímenes son impresciptibles, reconocen a los asesinos el privilegio de la irretroactividad penal por lo que no podrán ser procesados porque cometieron sus crímenes antes de la entrada en vigor del Estuto.

    Pero que no puedan ser procesados los autores no obsta para que los tribunales de justicia sentencien que los delitos se cometieron y podamos saber los nombres de las víctimas y de los asesinos. Y esto no es en modo alguno, repito, abrir heridas, sino cerrarlas. Cerrarlas y que cada palo aguante su vela. La acción del juez Garzón tiene además una notable proyección exterior puesto que viene a resolver la contradicción que se estaba produciendo por el hecho de que España, que persigue crímenes de lesa humanidad y genocidio en otras partes del mundo como Chile, la Argentina, Guatemala o el Tibet, no hubiera sido capaz hasta la fecha de poner orden en su propia casa, sacar a luz y juzgar y condenar (aunque sólo sea moralmente) a los asesinos que durante años se cebaron en una población civil derrotada, inerme, empobrecida y aterrorizada.

    (Las imágenes son sendas fotos del criminal Francisco Franco con Hitler en Hendaya, con Mussolini en Bordighera y con la jerarquía eclesiástica, bajo palio entrando en San Francisco el Grande el 3 de marzo de 1941 a los funerales por Alfonso XIII.)

    dissabte, 17 de març del 2007

    Otro genocidio.

    Buen recordatorio que debo a mi buena y afrancesada amiga Pilar. Es interesante saber qué va a hacer la futura presidenta (o presidente) de Francia para impedir la matanza de gente en Darfur. Y no menos lo sería saber qué vayamos a hacer los españoles al respecto, supuesto que recordemos en dónde está Darfur y qué sucede allí desde hace años. Los Janjawid, mezcla de bandoleros, paramilitares y terroristas, que no sé si son árabes, pero hablan un dialecto árabe y están apoyados por el ejército de Sudán, si es que no son parte de ese mismo ejército, han masacrado ya a cerca de 100-000 africanos de Sudán del Sur en un caso más de "limpieza étnica". África es un agujero tan negro que ni sus más espantosas desgracias emergen n las pantallas de nuestros televisores y, por lo tanto, es como si no existieran.