divendres, 9 de maig del 2008

La estafa del ladrillo.

Leo en Público y no salgo de mi asombro que la Junta de Andalucía plantea convertir en VPO los pisos sin vender. Es decir, como los empresarios del ladrillo no dan salida a las 600.000 viviendas que han construido a precios abusivos, en lugar de bajar estos, pretenden colocárselas a los poderes públicos como viviendas de protección oficial (VPO), con lo que se aseguran sus beneficios especulativos a costa de todos los contribuyentes (compren o no vivienda) y después esas viviendas salen a venta al precio reducido al que tendrían que haber estado desde el principio. No me digan que no es una jugada astuta de los empresarios... y una estafa indignante para todos los demás que no puede consentirse en modo alguno.

Un poco de historia: las inmobiliarias llevan diez años forrándose con márgenes de beneficio entre el 40 y el 50%, haciendo verdaderos fortunones a base de construir pisos de pacotilla con paredes de pladur, valiéndose de mano de obra en muchos casos ilegal y archiexplotada, pisos que luego venden a precios increíbles como si fueran casas de verdad. Un porcentaje elevado de la población ha tenido que entramparse en hipotecas a 40 o 50 años para poder comprar estas porquerías de chicha y nabo que construyen los del ladrillo, y la juventud no tiene posibilidades de emanciparse porque la vivienda está fuera de su alcance. Fue necesario obligar por ley a los empresarios a construir VPOs porque no querían hacerlo, ya que no les garantizaban los escandalosos beneficios que obtenían con la vivienda en el mercado "libre". Y ahora que vienen las vacas flacas, cuando la demanda se contrae y nadie puede ya pagar los 3.000 a 4.000 euros el metro cuadrado, que es un robo, quieren acabar con el mercado "libre" y que todo sean VPOs para seguir forrándose colocando el "stock" no vendido a la ciudadanía a sus precios artificialmente altos.

Y la Junta de Andalucía y el señor Chaves están considerando aceptar el chantaje. Es un chantaje porque los empresarios del sector amenazan a las autoridades con el aumento del paro que se seguirá de la crisis inmobiliaria. O la Junta de Andalucía y el señor Chaves a la cabeza se han hecho del PP (porque esto es lo que hace el PP en Madrid: privatizar los beneficios y socializar las pérdidas) o no se enteran de por dónde viene el viento. En cualquier caso corresponde que la ciudadanía se subleve contra semejante expolio. Los contribuyentes no tenemos por qué pagar las aventuras especulativas y usurarias del capital; no tenemos por qué pagar el supuesto desfalco de Afinsa ni tenemos por qué someternos al chantaje del ladrillo. Si los empresarios quieren vender el stock acumulado que bajen los precios que están inflados entre un 20 y un 40 por cien, como todo el mundo sabe aquí y en el extranjero.

Frente a este desatino estuvo muy bien ayer el señor Solbes diciendo que el Estado no tiene por qué acudir en auxilio de un sector que lleva años hinchando una burbuja a costa de centenares de miles de familias, de jóvenes, de ciudadanos de bajo poder adquisitivo que no pueden procurarse no ya una vivienda "digna"; ni siquiera una "indigna". Es el propio sector el que tiene que salir del bache con un ajuste. Y el ajuste no es otra cosa que bajar los precios, reducir sus exorbitantes ganancias y se verá cómo la economía se reanima y el paro se reabsorbe. Ahora sólo toca recordar al señor Chaves que si quiere compensar a los empresarios de la construcción por el lucro cesante que lo haga con dinero de su bolsillo y no con el de todos los españoles. Y que ese lo dedique a ayudar a las familias entrampadas hasta las cejas por hipotecas agobiantes.

Valiente socialismo el de estos señoritos...

(La imagen es una foto de La Niña Graphics, bajo licencia de Creative Commons).