diumenge, 15 de març del 2009

A casa, a reflexionar.

Los malos resultados electorales en Galicia para el Partido Socialista de Galicia (PSG) y el Bloque Nacionalista Galego (BNGa) produjeron primero la dimisión del señor Touriño, candidato del PSG y ayer del señor Anxo Quintana, del BNGa. Ambos ha hecho muy bien. Ahora, los dos partidos tienen cuatro años por delante para constituirse en oposición útil a la ciudadanía, algo en lo que no faltará trabajo dada la contrastada tendencia del PP a abusar de su poder con mayoría absoluta, y a reflexionar sobre las causas de su derrota. Aporto mi modesta opinión:

1ª) los dos partidos se dejaron comer el terreno discursivo por el PP; éste determinó los marcos de la campaña en la que se habló de lo que a él le interesaba y como le interesaba. Ejemplo más evidente, el coche del señor Touriño, incapaz de desmontar el bulo probando que los acusadores hacían lo mismo de lo que acusaban. Hay que ser pardillos.

2º) Ausencia de debate público televisado. Al PP jamás le interesan pero lo que es imperdonable es que, ante su negativa a celebrarlo, los otros dos no pusieran uno en marcha reservando una silla vacía para el PP, con el demoledor efecto que esto tiene. Repardillos.

3º) La preprotencia socialista. La imagen de los populares es de caciques, pero de caciques cercanos al pueblo; la de Touriño y su gente era la de unos señoritos estirados de espaldas a o pobo galego. Justo se dejaron imponer la vera imagen de sus enemigos. Requetepardillos.

4ª) La escasa avenencia entre los socios del Gobierno. Cada cual gestionaba su parcela por libre. Aquí la máxima culpa recae sobre el BNGa cuyo afán de protagonismo (especialmente del señor Quintana) lo llevaba a ignorar la función común, tratando de aparecer como un poder autónomo al margen de su aliado. Si la unión hace la fuerza, la desunión hace la debilidad. No conocer algo tan elemental es de archirrequetepardillos.

Así que los dos señores Touriño y Quintana están muy bien de dimisionarios, a ver si con su nueva situación aprenden algo de modestia y ven la realidad, que tampoco es tan difícil.

(La imagen es una foto de Xavier Vásquez Freire, bajo licencia de Creative Commons).