dimecres, 5 de març del 2014

La devaluación interna como política.



Los señores del canal Hispantv invitaron a Palinuro en directo a un interesante diálogo con Caridad García Álvarez, diputada de IU en el Congreso, en el programa Enfoque. Trataba la charla de la pobreza y la desigualdad en España. Dejo el vídeo por si alguien quiere verlo. Palinuro expuso su punto de vista al respecto, consistente en señalar que la pobreza (y la consiguiente desigualdad, en la que parece somos campeones en Europa) no es un dato caído del cielo como el índice de pluviosidad, sino que es la consecuencia querida de una política deliberada del gobierno. La idea responde al patrón de la banca, los empresarios, los organismos financieros internacionales, la Unión Europea, que Rajoy aplica a rajatabla, consistente en sostener que se sale de la crisis aumentando la productividad y que esta lo hará bajando los salarios y, en general la renta de la gente a base de reducir el gasto público (subvenciones, servicios sociales, pensiones, prestaciones de todo tipo), es decir, de empobrecer el país. Una devaluación interna ya que no se puede hacer externa. Pero que solo afecta a las rentas del trabajo y no a los beneficios de las empresas o los de capital que, al contrario, se han reanimado inyectándo dinero público procedente de esos recortes.

Esa es la política real, deliberada, del gobierno. Luego está lo que dice ya en año electoral: los sacrificios dan frutos y estamos saliendo de la crisis; luz al final del túnel, etc. Pero esas declaraciones chocan con la percepción directa de la ciudadanía de que las cosas no mejoran; al contrario, empeoran. Rajoy insiste en la tecla, amontona datos (en los que escasa gente confía) y se niega a hablar de otros asuntos que, sin embargo, tienen una importancia capital a la hora de medir su crédito, como la corrupción. La confianza popular en el gobierno es cero. Entre otras cosas porque el razonamiento es muy sencillo: alguien que hace dos años mintió al país entero con un programa electoral que incumplió para ganar las elecciones, no se arredrará de volver a mentir para mantenerse en el poder. Sin duda, ahora ya no son promesas sino datos estadísticos fríos y duros. Sí pero es muy fuerte y cada vez más extendida la idea de que el gobierno también manipula las estadísticas. En este estupendo artículo, Carlos Elordi avisa, además, de que, controlando el gobierno como controla prácticamente todos los medios de comunicación, audiovisuales y prensa de papel, puede que parte de esa propaganda cale. Elordi menciona a Goebbels. Algo de eso hay.