dimecres, 17 de juny del 2015

David Fernández también se explica.


Como complemento a la entrevista de Mas e Iñaki Gabilondo que Palinuro comentó ayer en el post Mas se explica, hoy traemos el vídeo del diálogo que mantuvieron también ayer el propio Mas con David Fernández, el portavoz de las CUP, moderado por Vicent Partal, director del diario digital Vilaweb, con motivo del vigésimo aniversario del periódico en el CCCB, Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. El vídeo está en catalán. Para aquell@s que no entiendan esta lengua, haré un breve resumen porque considero que su contenido es imprescindible si se quiere tener una idea cabal de lo que está sucediendo en Cataluña que, insisto, es lo más importante que está pasando en España desde la transición. A cambio solo pido que se mire unos minutos el vídeo, por si se encuentran diferencias entre el clima que en él se respira y cualquier tertulia al uso entre los habitualess energúmenos españoles chillando, insultándose y quitándose la inútil palabra unos a otros.

En el curso de la conversación entre los dos políticos queda todo clarísimo por ambas partes. En el caso de Mas no era tan necesario porque ya se había explicado suficientemente con Iñaki Gabilondo. Por cierto, incidentalmente, ¿ha habido algún tipo de respuesta de algún político español, de derecha, de izquierda moderada o de izquierda asaltacielos? Me parece que no. Como siempre. Para los nacionalistas españoles Cataluña no existe. Cuando les caiga sobre la cabeza se limitarán a quejarse por el serrín vertido y seguirán a lo suyo de corrala de cotillas con ínfulas imperiales.

Mas se explicó muy bien con Gabilondo, pero el analista avezado detectará diferencias sutiles, matices esenciales entre su discurso en español para los españoles y en catalán para los catalanes. La línea es la misma; los argumentos, también. Pero hay un tono distinto, más decisión, un espíritu de cercanía y complicidad. Mas se explica francamente, sin cautelas,  no le hace falta medir el alcance de sus palabras, puede relajarse porque habla a los suyos.Y eso se nota. Su conclusión de que, a partir del 27 de septiembre, los catalanes podrán escribir su propia historia no salió con Gabilondo, pero sí con Fernández. Igual que la anécdota de que, por una vez, sean los leones quienes la escriban y no los cazadores.

Lo esencial aquí era la aportación de David Fernández que fue rotunda y nítida  y, en resumidas cuentas consiste en sostener que:
  • la independencia es prioritaria y condición indispensable antes de hablar de cualquier otra cosa;
  • la problemática social camina pari passu con la nacional. No la precede. Ni como excusa.
  • el proceso soberanista es el resultado de la resistencia de una sociedad civil que nunca se dio por vencida.
  • la independencia es cosa del pueblo, de la nación, no de partidos. Coincidencia total entre Mas y Fernández.
  • la CUP jamás formará parte de un gobierno autonómico de izquierda.
Si alguien tenía dudas o le interesaba sembrarlas, respecto a la posición de las CUP respecto a la independencia, quedan definitivamente aclaradas y ya no es posible seguir aduciendo confusión a la hora de las propuestas, salvo que se haga con mala intención. Y me refiero a dos casos muy notorios: la monja Forcades y los supuestos izquierdistas de Podemos.

Forcades llamó a las CUP a incorporarse a su ambiguo procés constituent, del que la benedictina quería excluir a Mas y CiU, por considerarlos al servicio del satánico capitalismo. Ambiguo y taimado porque trataba de dividir el frente soberanista por el eje de fractura social. La respuesta de las CUP ha sido nítida: nada de monjas ni de procesos constituyentes de alfeñique y unidad de acción con CiU hasta la independencia. Luego, ja parlarem. Quizá viniera bien a la religiosa recordar una anécdota de José Bergamín, escritor español de acendrado catolicismo partidario de una estrecha unidad de acción con los comunistas, decía, "hasta la muerte. Pero ni un paso más." No se apure Forcades. Quizá esté aún a tiempo de volver al convento, cuenta habida de lo complicado que es el siglo.

En el caso de Podemos, mismo desbaratamiento de confusiones, ambigüedades y fariseísmo. Se recordará cómo, dando pruebas de un doctrinarismo acartonado y un desconocimiento majestuoso de la cuestión nacional catalana, Pablo Iglesias quiso vilipendiar a David Fernández hace unos meses criticando su abrazo con Mas. Tardó lo suyo en reconocer su metedura de pata y tuvo que pedir disculpas, si bien lo hizo con la boca chica porque tanto él como su gente siguen sin entender ni respetar el proceso soberanista catalán. Ayer, el segundo abrazo de la temporada entre Mas y Fernández, probablemente, le estaba dedicado con bastante ironía catalana.

La monja Forcades también convocó a Podemos a su incomprensible procés constituent, con bastante más tino que a las CUP porque los del partido de los círculos invocan un análogo proceso constituyente cuya función es ocultar su intención -típica de la tradición leninista- de no aceptar el resultado del derecho a decidir si este es la independencia.

Aquí está pasando algo muy importante y el 27 de septiembre podrá verse. Sea cual sea el resultado de esas elecciones plebiscitarias, nada volverá a ser igual y las generales de noviembre solo servirán para mostrar al mundo cómo encajará España la voluntad expresa de Cataluña.

Mira por dónde, por primera vez, los cazadores tendrán que esperar a ver qué historia escriben los leones.