dimecres, 6 d’abril del 2016

Vamos a suponer

Esta señora tenía y tiene una cuenta en Panamá. En sí mismo el hecho no es delictivo pero no apunta a nada bueno, ¿verdad? No es delito. El delito se daría si en esa cuenta se hubieran hecho operaciones no declaradas a la Hacienda española. ¿Se han hecho? No lo sabemos. Pero lo sabremos según avancen las investigaciones. Lo más probable es que se hayan hecho. Nadie se toma el trabajo de abrir una cuenta en un banco a 12.000 kms. de distancia para dejarla dormir el sueño de los justos. También se averiguará si, habiéndose hecho las operaciones, se declararon a Hacienda.

Ahora, vamos a suponer algo. Las suposiciones son libres, al menos de momento. Si volviera a ganar el PP y los psicópatas de Interior continuaran habría que ver el destino de la Ley Mordaza. De momento va camino del pudridero, así que las suposiciones son libres.

Supongamos que la Infanta Mercedes sea un testaferro (o testaferra) y que el auténtico titular de la cuenta es Juan Carlos, el ex-rey. ¿Qué pasaría?

Nada.

Por eso pasa lo que pasa.