divendres, 30 de juny del 2017

Hoy, Palinuro en Molins de Rei

De Valls, a Molins de Rei con un tema que no es frecuente en los debates públicos. Porque, aunque sea habitual oír a los políticos presumiendo de que ellos llaman "al pan, pan y al vino, vino" y algunos al "vaso, vaso y al plato, plato", lo cierto es que, en esto, como en casi todo, los políticos mienten. Basta con escuchar a Rajoy para comprender que este hombre no ha dicho una verdad en su vida. Se ha educado en la ortodoxia franquista (al igual que la colección de ineptos que compone su gobierno) de no decir jamás la verdad para evitarse problemas. Y lo mismo sucede con la mayoría de los otros políticos, incluidos los de la supuesta izquierda. Estos practican un tipo ligeramente distinto de falseamiento pero, en lo esencial, creen que mentir trae cuenta. Y censurar y silenciar a los discrepantes y ningunear o ignorar a los críticos. El ganado es el mismo, aunque la marca del amo varíe.

El franquismo instauró el reino omnímodo de la mentira, el embuste, el engaño en España como único medio de sobrevivir al crimen organizado desde el poder por unos delincuentes cuyo régimen se reproduce en el de hoy. Así que hoy, como cuando Franco, llamar a las cosas por su nombre de verdad, no fingirlo, es toda una aventura. Y por eso mismo, digna de vivirse. No merece la pena vivir de otro modo. 

Si un gobierno y un partido son sendas bandas de ladrones, se dice y no se disimula haciendo como que esos ladrones merecen algún respeto por detentar lo cargos que usurpan. Si un Rey es un figurón ilegítimo que debe su puesto a un general felón y genocida, se dice y no se pierde el trasero por hacerse fotos con él al tiempo que se trata de engañar a la concurrencia, fungiendo como niños terribles que protestan contra los asesinos franquistas, pero se sientan en sus puestos a escuchar el discurso legitimatorio de estos. Si un Estado problemático y probablemente fallido oprime a una minoría nacional en su seno sin permitirle el ejercicio de sus derechos, se dice y se denuncia, aunque sea el Estado de uno.

En fin que las cosas se entienden mejor cuando se las llama por su nombre.

Mañana nos vemos en Molins de Rei enfrente de la AV del barrio del Canal a las 19:45.