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dijous, 16 de juliol del 2015

Moción de censura y al Aventino de una vez.

Realmente la oposición ¿no se da cuenta de que este hombre está riéndose del Parlamento y usándolo para sus marrullerías? ¿O es cómplice de esta farsa y, por tanto corresponsable de tomar el pelo a los españoles?

Porque tomadura de pelo es que el mismo tipo que lleva cuatro años negándose a comparecer ante el Congreso, el mismo que se negó a que el Parlamento debatiera sobre el "rescate" a Bankia, que ha costado 24.000 millones de euros, quiera ahora que sus señorías se pronuncien sobre el  de Grecia. En esta operación España no pinta absolutamente nada, como tampoco lo hace en ningún otro asunto de cierta enjundia en Europa gracias a la proverbial ineptitud del presidente español. La convocatoria es tan ridícula como pretenciosa e inútil.

Imaginemos que, por un azar del destino o una broma de Mefistófeles, el Congreso español rechazara el plan de rescate de Grecia. ¿Qué pasaría a continuación? Lo sabemos todos: nada, absolutamente nada. El plan de rescate seguiría adelante porque a nadie en Europa importa lo que piensen los españoles y menos los de esta presunta asociación de malhechores que gobierna.

Siendo esto así, ¿por qué se quieren tirar los dineros públicos fingiendo un debate parlamentario que carece de sentido? Fundamentalmente porque a este político de quinta municipal lo que le importa es lo que se diga en el casino y publique el ABC sobre sus preclara visión de caudillo invicto. Porque, teniendo en cuenta que dispone de una holgada mayoría absoluta de paniaguados de su partido que jamás se opondrían al menor de sus caprichos, ese debate parlamentario es una farsa al cuadrado. Él mismo podría ahorrarse la presencia y mandar su intervención pregrabada en plasma.

Lo sorprendente es que la oposición mayoritaria, el PSOE, simule dar crédito a esta burla, como si el gobierno de España fuera un gobierno y no un grupo de amigos personales del presidente que, en lo fundamental, van a sus negocios o sus alucinaciones místicas, cual es el caso del ministro del Interior. Como si el Parlamento fuera un Parlamento de verdad y no un remedo de las cortes de Franco, dedicado a aplaudir las genialidades del Jefe, como esta de pronunciarse sobre algo en lo que no pinta nada. Como si el partido del gobierno fuera un partido y no una supuesta asociación para delinquir.

Y, más que sorprendente, empieza a ser sospechosa esta complacencia con la pantomima parlamentaria en la que la oposición tiene reservado el papel de payaso que recibe las bofetadas. No es ya solamente que, en esa situación, no pueda realizar sus funciones de control del gobierno y mucho menos influir en algún sentido en la legislación. Es que, en realidad, hay barruntos razonables de que no se atreve a oponerse de verdad porque tiene algo que ocultar, porque tiene miedo.

De no ser así no se entiende por qué en lugar de criticar tímidamente los desmanes de estos autoritarios de decreto y tente tieso, cuyo desprecio por la democracia, el pluralismo y el debate es claramente franquista, no les presenta una moción de censura que clarifique el ambiente y pare los pies a estos depredadores de lo público.

¿Un debate sobre Grecia en un parlamento falseado y maniatado por el rodillo de la mayoría de la derecha? ¿Va la oposición a seguir legitimando esta burla permanente del poder democrático por excelencia que es el Parlamento?
 
Los diputados del PP no representan a los españoles porque no quieren; los del PSOE, porque no pueden, igual que los demás grupos de la oposición. ¿Por qué no se retiran al Aventino y dejan de legitimar con su presencia estos desafueros despóticos de una banda de tunantes?

dimecres, 1 de juliol del 2015

La Ley Mordaza.

La enmienda primera de la Constitución de los Estados Unidos (la que encabeza su declaración de derechos) dice: "el congreso no aprobará ley alguna para imponer o prohibir ninguna religión; ni para restringir la libertad de expresión o de prensa; o el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y pedir al gobierno que atienda a sus agravios" (Congress shall make no law respecting an establishment of religion, or prohibiting the free exercise thereof; or abridging the freedom of speech, or of the press; or the right of the people peaceably to assemble, and to petition the Government for a redress of grievances).
 
A tenor de esa Constitución vigente en los Estados Unidos, la Ley Mordaza que entra hoy en vigor en la gran nación española, sería nula por inconstitucional. Aquí, no se sabe, porque dependerá de la decisión de un Tribunal Constitucional presidido por un militante (o exmilitante) del partido del ministro que la ha hecho aprobar. Esta norma retrotrae el Reino de España no a los tiempos del franquismo, como suele decirse con razón, sino al siglo XVIII, antes de las revoluciones burguesas; al siglo XVII, antes de la llamada "gloriosa" británica. Es una ley que consagra la arbitrariedad del poder despótico frente a los derechos de los ciudadanos.
 
En la neohabla del autoritarismo gubernamental, la ley se llama de seguridad ciudadana, pero, en realidad, produce inseguridad desde el momento en que arrebata a los jueces la competencia para sancionar determinados comportamientos. Se la otorga a las autoridades administrativas y, en realidad, a las fuerzas de orden público, que actúan como juez y parte y aparecen protegidas no por la presunción de legalidad sino por la de infalibilidad e impunidad. Cosa que se ve por  cuanto se considera punible la demostración gráfica de su comportamiento. ¿Por qué motivo se prohíben las fotos de los agentes de la autoridad en sus actuaciones públicas si no es porque se pretende garantizarles impunidad?
 
Esa ley no protege a los ciudadanos sino que trata de amedrentarlos e impedir, con sanciones arbitrarias y abusivas, que hagan uso de sus derechos. Es una ley tiránica que ampara el hostigamiento de la ciudadanía para yugular todo intento de crítica o protesta por los medios que sean. Con esta ley, de contenido franquista, como sostiene el New York Times, pretende despedirse este gobierno nacionalcatólico, autoritario y acosado por la corrupción, o sea, neofranquista. 
 
Una ley de este alcance, aprobada con los votos de un solo partido, habrá de ser derogada en su integridad por cualquier otro gobierno sin duda con los votos de los demás partidos.

divendres, 12 de juny del 2015

Censura.


Un mando intermedio en la escala jerárquica de Radio Nacional da la orden conminatoria: No se abre el boletín con la muerte de Pedro Zerolo y ha habido una especie de plante de la redacción. Censura y uso partidista de los medios públicos. Y con malos modos. Tan crispado ambiente de fin d'époque depara momentos tan delirantes como este en que un sectario carga contra un difunto. Por cierto, qué grande era Pedro Zerolo que hasta muerto lo persiguen las sabandijas.
 
Eso de los malos modos es tan clamoroso que la directora de Informativos de la cadena pública de Castilla La Mancha, Victoria Vigón, tiene abierto un expediente en la Dirección General de la Inspección de Trabajo por “trato degradante y vejatorio” al personal de la casa. Es decir, por andar insultando a los subordinados por los pasillos. El director general de esta cadena de agitprop, Nacho Villa, un comisario político tan feo por fuera como por dentro,  arremete contra el mensajero y quiere acallar a El Plural, que es el que informó del expediente y de sus circunstancias, del más recio casticismo de la derecha, a base de insultar a los trabajadores.

La censura está implantada desde el comienzo del mandato de Rajoy. Este empezó nombrando director de RTVE a un fiel militante de su partido con el desastroso resultado de todos conocido, en cuestión de audiencia, hoy por debajo de las dos competidoras privadas mayores. Aun así, debe de parecerle poco y ha nombrado en el cargo al antiguo director general de Telemadrid, de forma que el hundimiento definitivo de RTVE está ya garantizado. Entre tanto, este director general se pavonea en sede parlamentaria de ser votante del PP. Escolar publica un artículo, explicando que no solamente es votante del PP, sino que ha cobrado de la caja B de Bárcenas, está a sueldo del partido y miente en nombre del partido. Brillante.

La Ley Mordaza recibe ese sobrenombre por ser de represión y censura. Y censura gráfica. Está prohibido fotografiar a los policías en plena faena; ahora también está prohibido fotografiar detenidos. En unos días se prohibirá fotografiar monumentos como la estatua esa del Comandante Franco en Melilla en torno a la cual se inmortaliza un grupo de guardias civiles como muestra de su espíritu democrático. La censura está en el espíritu de estos gobernantes. Hace poco el ministro de Justicia (sic), Catalá (nuevo sic), insinuaba la posibilidad de establecer una especie de censura previa en la prensa. Tuvo que recoger velas cuando le hicieron ver que insinuaba un disparate.
 
Les gusta la censura. Les gusta el silencio. Que nadie diga nada. Añoran la dictadura. Que no se hable de política. De política solo habla el gobierno. Para no decir nada. Ejemplos paradigmáticos, los alegatos de Rajoy en los que jamás dice algo concreto. O para llevar el debate a la corrala, como hace la show-woman Aguirre. O para provocar a la sana razón, como los dislates de Cospedal. O para hacer reír a la tropa, como las tonterías de Floriano.
 
Ese es el discurso que debe prevalecer y, para ello, es preciso censurar los demás, acallarlos, para acabar con el martilleo de las televisiones sobre la corrupción. No acabar con la corrupción, entiéndase, sino con su martilleo.
 
¿Y qué me dicen de la ampliación de la querella contra Mas por los presuntos delitos de amenazas y coacciones, además de los de desobediencia, malversación de fondos y prevaricación? El objetivo manifiesto es inhabilitar al presidente y, en consecuencia, truncar la posibilidad de unas elecciones plebiscitarias. El objetivo de fondo es acallar, silenciar a un pueblo.
 
(La imagen es una foto de Pedro Zerolo en la rueda de prensa previa al pleno de septiembre de 2013 en Wikipedia, bajo licencia Creative Commons).

dimarts, 2 de juny del 2015

El sobresueldos y la "organización criminal", a lo suyo.

Hace unos días, Rajoy, más conocido como "el sobresueldos", decía que lo que más daño había hecho al PP en las elecciones era el martilleo de la corrupción y, sobre todo, "la forma de tratarlo". El martilleo sigue porque, por fortuna, no depende del Sobresueldos ni de los periódicos y las teles, sino de los jueces y estos continúan siendo un ejemplo de eficacia e independencia.

Hoy, cinco nuevos imputados del PP en asuntos de corrupción, todos ellos altos cargos, consejeros, diputados de Madrid y Murcia que, al parecer, se lo llevaban crudo a través de la Púnica. ¿Cómo tendrían que dar los medios esta información para que el Sobresueldos se quedara tranquilo? Sencillo: los telediarios deberían abrir con noticias acerca de cómo Mas, cuando creía que no lo veían, soplaba en un silbato independentista y el comic "La Razón" con una foto demostrando que Carmena es dipsómana y una mechera. Solo al final se diría que un juez comunista o masón, resentido por su falta de ascensos a causa de su adicción a la droga, ha querido acusar a Lucía Figar y Salvador Victoria de falta de honradez, pero la buena gente de la calle lo ha silenciado a gritos.

Pero no es el caso. Hasta las divisiones azules más conocidas, como RTVE, Telemadrid, Telecospedal y otras bazofias se ven obligadas a dar cuenta de cómo los presuntos chorizos de esta asociación de malhechores van recibiendo citaciones judiciales. De seguir a este ritmo es posible que el sobresueldos no encuentre candidatos suficientes para las generales fuera de las prisiones y tenga que componer la listas con un plante de reclusos.

En esta ocasión, de los cinco imputados, dos, Lucía Figar y Salvador Victoria, son actualmente consejeros de la Comunidad de Madrid. Esta Figar es la comecirios que ha regalado terreno público a organizaciones católicas ultrarreaccionarias para que monten gratis sus chiriguitos educativos, o sea, de adoctrinamiento de los niños bien, hijos de los privilegiados, a quienes ha regalado dinero de todos a espuertas mientra desmantelaba la escuela pública que, al fin y al cabo solo la frecuentan los pobres, o sea, los rojos y la antiespaña. La misma que, teniendo los ingresos saneados de todos los peperos (y quién sabe si también sobresueldos, como el jefe máximo) pillaba una beca de comedor para su hijo, privando caritativamente a otro de ella porque el dinero no hay que dejarlo correr por ahi sino metérselo en el bolsillo, sobre todo si es dinero ajeno. Cuando se roba en pro de la Iglesia, siempre es de caridad dejarse un  remanente para uno mismo.

Estos dos nuevos pájaros, presuntos apandadores, eran también nombramientos directos y de mucha confianza de Esperanza Aguirre. Ignoro si queda alguien que alguna vez haya trabajado con Aguirre en algo y no tenga que responder ante la justicia por supuestos latrocinios. Pero de lo que no cabe duda es de que, si en vez de contratarse como cazatalentos cuando se retiró de la política por unos días, se hubiera contratado como cazaladrones, ahora se la rifarían en la mafia que es en donde debiera estar.

Añádase a la nueva recua de presuntos chorizos peperos el almuerzo de Rivera hoy con el sobresueldos para hablar de pactos. Las condiciones que tan galanamente pone Ciudadanos para pactar (que los partidos echen a la calle a los imputados por corrupción), ¿también rezan con el sobresueldos? Porque a este pueden imputarlo en cualquier momento. En realidad, ya lo ha llamado a declarar como testigo una Asociación de Abogados demócratas que defiende a un acusado de la Gürtel para quien se piden 50 años.

A su vez, la candidata a la Comunidad de Madrid del PP, Cristina Cifuentes, no parece que haya robado nada, al menos de momento, pero ha falsificado su curriculum vitae para mejorar su imagen.

En cualquier país civilizado ni elsobresueldos, ni Cifuentes, ni Aguirre, ni ningún integrante de esta presunta banda de mangantes podría ser candidato a nada.

Claro que, en cualquier país civilizado, el principal partido de la oposición ya habría presentado una moción de censura contra un gobierno de presuntos ladrones presidido por un sobresueldos.

Pero es que España no es un país civilizado, como puede verse.

dissabte, 9 de maig del 2015

¿Existe Pedro Sánchez?

Un amigo jura habérselo encontrado en una boda hace diez días. Dice estar seguro. Pero mi amigo es un poco dipsomaníaco, así que no me fío de él. Algunos afirman que, en realidad, el personaje no existe, que es una engañifa de los medios, un señuelo, una invención para dar tiempo al PSOE a buscar un candidato con alguna virtud digna de reseñarse. Otros dicen que, en realidad, se trata de un licántropo y solo se le ve -mejor, se escuchan sus aullidos- en las noches de luna llena. En su partido hay cierta preocupación, pero contenida porque el segundo, Luena, tranquiliza a las bases explicando que el jefe está meditando y que, dada su inteligencia, audacia y recursos, en cuanto tenga una idea saldrá al ámbito público y asombrará con ella a las multitudes.

Es posible, pero, de momento, Sánchez es Pedro el Silente, nadie lo ha visto en los últimos tiempos y nadie lo ha oído decir nada no ya que vaya a pasar a la historia sino simplemente que  merezca la pena escucharlo. Es maravilloso que en este corral de gallos de muchos espolones y la gallina desplumada de Díez, Sánchez no haya dicho esta boca es mía. Cuando Palinuro era adolescente siempre le impresionaban las personas calladas porque presumía que estarían llenas de sabiduría. Con el tiempo ha descubierto que el 99% de los que no hablan no tienen nada que decir y Sánchez no pertenece al 1% restante. El que ha ido a la 6ª Noche hoy no es él, sino un doble dulcificado que solo hablará de lo que la gente bien quiere oír, en tono civilizado e insulso. 

Aquí largan todos, Garzón, Colau, Iglesias, Rivera y hasta Rajoy, quien balbucea las habituales estupideces de registrador y as del mus en el casino de pueblo que encandilan sobremanera a un público entregado, ávido de que lo siga robando la misma manga de sinvergüenzas, corruptos y ladrones que ha venido haciéndolo los últimos cuatro años. Los últimos 400 años.  Por eso, el sobresueldos de La Moncloa promete a quien quiere escucharlo estabilidad, orden y disciplina: se seguirá robando como antes, como siempre, como toda la vida. Seguirán robando los de buena estirpe, los nacionales.
 
Como Sánchez no habla, no dice nada, está oculto, refugiado en un rincón, a ver si pasa la tormenta, entre los socialistas reina cierta animación. Han reaparecido Rubalcaba y Bono, que son como los Hernández y Fernández de una historia de "Tintín y el misterio del jarrón chino parlanchín". Los dos flanquean encantados a esa vieja gloria del socialismo hispano, Felipe González, que, sin duda, tuvo su día, pero ya lleva bastante tiempo diciendo tonterías de neoliberal revenido, probablemente inspiradas por su gran amigo Cebrián, el seudointelectual al servicio de la derecha que se ha cargado el único experimento de medio de comunicación libre que había en el país.
 
Esta es la guardia pretoriana que tiene al tímido pretor Sánchez escondido en la alcoba sin atreverse a salir. Ahora le dicen que ya no puede aspirar ni a una miserable coalición con el Sobresueldos.
 
Callado como un sepulcro porque no se atreve a hablar  ni tiene valor para decir lo que todo el mundo está esperando, incluidos sus adversarios de la derecha: que presenta una moción de censura. Eso es lo que hubiera tenido que anunciar en la televisión, en lugar de esos discursos sin substancia alguna y que nadie toma en consideración. No, Pedro Sánchez no existe, es un personaje de ficción porque si fuera real, de carne y hueso, ya tendría que haber presentado esa moción de censura contra un  gobierno y un partido que no son otra cosa que sendas asociaciones de presuntos ladrones.

dijous, 30 d’abril del 2015

La regeneración consiste en reprimir.

Lo decía ayer un maravillado Palinuro: Rajoy había comparecido en público para afirmar muy enfadado que lo que está pasando es vomitivo, de vergüenza. O sea que él mismo es vomitivo y de vergüenza porque no está pasando nada de lo que él más que nadie no sea responsable. La corrupción, en definitiva, por mencionar el término que hoy está en boca de todos y en la (sucia) conciencia de muchos. Entre ellos, él, que consagró como tesorero al vomitivo Bárcenas, que tuvo en su gobierno durante años a la vergüenza de Mato, que hizo nombrar presidente de Cajamadrid al supervomitivo Rato. Él, que estuvo veinte años cobrando sobresueldos, al parecer, mientras recomendaba austeridad a los demás y gimoteaba falsamente que no llegaba a fin de mes.

Ya ni siquiera disimula. Ha olvidado sus frecuentes proclamas de abanderar la lucha contra la corrupción en España. Obvio. No puede hacerlo porque la corrupción es él, su gobierno y su partido. Así que, hoy por hoy, la lucha citada y la regeneración democrática consisten en no responder de nada de lo que le afecte a él personalmente y parapetarse tras su mayoría en el Congreso para no comparecer jamás e insultar, como se ve, a sus compadres de faenas que, no siendo presidentes del gobierno, andan de juzgado en juzgado, como podría andar y quizá lo haga en el futuro el mismo Rajoy.

Se acabaron las bromas. ¿Explicaciones? Cero. ¿Rendición de cuentas? ¿De qué cuentas, las de la caja A, las de la B, las de los suizos o las de los falcianos? Punto en boca. El PSOE pide una investigación sobre el caso Pujalte. No ha lugar, responde la mayoría del PP, dado que su actividad era legal. Como legal sería, sin duda, la ingeniería fiscal de la esposa del presidente del Congreso que, hace unos años, consiguió quebrar un banco, hazaña que solo han emulado después escasos genios, como Blesa o Rato.

Lleno de paciencia, el PSOE pedirá ahora otra investigación sobre el otro murcianito, Trillo, actual embajador en Londres, que se embolsó una pastuqui siendo diputado por asesorar a un empresario al que luego el gobierno de Castilla y León, en el que el hermano del murcianito es alto funcionario, otorgó unos suculentos contratos públicos. Legal, por supuesto, y hasta ético, pues ¿qué hay más ético y fraterno que un hermano vea con simpatía a otro? El PSOE se quedará con un palmo de narices y, con el PSOE, el conjunto de la población española que querrá saber cómo está el país representado en Londres por un individuo de esta calaña.

Esta losa de la corrupción ha sepultado al gobierno, haga lo que haga y diga lo que diga y no podrá ya salir ni de noche con luna llena porque hasta la Iglesia le ha clavado una estaca en el corazón en forma de crucifijo. Incluso los curas se le han puesto en contra y los obispos rompen públicamente con las políticas del PP y piden perdón por no haber estado al lado de los pobres. Al margen de si, como dicen algunos, los prelados se han hecho de Podemos, quizá a través de ese "círculo espiritual", lo cierto es que, cuando un gobierno español pierde el apoyo de la Iglesia, tiene los días contados.

Los obispos piden perdón por no estar al lado de los pobres. Pues, monseñores, el asunto es simple: devuelvan ustedes a la colectividad los bienes que llevan veinte años sustrayendo en forma de inmatriculaciones subrepticias y expoliadoras, vendan ustedes el ingente patrimonio de la Iglesia y repártanlo entre esos ignorados pobres, renuncien ustedes a la financiación pública y obliguen al cardenal Rouco a vivir en un piso normal, como todo el mundo y no en una especie de palacio, con un nutrido cuerpo de casa.

En cuanto al gobierno, está claro: ni una explicación, ni una indagación, ni una rendición de cuentas. Nada.

Y no solamente no hay que explicar la realidad, sino que corresponde ocultarla. Por eso la señora Aguirre quiere hacer desaparecer a los sin techo de Madrid, muchos de los cuales seguramente lo serán por haber sido desahuciados por las políticas de la señora Aguirre y demás siniestros ángeles exterminadores del neoliberalismo. Mendigos, fuera. Como cuando Botella: putas fuera. O dentro. En la cárcel, por ejemplo, que es lugar al que estos nostálgicos de la dictadura gustan de enviar a la gente de la que no gustan. O los inmigrantes, los sin papeles y, luego, quién sabe, los chavales con piercings o los hombres sin corbata.

La gente es muy dada a protestar cuando la explotan, la roban y, además, se ríen de ella. Y eso es preciso cortarlo porque, siempre según Aguirre, con sus protestas ahuyentan el turismo. Además, añade Fernández Díaz, no hay limites, se confunde la libertad con el libertinaje y no se respeta el principio de autoridad, ni los símbolos patrios, ni la gloria de Dios. Razón por la cual han regenerado la democracia con una Ley Mordaza, que llaman de Seguridad Ciudadana,  una ley que ha sido noticia en la prensa internacional por recordar mucho el espíritu de la Ley de Orden Público de Franco. Una ley que garantiza la impunidad de las fuerzas de seguridad con independencia de la legalidad de su actuación. Una ley que confiere a la policía facultades discrecionales casi judiciales. Una ley de Estado policía.

Lo que necesita este Estado de corrupción y represión que dice estar regenerando democráticamente un país al que esquilma, amordaza y reprime. Por eso, para cerrar el círculo, el ministro de Justicia se propone ahora restablecer la censura.

Han tardado cuatro años, pero lo han hecho: ya estamos otra vez en la dictadura.Y, como siempre, una dictadura de mangantes. Y de zumbados. No les extrañe nada que, aprovechando la llegada de la censura, Fernández Díaz pida la vuelta de la Inquisición.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

divendres, 24 d’abril del 2015

Moción de censura o dimisión.

Señor Pedro Sánchez: si no tiene usted el valor, la inteligencia, la decisión, la honradez y la dignidad necesarias para presentar una moción de censura a este gobierno de corruptos y sinvergüenzas, debe usted dar un paso atrás y dejar el puesto a alguien de su partido que sí los tenga. No obstaculice más, no siga siendo cómplice de este bochorno nacional de un país avanzado gobernado por un puñado de mangantes y embusteros. No defraude más a una población que, si no merece estos gobernantes, menos aun una oposición complaciente, cuando no compinchada con ellos.

Dejen de reírse de la ciudadanía que les paga a ustedes sus sueldos, muy por encima, por cierto, de lo que merecen.

El clamor para que presente usted una moción de censura es ya atronador. Hasta un hombre muy del aparato del PSOE, bien situado y moderado, Eduardo Sotillos, lo pide en un artículo, moción de censura, y muchos otros en su partido lo harían si no tuvieran el miedo típico de los burócratas a perder el puesto. Como lo haría ese segundo suyo, César Luena, que, sobre no servir para nada, salvo para intentar controlarlo todo, ni siquiera sirve para decirle a usted la verdad.

No puede usted ignorar, porque ya no lo ignora nadie, que este es un gobierno presidido por un tipo sin dignidad, ni vergüenza, un embustero compulsivo, un auténtico charlatán, capaz de engañar a la buena gente haciéndola creer que vive con lo justo y que apenas llega a fin de mes cuando cobraba (y quizá siga cobrando) cantidades astronómicas bajo cuerda, sobresueldos de una caja B nutrida de presuntas actividades delictivas, como el resto de sus colaboradores, todos ellos parásitos de este expolio que dura veinte años. Un pájaro que, como Camps, se hacía pagar presuntamente las corbatas, los trajes, los viajes a cuenta de una organización de delincuentes y quién sabe si hasta el confeti de los cumpleaños. Un granuja, vaya.

Y un inútil e incompetente que no solamente ha cargado sobre los más débiles (parados, jóvenes, mujeres, enfermos, dependientes, ancianos) el coste de la crisis, sino que ha destrozado literalmente el país dejándolo mucho peor de como lo encontró con Zapatero pero habiendo beneficiado y enriquecido a sus amigos los ricos, los banqueros, los defraudadores, ladrones y evasores a los que ha amnistiado y a los que proteje a base de destruir todas las instituciones del Estado.

Un inútil e incompetente que ha agredido a Cataluña con sus estúpidas fanfarrias imperiales españolas, su catalanofobia y su instrumentalización de todos los resortes constitucionales para imponer a machamartillo su concepción nacionalcatólica e impedir por la brava que un pueblo pueda opinar libre y democráticamente. Un verdadero necio que, no contento con haber incendiado el independentismo, se ha puesto en manos de los independentistas al condicionar la convocatoria de elecciones generales en España a lo que suceda en Cataluña el 27 de septiembre.

No puede usted ignorar asimismo que este personaje preside un gobierno de mentecatos que parecen sacados de un tebeo de Flechas y Pelayos o de la Sección Femenina, ambos de la Falange; una colección de estantiguas que mueve a risa: meapilas que pasan la vida rezando a las vírgenes o condecorándolas, autoritarios que emplean la policía como una banda de matones para atemorizar a la población o majaderos pagados de sí mismos que consideran los toros patrimonio artístico y enhebran memeces al otorgar premios.

Tampoco puede ignorar que ambos, presidente y gobierno, se apoyan en un partido literalmente repleto de truhanes, mangantes, ladrones, estafadores, chantajistas, evasores, prevaricadores y sinvergüenzas en general, una verdadera asociación de delincuentes que lleva veinte años saqueando el país, como reconoció su secretaria general, Cospedal, con gran escándalo de la prensa que atribuyó la declaración a un lapsus, ignoro por qué cuando es la única verdad que ha dicho en su vida. Un partido que es una empresa del trinque, una organización del robo y el expolio, un chollo para sus afiliados, pues basta con que te saques el carné para que te caiga un puesto para toda la vida, aunque no sepas hacer la o con un canuto, como el actual director de la Guardia Civil, o no llegues ni al graduado escolar, como ese Carromato que tienen chupando del bote en el Ayuntamiento de Madrid a 60.000 euros al año y los miles de carromatos parasitando el resto de España, empezando por los más altos, Rajoy, Aguirre, Arenas, Cospedal y el resto de la tropa de mamandurrios que llevan cuatro lustros viviendo de cine a costa de los impuestos de los españoles o fabricándose ingresos turbios a medida, como esos dos murcianitos que se hacían pagar a precio de oro cada una de sus muy interesantes palabras a un empresario al que, casualmente, le caían contratas públicas adjudicadas por los compis de los dos murcianitos.

Y, si no ignora usted todo esto, si no ignora que España es hoy una ñorda sometida a la tiranía de unos ladrones, sostenida por una jauría de sicarios y esbirros en los medios pagados a peso de oro siempre a cuenta de los contribuyentes; si no ignora usted que el país es una vergüenza en todos los sentidos aquí y fuera de aquí, que la Marca España es otra estafa de trileros, que tenemos a lo mejor de nuestra juventud buscando trabajo en el extranjero porque estos ladrones no les han dejado nada, que tenemos a la gente en el paro porque han entregado el dinero a los bancos y empresarios, que los viejos no llegan a fin de mes porque les han robado el fondo de pensiones, ¿por qué no presenta ya la moción de censura?

Ya sabemos que va a perderse en el Parlamento. Pero también sabemos que se ganará en la calle y en lo medios.

Hay que presentarla por dignidad, por vergüenza, por obligación moral, porque la gente lo ha elegido a usted para que haga algo en su defensa. No para que se equivoque usted de botón en una ley sobre el aborto, no sepa en dónde nació Machado y, sobre todo y lo que es absolutamente imperdonable, no tenga usted la nobleza ni la gallardía de defender a una compañera suya de partido manteniendo su "miembros" y "miembras" que, por si no lo sabe usted, está muy, muy bien dicho.

Así que, si no puede usted dejar de hacer el tonto, y no se atreve a presentar una moción de censura, ¿por qué no se va?

dissabte, 18 d’abril del 2015

Los muertos dominan a los vivos.

El gobierno del PP nació muerto. Al aplicar de inicio un programa electoral contrario al ofrecido, fue sustituido por otro, cuyos miembros eran espectros del pasado, revenants. El propio Rajoy, tras reconocer que carecía de palabra, solo osaba aparecer en público a través del plasma por temor a mostrar sus rasgos cadavéricos.

Toda la gestión del ejecutivo en la Xª Legislatura ha consistido en mantenerse insepulto, sin poder evitar que el hedor se expanda por doquiera. Los sucesivos escándalos de corrupción y los que todo el mundo sabe seguirán estallando como bombas fétidas tiñen el panorama con colores cárdenos y pardos bastante repugnantes.

Además de haber incumplido sus compromisos, el presidente ha mentido en sede parlamentaria; se ha negado sistemáticamente a dar explicaciones ni cuentas de sus actos; ha censurado y manipulado los medios de comunicación convirtiéndolos en una máquina de propaganda; ha gobernado por decreto con desprecio del legislativo; ha politizado todas las intituciones del Estado incluida, en parte, la Justicia; ha corrompido la administración pública a través de unas relaciones a cuatro bandas entre cargos públicos del partido, funcionarios venales, empresarios corruptores y corruptos y delincuentes; ha promovido una legislación autoritaria y represiva en materia de orden público con el fin de sofocar por la fuerza las manifestaciones de descontento.

Todo eso sin conseguir lavar su imagen ni eliminar el hedor de todas sus actuaciones. La última, esa vergonzosa privatización del registro civil que lo beneficia a él personalmente y a sus hermanos, todos registradores de profesión. Ignoro si cabe aducir un caso de desvergüenza individual más claro. Colectiva, desde luego. Sin ir más lejos, la negativa de ayer del gobierno insepulto a publicar la lista de los 705 sospechosos de blanqueo de dinero , cosa propiciada por él mismo merced a su amnistía fiscal.

Ya solo son unos zombies, dirigidos por una sombra espectral que únicamente aparece en recepciones a dignatarios extranjeros y hay quien dice que, en realidad, es un doble. Y cuando ven que van a perder las elecciones por goleada, como en Andalucía, se ponen nerviosos y montan espectáculos como el del roto Rato de ayer, quien ha pasado de autor del milagro económico a villano, enemigo público número uno, pero solo para dejar bien claro dos horas más tarde que la ley no es, ni será con esta gente, igual para todos. Hay personas en la cárcel por haberse manifestado pacíficamente frente a un banco. Pero el que esquilmó el banco en su provecho duerme en su casa, con su familia. Está libre.

Pero es otro cadaver insepulto. Casi convendría que lo llevaran a la morgue de Soto del Real, a hacer compañía a los otros difuntos de este velatorio español, animado por las procesiones del Corpus y los escraches de cristianos de base a esos jardines colgantes de Babilonia en los que hace penitencia Rouco Varela. Un sepelio que empezó al día siguiente de las elecciones de 2011 y no acabará hasta las próximas legislativas, que ya veremos cuándo son.

La vana esperanza. Si estamos esperando a que alguien ponga fin a este fúnebre esperpento, vayamos pensando en otra cosa. Es una vana esperanza. La función la dicta el gobierno. La danza de los muertos marca los ritmos y tiempos de la de los vivos que quizá no estén tan vivos. El gobierno determina lo que se hace, no se hace, se dice o no se dice. Es un dominio absoluto. Y la oposición, supuestamente los vivos, baila a la música que le tocan y recita el papel que le asignan.

El gobierno zombie se enfrenta a dos oposiciones, la parlamentaria y la extraparlamentaria. Pero solo habla y con voz cavernosa de la extraparlamentaria y de las desgracias seguras, el Armagedón que llegará si se vota a los adanes descamisados o a los de chaqueta y corbata. Prueba de que la oposición parlamentaria no le preocupa. Y hace bien. Llegará esta como triste plañidera a recitar la salmodia de que comparezca el presidente que cobraba en sobresueldos y dimita el ministro de Hacienda causante directo de este desaguisado. Se oirán unos gemidos, unas carcajadas sardónicas al fondo de un pasillo tras un plasma y, luego, se hará el silencio. Hasta la próxima en que al séquito socialista le toque volver a hacer de comparsa de esta burla de la sede de la soberanía popular y de los grandes expresos europeos.
 
Pedro Sánchez no se atreve a presentar una moción de censura, que sería lo único que abriría puertas y ventanas, airearía la peste, ventilaría este pudridero politico. Lo disfraza de prudencia y sentido de Estado pero es puro cálculo temeroso, miedo. Miedo a salir trasquilado o algo peor. Pedro no es Daniel. Ni siquiera ve que estos leones no tienen dientes y son espectros, sombras de lo que fueron. Una moción de censura que desgrane ante los españoles la vergüenza de una legislatura consagrada a perfumar el hedor de un cadaver insepulto durante tres años.  
 
Una moción de censura. El mero anuncio de una moción de censura, consolidaría el titubeante liderazgo de Sánchez en su partido y seguramente aumentaría mucho las expectativas del PSOE en estas elecciones porque mostraría a los votantes un puente de mando con alguien al timón.
 
Pero es una vana esperanza, porque no se atreven. Los muertos dominan a los vivos.

divendres, 17 d’abril del 2015

Moción de censura a esta banda de ladrones, ya.


Hoy, la Agencia Tributaria está registrando el domicilio de Rodrigo Rato en busca de pruebas de lo que todo el mundo sospecha y da por descontado, que el pájaro es uno de los mayores ladrones de esta presunta asociación de malhechores llamada PP, presidida por un supuesto corrupto que lleva veinte años cobrando sobresueldos en B y cuatro mintiendo, engañando a todo el mundo y corrompiendo la vida pública española hasta extremos que nadie puede ya aguantar. Lo sorprendente es que este sujeto, que compartió mesa de consejo de ministros con el tal Rato y lo hizo luego nombrar presidente de Caja Madrid, igual que confirmó en sus cargos a los no menos presuntos ladrones Lapuerta y Bárcenas, no haya sido ya llamado a declarar en alguno de los procedimientos judiciales por corrupción que anegan el país y que la policía no esté registrando su domicilio en La Moncloa.

Rato, a quien apoyó todo el PP entusiasmado para la presidencia de Cajamadrid, tiene un historial que daría para una saga en donde la incompetencia iría de la mano con la granujería. Fue el hombre del milagro económico con el que otro siniestro personaje, Aznar, quiso engañar al país, como trató de hacerlo al servicio de los yanquies con las mentiras sobre las "armas de destrucción masiva" en el Irak y como insistió con denuedo con motivo del atentado del 11M, ayudado por Acebes y Rajoy, quien tenía "la convicción moral de que había sido ETA". Un espantoso atentado del que Aznar y su gobierno son y serán para siempre políticamente responsables.
 
Alguien todavía tendrá el morro de sostener que se trata de casos aislados, excepciones personales, ovejas negras. Alguno de esos periodistas mercenarios, que cobran cifras astronómicas por recitar lo que les dicen, insultar a quienes se les ordena y embadurnarlo todo para ocultar las fechorías y robos de quienes les pagan con dineros públicos.
 
Pero no es cierto. No son casos excepcionales. Es algo estructural. Suficientemente claro está ya en sede judicial. El PP no es propiamente hablando un partido político sino algo más parecido a una asociación de malhechores. Sus miembros están en él para forrarse, como ya han confesado en alguna ocasión. El gobierno no es un órgano al servicio del bien común  sino un grupo de apandadores que busca su beneficio propio y el de sus allegados y amigos a base de expoliar lo público, privatizarlo y quedárselo.
 
La última muestra, la desvergüenza con que el sobresueldos, presidente del gobierno, promueve una reforma legal para despojar a la colectividad de los registros civiles, actualmente públicos y gratuitos y entregarlos como un botín para los registradores, siendo él y varios de sus hermanos, beneficiarios directos de este nuevo expolio.
 
¿Qué más hace falta para que los partidos de la oposición reaccionen como es su obligación y presenten una moción de censura a esta pandilla de presuntos chorizos? ¿No ven ustedes que, de no hacerlo, acabaremos por creer que son ustedes cómplices o beneficiarios directos?

dimecres, 8 d’abril del 2015

Los jarrones chinos.


Según noticias llegadas a Palinuro, en el PSOE hay conjuras y conspiraciones sin cuento para mover la silla a Pedro Sánchez. Se recordará aquella metáfora de Felipe González, comparando a un ex-presidente con un jarrón chino, que todo el mundo tiene en alta estima pero nadie sabe en dónde colocarlo para que estorbe menos. Desde entonces las cosas han cambiado, pero a peor. Ya no es un jarrón solo; son cuatro. Además no ejercen únicamente los expresidentes; también lo hacen los exministros. Nadie los estima en mucho sino más bien en poco. El último que conservaba algo de autoridad, González, se la ha ido dejando en los consejos de administración de empresas privadas o privatizadas. Pero estorban con denuedo. Están convencidos de que este Pedro Sánchez, un advenedizo salido de la nada, es un temerario ignorante que necesita guía y consejo en las turbulentas aguas del PSOE. Merece un castigo por no pedirlo y se lo están preparando para el día siguiente a las elecciones de mayo si estas dan resultados muy por debajo de los andaluces, como se prevé.

Los tres jarrones más activos son muy peligrosos porque han sido políticos con poder ahora jubilados por haber llegado a su nivel de incompetencia, incluso sobrepasándolo en algún caso. Nadie cuenta con ellos para nada, así que a calentar asientos en órganos de relumbrón, escribir memorias o intrigar por los cafés de la Villa. Se aburren y, por tanto, dan consejos no solicitados, enredan, se ofrecen como intermediarios y están en todas las salsas de las maniobras para quitar a uno, apoyar a otro, dejar caer a un tercero y amargar la vida al secretario general mientras se hace un lugar al sol en este mundo de sombras. Las sombras de la pavorosa incompetencia de Zapatero al afrontar la crisis, cuando falló a los de ¡no nos falles!; las del vaticanismo de Bono, un socialista nacionalcatólico; las del integrismo de Rubalcaba, monárquico y partidario de una España fuertemente centralizada

Estos tres jarrones chinos, como los tres mosqueteros de Dumas, han resultado ser cuatro. El cuarto, González, no es un joven gascón, bravo cuanto ingenuo, sino un abuelo algo gruñón que presume de experiencia y saberes arcanos. Pero su efecto es devastador. Salió en apoyo incondicional de Susana Díaz, dando por sentado que su horizonte político era Andalucía pero dictaminando que el liderazgo de Sánchez estaba en periodo de prueba. Un precario, vamos.

Pedro Sánchez tiene que consolidar su posición en el PSOE en las elecciones de mayo si quiere triunfar en las primarias a la candidatura a la presidencia del gobierno. Esta formulación es errónea en el fondo pues en España no elegimos presidentes de gobierno sino listas de partidos. Son los partidos los que ganan o pierden elecciones. Se lo ha dicho Rajoy a los suyos en la asamblea del Consejo Nacional que los periodistas han seguido por plasma para que recuerden de dónde vienen: son los siglas, estúpidos. 

Votamos partidos y lo primero que se exige a estos es que estén bien avenidos. Es elemental. Nadie confía la administración de sus cosas a quienes andan a la gresca entre ellos. Los augurios de IU y UPyD son negros precisamente por este factor de discordia interna.  Así que los jarrones chinos, si no quieren verse de tazas de Sèvres en una almoneda, deberán dejar de minar el terreno que pisa Sánchez y quedarse tranquilos en sus casas, haciendo algo útil para la colectividad. 

En cuanto al propio Sánchez, su interés por ganar las elecciones de mayo no puede distraerlo de su tarea de oposición parlamentaria. Ahí es donde va a medírsele, dado que no se presenta a alcalde ni presidente de ninguna Comunidad. Y por eso, lo mejor es que muestre su talla presentando una moción de censura que nadie sabe por qué el PSOE no ha pedido aún.

(La primera foto es de Wikimedia Commons, con licencia Creative Commons. La segunda de Wikimedia Commons, con licencia Creative Commons. La tercera de Wikimedia Commons, con licencia Creative Commons. La cuarta de de Wikimedia Commons, con licencia Creative Commons).

dissabte, 4 d’abril del 2015

La contabilidad de la banda, colgada en la red.

¿Se acuerda el lector de aquella contabilidad que el PP no quería entregar al juez Ruz, de la que decía que no estaba, que no la conservaba, que la había destruido, que la ley no le obligaba a entregarla que... que...? Mentira, como siempre; como todo lo que dice esta asociación de delincuentes para ocultar sus fechorías. Ahora está toda, desde 1990 a 2011, colgada en la red. Lo ha hecho Anonymous, que la subió a primera hora de la mañana a los servidores de acceso libre. La página de Anonymous en este momento está caída por exceso de tráfico pero, quien tenga curiosidad, puede ir al hashtag #cuentasDelPP, que es ya trending topic.
 
Son miles de páginas,  cientos de megabytes. No son los papeles de Bárcenas, ese otro requisitorio en que se recogen las mordidas que esta colección de sinvergüenzas estuvo repartiéndose durante veinte años, sino que es la contabilidad oficial de la banda, la que esta entregó al Tribunal de Cuentas y la que no entregó. Este Tribunal, por llamarlo de algún modo, un órgano compuesto por parientes, enchufados y correveidiles de los mangantes del gobierno, nunca tiene tiempo para analizar los papeles que se le presentan (y que ya están habitualmente llenos de mentiras), lo hace con cinco años de retraso y nunca encuentra nada incriminatorio, por supuesto. Por eso Anonymous pide ahora la colaboración ciudadana, para facilitar el trabajo a estos inútiles (que cobran una pasta de dineros públicos) para que haga el trabajo a través del análisis colectivo, la inteligencia colectiva.
 
El PP no afirma ni niega nada respecto a los papeles, pero ya ha presentado una denuncia por revelación de secretos, con lo que está admitendo que el contenido es cierto. Y sin duda que lo es. Después de Bárcenas, Camps, Matas, Rajoy, Cospedal, Arenas, Mato, Fabra, Monago, Sepúlveda, Galeote, "el albondiguilla", Granados, González y resto de la tropa, cualquier desfalco, fechoría o mangancia que aparezca resultará creíble. La antología del latrocinio es fabulosa. No debe de quedar caja en la que no hayan metido la mano, incluida la de los pensionistas.
 
Insisto, no son los papeles de Bárcenas. Esos son otros. En ellos están los nombres de todas las empresas del Ibex, constructoras, inmobiliarias y negocios diversos regidos por auténticos ladrones y truhanes (algunos de los cuales, como Díaz Ferrán llevan ya un tiempo entre rejas) que aportaban los dineros de la caja B con la que los galopines gobernantes, empezando por Rajoy, se forraban el riñón. Naturalmente, esas empresas no figuran en la contabilidad hoy colgada porque esta es la contabilidad A, ya que el PP llevaba -y seguirá llevando seguramente- dos contabilidades: la legal y la del choriceo, los sobresueldos, las mordidas y mamonadas, las reformas de las sedes, los gastos de las campañas electorales..., en fin, el robo institucionalizado.
 
Esta es la contabilidad A, la que se enviaba como se enviaba al Tribunal de Cuentas. Y aun así, lo que ya sale es suficientemente significatvo: cuarenta millones de euros en publicidad y gastos de representación. ¿Imagina el lector a qué llamará "gastos de representación" esta cuadrilla de mangantes? ¿A qué llamarán "gastos de representación los tipos que nombraron a los Blesas y los Ratos?
 
De la contabilidad se sigue que el principal financiador del PP, en millones de euros ha sido el Banco Popular, el banco del Opus. El 85% de los gastos del PP, financiados por el banco del Opus. En otros términos, el Opus tiene un partido, que se llama PP. Que, además, ese partido sea una colección de presuntos delincuentes, prueba que en este mndo de Dios hay de todo. Y por eso este gobierno está trufado de seguidores de esta triste secta ultrarreaccionaria, gentes como el dimitido Ruiz Gallarón o ese Fernández Díaz, evidentemente un desequilibrado con síndrome de cenobio. Y no solo eso: ¿alguien cree que es coincidencia la analogía de los nombres? Tanto el banco carcunda como su partido han prescindido del sustantivo en sus nombres publicitarios y se hacen llamar Popular el primero y Populares los segundos, en un  mensaje cargado de significado. El banco más reaccionario y el partido más antipopular monopolizan y substantivan el adjetvo popular con una finalidad evidentemente embustera y demagógica.
 
Y, mientras tanto, la oposición, sobre todo el PSOE, en Babia, tomándose en serio a esta partida de estafadores y contribuyendo con ello a engañar a la gente, en lugar de presentar una moción de censura de una vez con el argumento de que no es de recibo que un país esté gobernado por un partido al que un juez imputa un delito y por un presidente presunto beneficiario de ese delito por habrer cobrado dineros negros en B.
 
De verdad, es increíble.

dimecres, 1 d’abril del 2015

Barcegate y Mariano Nixon.


Son muchos los parecidos. La misma obstinación en no reconocer los hechos. Las mismas maniobras de todo tipo para tratar de ocultarlos. Las mismas triquiñuelas para destruir pruebas. El mismo aferrarse al cargo, supeditando el gobierno a su defensa procesal. Idénticas exculpaciones personales gimoteantes: "soy una persona honrada", "no estoy en esto por dinero", etc.

La acción lenta pero inexorable de la justicia deja cada vez menor margen y acogota a un gobierno presidido por el presidente de un partido que aparece imputado en un delito fiscal. Y esto que en cualquier país del mundo haría dimitir al presidente, no es sino el comienzo del via crucis de la corrupción. En el proceso de la Gürtel, primera sesión, la fiscalía ha traído un testigo sorpresa y las demás partes han pedido aplazar la vista mientras, al tiempo, recusan todo lo que se mueva. De estos asuntos, comparecencias inesperadas, nuevas pruebas comprometedoras, revelaciones destructivas, cabe esperar buena provisión a lo largo de la vista. Estamos en ese momento procesal que carece de nombre técnico porque el popular es satisfactorio: sálvese quien pueda.

El otro caso, el más grave para el partido y el gobierno, el de Bárcenas, se abrirá después de las elecciones. Pero eso no es consuelo porque son tantas sus ramificaciones que seguirá ocupando primeras durante todo este tiempo. Ayer mismo la jueza detectó pagos de sobresueldos a cargos del PP en Ourense atribuidos a la caja B, esa de la que todo el mundo menos Rajoy ha oído hablar y en la que muchos miembros del PP, hasta los de las tierras del Preste Juan, han metido la mano, menos Rajoy, claro es.

Pruebas de lo anterior. En este sálvese quien pueda, Bárcenas atribuyó el fraude fiscal del PP a Rajoy, Cospedal, Arenas y Acebes con una razón poderosa: los estatutos del PP confieren la responsabilidad financiera a los secretarios generales y los cuatro lo han sido. Rajoy también. De hecho, el asunto es tan obvio que, según parece, Ruz consideró la posibilidad de imputar al presidente. Al final no lo hizo, no se sabe bien por qué. De hecho, no imputó a ningún secretario general sino que se limitó a hablar del "núcleo dirigente" del PP.

Está bien claro quién es el "núcleo dirigente" del PP. Y se hace obligada una pregunta: ¿se puede ser gobernante de un país bajo riesgo verosímil de estar imputado en un proceso penal?

Esta cuestión ha llevado al PSOE, parte en la causa, a pedir que se impute asimismo a Arenas y Cospedal, pues Ruz ya lo ha hecho con el ex-jefe de prensa del primero. Curiosamente, el PSOE parece haber sopesado también la posibilidad de pedir la imputación de Rajoy, pero ha renunciado a ella. Sin que tampoco se entiendan bien las razones. Tan secretarios generales han sido Arenas, Acebes y Cospedal como Rajoy.

¿Por qué no se pide también en el recurso del PSOE la imputación de Rajoy? Probablemente por una razón que unos llamarán "sentido de Estado", otros "prudencia" y otros "miedo". La firme determinación de Mariano Nixon de hundirse con todo el partido en las próximas elecciones de mayo tiene preocupado a todo el mundo, empezando por los suyos. Los sondeos auguran pérdidas a granel . y hasta la Alcaldía de Madrid, convertida en el Gibraltar de Esperanza Aguirre, dama del Imperio británico, puede perderse a manos de una izquierda pintivariada cuyos dos puntos fuertes son Carmena y Carmona. A ver quién es el primero en sacar punta al binomio. Carmena ha arrancado muy bien, muy técnica, seria, en su sitio. Carmona debiera dejar de imitar a Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. Lo hace fatal.

Así que el PSOE, perro ladrador pero no mordedor, por no complicar las cosas, no pide la imputación del máximo responsable político de esta trama. Si lo hiciera tendría que explicar por qué pide la imputación penal del presidente pero no le presenta una moción de censura en el Parlamento. 

Del "sentido de Estado" y la "prudencia" a la complicidad no hay más que un paso. 

dimarts, 24 de març del 2015

Moción de censura a esta tropa.

El juez Ruz ha concluido su instrucción del caso Bárcenas, la caja B, los sobresueldos y otras presuntas mangancias del partido incompatible con la corrupción. Solo se trata de una pieza de ese gigantesco entramado de presunta delincuencia que ha erigido en veinte años el PP. Una construcción tenebrosa, grotesca, casi gótica, como una de esas cárceles imaginarias de Piranesi, pero cuyo descubrimiento ha conmovido el sistema político español. El reino de España reducido a la peripecia personal de un presidente que debió haber dimitido desde el primer día, pero que se ha empeñado en apurar las heces de la copa y hacérselas tragar al conjunto de la sociedad.

De este auto de Ruz seguramente no se derivarán consecuencias jurídicas de importancia dado que el comportamiento más reprobable moralmente, la financiación ilegal, no es delito y muchos otros posibles han prescrito y, de poder juzgar alguno, sería por fraude fiscal. Una situación similar a la de Al Capone en su día.

Pero si, jurídicamente hablando, el auto de Ruz tiene solo un valor informativo, dadas las peculiaridades de nuestro ordenamiento, políticamente es una narración explosiva. El escrito del juez es un relato que podría incorporarse a la gloriosa historia de la literatura picaresca a gran escala. El PP lleva por lo menos 18 años financiándose ilegalmente a través de una caja B o doble contabilidad oculta en la que gestionaba los fondos que recibía sin deber y de los que se nutrían los más diversos cargos, mordidas, chanchullos, comisiones, pagos en negro, sobresueldos. El reino de la corrupción extendida e impune.

El responsable político por partida doble de este quilombo de cimarrones de la ley es Rajoy, como presidente del partido y del gobierno. En cualquier otro país del mundo, un mandatario en esta situación procesal, presidente de un partido al que un juez imputa delitos, hubiera dimitido ya. Aquí, no. Aquí es al revés y es el sospechoso de corrupción el que trata de hacer dimitir a los jueces o que los inhabiliten.

En su célebre comparecencia parlamentaria del 1º de agosto de 2013, que tachonó de mentiras, Rajoy aseguró enfáticamente que en el PP no había caja B. El juez la da por probada. Solo por eso, Rajoy debiera haberse ido. Pero espérense ustedes no pague el juez caro su atrevimiento. No pudo negar los sobresueldos, pero los equiparó a los pluses de productividad de las empresas, lo cual es tan verosímil como comparar el PP con Cáritas. Al no colar lo de los pluses de productividad, los perceptores de sobresueldos en el PP, empezando por Rajoy, callan; no afirman ni deniegan haber estado forrándose. En esa sesión tuvo que admitir la autoría de unos infamantes SMS a Bárcenas ya en la cárcel que revelan un talante de absoluta complicidad.

Y, después de esto, colorín colorado. Ni una explicación más sobre la corrupción que ha seguido creciendo hasta inundarlo todo y ser la segunda preocupación de los españoles. Es lo que Hernando, portavoz parlamentario de esta asociación de sobre-cogedores, llama "haber dado suficientes explicaciones". O sea, ni una. Pero el gobierno se ha dedicado a obstaculizar la acción de la justicia de mil maneras a fin de impedir que se aclaren los hechos. Ha destruido pruebas, demorado su entrega, se ha personado en la causa en posible fraude procesal, ha presionado a los jueces, maniobrado en todas las instancias con el único objetivo de impedir que el presidente se siente en el banquillo y ha embarullado cuanto ha podido. Todo el aparato del Estado al servicio de la defensa procesal del presidente, desde la presidencia del Congreso a la Agencia Tributaria.

Presidente que sigue y seguirá negándose a comparecer en sede parlamentaria o a dar ruedas de prensa abiertas con proguntas libres y no pactadas. La oposición, muy enfadada, casi indignada, anuncia que estrechará el cerco sobre Rajoy y pedirá, como cada martes, su comparecencia que su guardia pretoriana negará en redondo también como cada martes. Bueno, además, se freirá a preguntas al ministro Montoro cuyas andanzas, recientemente descubiertas, darían para un segundo Buscón don Pablos. Hasta es posible que se pida su reprobación. Vale igualmente. Montoro contestará lo que le dé la gana y de reprobación, ni se hablará.

Si la oposición mayoritaria socialista quiere que se la tome en serio, tendrá que hacer algo más consistente que lamentarse sentada en el zaguán de su grupo parlamentario o chivarse a los periodistas de que no la dejan hablar.

Tendrá que presentar una moción de censura, como es su derecho y su obligación en una situación de emergencia crítica, con un gobierno únicamente pendiente de que no lo enchironen.

Palinuro se niega a explicar las ventajas e inconvenientes de la moción de censura. Ya lo hizo en su día. Basta con refrescar. Solo una moción de censura puede clarificar la situación y devolver al electorado la confianza de que hay un recambio. Es el momento de Sánchez para consolidar su posición. Puede aprovechar las sinergias de la victoria de su partido en Andalucía, en donde ha derrotado rotundamente al del gobierno y ha detenido el avance de los novísimos que se han limitado a destrozar el huerto de la familia.

Permítase por un momento a Palinuro interpretar uno de los papeles dramáticos más impresionantes, el de Lady Macbeth cuando le dice a su marido: ¿No te atreves a hacer lo que deseas? Y escúchese si Sánchez responde, como Macbeth: Me atrevo a lo que deba atreverse un hombre. Quien se atreva a más, no lo es.

dissabte, 14 de març del 2015

Moción de censura.


El paquidermo se mueve. El grupo parlamentario socialista anuncia una serie de medidas para ejercer con más contundencia su función de oposición y evitar que "se vaya de rositas" un presidente que se muestra "reiteradamente en rebeldía, como en la última sesión de control del Congreso, para no dar explicaciones respecto a la trama Gürtel”. Bien.

Además, el PSOE pretende poner de relieve cómo el gobierno torpedea la investigación de la Gürtel, para lo cual ha pedido ya la reprobación del ministro Montoro por "su falta de colaboración y obstaculización en la investigación del caso Gürtel que se lleva a cabo en la Audiencia Nacional" y pedirá la semana entrante la de la vicepresidenta Sáenz de Santamaría si la Agencia Tributaria no presenta los informes sobre la Gürtel exigidos por el juez Ruz. También bien.

Por último, los socialistas anuncian que van a pedir "la comparecencia del presidente del Gobierno en todas las juntas de portavoces” para que rinda cuentas porque es también "presidente de un PP que ha sido conminado por el juez Ruz a depositar una fianza de 245.000 euros por haber sido partícipe a título lucrativo de la trama Gürtel de financiación irregular". Bien también, muy bien.

Pero insuficiente. Montoro no hará nada; Sáenz de Santamaría, tampoco. Y Rajoy seguirá sin comparecer porque la mayoría absoluta del PP bloqueará todas las peticiones de comparecencia. No vaticino nada. Es lo que ha hecho hasta ahora y piensa seguir haciendo ya que, según dice, el presidente ha dado suficientes explicaciones.

Si el PSOE quiere de verdad que se hable de la Gürtel, o sea, de la corrupción, en el Congreso solo puede conseguirlo mediante una moción de censura (art. 113 de la CE) que la Mesa del Congreso está obligada a admitir a trámite si reúne los requisitos formales (art. 176, 1 del Reglamento del Congreso). A las peticiones de comparecencia el gobierno puede negarse y se niega; a la moción de censura, no. Ya se sabe que no se ganará en votos, salvo que algunos diputados del PP voten a favor de ella, una hipótesis de escasa verosimilitud. No, no se ganará en votos, lo cual tampoco es grave, pues queda poca legislatura, pero puede ganarse en la calle, en el debate político, en los medios, españoles y extranjeros. El candidato derrotado, Sánchez, podría emerger como el candidato triunfador y promesa de salida de una situación que no parece tenerla. Puede ser o puede no ser. Es un riesgo. Pero el riesgo es la esencia de la acción política.

Presentada la moción, cualquier firmante de esta dispone de tiempo ilimitado para explicarla y justificarla. Luego, el candidato propuesto, Sánchez, tendrá también tiempo ilimitado para exponer su programa. Tienen horas para argumentar, explicar, criticar, denunciar, reprobar y horas para exponer sus propuestas en positivo, sus planes, sus proyectos, sus reformas. Y con cobertura total de medios. Esa defensa equivaldrá a cientos de mítines, entrevistas, miles de tertulias. De hecho, alimentará otros miles de tertulias como comidilla preferente. El tema será el discurso de Sánchez, las ideas de Sánchez, sus propuestas.

¿Podrían ser las de los otros? Lo tienen crudo. En primer lugar, van de contestación, de contrainiciativa, con tiempo tasado de treinta minutos más de diez de gracia. Es difícil imaginar que Rajoy pueda leer un texto inteligible en cuarenta minutos en respuesta a algo que no conoce, aunque se lo malicie. Pero es que, además, no está obligado a responder personalmente; ni nadie del gobierno; en el fondo, nadie a secas. El Reglamento prevé que la respuesta correrá a cargo de cualquier miembro de cada grupo parlamentario que lo solicite. "Con no solicitarlo", pensará Rajoy a quien la teoría de la no decisión parece siempre más racional que la de la decisión, "asunto resuelto. Se vota, pierden y ya tal". Por lo que hace a su grupo y quizá algún otro, así será. Pero, si piensa que los demás grupos de la oposición perderán la oportunidad de estar 40 minutos poniéndolo cual no digan dueñas, es que no conoce a sus colegas del hemiciclo. Seguramente repartirán generosamente sus mandobles al PP y al PSOE, sobre todo los que sostienen que son lo mismo. Y ya no hablo de lo que dirán los independentistas catalanes, que vendrán encendidos.

¿Puede el PP dejar sin respuesta la defensa de la moción de censura? ¿Puede el gobierno? ¿Puede Rajoy no contestar a lo que le va a caer?

Y eso en un ambiente enrarecido por una convocatoria electoral tras otra.

dijous, 12 de març del 2015

Carta abierta a Pedro Sánchez
.

¿Quiere usted ganar las elecciones o no? Diga la verdad; no haga perder el tiempo a la gente. Si quiere usted ganar las elecciones tiene usted que presentar una moción de censura en el Parlamento a un gobierno deslegitimado, desprestigiado, acosado, bajo sospecha y a punto de entrar en la vía penal. ¿Por qué no lo hace?

¿Tiene miedo? Vénzalo.

¿Teme que su adversario le saque los EREs y se encastille en el "y tú más", que lo hará sin duda? Aguántese, dé explicaciones sobre la corrupción socialista, acepte el reproche, haga la crítica, enumere las medidas que han adoptado para impedir que se repita. Y haga ver a Susana Díaz, de paso, que es usted quien defiende al PSA y le saca las castañas del fuego y no al revés, como ella parece pretender. Acepte la parte que le corresponde, aprenda de paso lo caro que se paga que en el PSOE haya también ladrones y sinvergüenzas como en el PP, y pase sin más al ataque. Insista en la línea del debate sobre el Estado de la nación: usted es un político limpio. Esa es su fuerza. Un político de cambio y renovación, sin chanchullos a su espalda, con liderazgo y capacidad. No viene usted, como Rajoy, a pedir a la gente que vote "cambio" cuando él lleva veinticinco años atornillado a la poltrona, cobrando sobresueldos, y amparando la inmensa corrupción de su partido, la financiación ilegal, los fraudes, expolios, pelotazos. Lo tiene usted facilísimo: ¿qué crédito puede tener quien lleva más de veinte años en los papeles de Bárcenas en su caja A, B C y las que sean? ¿Cómo van a renovar nada Aguirre, Cospedal, Arenas, Pons, Floriano, Carromato y los seis mil asesores y demás beneficiarios de la mayor y más siniestra trama de corrupción de la historia de España, unos políticos profesionales y embusteros?

Ataque pues la corrupción, que es la base del PP, un partido que muchos consideran una banda de ladrones. Y siga mostrando que esa banda ha hecho y está haciendo pagar injustamente la crisis a los más débiles, a los parados, los trabajadores, los jóvenes, los dependientes, los niños, los ancianos a los que que expolia mientras ellos roban a mansalva, defraudan los dineros públicos, saquean las cajas y se llevan las fortunas a Suiza, a Andorra, a las Caimán.

Añada que la moción de censura se hace obligada por cuanto, desde el primer momento, amparado en su mayoría rodillo, el gobierno ha decidido ignorar el parlamento, gobernar por decreto ley, no comparecer jamás, no dar explicaciones, no dejar que la oposición pueda pedirlas, no dejarla hablar, controlar y censurar los medios de comunicación y pervertir el sentido de todas las instituciones, empezando por la división de poderes, a ver si consigue salvarse de un proceso penal, evitar su posible condena por delincuente.

De todo esto se sigue que tiene usted no solo el derecho sino el deber, la obligación moral y política de presentar una moción de censura en nombre de los ciudadanos a quienes se ha engañado sistemáticamente, defraudado, robado, expoliado, ignorado y, ahora, se reprime a lo bestia  por medio de una Ley Mordaza de clara estructura, contenido y forma fascistas.

Ciertamente, no la ganaría en el Parlamento, eso ya se sabe. Pero la ganaría en la calle, en los medios, en la opinión pública. La población podría escucharle y quizá llegara a la conclusión de que usted merecería más su voto que este embustero empedernido enquistado en un poder que detenta mediante engaños y falsedades.

¿No se atreve usted? ¿Le falta coraje? ¿Sus asesores se lo desaconsejan?

Parece mentira. ¿No está pidiendo usted el voto y la confianza a los ciudadanos? ¿Para cuándo? ¿Para noviembre? ¿Y no ve usted, así como sus asesores, que esa petición de voto y confianza sería respondida  si demostrara usted, como es su obligación, que es merecedor de ellos?

¿No lo ve? O sea, no solo les falta a ustedes valor; también les faltan luces.

(La imagen es una foto de Wikimedia Commons, con licencia Creative Commons).

dimecres, 11 de març del 2015

La oposición del gobierno a la oposición o el No sostenido mayor.


En Gran Bretaña, la oposición parlamentaria forma el "gabinete en la sombra" o shadow cabinet, que tiene un acceso privilegiado a los asuntos del gobierno, ministerio por ministerio, y debate directamente con él en la Cámara de los Comunes con una envidiable libertad y frecuencia en las intervenciones. En España no hay "gobierno en la sombra" ni en la oscuridad del Tártaro. No hay ni oposición. Al menos en estado parlante. No la dejan hablar. El gobierno se niega a comparecer en sede parlamentaria y a dar explicaciones de sus actos
con el argumento de que ya lo ha hecho muchas veces. En primer lugar, eso es falso. El gobierno no ha dado explicación alguna sobre corrupción desde aquella remota comparecencia un 1º de agosto de 2013 en la que, además, mintió. En segundo lugar, aunque fuera cierto, ya que las gentes a veces se creen sus propias trolas, ¿qué? Tan abundantes explicaciones no han servido para nada porque las cosas están peor que nunca. En cualquier momento un juez puede llamar a declarar a Rajoy. Hay mucho que explicar.

¿Y la oposición? Quejándose amargamente y repitiendo la letanía de la falta de respeto al Parlamento, el gobierno autoritario, el rodillo, el abuso de mayoría y otras figuras poéticas. Pero a tragar. A tragar con el silencio y escuchar al portavoz Hernando decir de Podemos que "se han puesto morados" con el chavismo. Él, que parece haberse puesto morado con los sobresueldos.

Tragan porque quieren, porque les gusta que los ninguneen y los desprecien. De otro modo, ya habrían presentado una moción de censura. Es su derecho y es su deber.

dimarts, 3 de març del 2015

La corrupción como escenario.

Los gobernantes autonómicos madrileños se llevan mal con la policía o la parapolicía. Aguirre con la municipal y su sucesor González con la federal. Aquella acusaba a los agentes de movilidad de no dejarla moverse para alcanzar la fama por la vía de la multa. Este, de chantaje o extorsión, nada menos, a cuenta de un ático más famoso ya que el Castillo de Otranto.

Esto, ¿va en serio? Quieren enfrentar en la Comunidad de Madrid a este buen hombre, que tiene a toda su familia enchufada en la administración, incluido un octogenario pariente, a un catedrático de Metafísica. Algo no encaja aquí. Hay una disonancia patente. Por mucha clientela que crea tener este profesional de la política, el tirón de Gabilondo va a ser demoledor. Limpieza, sentido común, honradez y sosiego. Un cocktail vencedor. ¿Con qué van a responder?

La corrupción lo devora todo, empezando por la capacidad de acción de los partidos. ¿Cómo va a presentar el PP de candidato a uno que acusa a la policía de extorsionar? Ciertamente, es lo que hacía Cospedal cuando acusaba a los socialistas de haber montado un estado policial y de tener a la policía a su servicio. Pero Cospedal estaba entonces en la oposición. González está en el gobierno, es el gobierno. Si acusa, tiene que querellarse y llevar de candidato a un querellante en un asunto privado de un ático misterioso puede ser una fuente de conflictos.

Es la corrupción general, que embota la capacidad de juicio y nos hace ver como normal lo que hasta ayer hubiera sido impensable. El personal se entera ahora de que Hacienda detecta que Caja Madrid no tributó por todas las retribuciones de Blesa entre 2004 y 2006. Blesa, el nombrado por Aznar. Retribuciones estratosféricas, por supuesto. Y nadie pregunta sorprendido: "Pero, este pavo, ¿todavía está en la calle?" Pues sí, libre como los pájaros y, con su experiencia, capacidad, medios y habilidad, estará haciendo maravillas. ¿No está el amigo Bárcenas disfrutando de unas merecidas vacaciones en Baqueira Beret (creo), lugar de reconocida prestancia?

La corrupción generalizada cambia modos y formas, muda criterios. Los Pujol parecen ser un clan del expolio, pero ahí están todos, en las televisiones, las noticias, las comparecencias, sin parar de hablar, dibujando un mundo que va a necesitar otro Eduardo Mendoza para retratarlo. La corrupción es un betún que todo lo embadurna. Esta nueva verdad del caso Pujol apunta directamente al corazón del nacionalismo. Se quiera o no. Es muy difícil olvidar que, cuando comenzaron las fisuras de Banca Catalana, Pujol enarboló el pendón de Sant Jordi contra el dragón. Y el dragón era él. Tendrá su peso en votos.

La corrupción cambia las varas de medir. Los avatares de los señores Urdangarin y Rato, ambos con acusaciones vivas, con fianzas multimillonarias que no pueden pagar, están en todas las noticias y reportajes. Vemos a los interesados entrar y salir de casas y coches, ir a declarar, volver de hacerlo. Vidas muy agitadas, desde luego. Lo que no mucha gente entiende es por qué no están entre rejas.
La corrupción tiene paralizado el gobierno. Literalmente. Los jueces acaban de juntar los dos cabos del puente que une el caso Palma Arena con Bárcenas a través de la Gürtel y, de ahí, a la financiación ilegal del PP, las reformas de las sedes. Otro puñado de peces gordos pringados en donaciones, comisiones, adjudicaciones, mordidas. La corrupción es omnipresente. Está en el caso Púnica, el sobrecoste del tranvía de Parla, la aparente estafa de las radiales de Madrid. En todas partes.
Esto es de almoneda. Por eso Palinuro sigue sin comprender por qué la oposición no interpone una moción de censura que podría ser el pistoletazo de salida de un cambio.

dilluns, 2 de març del 2015

Esa moción de censura.

Acostumbrado Palinuro a predicar la conveniencia y hasta el decoro de una moción de censura por los páramos de Castilla, tan áridos como los de Judea, le encanta escuchar alguna otra voz pidiendo lo mismo. Sobre todo si es tan autorizada como la de Odón Elorza. El exalcalde de Donostia publica un artículo en Publicoscopia, valorando el debate sobre el estado de la nación titulado Pedro Sánchez ganó a los puntos pero le faltó remachar. El artículo está muy bien, es equilibrado, justo y nada complaciente. El autor es hombre con criterio. Expresa su deseo de que Sánchez hubiera anunciado la presentación de "una Moción de Censura a Rajoy a la vista del incumplimiento de las promesas electorales, del gran incremento de la desigualdad durante su mandato y de su actitud en el debate pasando de puntillas sobre los casos de corrupción que afectan directamente a la financiación de su partido y las acusaciones delictivas que políticamente le señalan a él como responsable de lo ocurrido en el PP". Pues sí. Tal cual.

Da gusto encontrar un alma fraterna. Palinuro se siente como cuando Robinson descubrió a Viernes. O al revés: se siente Viernes descubierto por Robinson, que en esto del buen salvaje nunca hemos tenido las cosas muy claras los que vamos de civilizados. Da gusto coincidir con otra petición y esta nacida dentro de la Cámara.
 
Hay que presentar una moción de censura para legitimar el Parlamento. Este no puede ser un lugar al que la presidenta en funciones vaya a jugar al Candy Crush. No puede ser un lugar en el que los diputados del gobierno vayan a jalear a su presidente y abroncar al líder de la oposición como si fueran una peña de fútbol y desaparezcan todos como por ensalmo camino de la cafetería en cuanto toman la palabra los portavoces de los grupos minoritarios. No puede ser una apisonadora que imponga los criterios del gobierno sin objeción alguna y aplaste todas las iniciativas de la oposición. No puede ser una claque. No es serio.

La moción de censura se perderá, seguro. Pero dará a Sánchez la ocasión para exponer a la cámara y al país esas propuestas de las que habla Odón Elorza y que pasaron casi inadvertidas en la bronca del debate. Y conviene que así sea para que la ciudadanía pueda contrastar esa información con las toneladas de propaganda a favor del gobierno que ya está soltando la mayoría de los medios.
 
A ver si, aun perdiendo la moción en la votación parlamentaria, Sánchez la ganaría en la votación popular. Eso sí que lo legitimaría sin más dudas como candidato a la presidencia del gobierno. Como alternativa a lo que hay.

(La imagen es una foto de Wikimedia Commons, bajo licencia Creative Commons).