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dimecres, 6 de juliol del 2016

Pequeño bestiario poselectoral

Estase Rajoy quieto, fumando pachorro un puro, como una panzuda araña, junto a la tela que acaba de tejer. Espera que caigan las piezas que le den sustento a base de permitirle formar gobierno, según el encargo que le hará el Rey o zángano mayor del Reino (en sentido estrictamente entomológico) en cumplimiento de los protocolos.

Las primeras en agitar la tela, anunciando su llegada, han sido las moscas canarias. La araña presidencial les hizo los honores y les prometió todo lo que pidieron porque, siendo dos míseros dípteros de liviano porte, tampoco es preciso hacerles gran caso. Su modesta pretensión es que se las considere moscas ultraperífericas y eso no suele ser asunto que se les discuta.

Detrás de las moscas canarias, se espera el moscardón vasco. Este, precedido de un zumbido característico, ya sería una presa considerable, que incrementaría notablemente las huestes del arácnido. Lo malo es esa pretensión de aproximar a los presos vascos a su tierra, euskal presoak euskal herrira, que destroza la intencionalidad punitiva de la dispersión carcelaria, algo que la araña de La Moncloa no puede vender fácilmente entre sus apoyos electorales.

Para cumplir con las formas, el presidente recibirá a las avispas catalanas, insectos sociales, que vienen siempre en enjambres y son muy agresivos. Sus planteamientos suelen ser radicales y el presidente solo puede escucharlos cada seis meses por prescripción facultativa. Si menudearan más podrían provocarle una crisis de identidad nacional.

Tiene la araña puestas muchas esperanzas en la llegada de las efímeras de C's pero sabe que es muy difícil que caigan en su red por su carácter atropellado e inquieto y el hecho de que durando menos de un día, a veces horas, no le sirven para nada y le dejan la tela llena de cadáveres. La efímera mayor, riverana, ha dejado dicho que, sea cual sea su breve sino, rechaza por entero la araña monclovita y se somete a la guía de la cigarra del PSOE, la única que, por su tamaño, puede romper la aciaga tela.

Por allí ha de pasar también la mantis religiosa de Podemos, pero su visita será meramente protocolaria. Tras haberse desposado con IU y haberla devorado, en consecuencia, mira ahora con ojos libidofágicos al PSOE, aunque en la duda de si, para devorarlo a su vez, tiene que casarse con él en un gobierno "de progreso" o enfrentarse a él en la lucha por la hegemonía.

Solo la cigarra del PSOE, con el poderoso canto de sus élitros, puede encabezar una turba de insectos que rompa la tela de araña y establezca un reinado nuevo. 

En el fondo, irónicamente, esta pequeña fábula expresa una situación muy parecida a la del pasado 20 de diciembre. Es verdad que el PP ha reforzado ligeramente su posición. pero sigue siendo la opción que nadie quiere y menos encabezada por el presidente de los sobresueldos. El eje central de la situación sigue siendo el PSOE y, en último término, será el responsable de que haya o no gobierno y de qué orientación. Esta centralidad socialista aparece matizada por la presencia de Podemos que no alcanza a imponer su criterio pero sí a frustrar el del vecino.

Esa fue la situación que Podemos no fue capaz de resolver el 20 de diciembre. Y no se ve cómo lo hará ahora cuando las circunstancias han cambiado muy poco y a peor. La palinodia coral que los de Podemos llevan entonando hace diez días (Iglesias, Echenique, Errejón, Garzón, Llamazares, Montero: no paran de hablar y contradecirse) permite augurar lo peor: una decisión no bien medida que haga inevitables nuevas elecciones en las cuales el partido puede desaparecer sin más.

dilluns, 4 de juliol del 2016

El Mediterráneo

Es tranquilizador saber que el Mediterráneo lleva muchos siglos descubierto. De no ser así viviríamos en continua zozobra cada vez que alguno de estos estrategas de la ciencia del poder, pensara que lo ha descubierto él solo. Las continuas invocaciones a la calma dentro de Podemos atemperan el nervioso análisis de las causas de su derrota. El caso es hacer todo tipo de equilibrios para no dar con la más obvia de que quienes no te han votado es porque no te quieren. Todavía quedan Mediterráneos cuyo descubrimiento sembrará de luz el camino del futuro.

En la cresta de la más reciente ola de negar que el resultado del 26J haya sido una derrota para la formación morada cuando, en verdad, ha sido un triunfo resplandeciente, Iglesias sostiene que, en definitia, no pasa nada, que ahora toca estar en la oposición pero, dentro de poco habrá otra cita electoral que esperan ganar. Ganar, perder; perder, ganar. Eso es lo único que importa a estos teóricos políticos de Juego de Tronos cuya elemental cháchara pone al desnudo sus más ocultos deseos. Iglesias se ve en la oposición y, para aliviar su disgusto, descubre el Mediterráneo asegurando que eso es lo normal en un sistema parlamentario: hoy en la oposición y mañana en el gobierno. Estupendo. Eso quiere decir que no piensa formar gobierno en modo alguno, es decir que no quiere un gobierno de progreso o de izquierda a favor de los que va cantando por las esquinas. ¿O debemos decir que no quiere que el PSOE puede formar gobierno bajo ningún concepto?

Mediterráneo: hoy en la oposición, mañana en el gobierno. Pero ese mañana son cuatro años. Cuatro años de gobierno de esta derecha corrupta, ladrona, neofranquista y ultrarreaccionaria. Bueno, eso a él no le afecta. Afecta a la gente, sí, que las pasará canutas otros cuatro años cuando esto se pudo evitar simplemente formando un gobierno de izquierda después de las elecciones de diciembre y aun se puede evitar formándolo ahora. Algo sin interés. Es verdad que cuatro años más de esta ignominia, de esta vergüenza de inútiles apandadores que pasan más tiempo en sus cuestiones procesales que en las políticas, a los jefes de Podemos no les afecta gran cosa y solo afectan a la gente. Pero ¿quién es la gente? Obvio, la materia prima de que está hecho el populismo redentor. Pero solo cada cuatro años. Ahora toca disolverse y prepararse para la victoria en cuatro años más manteniendo sobre todo firme la unidad del partido.

Que eso sea una quimera no se le alcanza a quienes han sustituido la experiencia de la que carecen por la voluntad bolchevique de asaltar los cielos en segundas o terceras instancias o nupcias. Ya hay un inevitable enfrentamiento entre Garzón y Errejón que, además, tiene toques de inquina personal muy fuerte. En IU, mar de fondo (que no tardará en convertirse en tormenta) al ver que la función de comparsa en Unidos Podemos no da mayor visibilidad a la organización sino que la sumerge en el olvido y la irrelevancia. Para animarla, este enfrentamiento dialéctico entre los dos números doses de UP: el genuino, fábrica de la casa, Errejón, con su culteranismo gongorista y gramsciano que cada vez es más cómico, y el adoptado o asimilado, Garzón, con su habla aparentemente ingenua, pero henchida de soberbia intelectual, alimentada en la convicción de la infalibilidad de las doctrinas marxistas.

Todavía se descubrirán más Mediterráneos, pero Podemos es ya una jaula de grillos. Y todos bastante pedantes.

dissabte, 2 de juliol del 2016

Hacia las terceras elecciones

A medida que pasan los días está más claro que el resultado de las elecciones del 26J es tan endemoniado como el de las del 20 de diciembre, si no más. Ningún partido alcanza la mayoría absoluta, y solo lo logra la combinación del PP y el PSOE, la Grosse Koalition de la que ningún socialista quiere oír hablar. Todas las demás posibles coaliciones necesitan un tercer partido o, cuando menos, su abstención. Peculiaridades del multipartidismo frente al paralizante y corrupto bipartidismo que todo dios quería quitarse de encima y ahora todos añoran porque empiezan a ver con espanto que la opción terceras elecciones no es tan descabellada. Nadie dice quererlas y todos aseguran estar dispuestos a dejarse la piel para que no se repitan. Nuestros políticos son como algunos reptiles: cambian de piel de cuando en cuando y no solo de camisa o chaqueta.

Eso es lo que dicen, pero no lo que piensan. Las elecciones son como los juegos de cartas para los ludópatas. Todo jugador empedernido que ha perdido una mano quiere que se reparta juego de nuevo porque la adicción lo impulsa a creer que esta vez sí ganará la votación, la apuesta, el monte, lo que sea y, de esta forma, acaba saliendo del casino en una barrica de amontillado. 

No obstante, dos factores les retienen a la hora de hacer públicos sus anhelos: a) el temor a que la opinión pública, cabreada con la reiteración, reaccione con virulencia y, relacionado con el anterior, b) que se exija cambiar los líderes dos veces fracasados por otros. Es decir, en el fondo quieren elecciones pero no quieren aparecer como los causantes y pretenden seguir presentando sus candidaturas por inverosímil que parezca.

Nos esperan pues dos meses con el habitual baile antes de la convocatoria en los que las distintas opciones irán fracasando. La primera de todas, la del PP que, no pudiendo convencer al PSOE de que se suicide en el sidecar de su moto, agumenta la peregrina teoría de que debe gobernar el partido más votado, o sea el suyo, por no otra razón que porque es el suyo ya que ni el sentido común ni la Constitución auspician en modo alguno semejante derecho en un regimen parlamentario. Finalmente quizá intente un gobierno en minoría si consigue convencer al joven flecha Rivera de que sume fuerzas con él. Esto le da 169 diputados pero, como el PNV afirma no sumarse, sus posibilidades de superar alguna votación que no sea la del reparto de prebendas en un parlamento muy hostil son nulas. En consecuencia, terceras elecciones.

Terceras elecciones quieren en realidad el PSOE y UP pero, lo dicho, no se atreven a pedirlas, de forma que harán lo posible para hacerlas inevitables a la chita callando, ya que les va en ello el prurito de la hegemonía en la izquierda. La alternativa que Palinuro ha visto siempre con mayor simpatía, esto es, PSOE+UP+ERC+CDC (ahora con PNV), que da 178 escaños, no es viable a causa del referéndum catalán que el PSOE considera tan inaceptable como un retrato de Pablo Iglesias Posse soplando un matasuegras. La suma PSOE+Podemos+C's, que daría una cómoda mayoría de 188 diputados y presentaría la indudable ventaja de limpiar los establos de La Moncloa de una barrida, aunque dejaría pendiente el referéndum catalán, tampoco es posible porque la combinación de Podemos con C's es tan exotérmica como la del potasio con el agua. Queda la idea de un acuerdo del PP con el independentismo catalán. Si este aplica un criterio pragmatico y don Pelayo concede el referéndum catalán, sería factible. Solo que antes quizá fuera necesario convencer a Rivera de que se hiciera el hara-kiri y no consta entre sus costumbres.

De este modo solo un milagro nos salvará de las terceras elecciones. Y ¿por qué son el PSOE y Podemos los más interesados en ellas? Porque un "a la tercera va la vencida" es el único modo de que una legislatura calentando la silla de la oposición no acabe con los dos tambaleantes liderazgos de Sánchez e Iglesias, cada uno por un motivo distinto. 

Cuatro años más de gobierno del PP en minoría con apoyos asimétricos permitiría a Susana Díaz articular una base de operaciones suficiente para desbancar de la secretaría general a un Sánchez a quien ya ha prohibido que entre en una gran coalición con el PP que pudiera fortalecerlo. 

En el caso de Podemos, la campaña de ejercicios espirituales en que se ha embarcado para oscurecer científicamente las razones de su derrota, deja bien claro que no tienen la menor intención de entender la realidad ni de asumir responsabilidades por una línea política tan incompetente como arrogante e insensata. El segundo escrito que Echenique ha remitido a las bases con ánimo indagatorio, aun más inenarrable que el primero (el de"cañones y mantequilla") no permite abrigar dudas acerca del absurdo de un planteamiento que parece sacado de una encuesta de un mundo feliz a fin de armar un argumentario de urgencia para epsilones, de forma que sus portavoces en los medios (sic) tengan algo que decir y sea siempre lo mismo. Afirma este buen hombre con no excesiva originalidad que el resultado de las elecciones del 26J "ha sorprendido a propios y extraños". Será a sus propios y sus extraños porque otros lo veníamos anunciando desde tiempo atrás. Igualmente afirma que en Podemos tienen una "inteligencia colectiva" como si los militantes de los círculos fueran corales de un arrecife o industriosas abejas de una colmena y no seres humanos plenos en los que la inteligencia es (y solo puede ser) un atributo individual. Termina este escrito casi dadaísta con una enumeración de 12 factores que a su juicio puedan haber sido causa de la derrota de sus muy justas aspiraciones a asaltar los cielos y, de paso, gobernar este país. Su lectura deja claro a cualquiera con algo de sentido crítico que falta el decisivo, el décimotercero: dirigentes capaces de redactar estas bobadas.

dimecres, 29 de juny del 2016

Las elecciones clarifican el panorama... en Cataluña

El resultado de las elecciones del domingo tiene dos rasgos: 1) no termina de resolver la situación de bloqueo que venía de la votación enterior; 2) la izquierda se ha dado un batacazo colosal lo que, tal como están las cosas en España y en Europa, significa que no habrá gobierno de izquierdas en muchos más años que los cuatro de este legislatura, si empieza. Es difícil encontrar algún caso de mayor incompetencia en la gestión que la de estos políticos en agraz.

Curiosamente, lo que ha quedado de nuevo incierto en España, se ha clarificado en Cataluña. Podemos no consiguió el sorpasso al PSOE en España que tanto ambicionaba y su confluencia catalana tampoco el sorpasso al blooque independentista. Pero este es el gobierno y ahora se encuentra el camino de la hoja de ruta expedito. Ya no hay más posibilidades de seguir engañando al electorado catalán con la propuesta de un referéndum de autodeterminaciçon pactado con el Estado. Esa hipótesis es una fantasmagoría. El Estado jamás aceptará un referéndum catalán. Son los independnetistas quienes tienen que poner en marcha medidas unilaterales, bien un referéndum o bien una declaración unilateral de independencia. Y los de En Comú Podem tendrán que acalararse si quieren la independencia o siguen mareando la perdiz. Y lo mismo sucede con la gente de la CUP que en septiembre tendrá que decir "sí" o "no" a renovar la confianza parlamentaria en Puigdemont. A partir de septiembre, las cosas en Cataluña estarán muy claras.

Aquí, la versión castellana del artículo en elMón.cat:

Claridad

Pasadas las elecciones generales, algunos dicen que las circunstancias españolas han cambiado y que la incertidumbre del 20 de diciembre se ha disipado.

Solo a medias o quizá nada en absoluto. Algo sí ha quedado claro: los españoles no quieren cambiar. Han dado la mayoría a un partido de derechas, el PP, único que ha aumentado en votos. Podían haber votado a uno de izquierdas, el PSOE o Unidos Podemos, pero no lo han hecho. Al contrario, los dos han bajado en votos y el PSOE también en escaños. Podían haber votado a un partido que se dice de centro. Pero lo han hecho por uno de la derecha con un historial delictivo comprobado, un partido que es una asociación de malhechores, imputado por los jueces, presidido por un sospechoso de haber cobrado sobresueldos ilegales, un partido corrupto, franquista, nacionalcatólico, centralista y catalanófobo. No le han dado la mayoría absoluta, como en 2011, pero le han encomendado formar gobierno minoritario, cosa que hará en alianza con Ciudadanos y, seguramente, contando con el apoyo de la minoría vasca y el diputado nacionalista canario, es decir, 175 escaños. Podrían ser 176 y mayoría absoluta si se diera un episodio de “tamayazo” hipótesis nada descabellada en un sistema político tan opaco y corrupto como el español.

Si el electorado hubiera dado mayoría a la izquierda, quizá las cosas se habrían sido algo distintas. Pero no en Cataluña pues, tanto con la derecha como con la izquierda dominada por el PSOE, las posibilidades de que España acceda a convocar un referéndum catalán (cualquier tipo de referéndum) son inexistentes. A día de hoy hay 244 diputados en las Cortes contrarios al referéndum, más de dos tercios.

Los españoles no quieren cambiar y quien diga que es posible cambiar España está mintiendo deliberadamente y a ojos vistas.

¿Cuáles son las opciones para Cataluña? Si Podemos no pudo hacer el sorpasso al PSOE en España, tampoco pudo hacérselo al bloque independentista en Cataluña, que, aunque ha perdido votos (CDC), se ha mantenido muy bien en escaños. Y ahora corresponde aplicar las enseñanzas de las elecciones generales.

Si en España no hay posibilidad alguna de referéndum, si no cabe hablar en serio de reforma de la Constitución. ¿Qué sentido tiene proponer un referéndum pactado con el Estado, como hace En Comú Podem?

También en Cataluña se precisa claridad. Y se puede conseguir. Claro es que la oferta del referéndum pactado es una vía muerta o un engaño. Y claro también que el bloque independentista mantiene su apoyo parlamentario a la hoja de ruta. Falta por ver si la CUP sigue en su actitud errática respecto al gobierno independentista por la que han pedido perdón pero sin especificar qué piensan enmendar. Y septiembre, cuando aumente la presión del gobierno español y haya que pronunciarse sobre la cuestión de confianza de Puigdemont está a la vuelta de la esquina.

El resultado de la brexit ha ayudado bastante a traer claridad. Ha dejado claro que con un 52 % cabe tomar decisiones trascendentales. Es obvio que con el 51% también y eso clarifica mucho. Añádase el más que probable nuevo referéndum de autodeterminación en Escocia y se verá que en Cataluña corremos peligro de retrasarnos.
En el plazo inmediato, Cataluña tendrá que decidir por una medida de carácter unilateral; un referéndum o una declaración unilateral de independencia (RUI vs DUI). Y cada vez está más claro que la más segura y más prometedora es la DUI porque es institucional, legítima, no compromete la posición de los funcionarios en Cataluña, internacionaliza de inmediato la cuestión y la somete a arbitrio judicial internacional con una perspectiva muy elevada de salir triunfante.

Y, sobre todo, porque es una decisión clara que obliga a las fuerzas políticas de carácter ambiguo (los comunes) o errático (los cupaires) a clarificar su actitud.

dimarts, 28 de juny del 2016

Mañana, conferencia de Palinuro en Luxemburg

Según los datos que se aportan en la ilustración del post, la conferencia, con el título genérico de La situación política actual en España y Cataluña tendrá lugar en el Centre Català en Luxemburgo, sito en 88, Rue de la Semois, L-2533 Luxemburg. Para mayor información, remito a la página del centro.

Ya imaginan las amables lectoras que el título de la charla es deliberadamente ambiguo para que se pueda hablar de todo. Mi intención es hacer un estado de la cuestión acerca de la República Catalana y analizar luego cómo afecta a las perspectivas de esta el resultado de las pasadas elecciones generales españolas. Si es que al final hay tal resultado porque corre por las redes una petición de Avaaz para que haya una auditoría externa de los resultados electorales que huelen a pucherazo que te matas. Invito a firmarla. Yo lo he hecho.

Nos vemos mañana en la sede del Centre Català de Luxemburg.

dilluns, 27 de juny del 2016

Desastre sin paliativos de la "verdadera" izquierda y Cataluña

Y no será porque no se les advirtiera, porque no se les argumentara que iban por el camino equivocado, porque no se les recomendara que parasen y tomaran perspectiva de lo que estaban haciendo. Está escrito: aquellos a quienes los dioses quieren perder primero los vuelven locos, y ciegos y sordos. Envueltos en la más injustificada arrogancia, en una petulancia sin límites, borrachos de halagos autopronunciados, enfermos de narcisismo y egotismo; rebosantes de oportunismo sin principios que los llevaba a instrumentalizarlo todo, personas, ideas en pro de su desmedido afán de poder; carentes de auténticas referencias morales; controlados y manipulados por el revanchismo comunista de un personaje como Anguita, que solo respira odio y anhelo de venganza; comidos por la cursilería y la hipocresía, se han dado una castaña mayúscula, de proporciones, estas sí, históricas.

Y no solo eso, han destrozado las esperanzas de buena fe de mucha gente.

Y no solo eso: han traído ellos solitos un gobierno de la derecha en el enésimo ejemplo de la pinza comunistas/derechas de toda la vida.

En fin, aquí mi articulo de hoy en elmon.cat.

Y aquí, la versión castellana: 

Rotundo fracaso de la izquierda
                                                                                         
Las izquierdas no se pusieron de acuerdo tras el 20 de diciembre y forzaron la repetición de elecciones cuando había varias fórmulas posibles de gobiernos de más o menos progreso (PSOE-Podemos-JxSí; PSOE-Podemos-Ciudadanos). El resultado de esa repetición es un fracaso mayor si cabe, prácticamente una catástrofe para la izquierda.

La derecha que no podía formar gobierno el 20 de diciembre, sale ahora reforzada y, con  el 98,5% del voto escrutado, se sitúa en 169 diputados (sumando PP y C’s) a siete de la mayoría absoluta, que, de obtener un diputado más, podría negociar con el PNV y Coalición Canaria.

C’s se ha desinflado, pero adquiere una relevancia insospechada como partido junior en una coalición de la derecha. Si el PP acepta la condición impuesta por Rivera de licenciar a Rajoy habría un gobierno de coalición de la derecha en minoría que solo necesitaría una geometría variable de abstenciones de los demás grupos, algo perfectamente practicable.

El PSOE y Sánchez en especial, han quedado por debajo del resultado del 20 de diciembre, que ya era el más bajo de su historia democrática. Para Sánchez, sin  duda, un  fracaso que pone en cuestión su liderazgo en el partido. No es probable que un nacionalista español tan  obcecado y rígido como este admita la posibilidad de que el jacobinismo socialista sea el responsable del desastre del PSC, que no levanta cabeza. Pero es un  hecho: Cataluña, el otro baluarte socialista en el Congreso junto a Andalucía, se ha convertido en un territorio residual. Y el PSc en un partido prácticamente simbólico en Cataluña, como el PP, cosa que debiera hacer reflexionar a sus líderes si fueran capaces de ellos.

Pero el batacazo mayúsculo se lo ha llevado Podemos que aburrió a la cabaña nacional con una campaña de diseño de una cursilería insoportable, hecha de colorines, sonrisas, ilusiones y pura demagogia populista, orientada al sorpasso que iba a garantizarle, por fin, la hegemonía de la izquierda. Y con la hegemonía, el regreso a las esencias patrias, la recuperación de la democracia y la dignidad, el progreso y la modernidad de formas e ideas. Todo pura balumba.

Ni sorpasso, ni hegemonía, ni nada. En resumidas cuentas, lo único que ha conseguido Podemos al provocar las elecciones repetidas ha sido traer una gobierno de la derecha más cavernícola que ha habido en el país desde la muerte de Franco. Es el resultado habitual de la pretensión comunista de derrotar a la socialdemocracia, en buenos o malos términos, con más o menos argucias teóricas. En el fondo, guste o no guste, es el resultado de la eterna pinza entre el comunismo y la derecha para impedir el gobierno del socialismo democrático.

Pero hay más y más grave. Con el resultado del 20 de diciembre era muy difícil pero posible formar un gobierno de izquierda, siempre que se propiciara el voto favorable o la abstención de los independentistas catalanes, que tenían la llave de la gobernabilidad de España. Ahora, con este desastre provocado por la arrogancia, la petulancia y la ignorancia de Podemos, no puede formarse gobierno de izquierda ni con el apoyo activo o pasivo de Junts pel Sí. La incompetencia de Podemos ha conseguido lo que parecía imposible: hacer irrelevante la minoría catalana en el Congreso y entregar el gobierno de España a la derecha. JxSí ya no tiene la llave de la gobernabilidad de España.

Pero se mantiene muy bien en la extrapolación del resultado electoral al interior de Cataluña. El independentismo sigue siendo dominante y sólido y, no habiendo sufrido mella alguna proveniente de la ambigüedad de Podemos, puede encarar la cuestión de confianza del próximo septiembre con tranquilidad y proseguir con la hoja de ruta.

La gran derrota de estas innecesarias elecciones del 26 de junio la ha sufrido Podemos que, como En Comú-Podem, no ha conseguido ganar al PSOE en España ni al independentismo en Cataluña.

diumenge, 26 de juny del 2016

La brexit ha ganado las elecciones en España

Ha sido un doble aldabonazo en la conciencia de los electores, adormecida por la sarta de mentiras y vulgaridades que los cuatro líderes fracasados el 20 de diciembre han salmodiado por los rincones del Estado.

Una campaña átona, vista con indiferencia por la ciudadanía a la que se le pide que cambie el voto sin aportarle razón alguna para hacerlo. Un solo y raquítico debate televisado en el  que los líderes no tenían nada nuevo que decir pero lo llevaban todo pactado para no pillarse los dedos. Consigna: no digáis nada que haga perder votos. Abundancia de mítines con enfervorecidos seguidores tratando de trasmitir un clima de alegría y optimismo que nadie siente. Todos temen una repetición de los resultados de las elecciones anteriores. Y nada autoriza a pensar que este cuarteto de hombres -de hombres- del montón sea capaz de mejorar su actuación pasada.

Solo en Cataluña, el único lugar del Estado en que se mueve algo de verdad, hay iniciativa y se proponen novedades de nivel europeo, el resultado suscita inquietud e interés. Se trata de saber si se reafirma y avanza el impulso independentista o, por el contrario, hace mella la ambigüedad de Podemos, lo cual, a su vez, influirá en la cuestión de confianza planteada el próximo septiembre.

El resto, la resignación habitual y la confusión de unas propuestas deslavazadas, inconexas, sin justificar y carentes de contexto y apoyo en algún proyecto político concreto y tangible para las próximos cuatro años. Se prevé una alta participación, lo que significa que el electorado no quiere una situación de bloqueo como la anterior. Pero eso no es nada seguro y, en todo caso, al no estar en su mano cambiarla, es probable que el bloqueo se reproduzca. Ningún miembro del cuarteto ha dicho nada que incite al cambio de voto. Pero los hemos tenido día tras día en las pantallas, haciendo gansadas por falta de ideas. Cada uno de ellos absorbido en su supervivencia política personal: Rajoy, el principal responsable de este marasmo, dispuesto a rechazar de nuevo el posible encargo de formar gobierno; Sánchez, luchando con denuedo por una honroso segundo puesto que le dé la vitola de ser el primero de los perdedores; Iglesias, recién converso a la socialdemocracia, obsesionado por justificarse con un sorpasso que no parece producirse; Rivera tratando de mantener la cabeza sobre el agua y conseguir que se le distinga del chico de los recados.

Una nube de palabras que hiciera algún alma caritativa nos pondría ante la realidad de estos discursos sin interés, sin empuje, sin retos: cambio, reformas, la gran nación, la unidad de España, la igualdad de los españoles, la Patria, ilusión, sonrisas, moderación, populismo, Europa, trasparencia, equilibrio, pactos. O sea, nada.

Y, de pronto, los dos aldabonazos: el primero, la inesperada brexit; el segundo, el arrepentimiento veinticuatro horas después. Dos millones de firmas en el Reino Unido pidiendo la repetición del referéndum, aduciendo engaño en el primero. ¿Suena? Los pelos de punta. Ojo con lo que se elige, que podemos vernos votando por tercera vez antes de que termine este año perdido para todos.  

Un panorama angustioso. Los españoles descubren acongojados que el referéndum británico es más decisivo en su país que sus propios votos.  Que son europeos de segunda. En unos días, alemanes, franceses e italianos se reunirán para ver qué hacen con la salida británica. No invitan al español, ni falta que hace. La hipótesis más esgrimida es la de Europa de varias velocidades. Lo que se decida hoy en España no le importa a nadie. 

Y, a pesar de todo, hay que ir a votar. Para tratar de poner fin a esta vergüenza de cuatro años y medio de un gobierno corrupto, autocrático, neofranquista que ha desmantelado el Estado del bienestar, consolidado la precariedad laboral, arruinado la hucha de las pensiones, disparado la deuda pública, politizado y pervertido todas las instituciones del Estado y destruido la unidad de España que dice defender. Un gobierno cuya expectativa de voto, incomprensiblemente, sigue siendo la más alta. Frente a él, una izquierda dividida, enfrentada y, por lo tanto, inoperante. 

La brexit influirá en los indecisos, legitimará las opciones independentistas en Cataluña y, en el resto del Estado, aumentará los votos de los dos partidos dinásticos. Nadie quiere despertarse mañana arrepentido de su voto como los británicos.  Muchos están ya pensando que acabar con el bipartidismo no fue una buena idea y, para no tener que arrepentirse el lunes, depositarán hoy un voto ya arrepentido..

dissabte, 25 de juny del 2016

El día de reflexión

Ya es mala pata. El día asignado a reflexionar, a repensar todo lo que se ha embaulado en los últimos quince pasan dos cosas tan gordas que sumen en las tinieblas de la ignorancia y el olvido los mítines de cierre de campaña de cada partido. Han sido celebraciones a bombo y platillo en un ambiente de gozo y alegría, repleto de futuros, conquistas, cambios, novedades y otras venturas que tenemos a nuestro alcance siempre que no erremos en el voto. La palma del esfuerzo mitográfico, para mí, se la lleva la vicepresidenta del gobierno, Sáez de Santamaría, pinchando discos en el mitin de cierre de campaña del PP, como si estuviera en una performance antisistema, desmelenada. Y todo ha quedado oscurecido.

Los dos hechos que eclipsaron los cierres, sus pompas y glorias y amenazan con ser motivo de la reflexión de hoy son el "no" británico a la EU y la decisión del ministerio del Interior o quién sabe de quién de enviar la policía judicial a confiscar un material posiblemente incriminatorio sin mandamiento judicial. De lo primero ya hemos hablado en el post sobre la Brexit. Lo interesante es la aventura policial estilo Eliott Ness: lo grave no es que el ministro conspire con un cuate con fines presuntamente ilegales, una operación de guerra sucia de la más baja ralea. Lo grave es que ese complot se haya grabado y hecho público en un medio de comunicación. La autoridad, enfurecida, embiste, en lugar de emplear la cabeza para algo más productivo como pensar. Porque esas conversaciones han sido grabadas, con toda probabilidad, por gente del propio ministerio, seguramente policías con agravios contra el mando político que, la verdad, es como de psiquiátrico. Podían empezar por preguntar en casa.

Y, lo más grande, ¿cómo puede mandarse la policía judicial sin mandamiento del juez? En verdad, yendo tan livianos de acreditación los policías podían presentarse a las tres de la madrugada, como hacían los del anterior Jefe del Estado, a cuya tumba va a rezar de vez en cuando el ministro en busca de inspiración.

Fernández Díaz no piensa dimitir, ni por asomo, por no darle el gusto a Puigdemont y los independentistas. Él concibe su acción ministerial como una guerra contra Cataluña. Por ello emplea tácticas de guerra. Se le acusa de haber amparado la fabricación de informes falsos, difundidos entre la prensa amiga, para destrozar las carreras de Mas y el exalcalde Trías. Ahora mucha gente exige a Colau y a Iglesias que pidan perdón por haber utilizado esas falsedades con fines electorales.

Interviene la baronesa del Sur y lanza una pregunta que es una carga de profundidad: esas prácticas de complot, ¿se limitan a Cataluña o benefician a otros lugares del Estado? Buena pregunta. Conviene saberlo.

Pero lo más grave de este increíble episodio en el que se mezclan el autoritarismo, el juego sucio y la más fabulosa ineptitud es que el principal responsable, ese hombre que parece un característico de Hollywood serie B, no solamente no piensa dimitir sino que será el encargado de velar por la legalidad y transparencia de las elecciones de mañana.

En efecto, es para reflexionar y mucho. Un ministerio de seguridad al servicio de las opciones políticas de un partido es un peligro público del que cabe esperar todo lo malo. Si el ministro no dimite, el presidente del gobierno debe destituirlo fulminantemente. Si no lo hace, todo el proceso electoral olerá a pucherazo.

divendres, 24 de juny del 2016

Nada esta aún decidido

Los observadores más inquietos, menos fáciles de gobernar y también de engañar con campañas edulcorantes, venimos diciéndolo hace días: todos los partidos, estancados (y con tendencia al descenso) y aumento paulatino del PSOE. La campaña ha hecho morir de éxito y sobreexposición a Podemos, de cuyos líderes a todas horas hasta en la sopa, está ya todo el mundo harto. La insistencia en la sonrisa y otras consignas no menos cursis, también plagiadas, como el ruido mediático de sus ocurrencias, no pueden ocultar el hecho de que ha habido un intenso giro hacia la desconfianza y hasta el rechazo. Un lider muy directo, sensible, pero de escasa integridad ideológica y cuyas propuestas recorren a veces todo el espectro político, de la derecha a la izquierda y de la izquierda a la derecha en cosa de horas no es un buen activo para el resultado favorable. La indefinición, la ambigüedad, la vergonzante presencia del comunismo de IU, con Anguita de nuevo en el proscenio cordobés con sus irrisorias admoniciones y la última hazaña patriótica de ir a reñirle la rojigualda a Pedro Sánchez, conseguirán que estos morados vuelvan a vender la piel del oso sin haberlo cazado, lo que les pasa siempre. Y de sorpasso, nada.

Al otro lado del espectro, un PP literalmente destrozado por la corrupción al que ha caido encima, como la plaga de la langosta, la historia de las inenarrables conversaciones con el responsable de de la Oficina Antifraude de Cataluña.  Entre ese ministro medio psicópata, sectario ciego del Opus Dei, que emplea recursos públicos de un Estado no confesional en condecorar tallas de madera que, según él, representan a la madre de Dios y la oratoria inflamada pero confusa de Pablo Iglesias, el electorado tiene poco en donde elegir, razón por la cual, la intención de voto del PSOE, que se había desplomado, está ahora recuperándose y, según las encuestas andorranas está ya a la par con la de Podemos. Es decir, nuevo empate allí en donde Errejón se han  pasado dos meses animando a desempatar. Resultó que no era tan fácil. El oso seguía vivo.

Pero hay más. Tengo para mí que las revelaciones de las conversaciones entre el psicópata de Interior y el hombre de la Oficina Antifraude catalana va a causar un impacto negativo en las intenciones de voto del PP. Por una serie de circunstancias, como la costumbre, el fatalismo, la falta de visibilidad, la lentitud de los procedimientos judiciales, la corrupción no pasaba factura en serio en las intenciones de voto de la derecha. Este otro asunto que afecta a la entraña misma del Estado de derecho y la seguridad jurídica de los ciudadanos ya es otra cosa. Aquí ya se esta hablando de arbitrariedad y prevaricación de los gobernantes en contra de los gobernados. La facilidad con que un ministro sin moral ni escrúpulos, como este, puede fabricar una acusación falsa, un escándalo inventado contra un ciudadano para fastidiarle la carrera y destrozarle la vida es algo que horroriza a cualquier espectador y, en este asunto concreto, espectadores somos todos.

Estas consideraciones fundamentan el juicio de que nada está decidido a un par de días de las elecciones y que nada hay seguro en ellas.

Añado algo de mi cosecha: tengo la convicción de que si el PSOE queda por delante en los resultados, modificará su actitud acerca del referéndum.

¿Pucherazo en las elecciones?

La bomba fétida de las conversaciones de Fdez. Díaz con el pájaro de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, va a reventar hasta las más firmes resistencias de ese búnker del voto franquista y nacionalcatólico que hasta ahora ha apoyado sin vacilaciones al PP. Los innumerables casos de corrupción entre sus dirigentes y cargos públicos, la evidente incompetencia y falta de todo escrúpulo moral de su presidente, la condición de partido imputado como tal en los procesos penales de la Gürtel no habían dañado apreciablemente esa voluntad del franquismo sociológico de cerrar filas en torno a los suyos por ladrones que fueran. Pero las barbaridades que dice y escucha el ministro en su despacho mientras su propia polícía lo graba sin que él se percate (lo que prueba que es un perfecto inepto); las patadas que da a la seguridad jurídica en un Estado de derecho; el carácter presuntamente delictivo de sus intenciones; su absoluta falta de principios y de moralidad; el hecho de que acepte sin pestañear alto tan odioso, inhumano y repugnante como la afirmación de que han "destrozado el sistema catalán de salud"; todo eso es, quizá, más de lo que los sectores más correosos de la derecha española pueden soportar.

Por eso Palinuro advirtió hace unos días que la limpieza y libertad de las elecciones próximas corrían peligro en manos de este sectario del Opus, capaz de fabricar escándalos con tal de dañar a sus adversarios políticos. Esa preocupación se ha extendido y corre por las redes, con lo que el presidente Sobresueldos ha salido al paso, a afirmar que aquí no hay peligro de trampa, tongo y pucherazo y que esto no es Venezuela.

No. Es peor.

Este ministro, el autor de esa ley represiva propia de un Estado policial por la que se suprimen derechos básicos de la gente y se hostiga a los manifestantes, es el mismo que maltrata y quebranta derechos de los inmigrantes en las fronteras y también el mismo que recibió en su despacho oficial a un presunto delicuente inmerso hoy en un proceso penal que era de su partido, el amigo Rato. ¿Hay alguna duda de que un hombre con esta ejecutoria contraria a la seguridad del Estado de derecho y a las libertades públicas más elementales no es la persona más adecuada para velar por el recuento de los votos el día 26? 

Tampoco es la primera vez que se pone en duda su idoneidad como garante de la limpieza de las elecciones. La adjudicación del escrutinio de las anteriores a una empresa está denunciada y sub iudice, bajo sospecha de cohecho y otras prácticas ilícitas y en esta convocatoria electoral ya media una denuncia de Unidos Podemos contra el PP ante la Junta Electoral central por emplear recursos públicos, institucionales, estatales, en pro de sus intereses. 

Nos quedamos cortos poniendo en duda la integridad de Fdez. Díaz para organizar el recuento de los votos. Es más, muchos creemos que, después de sus repugnantes encuentros con el tal De Alfonso, debiera haber dimitido. Pero como, siguiendo la costumbre de estos gobernantes franquistas de no dimitir jamás por nada, no ha puesto su cargo a disposición de su jefe, estamos obligados a pedir la presencia de observadores internacionales.

La confianza, ya se sabe, es un vidrio muy fino. Cuando se rompe hay que cambiarlo. La confianza en el talante democrático de los miembros del PP no es fina; es inexistente.

dimarts, 21 de juny del 2016

Mi pálpito para el 26J

A cinco días de las elecciones prácticamente está todo dicho, a reserva, naturalmente, de que algún imprevisto todavía provoque más juego sucio, algún otro golpe bajo, más insultos, difamaciones y agresiones. Muy en especial, los dos protagonistas del enfrentamiento, el PSOE y Podemos, que llevan días enzarzados, destrozándose mutuamente, mientras deslizan embustes e hipocresías acerca de que su auténtico enemigo es el PP. Desde luego, a veces, reafirman su interés en vencerlo, pero como de pasada porque en seguida vuelven a sus ataques mutuos.

Es la vieja cantinela de la izquierda española. Viene de antiguo y, aunque todos maldicen este enfrentamiento, nadie hace nada por evitarlo o ponerle término. El odio que se profesan respectivamente es muy superior a la necesidad de acabar con un gobierno de la derecha antipopular, corrupto, franquista y clerical. Y así le va al país. Y, a todo esto, mientras la derecha mira la bronca encantada y haciendo risas, muy segura de que la izquierda española jamás llegará a una unidad de acción porque su antagonismo es incorregible, mortal.

Acabamos de pasar seis meses inenarrables de bronca, ataques, desplantes, agravios, infundios, etc., todo ello regado con encuestas y sondeos hechos sur la tête du client, según el medio en que se publicaban. Prácticamente todos vaticinan el "sorpasso" de Unidos Podemos al PSOE -el viejo sueño comunista-, dejan al PP en primera posición, elevan a los morados a la segunda y dejan al PSOE en tercer lugar. Es bastante posible, ¿por qué no? Y coincide con el aluvión de artículos, análisis, columnas, vídeos, películas y demás vehículos de propaganda del PP y de Podemos que, en esto, tienen un interés convergente: el más votado, el PP; después, Podemos y, de ese modo se espera que, asustado, el PSOE facilite un gobierno de la derecha si no acepta la generosa oferta del Sobresueldos de formar una gran coalición cuyo cometido principal es salvarlo de un futuro penal cada vez más claro.

Los de Podemos dan crédito a estos sondeos y los airean en las redes, literalmente infestadas de trolls, como si se los creyeran. Por supuesto, no hay sondeos ni encuestas que los contradigan porque, como se sabe, el PSOE no tiene una batería de medios de comunicación a su exclusivo servicio, como tienen el PP y Podemos. Así, su destino es el de ser atacado por todos, sin más posibilidades de defenderse de las que pueda tener el bueno de Sánchez en los mítines. Y esto mientras los de Podemos gritan a los cuatro vientos desde sus canales de televisión y sus periódicos digitales que son el partido más atacado por los demás. Algo obviamente falso: los trolls de Podemos no paran de atacar al PSOE en todos los medios y frentes. Tómese el ejemplo de la repugnante campaña contra Sánchez por racista, secundada con absoluto desparpajo por xenófobos como Albiol. En su última entrevista a Ana Pastor (uno de los grandes escaparates mediáticos de Podemos), Iglesias aseguró que ningún dirigente ni cuadro de Podemos había secundado esa infamia. Falso: las redes reververaban de ataques de trolls de Podemos a Sánchez.

Palinuro es socialdemócrata de izquierda (y republicano) desde mucho antes de que Pablo Iglesias encontrara conveniente atribuirse esta condición con la misma originalidad con que hace todo lo demás. Por ello, no profesa simpatía alguna por Sánchez ni por ese PSOE partidillo dinástico, semiclerical y lacayuno en que Rubalcaba y su discípulo han dejado reducido el viejo partido de Pablo Iglesias, el de verdad. Pero que no sienta simpatía por él no quiere decir que no le reconozca sus méritos pasados y su condición residual de partido de izquierda, así como reconoce en Podemos un rescoldo del fracasado intento de constituirse en una nueva izquierda libre de las ataduras dogmáticas del comunismo de catón y tentetieso del camarada Anguita. Y mucho menos que pase por alto un hecho , ya mencionado, que nadie con un mínimo sentido de la nobleza puede ignorar: esta campaña ha sido la de todos contra el PSOE, incluso por parte de algunos socialistas más abruptos que la media, que no ha podido defenderse por falta de recursos mediáticos, monopolizados por los otros partidos, especialmente Podemos.

Pues bien, llegados aquí, con esta batería de encuestas a la vista, el pálpito de Palinuro respecto al 26J es distinto. Todas estas encuestas y el ruido mediático que las acompaña de los "intelectuales orgánicos" de la derecha y la izquierda registran los movimientos superficiales de la opinión: estos suben dos décimas, aquellos bajan cuatro, Podemos se acerca al PP, etc. Sin embargo, a la opinión, como a las aguas de los océanos y hasta el clima de la tierra, los  mueven la corrientes submarinas profundas, las que no se ven, pero cuyos efectos pueden sentirse de forma abrumadora cuando menos se piense. Según esta imagen, el pálpito de Palinuro es que, así como en un un par de días, en el Reino Unido, ganarán los contrarios al "Brexit",  el 26 de junio no habrá sorpasso de Podemos al PSOE, que este se mantendrá, ya veremos a qué distancia y que tanto PP como Ciudadanos bajarán  alejando definitivamente la posibilidad de un gobierno de la derecha y abriendo la de un gobierno de la izquierda.

En mi opinión, los ataques bajunos al PSOE (desde la cal viva al racismo de Sánchez) han conseguido lo contrario de lo que buscaban: movilizar al electorado socialista, herir en el orgullo a la militancia y provocar una reacción contraria que se verá en la votación. De igual modo, la omnipresencia de los ideólogos, dirigentes y simples comparsas de Podemos en todos los medios audiovisuales hasta el hartazgo, la vaciedad de su discurso, su petulancia, arrogancia y cursilería, han provocado y provocan cada vez más reacciones de rechazo de un pueblo ya muy escarmentado a quien vienen a salvar unos perdonavidas cuya única tarea parece ser sonreír. 

No obstante, y ello es para felicitarse sobremanera, parece incontrovertible que las dos fuerzas de la izquierda rozarán la mayoría absoluta. En qué respectiva proporción es ahora ya irrelevante. Lo esencial es empujar a ambas para acercarse al objetivo de esa mayoría absoluta. Se trata de no estropearlo, de dejar los odios cainitas, las envidias, los rencores y los narcisismos heridos. Unidos Podemos ha tenido el acierto de ocultar el fantoche de Anguita (tras los errores de los primeros momentos de dejar que largara sus simplezas en público), igual que los socialistas se han olvidado de Felipe González y solo han tirado de Zapatero, para no ofrecer mucho flanco desguarnecido a los posibles ataques a la corrupción y la decadencia moral del que antaño simbolizara el cambio en España.

Así se debe seguir. En el resto de la campaña es preciso explicar a la gente el desastre pasado, presente y futuro de una derecha franquista de afición y ladrona de convicción. Hay que ir juntos a todas partes y afirmar que habrá un gobierno de izquierda que este país necesita si quiere sobrevivir con dignidad.

Y los electores de izquierda debemos ir a votar, igual que la derecha irá a votar por los suyos. La izquierda no puede, no debe abstenerse. En España debe votar por una de las dos opciones de la izquierda. En Cataluña, Palinuro tiene un pálpito distinto, claro es, y encuentra mucho más recomendable votar por CDC o ERC, especialmente ERC por su carácter inequívocamente republicano con el que simpatiza. 

Esta dualidad España/Cataluña plantea un problema decisivo con el que se cerrará este post, tras insistir en la necesidad de que la izquierda española no se quede en casa. Si los de Unidos Podemos quieren el sorpasso al PSOE (y están en su derecho, como siempre hemos dicho aquí), que voten a su organización. Si los socialistas quieren evitar ese sorpasso (con no menor derecho que el de los otros) deben acudir en masa a votar a su partido.

La izquierda puede ganar. Esta ocasión de mandar a la derecha a cuidar su calendario procesal no debe pasar de largo.

Solo hay un problema: el compromiso de Unidos Podemos con el referéndum de Cataluña y la oposición cerrada del PSOE a que se celebre, con amenaza incluida de que, si se insiste en aquel, no habrá gobierno de izquierda en España. Es realmente patético porque esta feroz intransigencia prueba que, en definitiva, el verdadero obstáculo al gobierno de progreso en España es el PSOE.  Por supuesto, si se alcanza la mayoría absoluta uno de los dos socios tendrá que ceder y, según parece, lo más probable es que sea Unidos Podemos, para quien el referéndum no fue nunca una "línea roja". Las consecuencias de esto son difíciles de calibrar y tampoco relevantes de momento porque esta poibilidad de mayoría absoluta es dudosa.

 Pero, ¿y si se alcanza una mayoría relativa que podría convertirse en absoluta con los votos de los independentistas catalanes? ¿También aquí pondría el PSOE la línea roja en el referéndum? Si así fuera no se ve cómo los socialistas convencerían a sus compatriotas de que el principal obstáculo a un gobierno de izquierda es, precisamente, su partido. 

La verdadera razón que subyace en el PSOE para su cerrada negativa a un referéndum catalán de autodeterminación es el temor a perder votos en España. Se trata, sin embargo, de una apresión infundada. Podemos lleva meses propugnando ese referéndum (otra cosa es en qué condiciones reales) y eso no le hace perder votos sino, al contrario: los gana. 

No. El problema no son los votos. El problema es una cuestión de principios que el PSOE comparte con el PP y Ciudadanos: su idea de la nación española eterna, inmutable y, por lo que se ve, monárquica y clerical. Llegados a ese punto en que el nacionalismo español de derechas, centro e izquierda se manifiesta, o pone en pie un gobierno de gran coalición o vamos a unas terceras elecciones, quizá con un interregno tecnocrático, para dar tiempo a cambiar los gallos del gallinero. 

Entre tanto, los catalanes podrían aprovechar para constituir su República Catalana. Pero de eso hablaremos en el post de mañana.

dissabte, 18 de juny del 2016

Terceras elecciones o tecnócrata al canto

Si se confirman los vaticinios coincidentes de los sondeos, el 27 de junio nos encontraremos unos resultados similares a los del 20 de diciembre, diputado arriba o abajo.  Siendo los seres humanos imprevisibles, pudiera pasar algo distinto, pero la abrumadora coincidencia demoscópica no anima la esperanza de un cambio.

Una nueva oportunidad pidieron y obtuvieron entonces estos cuatro musilianos hombres sin atributos, que ambicionan ser presidentes de la "gran nación", al decir del genio monclovita. ¿Para qué? Para demostrar alguna originalidad, inventiva o ingenio que rompieran el maleficio de la repetición. No obstante, hasta la fecha solo se les ha visto perserverar cada uno en su empeño con las mismas propuestas anteriores, sin variarlas un ápice. Han mantenido sus enfrentamientos, oposiciones, vetos, reproches, incompatibilidades y, si acaso, las han ahondado a base de declaraciones recíprocamente peyorativas y hasta ofensivas. Su esperanza parece ser que sean los otros quienes desistan. Es la fórmula más segura para reproducir el fracaso anterior. 

A una semana de las elecciones, la repetición del marasmo no solo será resultado del cumplimiento de los sondeos, siempre opinable, sino de los límites rígidos de la lógica de la acción colectiva.  El multipartidismo fragmentado sin mayorías absolutas apunta a dos conclusiones concatenadas: a) cualquier alianza o combinación ha de contar con el PSOE; b) cualquier combinación o alianza en que entre el PSOE será funesta para él. La gran coalición, PP/PSOE, se considera antesala de la desaparición del socialismo como opción futura. La coalición PSOE-Unidos Podemos, la fagocitación del primero. La tercera posibilidad, PSOE-Ciudadanos, es la que más se hunde en las encuestas, como si los votantes quisieran enterrar el único demediado acuerdo que se ha dado hasta la fecha. 

Considérese: todo pacto precisa del PSOE, pero el PSOE pierde en todo pacto. Para los socialistas, por tanto, lo más racional es no llegar a acuerdo alguno. Pero eso es, paradójicamente, lo más irracional para el conjunto y, en consecuencia, también para los socialistas. Es una situación nada infrecuente en la realidad que vuelve locos a lo teóricos de la decisión racional pues rompe una regla básica de la lógica aristotélica, esto es que algo no puede ser ello mismo y su contrario al mismo tiempo: lo racional no puede ser lo irracional. Pero lo es.

Si tampoco ahora pueden los cuatro héroes de nuestro tiempo componer gobierno, serán precisas nuevas elecciones. Una posibilidad estrafalaria para practicarla con el mismo cuarteto.  Nadie puede considerarla sin asomarse a un escenario de ridículo global. Llevan días afirmando rotundamente que no habrá tercera votación, pero haciendo y diciendo lo posible para provocarla. Si la hubiera, ¿admitiría la opinión que se presentaran los mismos pretendientes a probar fortuna en Camelot? 

Si, como es previsible, no fuera el caso, ¿no sería preciso prorrogar la convocatoria de elecciones para dar oportunidad a los partidos de cambiar sus liderazgos? Cambiar liderazgos es cambiar discursos. Pocos están dispuestos a escuchar estos por enésima vez, aunque la televisión ponga a los candidatos a anunciar el tiempo de mañana. 

¿Y quién estará al mando de ese interregno? Es obvio: un/a tecnócrata. Alguien que goce del beneplácito de los poderes europeos y, a ser posible -aunque no imprescindible- sea persona conocida y respetada. 

La disyuntiva -repetición con el mortecino elenco actual o tecnocracia saintsimoniana- es tan deprimente que debiera encender un esfuerzo para impedir que se realice, para que se incumpla. 

España necesita un gobierno. No porque haya de ser bueno en sí mismo sino porque su ausencia es peor ya que no impide el guirigay de quienes quieren construirlo pero no saben por dónde empezar.

diumenge, 12 de juny del 2016

Dialéctica de la hipocresía

Consideren el titular del periódico Público, la hoja parroquial de Podemos, desde la que este derrama su interesante visión del mundo: "Errejón: "Sánchez se equivoca dirigiendo su campaña contra nosotros". ¿No les llama nada la atención? Es evidente: el verbo equivocar no está en su sitio. ¿Desde cuándo preocupa a un partido político que un adversario se equivoque y hasta se lo advierte noblemente? Desde nunca. Cuantos más errores y equivocaciones cometa el adversario mejor para uno que, así, además, aprende de las insuficiencias ajenas.

Efectivamente, la compungida advertencia de Errejón es un ejercicio de hipocresía en niveles. En primer lugar aparece la siniestra  vía del "y tú más". No me creo que Sánchez dirija su campaña contra Podemos. Sí me parece, sin embargo, que es Podemos quien ataca sistemáticamente al PSOE. En las redes sociales está muy claro, sobre todo en twitter. Hay verdaderos especialistas en pasarse el día insultando los socialistas en 140 caracteres. Supongo que son los trolls que Podemos contratan quizá incluso a destajo. Cien tuits, por ejemplo, 10 euros. Que lo hagan mindundis fanáticos a las órdenes de sus caudillos no quita un ápice del hecho de que quien de modo sistemático, permanente y retirado ataca al PSOE es Podemos. Y no solo en Twitter, también en Facebook y en los discursos y alocuciones de sus dirigentes: "el PSOE es la derecha, el IBEX 35 no le deja pactar con Podemos, es partidario de los recortes, no quiere un gobierno de iquierdas, pacto en cambio de C's, aprobó el 135, está lleno de cal viva", etc, etc.

En segundo lugar, al hablarse de "equivocación", no se hace de falta, atentado o delito. No es necesario. El PSOE no puede agredir en serio a Podemos porque este está muy arriba en el sorpasso o tal cosa aseguran sus líderes y la corte de periodistas que les bailan el agua. No puede hacer daño al partido morado. Este lleva ya mucha delantera. ¿Acaso no aseguran que el 27 de junio Sánchez tendrá que decidir entre hacer presidente al Sobresueldos o al amado líder de Podemos? Esto, por descontado, no es dirigir la campaña contra el PSOE. Es, simplemente, intentar ningunearlo, anularlo ya que, en realidad, está condenado por el viento de la historia a ser el PASOK español.

En tercer lugar al hablar de "equivocación" el de Podemos se entristece al ver cómo, por su mala cabeza, los socialistas meten la pata y pierden el tiempo. Podemos es inatacable e invencible y más vale que los adversarios lo reconozcan, si no quieren tener un final más amargo del que les espera. Lo mejor es que no queden en evidencia con estos intentos inútiles de atacarlos.

En cuarto lugar, Podemos perdona la vida al PSOE. Es absurdo dirigir su campaña contra él, que es inatacable. Más atinaría si la dirigiera contra el PP, pero, por desgracia, no puede hacerlo ya que, en el fondo, son aliados. Este es el mensaje que, a la chita callando, por lo bajinis, pretende trasmitir la hipócrita afirmación de que duele ver cómo es cierto el conjunto de fábulas que propagan los de Podemos sobre los demás.

En quinto y último lugar, la hipocresía de la afirmación vuelve sobre sí misma, como la pescadilla que se muerde la cola. ¿O no es atacar al PSOE afirmar que ataca a Podemos? Advertir con gesto desolado que el PSOE se equivoca al atacar a Podemos, lo que se está haciendo es atacar al PSOE.

Los procesos mentales de la gente de Podemos son como el alma de los cántaros.

dimarts, 7 de juny del 2016

El oso sigue vivo

No es que ahora Palinuro conceda mayor crédito a los trabajos del CIS. Ningún trabajo de un organismo dependiente de este gobierno de mangantes y falseadores sin escrúpulos, por muy autónomo que sea, merece el menor crédito. Unos payos capaces de falsificar los datos del paro, el empleo y ls estadísticas oficiales, ¿van a arredrarse ante un barómetro de opinión?

Pero sí parecen haberse corregido un poco. Desde luego ese 27,4% del voto a la banda de malhechores no se lo cree ni el Sobresueldos. Pero eso no es ahora lo importante.

Lo importante es que es preciso reconocer un suelo del PSOE de más de un 20%. Y digo suelo porque si, con la que está cayendo, con una reedición reforzada de la pinza comunistas/PP (más abajo daré alguna explicación más), con todos los medios en contra y ninguno -ninguno- a favor y con la incompetencia de sus dirigentes el PSOE se mantiene en ese 20% declarado, el asunto es asombroso. Recuérdese que, por experiencia histórica, subalternidad de sus bases, etc, los socialistas tienen mucho voto oculto que aflorará el 26 de junio si saben movilizarlo.

Se dirá que este análisis pasa por alto que, al haberse hecho antes de la fusión IU-Podemos, no contabiliza juntos los resultados de Podemos (17,7%) ni los de IU (5,4%), pero que sumándolos, el sorpasso ya se ha producido y el PSOE está en tercera posición tras Unidos Podemos. Sí eso es lo que van sus dirigentes anunciando por ahí según su costumbre de vender la piel del oso antes de matarlo. La encuesta se hizo antes de la fusión y refleja los resultados por separado en vez de ocultarlos con los de la confluencia, como hacen los propagandistas de Podemos. ¿Por qué ocultarlos? Porque vistos por separado se aprecia claramente la urgencia de la fusión y su razon de ser: el voto de Podemos estaba  cayendo (y sigue cayendo) a la par con el juicio que merece su caudillo, mientras que el de IU estaba subiendo. Solución de urgencia: enturbiar las aguas, que nadie pueda ver la realidad, los fracasados "pitufos gruñones" de ayer son camaradas de lucha de hoy, nuestros hermanos comunistas de trinchera, ese mito incorruptible de la revolución que es Anguita y vamos a comernos al PSOE.

Yo no compraría esa piel de oso. No sé cómo quedará el asunto al final pero me juego algo a que el ardid de los neocomunistas con su pavorosa miseria teórica fracasará.

Su única razón de ser no es desplazar al PP y sustituirlo por una gobierno de izquierda. Si hubiera sido así, no habrían torpedeado el gobierno de coalición con PSOE y C's con los más absurdos y nimios pretextos. Su verdadera razón de ser es destruir al PSOE, el viejo sueño anguitiano del sorpasso. Llevan desde el día memoriable de la fusión haciendo todo tipo de demagogia: que si son sociáldemócratas  porque Marx y Engels lo eran (guiño a los comunistas), que si son patriotas (guiño a la derecha más cavernícola), etc. Mañana dedicará Palinuro un post a un análisis de este mejunje doctrinal e ideológico  que ya bordea el ridículo de la "parte contratante" de los Hermanos Marx y son olvidar el viejo apotegma de Samuel Johnson de que "el patriotismo es el último refugio de un canalla".

Pero eso será mañana. Hoy concluimos la reflexión con la prueba de que el móvil detrás del bloqueo al gobierno de colición y a la demagogia actual es el odio al PSOE y la intención de acabar con él. Que este es el sempiterno objetivo de Anguita, quien ha regresado a la vida activa para propiciar la confluencia y destruir al PSOE es obvio. Para ello ha obligado al garzón Garzón a ir en humillante 5º puesto y actuar de telonero del amado líder, siendo así que él tiene una valoración popular muy superior a la de Iglesias a quien el personal ya ha empezado a tomar la medida.

Pero no basta. Ya lo intentaron los comunistas en los 90 y no pudieron. Necesitaban algo más. Y lo han encontrado. Lean la entrevista de "El Confidencial" a Jaume Roures hace unos días. Puro odio a González (PSOE) y a PRISA (Cebrián). Ahi está el alma gemela de Anguita. Pero mucho más eficaz porque es un empresario, un capitalista; el dueño de la 6ª y del diario Público, o sea, los dos medios al servicio de Podemos, su BOE y su centro de agitprop. Podemos es un producto fabricado y mantenido en la 6ª. Lo único bueno es que este Roures, al ser catalán, ha obligado a sus chicos de Podemos a corregir su punto de vista sobre la autodeterminación catalana, más cercana a la derecha española que al sentido común y la decencia. Como es el de la pasta, le han hecho caso. Pero un caso relativo. No por cálculo sino por pura estulticia: ¿cómo creen que suena en Cataluña uno de Vallecas o de Pozuelo de Alarcón hablando de patriotismo?

Ahora sí que creen haber matado al oso. Los anticapitalistas alimentados con el pábulo del capital y contando historias para consumo de las clases "populares".

¿Resultado? Si la sociedad española reacciona, como parece que lo está haciendo, destapando la nueva superchería de los comunistas, un fracaso estrepitoso. Los comunistas no han ganado nunca unas elecciones democráticas en ningún país del mundo en casi 100 años. Aquí tampoco. Nunca. Y lo más probable es que ahora, ocultos tras logos de colorines estilo la abeja Maya y un poderoso grupo mediático detrás, tampoco.

Pero sí conseguirán quizá que el PSOE no gobierne y lo haga el PP. En el fondo, a ellos no les importa. Los empresarios y capitalistas viven bien con el gobierno de la derecha y los dirigentes, en la medida en que tienen sus jugosos escaños garantizados, también.


Su único problema será en donde poner la piel del oso que no han cazado. A la gente, que le den.



dilluns, 6 de juny del 2016

Los medios y los fines

No vi el debate de ayer. En general, no veo la televisión. Así que imagínense el pasmo que me produjo encontrarme también ayer un tuit de un tal Guillermo Toledo metiéndose conmigo diciendo que me imaginaba viendo con envidia a mis "amigos" Corcuera y Leguina en 13TV porque por lo menos alguien se acuerda de ellos. Insisto: no veo la tele; menos 13TV; cuando me han llamado, me he negado a ir; y Corcuera y Leguina no son amigos míos. Así que ese tal Toledo está en Babia; pero mala Babia.

No vi el debate Iglesias-Rivera porque, además de no mirar la tele (aseguro que no hace falta, que se gana mucho tiempo y se está mejor informado) tenía cosas importantes que hacer. Según opinión generalizada, no me perdí nada. Los cachorros de la nueva política son tan livianos, carentes de ideas y escurrajas como los de siempre pero más gallitos y pisaverdes. También en opinión general, Rivera se comió a Iglesias y le ganó el debate. Claro, todo el día dando la matraca de plató en plató, no te queda tiempo para prepararte nada con mínima seriedad. O quizá no haya nada que preparar. Podemos es un bluff cuyo gancho callejero reside en que las demás opciones son todavía más aburridas, mientras que ella  trae aires de renovación. Aires o más bien soplos que no mueven ni las hojas de los árboles. Porque, en fin, por lamentable que sea el encelafograma programático de Podemos, que no dé ni para imponerse dialécticamente a esta especie de broker de Rivera quiere decir que no andan muy duchos de retórica y no dominan los temas, lo cual es muy significativo del respeto con que tratan a sus seguidores y votantes.

La idea de que la acción política se realiza en los medios es un principio esencial del catón de Podemos. Si nuestra sociedad es una sociedad mediática, de audiencias, como dicen los textos de comunicación, lo que corresponde es juntar la teoría con la praxis, llevar el debate político a la televisión y, por tanto ajustarse a aquellas. El éxito de Podemos aquí ha sido espectacular: lanzado a todo trapo por la Sexta de TV, sus dirigentes se quejan continuamente de tener a todos los medios en frente y de que hay una campaña contra ellos. Es una mentira que se revela al ver el trato de excepción que reciben dirigentes de Podemos, a todas horas del día en todos los medios de comunicación. Compárese con los demás. En el mes de mayo pasado, Iglesias apareció 16 veces en la tele; Rivera, 14; seis Sánchez y una el Sobresueldos.

A rajatabla llevan la idea de colonizar los medios. Otra cosa es el contenido de lo que largan por ellos. Porque, entre la frecuencia de apariciones que los medios imponen y la lentitud conceptual e intelectual de sus líderes, las intervenciones se convierten en aburridas y repetitivas monsergas sin tino ni tasa. Resulta así que posiblemente la saturación de los medios acaba produciendo el efecto contrario. Es una especie de bullying mediático Los espectadores están hartos de encontrarse a alguien de Podemos a todas horas y en todos los programas y diciendo siempre lo mismo, o sea, nada (lo de la sonrisa, copiado Rodríguez Zapatero y la necesidad de desempatar cuando no ha habido un empate) ya que la consigna de la cúpula es que nadie diga nada para evitarse crisis como las de IU antaño.

Quienes de verdad no disponen de ningún medio a su favor y siempre ha sido así, son los socialistas. Ya quisieran estos contar con periodistas tan entregados como Ferreras y su esposa a la tarea de conseguir el "sorpasso", capaces de tomarse en serio la iconocgrafía de la campaña electoral de Podemos, que parece diseñada por Walt Disney, interpretando la imagen incorfomista de Podemos como si fuera la abeja Maya. Precisamente la sobresaturación de los colorines de la abeja Maya es lo que puede causar el efecto boomerang, esto es desmovilizar el voto y que acabe ganando la derecha.

Que, en buena medida, es lo que los autores de Podemos ya sabían desde un  principio. Pero todo se entiende, si no hay sorpasso quedará Izquierda Unida-Podemos para los siguientes doscientos años. No pasa nada.

diumenge, 5 de juny del 2016

¿Por qué no hay gobierno en España?

Aquí está la segunda parte del artículo/entrevista del ABC. Quien la lea observará que el periodista, Enrique Delgado Sanz, se ha documentado bien antes de hacerla. Entre otras cosas, encuentra paralelismos entre la situación actual y la que se dio entre 1993 y 1996 cuando Anguita creyó que, por medio de aquella su lamentable pinza con el PP, conseguiría el sorpasso al PSOE que era, y es, lo único que le interesa. Lo ha visto en un programa de Jesús Hermida en la tele en 1993, en la que un grupo de periodistas y politólogos, hablábamos con Julio Anguita durante más de una hora. En ese programa, que dura una hora y cuarto o algo así, se produjo un diálogo entre Anguita y yo muy revelador. De él extrae Enrique Delgado ese párrafo mío de que el programa económico de Anguita para las inmediatas elecciones era una mezcla curiosísima entre el despilfarro verdaderamente alegre y un programa miserabilista del tercer mundo

Lo curioso es que algunos militantes comunistas, siguiendo la inveterada costumbre de su partido -hoy heredada por Podemos- de manipular y falsificar la realidad para confundir a la gente, han extraído unos ocho minutos de ese vídeo en los que el entonces coordinador de IU se expresa con su habitual vaciedad y facundia. Y eso es lo que han subido a Youtube anunciando a trompeta abierta cómo ya en los años 90, Anguita triunfaba y me propinaba un soberano varapalo dialéctico. Yo no diré nada porque ese estilo de infundio y propaganda no es el mío. Me limito a poner el enlace al programa íntegro de Hermida, sin extraer ni manipular nada, a fin de que cada cual tenga fundamento para hacer su composicion de lugar y emitir su juicio. Que ya somos mayores de edad para que vengan estos Torquemadas de vía estrecha a engañar con trozos manipulados. Cosa, por lo demás que colgaron igualmente de mil amores en su página los de La Tuerka, cuya afición por censurar, engañar y difamar es análoga a la de sus camaradoskis y por eso se han unido.

(Quien tenga curiosidad por ver la primera parte de la entrevista, la tiene aquí).

Contra la corriente

No pongo en duda la profesionalidad de Metroscopia ni el crédito de sus sondeos. Si la empresa dice que al PP lo votará el 28,5% de la ciudadanía, a Podemos el 25,6%, al PSOE el 20,2% y a C's el 16,6% no desconfío en absoluto de que eso es lo que los ciudadanos han contestado a las preguntas del sondeo. Lo que no creo es que el 26 d junio voten de acuerdo con lo que dicen ahora. En absoluto. Lo que sucede, probablemente, es que la ciudadanía está harta de que la mareen unos políticos que no sirven ni para atarse el cordón de los zapatos y son incapaces de hablar entre ellos y llegar a un acuerdo factible; y, para no colaborar al desbarajuste general, ha decidido decir a los encuestadores lo primero que se le pasa por la cabeza.

Es verdad que el electorado de la derecha es fiel, bovinamente fiel. Pero no tanto que la banda de ladrones bajo fianza judicial vaya a mantener sus siete millones de votantes, después de lo que ha sucedido desde el 20 de diciembre en que prácticamente no quedan cargos del PP que no estén en prisión. El propio Sobresueldos sabe que su presencia en los mítines del PP, más que incorporar voluntades o lealtades, las espanta. Si todavía no tiene un sustituto en el PP se debe a que los demás son peores que él, lo cual es maravilloso pues no parece posible. El hombre nunca defrauda. Ha vuelto a recurrir a su único recurso metafórico, acusando a los demás de sacarse conejos de la chistera. Con esa misma necedad trató de parar hace años el pacto antiterrorista que proponía Rodríguez Zapatero y del que, como siempre, se ha adueñado ahora. La derecha lo hace sistemáticamente: boicotea la ley de divorcio y luego es la gente que más se divorcia; vota contra el aborto y lo práctica después; contra el matrimonio gay y son los primeros en beneficiarse de él.

A su vez, el llamado emergente, ahora asociado con el pecio de IU, disfruta de la popularidad que le da el hecho de qus dirigentes estén perpetuamente en la TV y nos los encontremos ya en todas partes, como al gran hermano orwelliano. Tienen un estilo gótico-flamígero de celebrar sus aparentes triunfos y encargan a sus legiones de trolls en los medios que repitan incansablemente sus consignas que, habitualmente, están plagiadas. Así como el "Podemos" está plagiado de una consigna yanqui en las elecciones de Obama de 2008, lo de las "sonrisas" está plagiado de la campaña independentista catalana de la revolución de los somriures. Echan las campanas al vuelo en elecciones que, como las europeas de mayo de 2014, no significaban gran cosa o lanzan trinos de satisfacción ante los buenos vaticinios de las sondeos. Esa cifra de 25,6% del voto que le augura Metroscopia todavía es menos del más de 28% que le adjudicaba en enero de 2016 y luego se quedó en la mitad. Por fastidiar, la gente dice cualquier cosa, sobre todo la que está harta. Pero luego hará algo distinto. Porque una cosa es escuchar a estos zangolotinos largando todo el día por la televisión y otra muy distinta, votar para administrar un  país a quien no está preparado para gobernar, ni siquiera para gobernarse a sí mismo. 

Por último, ese 20,2% del voto al PSOE tampoco es correcto. En el PSOE se concentra siempre el voto del miedo, el que se explica por la espiral del silencio. Ha sido así siempre y seguirá siéndolo. El PSOE tiene un voto oculto muy numeroso y, al final, comparecerá para evitar el sorpasso. Tiene una clientela muy fiel, histórica, que acaba siempre votándolo, aunque diga que no va a hacerlo. Y es así porque este partido se  configura como la única opción de centro izquierda válida, entre los dos extremos de los insoportables de la derecha y los advenedizos de la izquierda. Si el PSOE no tiene un porcentaje mucho más alto de votos se debe a la fabulosa incompetencia de sus dirigentes actuales, a su ineptitud para generar relatos que interesen, a su incapacidad para entender sus propias miserias y hacer crítica realista. Se debe igualmente a la corrupción que ha prendido en su baluarte andaluz y a la presencia asfixiante de los llamados barones territoriales. Al PSOE lo salvan sus afiliados y votantes y lo condenan sus dirigentes. Sin embargo, está claro que, después del 26 de junio, le tocará reinventarse o incluso, refundarse si quiere sobrevivir.

No es frecuente que en unas elecciones haya tanto indeciso, tanto voto oculto, tanta espiral del silencio, tanto ruido mediático irrelevante. Estos vaticinios no sirven para nada.   


dilluns, 30 de maig del 2016

Incertidumbre

Suele pasar. Justamente cuando todo parece estar claro acabará siendo más oscuro; cuando todo el mundo espera que algo suceda, deja de suceder y sucede lo contrario; cuando las apuestas van al unísono, suena la nota discordante. El comportamiento de los seres humanos es imprevisible y así seguirá siendo hasta el fin de los tiempos aunque queramos convencernos de que, mediando las correspondientes tecnologías, conseguiremos profetizarlo.

Según parecer casi unánime los resultados de las próximas elecciones del 26 de junio serán un calco de los del pasado 20 de diciembre. Aquellas dejaron una situación de impasse y desconcierto en los partidos que nos ha traído hasta aquí. Si esas son las respuestas de la gente a las preguntas con que después se hacen los sondeos y encuestas, así pudiera ser. Pero solo pudiera. De hecho hay una continua contradicción entre el discurso de la igualdad de resultados y la seguridad de que la combina IU/Podemos finalmente conseguirá el sorpasso al PSOE. Este cálculo está basado en sumar el voto a IU y el voto a Podemos. Pero se trata de una pretensión con muy débil fundamento. Suponer que los votantes de IU van a votar la confluencia o que lo hagan los de Podemos es razonable, pero no es una conclusión avalada por prueba alguna. También puede pasar lo contrario y la confluencia haga perder votos.

De hecho, el PSOE resistió bastante bien la avalancha de Podemos en las elecciones del 20 de diciembre y ahora plantea una campaña electoral de centralidad política, moderación, recuperación del voto perdido. Si no se le tuercen las cosas, puede darle buen resultado pues sus dos principales rivales, PP y Podemos, con notable falta de habilidad se han dejado identificar con aspectos negativos desde el punto de vista de la opinión pública mayoritaria. Nuestra sociedad gusta de verse a sí misma como  moderada y con horror a los extremos. La prueba más clara: los dos líderes políticos peor valorados, casi al unísono, son Mariano Rajoy y Pablo Iglesias, lo cual no deja de ser extraordinario pues son quienes disfrutan de un tratamiento más continuadamente favorable en los medios, cada uno de ellos con prensa digital a su servicio y cadena de televisión (Rajoy las públicas e Iglesias, la Sexta) y abundante copia de plumíferos riéndoles las gracias. Sin embargo, de ahí no se sigue mayor probabilidad de ser votado. Curioso dato para relativizar ese poder indiscutido de los medios de comunicación.

La imagen de Rajoy, acorralado por la corrupción, indolente, declarado en rebeldía frente al Parlamento, mentiroso casi compulsivo e incapaz de reconocer sus errores, está bajo mínimos. Igualmente la de Iglesias, caracterizado por una trivialidad y oportunismo de juicio que hacen abrigar la sospecha de que ni él ni muchos de su equipo, se toman en serio el asunto de las elecciones. Rajoy no puede sacar la cara a la calle porque se la parten e Iglesias no sale de los platós de televisión, con una política mediática cuya contumacia ha superado ya todos los límites del hartazgo. Según Paracelso, el veneno es cuestión de cantidad y los griegos aconsejaban no tener demasiado de nada. La omnipresente corrupción en torno a Rajoy, como la ubicua presencia mediática de Iglesias acabarán pasando factura en las elecciones sea cual sea la cantinela de los sondeos al día de hoy porque hasta el sufrido pueblo español acaba hartándose de la plúmbea vaciedad de estos simulacros de dirigentes.

La esperanza del PSOE de recuperar los votos díscolos en las anteriores elecciones es legítima pero, para conseguirlo, como sucede a los cristianos con la salvación que tanto les preocupa no basta con la gracia del Señor, se necesita fe y buenas obras, además. De estas, el PSOE tiene pocas; si acaso abundantes declaraciones de su dirigentes pero imprecisas y contradictorias. Y no se hable de la incapacidad de su candidato para decir algo nuevo, original o de interés. Si por él fuera, hasta sería verdad esa insistente trola Errejón (otro convencido de la conveniencia de machacar el hierro en frío) de que el próximo 26 de junio, la gente va a desempatar, cuando no hubo empate.

Dato empírico de nuestro tiempo (y de todos)  las campañas en positivo no suelen atraer la atención de los electores. Hablar bien de los demás no suscita interés. Son mucho más rentables las campañas en negativo y esto los políticos españoles lo bordan. El flanco más negativo de Podemos es precisamente su confluencia con IU y la reaparición del fantasma del Manifiesto del Partido Comunista. Preocupados, los comunistas están ya tocando a rebato afirmando, como hace Garzón y muchos otros, que la gente no tiene miedo al comunismo sino a las dificultades para llegar o no llegar a fin de mes. Son como Franco: no se metan en política y preocúpense por la centa de la compra. Obviamente, no se dan cuenta de que al cuestionar el miedo que puedan suscitar los comunistas, están aumentándolo. Por descontado, los comunistas ya no inspiran miedo pero todavía menos ganas de votarlos. Votar por alguien que esconde su filiación política y, cuando la desvela, lo hace pidiendo que no se le tenga miedo no es una fórmula segura de éxito. Necesita explicación.

La situación  al día de hoy es tan problemática y su resultado tan incierto que hasta Rivera, el de Ciudadanos, ha tenido que ir a buscarse los votos al otro lado del charco, en los confines del imperio. Y aun así, no ha conseguido mantener la buena reputación que tenía entre el electorado y ha entrado en valoración negativa.

Nadie sabe lo que pueda pasar el próximo 26 de junio.