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dimecres, 11 de març del 2015

La paz de Franco.

Pues sí, parece que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre ha sacado dos monedas conmemorativas, una de plata (de 10 €) y otra de oro (de 200 €) con la efigie de Felipe VI y la leyenda 70 años de paz que ha puesto las redes en ebullición. Señalan el innegable eco del lema franquista, tan lejano que muchos lo recuerdan mal. Unos como "35 años de paz"; otros como "25 años de paz española". No no. Fue en 1964 y se llamó XXV Años de Paz, con numeros romanos y sin añadir el "española". No hacía falta. Aquí era española hasta el hambre.

¡Qué mal pensadas las redes! ¡Qué ignorantes! Claro, están infestadas de rojos. Lo que se conmemora son los 70 años de paz en Europa. De 1945, fin de la contienda, hasta hoy. ¿Comprendido, beocios?

No saben ni mentir. España no pertenecía a esa Europa de 1945 que hoy se conmemora. Al contrario, era su enemiga. Aquella, esta Europa, se edificó sobre las ruinas de sus aliados. España estuvo fuera hasta 1986 y siendo generosos. La FNMT no tiene 70 años de paz europea que conmemorar sino, todo lo más, 39. Los otros 41 fueron la paz de Franco. Pero como esta en 1945 contaba ya seis años triunfales, los 70 que conmemora la FNMT debieran ser 76. No solo no saben mentir. Tampoco saben sumar ni restar, como ha demostrado palmariamente el candidato andaluz, Moreno Bonilla, en la tele.

En todo estos años, una de las disciplinas políticas que más se han desarrollado es la Polemología o estudio científico de las guerras. Los nórdicos han hecho grandes avances y también los franceses y los alemanes. No es cosa de entretenerse, pero parece haber acuerdo en una definición de paz que supera la vieja mentalidad mecanicista que la considera ausencia de guerra, cese de hostilidades, de conflicto armado. No basta. La paz requiere determinadas condiciones sociales, económicas, políticas: justicia, desarrollo equilibrado, democracia. Una dictadura no es paz, sino un estado de guerra latente, permanente, hasta el final. El muy católico dictador español murió fusilando. En medio de su paz, que es la de estos.

La paz solo es posible en democracia. Y aun así, si es una democracia vigilante.

dimarts, 24 de febrer del 2015

El odio al PSOE.

No es cosa de demagogias, pero el PSOE se acerca ya a los 140 años de existencia. Es el partido más antiguo de España, con excepción del Partido Carlista fundado en 1833 aunque reconvertido en otra cosa. Y eso se nota. El PSOE es parte de la historia del país. A partir del restablecimiento de algunas libertades en 1978, ha gobernado casi 20 años, con González y Zapatero. En ese tiempo, España avanzó en bienestar, progreso, libertades, derechos e integración europea como no lo había hecho nunca antes. Ni durante la breve II República. Por supuesto, su mandato (sobre todo en las dos legislaturas finales de cada uno) también fue pródigo en elementos negativos y hasta crímenes: la dura reconversión industrial, las privatizaciones a voleo, los GAL y la corrupción rampante en el mandato González y la desastrosa política económica anticrisis así como la reforma del art. 135 CE en el de Zapatero.

Unos gobiernos con luces y sombras, como siempre, pero globalmente positivos para el país. Es absurdo negarlo. Y, sin embargo, se niega. Hay una especie de voluntad cerrada de reñir todo acierto al PSOE ahora y antes, esgrimir siempre sus aspectos negativos y ocultar los positivos, al extremo de que, si se escucha a voceros de derecha e izquierda, casi parecería que el responsable único del desastre y la postración actuales de España sea el PSOE. Tanta falta de objetividad y ponderación invita a preguntarse por su razón profunda. Los hechos, los datos, las pruebas desmienten tan cerrada visión negativa. Quizá nazca esta de otra parte distinta del entendimiento; por ejemplo, de la pasión. Quizá tenga poco que ver con la razón y mucho más con el odio. Y, en efecto, uno de los rasgos más llamativos del debate político español es el odio a los socialistas.

Los odian por ser el partido más antiguo, por seguir siendo un partido, por haber ganado elecciones limpiamente, por haber gobernado, por haber sabido perder en unos casos y triunfar en otros. Es decir, los odian por lo que se suele odiar a mucha gente en España: por hacer cosas.

El odio de la derecha es palpable. Es un odio histórico, de clase. Y hasta personal. Que los aristócratas se enfrenten en política a un partido de advenedizos fundado por un tipógrafo pero que tiene más solera y antigüedad que todos ellos, que son los verdaderos advenedizos, los saca de quicio, los pone enfermos. ¡Qué insolencia, los seguidores de un tipógrafo aprobando leyes! La derecha es profundamente patrimonialista y cree que el gobierno le pertenece como sus fincas, sus casas, sus tierras. España entera es de su propiedad por derecho divino y no tiene perdón que lleguen unos plebeyos a reñirles ese derecho a gobernar, desgobernar, robar y saquear lo público que vienen disfrutando desde hace siglos y para conservar el cual hicieron una guerra civil e impusieron una dictadura militar de cuarenta años. El odio de la derecha al PSOE es profundo, casi genético.

¿Y la izquierda, los comunistas, asimilados y neocomunistas? Una falta de objetividad muy similar y un odio todavía más acendrado. Esta izquierda procede de la escisión comunista de 1919/1920 que nunca, en casi 100 años de historia, ha conseguido prevalecer sobre los socialistas salvo cuando establecían dictaduras de partido y prohibían y perseguían a estos, como hicieron en los países del bloque soviético durante buena parte del siglo XX. No siendo mediante la dictadura, el proyecto comunista de derrotar a los socialistas no ha triunfado en ningún país democrático del mundo. Salvo las experiencias dictatoriales, esta izquierda no ha gobernado nunca excepto algún brevísimo lapso de frente popular aquí y alla. Nada.

Pero no ha dejado de considerarse la "verdadera", la "auténtica" izquierda frente a una socialdemocracia oportunista que se encaramaba a los gobiernos y se aburguesaba traicionando a los trabajadores. Esos gobiernos en España y otros países de Europa fueron los únicos de izquierda real que hubo en el siglo XX y, dicho sea de paso, cambiaron sustancialmente la cara del capitalismo. Tanto que hoy hasta la "auténtica" izquierda los propone como modelos a los que hay que volver. Pero sin reconocer un ápice el mérito de los socialdemócratas. Al contrario, culpándolos no solo de sus culpas sino, en un frenesí de odio, también de las ajenas. Para esta izquierda "verdadera", que lleva cien años hablando sin hacer nada, el verdadero enemigo no es la derecha; es la socialdemocracia. En España, el verdadero enemigo no es el PP; es el PSOE.

Es el caso del reaparecido Anguita cuyo odio a la socialdemocracia está adquiriendo los niveles psicóticos de un capitán Ahab, tan obsesionado con Moby Dick que no le importa hundir su Pequod, IU, si con ello extermina a su archienemigo. ¡Por fin el ansiado sorpasso! La hora de la venganza. La posibilidad de que ese orgulloso PSOE muerda el polvo gracias a esa organización, Podemos,  que, merced a una sabia combinación de liderazgo carismático, pragmatismo y ambigüedad conceptual, parece haber deshecho el maleficio que lleva cien años agarrotando a los comunistas y promete llevarlos ahora, siempre que no se les note mucho el tinte neocomunista, a  una impensada victoria.
 
Palinuro lamenta que no vaya a producirse una alianza de las izquierdas, de todas las izquierdas. En verdad, no siendo militante de partido alguno, no se siente personalmente afectado, pero este asunto suena al más sobado y ramplón quítate tú para que me ponga yo y, encima, con plumas ajenas, desde los nombres a las ideas y desde las ideas a los nombres.
 
La promesa del sorpasso que tiene encandilados a estos novísimos "de abajo" procede del triunfo de Syriza en Grecia.. Si los Podemos griegos se imponen a la Troika, la Syriza española, hundirá al PSOE en la miseria de un PASOK, dejándolo en un 4,2% del voto. Tres inconvenientes se alzan ante este rosado futuro:

Primero: es posible que Syriza no se imponga y, al contrario, tenga que ceder ante la UE y Alemania. Tiene toda la pinta. Eso supondrá un golpe para Podemos que, una vez pasados los fuegos de artificio, tendrá que recomponer su discurso con un crédito rayano en cero. Esa Estaca con la que quiere derribar el "sistema del 78" puede acabar hundida en su corazón.

Segundo el PSOE no es el PASOK; no es una empresa familiar como la de los Papandreu, fundada en 1974. Forma parte de la historia de España en estos 140 años y tiene mucho eco y, sobre todo, apoyo en Europa, cosa más fácil de rentabilizar en interés del común que todas las propuestas bienintencionadas, sin duda, pero de una inconcreción celestial.

Tercero la repentina aparición de Ciudadanos, un partido con una parafernalia análoga a la de Podemos, con similar pragmatismo posmoderno, pero con un talante que se intuye más conservador, más centrado, sin necesidad de marear la perdiz con la izquierda, la derecha, lo de arriba y lo de abajo, apunta en un sentido de consolidación de la opción de la derecha. Predecir coaliciones en un contexto multipartidista (que, a veces, dependen de uno o dos escaños) es perder el tiempo pero no es exagerado vaticinar un reforzamiento de la derecha. O sea, del PP.
 
Con estos tres datos presentes, ya da un poco igual lo que se diga. La evolución apunta a que tampoco esta vez prosperará el intento neocomunista del sorpasso. Lo pintoresco del asunto será ver si, como cabe barruntar, se conseguirá mantener al PP en el poder otros cuatro años. Algo muy español. De perdidos, todos al río. El odio nos hará flotar.

La única parte de España en que no se observa odio al PSOE, en que no es factor de movilización porque la gente está en otros horizontes, Cataluña, tampoco parece ser tierra de promisión para Podemos. Obvio.  

diumenge, 22 de febrer del 2015

La alfombra roja.


El Partido de los Socialistas Europeos (PSE) ha escenificado un acto de unidad por encima de las diferencias de sus miembros con una clara función propagandística. Esa alfombra roja en el espíritu de los Oscars traiciona el subconsciente de los organizadores. Una ceremonia. Pero una ceremonia que tiene su alcance y significado. En primer lugar, según se dice, respaldar a Pedro Sánchez. Los miembros de la tabla redonda socialista arman caballero al hidalgo Pedro Sánchez. Y no son unos cualesquiera quienes han velado las armas con él. En primera fila gentes que son, han sido o serán presidentes de sus países. González, Ogórek, Sánchez, Stanishev, Valls, Schultz y Gabriel. Notable presencia alemana o germanófila. Podían haber incorporado a Zapatero para equilibrar por el lado latino. Es de esperar que su ausencia no sea motivo de pelea. Porque, en todo caso, este espectáculo de familia socialista a quien deja fuera de juego es a Susana Díaz que ha ido a reforzar su faceta internacional al vecino reino de Marruecos.

Lectura interna del PSOE, trasmitida a los medios: somos un partido serio, en una organización seria, tenemos responsabilidades de gobierno y gestionamos instituciones europeas; no somos inmovilistas ni demagógicos, se puede contar con nosotros porque, además, tenemos un proyecto común para salir de la crisis. Suena bien y, observando las agitadas relaciones de Grecia con la UE, especialmente Alemania, se pretende que la gente valore la ventaja de elegir gobernantes que se entiendan con quienes mandan en Europa. Es lectura interna y es lógico que sea así, pues es un discurso que llega a una parte del electorado. Sobre todo, si se acompaña con hechos. El PSOE es el único que tiene candidatos conocidos a las elecciones de mayo. Un catedrático de Metafísica y un conocido economista, profesor universitario y tertuliano. Mensaje: somos gente de fiar. Llegado el momento, tendremos el mejor candidato a la presidencia del gobierno.

La lectura externa es otra. Sobre todo en la izquierda. Este acto de la alfombra roja es una oferta de gran coalición con el PP. Gabriel es vicecanciller en un gobierno con la CDU y Schultz presidente del Parlamento por el intercambio de votos con Juncker. Todo pura gran coalición. Se llevan además a Felipe González que anda de muñidor de un pacto de esta naturaleza, justificado en la necesidad de salvar el sistema. La izquierda tiene que aglutinarse en una candidatura única (al menos en Madrid) que haga frente al PP/PSOE. Sistema contra antisistema. Típica polarización política.

Al margen de la objeción obvia de que la polarización propuesta sea una reedición del bipartidismo, se da la circunstancia de que pudiera ser imposible aritméticamente. La idea es un enfrentamiento entre la izquierda y el PP/PSOE. Pero la aparición de Ciudadanos podría complicar el panorama. Aunque solo sea por puro sentido de la congruencia. Cuando se tiene tanto interés en acabar con el bipartidismo, culpable de infinitos males, hay que estar dispuesto a admitir el multipartidismo. Pero quien dice multipartidismo, dice gobiernos de coalición. En realidad, en Europa, lo normal son los gobiernos de coalición, si se exceptúa Inglaterra (que también tiene ahora una alianza) y algún otro como Francia. Gobiernos de coalición de dos o más partidos. Entre los cuales, por supuesto, están las llamadas "Grandes coaliciones" (en el sentido de derecha/socialdemocracia) relativamente frecuentes en Alemania y Austria.

En España, a pesar de su sistema electoral, los gobiernos de coalición no existen. Todos los gobiernos españoles desde 1979 han sido monopartidistas (en la medida en que cabía considerar la UCD un solo partido) con mayorías abolutas o con apoyo parlamentario variable cuando la mayoría era relativa. Pero los gobiernos, todos monocolor. No hay, pues, eso que llaman la cultura de la coalición, o sea, el espíritu de transacción, pacto o acuerdo. No es estilo de la casa. Para uno vez que dice que lo consiguieron, con la Constitución de 1978, la han embalsamado como la momia de Tutankamon. Y esto de la cultura de la coalición, ¿se aprende? Es posible, sí, pero no sé si da ya tiempo.

De resultar, como es verosímil, un parlamento con cuatro partidos de ámbito estatal de cierta relevancia y varios otros de ámbito autonómico, en principio, todas las combinaciones son posibles, aunque unas más probables que otras. De lo que se trata es de no hacerlas todas improbables.


dijous, 5 de febrer del 2015

Punto de fuga.


Ayer el foro se vio agitado por tres noticias de grueso calibre cada una de las cuales provocó un tumulto y entre las tres poblaron el escenario, el cuadro. El pacto entre PP y PSOE soliviantó a las bases del último. El barómetro del CIS cargó más de razón a los soliviantados que ya ven otro sondeo posterior de desplome estilo PASOK. Además elevó a Podemos a la condición de segundo beneficiario del fementido bipartidismo, causando seguramente alarma en las cancillerías extranjeras. Por último, la ruptura de Tania Sánchez que, como una nueva Clelia, cruza las líneas para reunirse con los suyos, podrá leerse de muchas maneras y se hará. Pero una es segura: los comunistas parecen a punto del ansiado sorpasso, de ganar el viejo contencioso con los socialdemócratas por el apoyo de la gente, pero a costa de dejar de ser o llamarse comunistas. Incluso izquierdistas.

Todo eso está muy bien y es muy entretenido, pero no nos deja ver por encima de nuestras narices, nos oculta el punto de fuga del cuadro, allí en donde de verdad se deciden los destinos de nuestro país. Más concretamente, en Grecia. Y aun más concretamente, entre Bruselas, Berlín, Frankfurt y París. Un lío, sí, sobre todo para gente poco ducha en lenguas. Pero un lío más importante para nosotros que los nuestros. En un post del 31 de enero, La vorágine, Palinuro decía que las fortunas electorales de Podemos dependerán de cómo resulten las negociaciones de la Troika, o la UE o la señora Merkel con Grecia. No se olvidará que Pablo Iglesias (y no sé si los mismos griegos) planteó las elecciones griegas como una opción entre Syriza, la soberanía, y Merkel, subyugación. Nueva Democracia no contaba. Después, en la manifa del 31 de enero, sacó a relucir repetidas veces la Patria, la Patria española. A Palinuro esto le suena un poco a la Gran nación de Rajoy y le da más o menos el mismo valor, aunque reconoce que las motivaciones son distintas.

Lo primero que ha hecho Syriza, sin duda, ha sido poner en práctica tres o cuatro medidas de justicia social de urgencia para los más necesitados y, a continuación, ha ido a negociar con la UE, el BCE, Alemania, o sea con Merkel, que le dejen gobernar. Según el simil anterior, el partido victorioso pide condiciones al partido derrotado. En realidad, Syriza, Grecia, depende de la UE como el rey Yugurta de Roma y, aunque no sea de esperar que acabe ejecutada en la cárcel Mamertina, tampoco lo es que vaya a conseguir facilidades.

De la Gran nación de Rajoy, compatible con todo tipo de subalternidad, cabe esperar poco. Pero si en la izquierda y entre el pueblo prende la reivindicación de la Patria y, al final, la Patria consiste en negociar otro rescate, habrá una generalizada sensación de frustración. Entre el inmovilismo de la Gran nación, que manejará sin tapujos el discurso del miedo, y la ilusión encendida de la Patria, sobre el trasfondo cárdeno de la crisis griega, ¿qué votará la gente, llegado el momento?

Ese es el punto de fuga, el punto al que nadie mira porque los pactos, los sondeos, las broncas, el frente judaico de Palestina y el efecto sifón de Podemos lo ocultan. Como si, efectivamente, fuéramos soberanos.

Y el que menos mira, el PSOE que, sin embargo, tiene la posibilidad de instalarse en el punto de fuga. En otro post de ayer, titulado Esto es lo que hay, Palinuro veía al PSOE ante otra disyuntiva, tirar hacia el centro o tirar hacia la izquierda como posibles vías para remontar los malos augurios de los sondeos y ganar las elecciones. En cierto modo, puede hasta combinarlas: tirar hacia la izquierda lo suficiente para frenar el efecto sifón de Podemos, mucho más débil que en IU, y sin dejarse absorber por él; y tirar hacia el centro lo suficiente para garantizar la estabilidad pero poner coto a los desmanes de corrupción y desmantelamiento del Estado del bienestar. Esto de garantizar la estabilidad suena algo extraño, pero se entiende: ¿cuál es el sentido de la alianza de Syriza con un partido nacionalista medio xenófobo pudiendo haberla hecho con otro de izquierda? Lanzar un mensaje de amor a la estabilidad. Cierto, con un componente patriótico, pero probablemente irrelevante.

Para ganar las elecciones se precisa convencer a la gente. El PSOE dispone de dos mecanismos para conseguirlo que puede poner en práctica tanto si opta por tirar hacia el centro como a la derecha.

El primero es la moción de censura que Palinuro no deja de reclamar. Se perderá. Pero dará una ocasión única y legítima al PSOE de aparecer como un partido recuperado, serio, con un proyecto concreto y viable que se expondrá ante la opinión pública española y sin duda será seguido con atención en el extranjero. Pedro Sánchez es el líder de un partido parlamentario. Está bien que vaya por la agrupaciones los fines de semana, pero en donde tiene que hablar es el Parlamento, en donde tiene que exponer su política, su proyecto, su programa, es en el Parlamento. Y, si no le dejan, que no le dejan, hágalo por la vía de la moción de censura.

El segundo mecanismo, nada desdeñable, es el hecho de que, si es necesario negociar o renegociar con la UE, el PSOE está en buena posición por cuanto es también partido de gobierno en Alemania a través del SPD, que tiene seis ministros en el gabinete. Los dos son miembros del Partido de los Socialistas Europeos en donde ambos deben acordar políticas que puedan defender en sus respectivos países.

Y ahí es donde el PSOE tendrá que demostrar que no es igual al PP.

dilluns, 3 de març del 2014

A estatutazos.

Comentábamos ayer, dilecta lectora, los más y los menos de esta quisicosa, la lista europea de IU, que ha dado origen a la habitual bronca, al "aquelarre", como dirían los gacetilleros de antaño, aficionados a lo hiperbólico. No sé si hay otro caso en que un adjetivo haga menos honor al substantivo que el de Izquierda Unida, símbolo en oro de la sabiduría del refrán de "dime de qué presumes...", etc.

En efecto, la lista se ratificó y sus partidarios, básicamente el aparato de IU, la defienden como la más abierta, la más plural, la de más sensibilidad, la más paritaria, la más equilibrada la más convergente y amplia de su historia. Ni una sombra de duda. Reconocen que hacerla ha sido un "terrorífico esfuerzo" pues (Cayo Lara, textual): no sabéis las presiones que hay y a qué nivel llegan. Vaya con la izquierda alternativa. Diga las presiones; diga los niveles. Mucho puño en alto, pero las componendas van por la parte de atrás. No quiero decir a qué me recuerda esto porque el personal se pica. Estas declaraciones dan pie a la crítica de que la lista es un apaño de partidos, de aparatos, de intereses y nada que ver que los intereses de la gente, los representados, los votantes.

Es obvio y es lo que salen diciendo algunos agraviados en la componenda recién ratificada, en concreto los de Izquierda Abierta y la CUT, quienes denuncian que se ha vulnerado "la pluralidad", lamentando amargamente que la lista no se haya confeccionado de modo transparente, en primarias abiertas. Los agraviados teorizan a todo trapo con la falta de sensibilidad de IU hacia las movilizaciones sociales. Algo con lo que la izquierda suele estar de acuerdo. La sospecha de que si la votación de las candidaturas hubiera sido a la inversa, con IAb de ganadora, las tornas se cambiarían es razonable pero irrelevante. El caso es que se invocan razones de principios cuando hay problemas de acomodo de "los nuestros" en las listas. Unas listas consideradas indeseables por quienes protestan.

Porque, además de los principios, se esgrimen los estatutos. Y esa es la bicha de la izquierda alternativa. Siempre que salen los estatutos a relucir el asunto suele no tener arreglo. De ahí a la escisión o la expulsión hay ya poco trecho. Más de uno en IU piensa que donde Llamazares y los suyos deberían estar es en el PSOE y los más maliciosos sostienen incluso que el de IAb está buscando un pretexto de ruptura para pasarse a la fementida socialdemocracia. Lo cual tampoco estaría mal visto del todo pues liberaría algún puesto más en la lista, de los de patio de butacas; nada de gallinero.

Segun tengo entendido, IU ofrece a Podemos y a Equo integrarse en su lista a partir del número onceno. Puro gallinero. Y, como todo es relativo en la vida, la oferta puede ser digna de consideración para los primeros, que están en mantillas organizativas, pero casi parece una bofetada, una ofensa innecesaria, a la gente de Equo, que tiene su propio proceso de primarias. 

diumenge, 2 de març del 2014

La lista europea de IU.

¿Tenemos lista de IU? Tenemos una lista aprobada ayer por el Consejo Político Federal por 77% de votos frente al 23% de otra candidatura de Izquierda Abierta (IAb) y pendiente hoy de ratificación. Se ratificará, seguramente, pero sigue sin ser una lista. Faltan los nombres de los puestos 4º (ANOVA) y 8º (Chunta) y eso supuesto que la Chunta decida finalmente ir a las europeas en la lista de IU: si no fuera así, habría que correr a todos los demás un puesto y se armaría otro guirigay. Añádase el enfado de IAb que amenaza con ir a los tribunales por unos asuntos de precedencia en el orden de los candidatos difíciles de entender para los mortales. No sé si eso puede llamarse propiamente una lista electoral por la forma.

Pero tampoco por el fondo. Uno de los criterios de formación de la lista ha sido el afán de integración de otras fuerzas políticas. Pero eso produce una candidatura heterogénea en la que no está claro que todos los electos defiendan la misma política en Estrasburgo y Bruselas. Hasta se enfrentan en la composición de la misma lista como sucede con IAb. También puede ser que se abomine tanto de la disciplina parlamentaria que se lleve un grupo heteróclito. De necesidad, virtud y a soltar ditirambos sobre la "polifonía" de la izquierda, sinónimo de reñidero de cabezas de ratón.

El otro criterio aplicado ha sido el conservador de respeto a los derechos adquiridos y adecuada representación de los afines, como CCOO. Es una candidatura de gente de orden, con hoja probada de servicio, una candidatura del aparato entreverada de alianzas exteriores, el pluralismo externo, del que se queja Llamazares, quien se siente postergado por la mayoría. Una candidatura previsible. En Twitter se cruzaban apuestas sobre si la encabezaría Willy Meyer, que lo hace por tercera vez. Un hombre ecuánime, cortés, políglota, que tiene tanto tirón en los mítines como un fraile cartujo. Ganaron los meyeranos de largo. En contra de la expectativas de renovación tan insólitas como ingenuas.

Cayo Lara aprovechó la presentación de la lista para zumbar al que cree su verdadero adversario, el PSOE, y para remachar la doctrina del fin del bipartidismo en España que carga con la culpa de muchos males de la Patria, si no todos. Especialmente en tiempo de elecciones. Los dos partidos dinásticos habrán de habérselas ahora con otro con cierto respaldo popular, compuesto por diversas fuerzas pero unido como una piña. La metáfora de la piña aparece mucho. Se valora grandemente el pluralismo (la "polifonía") interno pero, frente al exterior, se es una piña. Un puño alzado.

Quien no aparece en la lista ni por el forro es Podemos. Si alguna vez pensaron estos en figurar en ella, incluso, quién sabe, (el mundo es de los audaces) en encabezarla, ignoraban que esa lista estaba ya negociada y pactada de mucho antes. No obstante, se reunieron al comienzo de semana sendas delegaciones de IU y Podemos, aquella de segundo rango, esta de primer nivel, para explorar todas las posibilidades, decían, con mentalidad abierta. Hasta redactaron un documento, a modo de acta solemne de la reunión en la que advierten que reman en la misma dirección, aunque no tenga uno claro si en el mismo sentido. Después de mucho marear la perdiz, IU advierte de que el debate sobre cabezas de lista no debe abordarse hasta haber acordado un programa y unos criterios de composición y representación social de las candidaturas electorales. La institución habló.

Hace diez años publicaba Adam Przeworski un interesantísimo artículo en Government and Opposition, titulado Institutions matter? que, aunque con un tono pesimista en un ámbito más general de democracia/dictadura, está lleno de enseñanzas para un caso como este pues guarda toda su actualidad. Las instituciones mandan y condicionan la acción política. Quien dice instituciones, dice partidos. Si alguien pretende llegar a la acción política por su cuenta, siguiendo cauces propios, montando un sano movimiento espontáneo, por ejemplo, esto es, desde fuera de las instituciones, plantea una cuestión contrafáctica y lo tiene muy crudo. Es visto como un afuereño, un intruso, un paracaidista en la cacharrería. Y lo más probable es que se arree una castaña.

Todo el ruido mediático de Podemos se ha convertido en silencio frente a la lista institucional de IU. ¿Qué hacer ahora? ¿Presentar candidatura propia a las europeas? Da la impresión de que faltan tiempo y medios. ¿Plantearse una organización más a largo plazo? Una afirmación reiterada identificaba Podemos con el 15-M, era el mecanismo de articulación entre el movimiento social espontáneo al estilo 15-M y las correosas estructuras de las instituciones, los partidos. Pero las instituciones se han movido y del mecanismo de articulación puede no quedar ni rastro.

Si se decide por la permanencia, tiene un largo camino por recorrer porque habrá de corregir dos defectos gruesos: uno el hiperliderazgo que sume en la penumbra los aspectos logísticos de la acción política (equipo, programa, medios) y otro el excesivo carácter de movimiento estudiantil. Salvo que quieran repetir el 68. Para eso les sobran años a los líderes.

diumenge, 23 de febrer del 2014

A España por Europa.

Sondeo preelectoral de Metroscopia para El País. Foto fija de cómo estaría el asunto si se celebrasen ahora las elecciones al Parlamento europeo. Se prevé considerable descalabro de los dos partidos dinásticos, que pierden casi un tercio de escaños y se entiende como un descenso del bipartidismo. A su vez, se mantiene la ligera superioridad del PSOE sobre el PP, de 1,8 puntos. Prácticamente nada, aunque da para dos diputados lo que, con las dimensiones de la Eurocámara, tampoco es gran cosa. En realidad, este práctico empate, si se produce, es un triunfo para el PP pues, estando las cosas como están, no sería extraño un batacazo mucho mayor y un ascenso más pronunciado del PSOE. Ni lo uno (fracaso del PP), ni lo otro (triunfo del PSOE) sino un descenso en comandita en torno a un 55% del voto. 

La valoraciones ciudadanas de los cabeza de lista, Valenciano y Arias Cañete, no son de alharaca, pero Valenciano sale mejor parada. Casi un 30% la considera "buena" y solo un 26% "mala" opción mientras que en el caso del pobre Arias Cañete, solo el 26% lo considera "buena" opción y un estruendoso 46% lo tiene por "mala". Dentro de su partido, sin embargo, Arias tiene más apoyo que Valenciano dentro del suyo. La derecha es siempre más de seguir al jefe. Sea el que sea. Porque de jefe este Arias Cañete tiene poco.

Si los dos partidos mayoritarios rehacen sus candidaturas y tratan de contrarrestar los malos augurios electorales, las demás formaciones están de vistoso crecimiento. España manda a Europa una animada polifonía. IU multiplica sus votos por cuatro y sus diputados casi por cinco. UPyD también quintuplica escaños. Los demás se quedan más o menos como estaban. Las ilusiones de IU son comprensibles. Está a nueve diputados de distancia del PSOE. En las elecciones de 2009 la diferencia fue de veintidós. 

Contra esa expectativa de voto hay que ver las negociaciones de unidad entre IU y "Podemos". IU tiene una intención directa de voto de 8,3%, "Podemos", de 0,4%. Esos son los datos si lo que van a debatir son puestos en la lista de candidatos. Seguramente la suma de las intenciones de voto de IU y "Podemos" es superaditiva. Pero, aunque todo el excedente de la superaditividad se atribuyera a los segundos, es improbable que le correspondiera algún puesto en la lista en posición de salir. Pero esto es irrelevante. El proyecto unitario en marcha no es por Europa, sino por España. Europa se plantea como una pista de entrenamiento para las generales de 2015, que son las elecciones importantes.

La abstención pomete ser altísima. Pero no es lícito atribuirla a hartazgo u hostilidad de la población hacia los políticos en general y los gobernantes en particular. Algo de eso hay, desde luego. Pero también es básica una creciente indiferencia cuando no hostilidad hacia Europa. A la ignorancia de la gente sobre el funcionamiento de la Unión se añade ahora la convicción generalizada de que esta, Europa, es en gran medida culpable de nuestras desgracias.

Resulta que hemos de deducir tendencias de unas elecciones que la gente no acaba de entender ni el sistema político es capaz de explicar de modo aceptable. Unas elecciones de una importancia secundaria para las instituciones políticas nacionales, a fin de componer un Parlamento que casi nadie ha visto nunca y cuyas funciones y cometidos son aun más vagarosos que los del Congreso español y en el contexto de una organización que se empeña en amargarnos la existencia. Unas elecciones que, de cambiar algo, escasamente será las carreras de los candidatos y el modo en que los partidos se miran unos a otros. Lo milagroso no es que haya abstención alta. Lo milagroso es que vote alguien.

dimarts, 11 de febrer del 2014

A Europa con ardor.

El PSOE tiene ya cabeza de lista para las  europeas. La Comisión Ejecutiva Federal ha respaldado por unanimidad a Elena Valenciano, la segunda a bordo. La interesada lo ha anunciado en la sede del PSOE, exultante, por cierto. En el mes de marzo, un Comité Federal decidirá el resto de la candidatura. Quizá también por unanimidad. Es un procedimiento estatutario, correcto, legal. Pero en los tiempos que corren de inquietud, desánimo, desconcierto y exigencias de mayor apertura y participación, chirría. Parece de antes, de cuando las decisiones se tomaban en los cenáculos del poder y se anunciaban luego al pueblo llano para su regocijo. Es la costumbre. Ni las formas se guardan.

Beatriz Talegón protesta en El Plural y habla de decisiones a dedo. Probablemente su queja de que "la dirección" del partido no haya consultado con la militancia carece de substancia. Si la "dirección" está para algo, será para dirigir y si cada vez que ha de decidir tiene que consultar, no es dirección sino seguidora. Pero la protesta traslada al interior del PSOE algo del descontento general en la ciudadanía. Talegón invoca el decálogo enunciado por el Foro ético (un grupo de socialistas con tintes regeneracionistas), los diez requisitos que debe cumplir una candidatura socialista al Parlamento europeo. Seguramente Valenciano reúne muchos de ellos y añade experiencia directa de dos legislaturas en Estrasburgo/Bruselas. Por eso mismo, tiene razón la joven socialista, ¿por qué no anunciarse un poco antes en lugar de aparecer como un hecho consumado? Porque estaba ya apalabrado con los barones. Procedimientos del aparato, de circulación interna que diría un teórico de las élites, de reacomodo de mandarines.

Tiene uno la impresión de asistir a una doble representación de escenarios alternativos. De un lado vivimos en un país agitado, casi convulso, con infantas ante los tribunales, una insurrección nacional catalana, inmigrantes muertos por docenas, ministros abucheados, represión policial, manifestantes apaleados, ciudadanos desahuciados, estadísticas de espanto, corrupciones diarias, incompetencia gubernativa, protestas de todos los estamentos, intervencionismo y autoritarismo de los poderes públicos, control agobiante de los medios, prepotencia de los políticos, ruina de los servicios públicos y desafección popular lindando en la insubordinación general. Esa es la realidad.

De otro lado aparecen estos personajes bien vestidos, casi atildados, en tranquila rueda de prensa con todos los emblemas del partido -en suya sede se producen- arropándolos. Por cierto, ojo a la imagen y la comunicación. Ojo a las combinaciones de colores. Parecía un acto de la Coca-Cola. La rutina. Hay unas elecciones, se presenta una candidatura, se hace una campaña y se coloca a veinte o veinticinco conmilitones en el Parlamento europeo a defender una política que son incapaces de explicar a sus electores porque ni ellos la tienen clara. Así lo prueban las manifestaciones de Valenciano en la impoluta rueda de prensa: las derechas llevan diez años haciendo y deshaciendo en Europa. Ahora nos toca a nosotros hacer y deshacer. ¿Quiénes? Los socialdemócratas. Y de ahí no sale. Propone presidente de la Comisión al alemán Martin Schulz, un socialdemócrata de la socialdemocracia que gobierna en Alemania en coalición con la derecha.

Y conste que me parece una ventaja. Entre ser gobernado por la derecha a secas a serlo por una alianza de derecha e izquierda socialdemácrata prefiero lo segundo. Pero ¿es posible en España? Dos circunstancias, una objetiva y otra subjetiva la impiden. La objetiva: la derecha tiene una sólida mayoría absoluta, lo que no es el caso con la CDU/CSU alemana. La subjetiva: ya quisieran los socialistas españoles tener tan claras las cosas como los socialdemócratas alemanes quienes, en menos de un mes de gobierno han impuesto varias medida reformistas de izquierda, entre ellas, la fijación del salario mínimo y el adelanto de la edad de jubilación. 

El único significado de estas elecciones europeas es ser preparativo de las del año próximo. Pero no parece concentrarse mucho en ellas quien de antemano prescinde de su mano derecha enviándola a lejanas tierras.

dijous, 6 de febrer del 2014

Sí, se puede, pero ¿qué?

El “sí se puede” ya no es un eslogan sino un credo, dice Vanesa Navarro en un interesante artículo en El diario de Huelva, titulado El compromiso insultante de Gallardón. Tiene razón en el fondo, aunque la palabra elegida, "credo", no sea la más afín a la tradición racionalista de la izquierda, que es el auditorio de la fórmula. Sigo objetando a esa costumbre de copiar las iniciativas políticas del extranjero, ese yes, we can de Obama, que responde a un contexto muy distinto.

En el fondo, cierto, el "se puede" es hoy expresión de uso común. De él ha surgido esa opción o plataforma Podemos que ha provocado un verdadero seísmo en la izquierda y tiene al auditorio perplejo con algunos asomos de envidia. Es audaz ese rechazo del impersonal se puede por el más personalizado podemos. La política requiere implicación personal y aquí la hay. Para algunos, demasiada. Ya se verá. Otra objeción frecuente apunta a su carácter mediático. No solo mediático, también digital, viralizada en las redes sociales. Viene siendo como el mecanismo de articulación de dos sectores que hasta ahora no se entendían, el de los partidos institucionalizados de la izquierda y el de los movimientos de autoorganización social tipo 15-M. Por eso su naturaleza es ambigua, no es un movimiento social espontáneo y tampoco un partido político; es un puente que participa de ambas naturalezas; justo lo que todos los análisis recomendaban al 15-M, algún tipo de vínculo institucional. Cualquier negociación que se establezca habrá de tener en cuenta este hecho.

No obstante, a Palinuro sigue sonándole el eco del término credo, pues apunta al fondo del problema: yo también puedo creer, ciertamente, que se puede. Pero depende de qué. Es el momento de exponer las propuestas que han de ser concretas y viables para saber si cabe realizarlas. Las cuestiones abstractas, el modo de producción, las formas de dominación, la hegemonía y la lucha ideológica, siendo muy importantes, deben dejar paso a las más específicas, las que hagan frente en términos prácticos a la involución que ha significado el gobierno de la derecha en los aspectos económicos, sociales, culturales y de derechos y libertades. 

Hay una tendencia de la izquierda a perderse en debates teóricos muchas veces incomprensibles para los votantes de quienes se depende para realizar ese poder que, de momento, es solo potencia. Y un paralelo desprecio por las cuestiones prácticas, cotidianas. Pongo un ejemplo: ¿no es sorprendente que en el caso de la Infanta Cristina únicamente se personara como acusación popular el sindicato Manos limpias? Solo hace unos días se ha incorporado asimismo el Frente Cívico. Somos mayoría de Julio Anguita. ¿En dónde estaban los partidos de la izquierda? Sin duda ocupándose de cuestiones teóricas o de problemas orgánicos.

La proximidad de las elecciones europeas ha puesto a todo el mundo a hacer elecciones primarias y hablar de la participación y la movilización. Suena a melodía familiar. Movilizarse y participar ¿para qué? El PSOE parece ensimismado en la preparación y relativo control de sus primarias. Pero eso no lo eximirá de su deber de presentar propuestas en este contexto del sí se puede unitario. Para qué pide el voto. Y, de paso, habrá de aclararse respecto a qué tipo de oposición pretende mantener. En la actual situación de deterioro de la vida pública, hablar de un gran pacto contra la corrupción con el partido del gobierno justo cuando arrecia el caso Gürtel/Bárcenas carece de sentido y afecta seriamente al crédito del PSOE.

IU sí sale con una batería de propuestas para una revolución democrática y social, presentada por Alberto Garzón, otro con un pie en los movimientos sociales, aunque en su caso sea mayor el peso institucional por ser diputado. No estoy muy seguro de la oportunidad del término revolución. No porque sea contrario por principio sino porque puede resultar contraproducente para los propósitos enunciados que tienen un grado de viabilidad muy dispar debido sobre todo a que se especifican las propuestas de gasto, pero apenas se mencionan las fuentes de financiación. Y ahí es donde el término revolución puede resultar ominoso. Por eso Palinuro sigue recomendando el de "regeneración"; casa igual con "democrática y social" pero responde a una necesidad ampliamente sentida, como demuestran los barómetros. Se trata de sumar voluntades, no de recurrir a la frase revolucionaria.

La prueba de que el espíritu regeneracionista está muy extendido es que el propio Garzón o IU singulariza y subraya unas medidas de Control efectivo del representante por parte del representado, es decir, de regeneración de la vida pública. El país no puede seguir soportando a unos diputados que ponen a escurrir a los jueces cuando sentencian en contra de sus deseos y que tienen el privilegio de fijar sus propios salarios, ni unos alcaldes que se saltan la ley cuando les place y también se autoasignan retribuciones fastuosas, ni unos presidentes de diputaciones que funcionan como agencias de colocación de su extensa clientela, ni unos presidentes de autonomías que despilfarran los recursos públicos hasta arruinarlas.  La regeneración de la vida pública puede y debe hacerse.

dijous, 30 de gener del 2014

La unidad o suspiros de la izquierda.

La democracia se mueve a base de elecciones, está en permanente campaña electoral. El año 2012, primero de la actual legislatura del PP, vio cuatro elecciones en cuatro comunidades especialmente relevantes: Andalucía, Cataluña, Galicia y el País Vasco. 2013 fue insólitamente átono en lo electoral pero 2014 trae las europeas y 2015 autonómicas, municipales y generales. Como estamos ya en campaña electoral, cabe decir que, para ciertos asuntos, la legislatura se ha terminado. Los movimientos en los partidos y en los medios así lo indican. Todo el mundo preparando las europeas y, pasadas estas, las siguientes.

La izquierda también. El PSOE está volcado pero solo a medias. Tiene pendiente su problema catalán y las primarias. Sigue siendo el partido con mayor intención de voto, diez puntos por delante de IU, la fuerza siguiente. De las otras posibles opciones de la izquierda solo hay conjeturas, pero no datos, al menos a escala estatal. Hablar de unidad de la izquierda e ignorar al PSOE no es una actitud tácticamente muy avispada, aunque se justifique por fidelidad a los principios si se consigue averiguar cuáles sean estos. El PSOE es una izquierda socialdemócrata de corte europeo. Como el SPD alemán, que forma coalición con la derecha en su país. ¿Lo veis? ¿Qué izquierda ni izquierda? Son lo mismo. Sí y no. La decisión del gobierno alemán de rebajar la edad de jubilación a los 63 años es un resultado concreto, práctico, beneficioso para los trabajadores, una transformación real, o sea, de izquierda. ¿O no? Es, además, una medida de extraordinario calado que deja a los demás europeos que han prolongado la edad de retiro con la retambufa a la intemperie. Lo menos que puede hacer Rajoy es telefonear a Merkel y preguntarle si ese beneficio es solo para los alemanes, por ser un Herrenvolk, o vale también para las tribus de la periferia.

Esté como esté, la UE es muy importante. Es de esperar que el PSOE haga una campaña hablando de Europa, para variar. Aunque muchos analistas tienen las elecciones europeas por una especie de romería de pueblo, la gente sabe que las decisiones importantes para nosotros se toman en Bruselas. Los sondeos delatan una falta de confianza e interés en Europa; pero puede deberse a la ausencia total de pedagogia de los partidos al respecto. Existe un Partido Socialista Europeo y el PSOE debe hacerlo valer y formular propuestas programáticas socialistas en el marco de la Unión, que para algo está.

IU y el resto de opciones de izquierda siguen presentando un panorama poco alentador. Es cierto que hay mucho debate, efervescencia y movimiento. Pero es muy fragmentario. Los intelectuales, más abundantes y visibles que en la derecha, tienen un discurso coincidente, casi un coro, en pro de la unidad con todo tipo de argumentos. Pero no es infrecuente que estén adscritos a opciones, plataformas, foros o grupos muy distintos, en complejas relaciones entre sí. Y a veces dan la impresión de que los obstáculos a la unidad anhelada son cuestiones personalistas. Por lo demás, nada desdeñables. Esta izquierda tiene una intención de voto moderada y las expectativas de cantidad de escaños son reducidas. Es muy difícil acomodar a tanto solicitante. 

Palinuro es tozudo. Lo ideal sería un programa mínimo común de la izquierda. Eso que la derecha pretende demonizar de inmediato llamándolo Frente Popular, en donde lo demoníaco debe ser lo de "frente" porque el partido de la derecha se llama "popular". ¿No suscribiría toda la izquierda (y hasta una parte del centro y el centro derecha) una rebaja de la edad de jubilación a la alemana? Y, como esa, perfectamente factible, cuatro o cinco más: salario mínimo a un nivel digno, garantía de servicios públicos de sanidad y educación, protección a los derechos de las mujeres, políticas activas de empleo y lucha contra el paro, especialmente el juvenil,  y blindaje de las pensiones. 

Ese es un programa de mínimos que la izquierda toda podría suscribir con independencia de quién vaya en las listas. Al margen de ello, que cada cual pida después lo que quiera. Esto es lo mínimo pero, como están las cosas, parece un máximo.

(La imagen es una foto de Izquierda Unida, con licencia Creative Commons).

dimarts, 14 de gener del 2014

La realidad y los medios.

La 2ª tesis de Marx sobre Feuerbach reza:

La cuestión de si el pensamiento es capaz de alcanzar la verdad objetiva no es teórica sino práctica. Es en la práctica en donde el hombre debe demostrar la verdad de su pensamiento, esto es, su realidad y poder, su existencia aquí y ahora. La cuestión de la realidad o irrealidad de un pensamiento aislado de la práctica es puramente escolástica.

Pues eso. Inmersos en la práctica estamos. Pero, ¿con qué resultados? La mayoría absoluta de la derecha nacional-católica le ha permitido un bloqueo institucional completo. Ha unido en su mano los tres poderes clásicos. La práctica institucional carece de sentido y la prueba es que solo se da en las comunidades gobernadas por otros partidos, sobre todo los nacionalistas, aunque también sean de derechas. Por este motivo la práctica se ha hecho extraparlamentaria. Son las organizaciones espontáneas de la gente las que protestan y combaten por sus objetivos desde la calle; desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca a la protesta de Gamonal. La movilización está muy extendida, aunque no coordinada.

El bloqueo, sin embargo, alcanza a los medios de comunicación. Los medios tienden a ignorar estas acciones y les son abiertamente hostiles. En unos casos, por interés económico directo en el conflicto, como es el de Gamonal, unos vecinos enfrentados a un alcalde que tiene detrás a un constructor, cacique, ya condenado en el pasado y propietario de la cabecera de prensa más importante en la ciudad. En otros casos, quizá por falta de interés. Los medios están ensimismados en sus enfrentamientos o en sus batallas particulares. El rifirrafe en la COPE entre el director de El Mundo y el presidente de la Comunidad de Madrid, que no dejó hablar al otro, tan indignado, exaltado y fuera de sí se encontraba, fue la noticia del día y obscureció la llegada triunfal de Rajoy a Washington. Incluso se ocupó de ella Wyoming en el Intermedio, un espacio de tanto éxito y audiencia que hasta Marhuenda pide que lo inviten. En efecto, debe de ser el único en el que no esté.

En este clima andaban los medios para pocos gamonales. Pero la época es de internet y las primeras fotos de contenedores ardiendo en Burgos aparecieron en Twitter en minutos, con una pregunta: ¿Qué está pasando en Burgos? No es cosa de ponerse a debatir sobre si las redes sociales sirven o no para algo, pero está claro que ayudan bastante. Dan publicidad, ofrecen testimonios directos en tiempo real, cosa nada desdeñable a la hora de controlar los posibles excesos de la policía. Algo está pasando. La práctica de Marx se da en la calle.

Mientras tanto, ¿qué hace la izquierda? Según parece, prepararse para las elecciones europeas, muy atareada en procesos de primarias. Sin tiempo para conectar con esa práctica extraparlamentaria, cada vez más extendida y menos para entenderla. El primer inconveniente de la izquierda es su fragmentación, algo de lo que todos abominan pero nadie parece poder o querer impedir. El segundo es su falta de discurso. A pesar de esta crisis y de todos los primerizos balbuceos acerca de reinventar el capitalismo, el capitalismo está para quedarse, no tiene alternativa, es indiscutible y más en un país periférico como el nuestro. No cabe discutir sobre el modo de producción, pero sí sobre el de distribución. Y ahí es donde hay que explicar a la gente propuestas concretas, prácticas y viables, especificando su financiación por criterios redistributivos. 

Para eso hace falta un discurso. Anguita sostiene con razón que la Declaración de Derechos Humanos es un instrumento revolucionario. Cierto. Como están las cosas, la misma Declaración Universal de Derechos del Hombre y del Ciudadano que está en vigor en la Constitución francesa. Pues sí, es una vieja idea, la de que en España está aún pendiente la Revolución francesa. Y la cuestión es: ¿ni siquiera en la defensa de una declaración de derechos humanos encuentra la izquierda una plataforma unitaria?

En efecto, parece que no. Esto de los derechos humanos resulta ser resbaladizo. La prueba está en la segunda manifestacion de Bilbao del otro día, convocada en pro de los derechos humanos, pero a la que una parte muy importante de la izquierda española se abstuvo de ir y otra incluso más importante, condenó expresamente. Más realidades para las que no hay un discurso de la izquierda, de casi ninguna izquierda española.

divendres, 3 de gener del 2014

Defensa frente a la Ley contra las mujeres.


Sobre el aborto está ya todo dicho. Seguir machacando los argumentos carece de sentido, vista la nula voluntad de escuchar del ministro, dispuesto a imponer sus convicciones personales (así calificadas por él mismo) como ley de obligado cumplimiento para todos los demás. Ese firme propósito de proceder al trágala nacionalcatólico se reafirma cuando el mismo ministro asegura que el texto no se modificará en la tramitación parlamentaria. En otros términos, el Parlamento está para aplaudir al ministro y para nada más. Es exactamente la idea que tenía Franco de las Cortes. Si gobernar consiste en convertir en ley las convicciones personales del ministro por decisión exclusiva del mismo ministro podíamos ahorrarnos los salarios, pluses, complementos y otras bicocas de los diputados. Con la vuelta a la dictadura del adorado caudillo de su suegro bastaría.

Lo que demuestra un grado de alucinación rayano en la demencia es el intento del ministro de colocar su ley contra las mujeres como un hito en el camino de estas hacia la emancipación. Sublime asimismo el de degradar a las mujeres a seres no responsables de sus actos y presentarlo como una conquista. Semejante majadería solo puede entenderse en el supuesto de que este genio legiferante crea que los españoles somos todos imbéciles incurables. Convertir a mujeres adultas, responsables de sus actos, sin distinción, en víctimas y coronar la operación declarándolas penalmente irresponsables solo es posible si uno es un fascista sin fisuras y, además, un imbécil integral.
 
Detrás del ministro está la jerarquía eclesiástica, especialmente ese Rouco Varela, otro fascista esta vez purpurado, y todo el aparato de la derecha española eterna, la de los cortijos, los señoritos, los toros, las caenas, la sumisión, el nacionalcatolicismo, la chulería, la ignorancia, la zafiedad, el machismo, el militarismo, la picaresca, el centralismo, el abuso, la mentira, en fin, la España eterna. La de siempre.
 
O las mujeres -en cuya contra va dirigida esta ley- se defienden, o se verán arrastradas a la condición de ciudadanas de segunda, perseguidas, de nuevo sometidas. Y, con ellas, todos los hombres que sabemos que la justicia y la libertad solo son posibles si las mujeres son libres.
 
Con todos mis respetos a la urgencia y necesidad de las demás reivindicaciones democráticas y populares frente a este gobierno de mangantes, corruptos y fachas, las plataformas antidesahucios, las distintas mareas, la defensa de la justicia, de las pensiones, de los salarios, etc., considero que la lucha contra esta monstruosidad de ley tiene absoluta prioridad: nos afecta a todos y lo hace en aquello que es innegociable: nuestra dignidad y nuestra autonomía como individuos. Eso quiere decir que la lucha debe estar dirigida a que este hipócrita monaguillo de los curas retire el proyecto y, a ser posible, se vaya a su casa.
 
Dadas las circunstancias en España, con un gobierno pertrechado hasta los dientes con policías convertidos en mercenarios, con un aparato de propaganda incondicional -también pagado con los dineros de todos-, corrupto, sin escrúpulos, me parece que la correlación de fuerzas no nos es favorable.
 
Por ello sugiero internacionalizar, cuando menos europeizar el conflicto. Denunciar este atropello clerical y fascista en todos los rincones de Europa y pedir a todas las feministas del continente que monten campañas de información para hacer fracasar este ataque.
 
Ignoro si existe una internacional feminista. Me parece que no. Sería una ocasión óptima para intentar crear una. Podría convocarse una conferencia urgente de organizaciones feministas europeas en contra de esta ley feminicida.
 
Si la teoría no ilumina la práctica, no sirve de nada.
 
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dilluns, 23 de desembre del 2013

Más europeos contra el fascismo del gobierno español.

No es solamente la ministra francesa de Derechos de la mujer, al fin y al cabo, socialista, de origen árabe y ¡mujer! la que protesta por ese proyecto de ley contra las mujeres que acaba de perpetrar el monaguillo Gallardón por orden de los curas, que son quienes mandan en España. También el viejo, respetado y muy influyente "The Times" británico critica con dureza ese engendro nacionalcatólico en un editorial titulado "abuso de poder".

Como los fascistas del gobierno ignoran el inglés (entre otras muchas cosas), Palinuro les traduce dos párrafos (uno al comienzo y otro al final) del editorial en cuestión al tiempo que se felicita por esta nítida posición de dos grandes países de esa avanzada Europa de la que estos carcundas cada vez nos alejan más. Ojalá Europa entera alce su voz en contra de este gobierno franquista. Es una esperanza de los demócratas españoles.

"El proyecto solo lo apoya una pequeña minoría. Rompe un principio de política democrática al substituir el juicio privado de los ciudadanos individuales por las órdenes del Estado. Socava el pluralismo, restringe la libertad, hace retroceder a las mujeres en la sociedad española, daña la vida de familia e inflige daños psíquicos y físicos a las mujeres que a veces se encuentran en situaciones desesperadas. Es una mala ley que tendrá consecuencias previsibles lamentable".

El último párrafo:

"Meter del derecho penal en los asuntos de la salud de la mujer y la reflexión en conciencia es un abuso de poder del gobierno. Un gobierno constitucional no invade zonas de juicio personal que la mayoría de los ciudadanos considera que pertenece al ámbito de la familia. La ingeniería social es propia de los gobiernos autocráticos. Los amigos y aliados de España deben pedir al señor Rajoy que se lo piense dos veces".

Si yo fuera ministro de Justicia y un periódico tan serio y conservador (o, sea, de mi partido) publicara un editorial de ese calibre sobre una ley mía, se me caería la cara de vergüenza. Pero yo no soy ministro de Justicia y el ministro de Justicia "conservador" español, como todos los nacionalcatólicos fascistas, carece de vergüenza. Los señores de "The Times" no saben de quién están hablando: auténticos truhanes sin principios ni dignidad, al servicio de los curas.

dilluns, 9 de desembre del 2013

Rajoy explica a Rajoy.

Como si fuera Julian Assange, Rajoy ha concedido la primicia de sus declaraciones a El País y cinco grandes rotativos europeos, The Guardian, Le Monde, La Stampa, Süddeutsche Zeitung y Gazeta Wyborcza. Es una entrevista muy extensa y el presidente ha podido explayarse a su gusto en todos los temas importantes de interés público. A su gusto en unos y a su disgusto en otros. El autor de la entrevista, Javier Moreno, director de El País, advierte de que, por razón del formato, no era posible ir muy a fondo en las cosas españolas. Sin embargo él insiste en ellas, pregunta y repregunta y deja constancia de que Rajoy se siente contrariado. No es para menos, pero toda la entrevista tiene su miga porque es un prodigio de falsedades, sofismas y mentiras..

Rajoy dice estar preocupado con Europa y concentrar en ella sus esfuerzos. Pero, en realidad, por Europa ha de entenderse Alemania. Lo deja claro en frase que el periódico convierte en titular: Lo que más me preocupa es que Alemania tenga claro adónde vamos. Sobran comentarios. Vamos a dónde diga Alemania.

El Estado del bienestar le parece una conquista irrenunciable. Es un consuelo oírselo decir, teniendo en cuenta que su gobierno está desmantelándolo. En realidad, viene a admitirlo cuando advierte de que la sanidad y la educación seguirán siendo públicas (de las garantías jurídicas del trabajo ya ni se habla), advertencia que sería innecesaria de no ser por su política de privatizaciones. Porque de lo que se trata es de que la sanidad y la educación sean públicas y de calidad. En este terreno reconoce incumplimientos; reconoce haber incumplido su programa electoral al 9º día de mandato. Y, por supuesto, echa la culpa a la herencia recibida.

En cuanto a la corrupción, la pauta sigue siendo el silencio. Todo explicado ya; nada nuevo que añadir. El señor Bárcenas sabrá las contabilidades que llegó a tener. En el PP, solo había una. El señor Bárcenas era el tesorero del PP pero eso, al parecer, es indiferente. De las contabilidades que llevaba como tesorero, él solo reconoce una. Preguntado por la destrucción de los discos duros con presuntas pruebas, sigue sin saber nada. Los jueces dirán. Es una actitud que, como observa Javier Moreno para el pueblo es muy difícil de aceptar. Por eso hay tanta distancia entre la ciudadanía y la clase política, porque es una respuesta evasiva.

Eso lo sabe también Rajoy. Y por ello ha elaborado su gobierno esa Ley Mordaza que él defiende de un modo deliberadamente sofista: se trata de despenalizar ciertos comportamientos (como si se hablara de una medida permisiva) para remitirlos a la sanción administrativa y callándose que es dar facultades de discrecionalidad y hasta arbitrariedad a las fuerzas de orden público. Pueden estas ahora multar in situ comportamientos que solo ellas interpretan y sancionan. Y con sanciones desmesuradas, casi confiscatorias. Rompìendo por tanto también el principio de la proporcionalidad entre la falta y el castigo. De lo que se trata es de amedrentar a la población para que no proteste.

En cuanto a las grandes cuestiones de Estado, Cataluña, la Monarquía y la consecuencia de estas dos, la reforma constitucional, Rajoy no defrauda las expectativas más pesimistas. Cataluña se encontrará un seco "no" a su pretensión de referéndum y ninguna otra propuesta fuera de una genérica disposición al diálogo que no se concreta en nada. La Monarquía es intangible. Si Cataluña debe quedarse en dónde y cómo está porque España es la nación más antigua de Europa, la Monarquía es intangible porque ha caído del cielo.

No existen condiciones para la reforma de la Constitución, a la que él no se opone por principio. Pero la verdad es que no le gusta nada la idea y, además, añade soprendentemente, no iba en nuestro programa electoral. El mismo programa electoral que, según él mismo reconoce, dejó de cumplir al noveno día de su mandato. La reforma constitucional no iba en su programa electoral. Y la subida de impuestos, tampoco.

De todas las perogrulladas, escamoteos y sofismas que vierte Rajoy en esta interesante entrevista, la más curiosa es esta del programa electoral, que sirve para justificar una cosa y su contraria de un solo tiro. Asegura que la reforma del aborto tiene que ir adelante, aunque, como se lo recuerda Javier Moreno, haya una mayoría de la opinión a favor de dejarlo como está, porque es un compromiso de su programa electoral, porque está en su programa electoral. El que incumplió. También estaba que no se tocaría la sanidad ni la educación ni las pensiones.

(La imagen es una captura de un vídeo de La Moncloa aquí reproducida según su aviso legal).

dilluns, 2 de desembre del 2013

¡Viva Europa!

Esto que vemos aquí abajo es un mapa dinámico de Europa desde el año 1000 de nuestra era hasta el presente. Puede activarse pinchando directamente sobre él o yendo a buscarlo a su página web, LiveLeak. Merece la pena.



1000 años de historia de una ojeada a toda máquina. Conclusión: Europa es una realidad geográficamente estable y políticamente frenética. Es un magma en permanente ebullición. En su suelo se han erigido imperios de vocación milenaria, reinos, principados, repúblicas de toda clase, Estados de las más variadas formas y las más insólitas pretensiones, hordas, naciones, federaciones, confederaciones, teocracias, comunas anarquistas, consejos obreros que anunciaban un futuro de sociedad sin clases y sin Estado de la mano del hombre nuevo; se han dado alianzas territoriales, separaciones, anexiones, conquistas, reconquistas, invasiones, liberaciones prometedoras del milenio. Y todo se lo ha llevado el viento de la historia. El mismo que se llevará lo que nosotros vivimos hoy.

Conviene ser algo escéptico ante las pretensiones actuales de eternizarnos una vez más.

dimecres, 13 de novembre del 2013

La marca España es la basura.


El texto es la basura. El pretexto es la basura. El contexto es la basura. En España ha caído la basura al modo en que las langostas cayeron sobre Egipto en la novena plaga. Todo se ha llenado de basura: la realidad del día a día, convertido en noche, las conversaciones de las gentes, las discusiones de los mentideros, los ukases del poder, las homilías de los curas. La retórica se ha hecho de muladar y estercolero. Si antes eran los pobres -cada vez más numerosos y de clases sociales algo superiores- quienes buscaban afanosos las desechos, ahora son estos los que se ofrecen a la vista del todo el mundo, avanzan, crecen se agrandan. Ya son la imagen tópica de Madrid. Y están a punto de serlo de la marca España cuyo recorrido triunfal por los medios planetarios deja una estela de corrupción, abuso, suciedad y miseria que hace innecesario revivir la leyenda negra. El símbolo europeo de España es la basura. No la comida-basura o la televisión-basura sino el país-basura.

La cuestión es si realmente nos merecemos esto.

Si nos merecemos una alcaldesa como Ana Botella, no electa para el cargo sino poco menos que infiltrada, y que ha dado pruebas sobradas de una fabulosa incompetencia para gestionar algo más complejo que su make up. El siniestro episodio del Palma Arena (cinco muertes y ningún responsable) ya fue motivo suficiente para una dimisión fulminante. En lugar de ello, la vara mayor se plantó en Buenos Aires a hacer un ridículo planetario con la relaxing cup of coffee en un Madrid por el que dos meses después no se puede caminar sin serio peligro para la salud. Quien no es capaz de retirar la basura de la vía pública -servicio por el que los madrileños pagan altísimas tasas- pretendía traer los Juegos Olímpicos de 2020, fecha para la cual, de seguir la misma alcaldesa, Madrid sería un gigantesco vertedero. La basura es la cuenta final de la incompetencia de la señora Botella. Tanta que hasta su partido le exige ya perentoriamente que limpie las calles, una exigencia, me temo inútil (¡y eso que Botella fue concejala de medio ambiente!) porque sospecho que ni siquiera entiende el conflicto, el lío de contratas, subcontratas, recontratas que ella misma ha organizado.

Si nos merecemos un ministro de Educación cuyas declaraciones son tildadas de basura por el portavoz de la Comisión. Los medios españoles, que son pundonorosos, precisaron luego que el portavoz dijo rubbish y que rubbish no solo significa "basura". No, también significa "tontería", "estupidez", "memez", "gilipollez" y hasta "caca", además de "basura". Y no sé qué será peor. Faltó tiempo a Rajoy para salir en defensa cerrada de su ministro en quien, como el Padre con el Hijo en el Jordán, tiene puestas todas sus complacencias. Pero, a diferencia del Padre, Rajoy, que no domina los tiempos, defendía a Wert de la metedura de gamba de las becas Erasmus y antes de que, a continuación, metiera la otra gamba con su rubbish.

Incidentalmente, los europeos siguen siendo bastantes educados y si el portavoz se valió de un término tan fuerte mostraba cierta irritación porque, en sus declaraciones, Wert atribuía a la UE su propia intención, esto es, suprimir o demediar las becas Erasmus cuando la Comisión se aprestaba a hacer lo contrario. Una prueba evidente de mala fe y malas artes.

Rajoy tendrá ahora que hacer una segunda defensa, respaldar otra vez a su ministro metegambas pues el PSOE ya ha pedido por vez segunda su dimisión. Muy bien. ¿Y quién respalda al respaldador, a Rajoy? ¿Quién es él para respaldar a nadie? Nada más presentarse en Europa, al comienzo de su mandato, el eurodiputado británico Nigel Farage lo calificó de el líder más incompetente de Europa y, hasta le fecha, nadie parece haberle ganado en esa primacía a pesar de que, como decía el mismo Farage, se enfrenta a una intensa rivalidad

Y de la basura física, material, maloliente y la política, repulsiva, pasamos directamente a la moral. En las Baleares la policía ha detenido a un empresario que supuestamente explotaba a los trabajadores pagándoles 70 € semanales por cinco días de diez horas diarias de trabajo, vamos, 1,4 euros la hora, supongo que neto porque tampoco pagará la seguridad social. La basura de la esclavitud. A esto ha llevado la conjunción de la crisis y la reforma laboral de la derecha. Una reforma dictada por la patronal y articulada por un especialista en la materia, catedrático de Derecho del Trabajo, a quien el gobierno ha compensado por acabar con su asignatura nombrándolo presidente del Tribunal Constitucional, por si hay alguna duda respecto a la constitucionalidad de la explotación, la esclavitud y los salarios de hambre. Pasen y vean la marca España. Se escribe con caracteres chinos.

El propio Rajoy es, si se me permite la licencia poética, un presidente basura, "en sí" y "para sí", como dirían los hegelianos pues, sabiéndose basura, se oculta debajo de todas las alfombras, sus ministros, sus plasmas, su guardia pretoriana parlamentaria, su mester de propaganda en los medios, sus asociados y conmilitones en las vastas redes barcénigas y gürtelianas. Hasta su gente comienza a mirarlo ya con reticencia y un punto de repugnancia.

No, no es una exageración o una obsesión. Es una realidad deprimente. La basura lo ha anegado todo, emporcado y ensuciado todo. Se indulta arbitrariamente a los delincuentes si son de los nuestros; se ignoran sus delitos o no se persiguen si son personajes de alcurnia; se prostituyen todos los códigos deontológicos de todas las instituciones y profesiones; se toleran enriquecimientos fabulosos por medios delictivos y se los amnistía si se descubren; se desprecian los derechos de los ciudadanos, a los que se hostiga y reprime con violencia; o se les mutila; o se les mata sin más; se castigan desproporcionadamente comportamientos que muchas veces vienen impuestos por la necesidad y la miseria a que se ven arrojados quienes los realizan; se suprimen los derechos de los trabajadores, los parados, los pensionistas; se eliminan las ayudas públicas a fines de justicia social destinados a otros ostentosos, como conservar la memoria del último dictador criminal que tuvo el país; se imponen formas, estilos, creencias, identidades y se reprimen las que no nos gustan; los políticos (sean o no "clase", "casta" o "pandilla"), que decretan estrecheces y sacrificios para la población, viven en el lujo y el despilfarro del dinero de todos. Lo ha dicho hasta el Papa de Roma y, al oírlo, ¿quién en España no ha pensado que se refería a nuestro país?

Los curas. Los curas no lo han pensado. Al contrario. El arzobispo de Granada defiende y apadrina un libro machista escrito por una mujer con el título de Cásate y sé sumisa. Más basura. Vieja. Apestosa. Eso de "sé sumisa" lo argumentaba mucho Pilar Primo de Rivera, la hermana del Ausente y antes, Fray Luis de León, y antes... En fin, que no es nuevo. Es basura consagrada. Salvo que se trate de una burla, que todo puede ser. No creo que lea el libro, pero a lo mejor está escrito en el espíritu de Camille Paglia, que tiene su fondo, vaya usted a saber. Lo que convierte el asunto en basura es la intervención del prelado, aplaudido, seguramente por Rouco. "Sé sumisa"; tal es la respuesta de la España de Trento a esas especies semidiabólicas del actual Papa sobre la importancia de las mujeres en la iglesia. La importancia de la sumisión, sí señor. Si el esclavo no es sumiso, aquí no hay quien viva, Santidad. Si fueran sumisas, los hijos de Dios no las matarían; o no las matarían tanto. Es que, en el fondo-fondo, los curas son hombres y los hombres, curas.

Dicen las autoridades de todo tipo estar muy preocupadas con la "desafección ciudadana", que corroe la legitimidad de nuestra democracia. "Desafección" no es la palabra. La palabra es "pesimismo", "desaliento", "desánimo", "abatimiento", "desesperación". Elijan. España está hundida, anegada en su propia basura.

La basura es la marca España. 

(La imagen es una foto de Bart Evenson, bajo licencia Creative Commons).

dimarts, 5 de novembre del 2013

Erasmo de Rotterdam.


Hay algo simbólico muy profundo en el nuevo latrocinio del ministerio de Educación de privar a los alumnos Erasmus de esos míseros 100 o 180 euros mensuales, con el curso comenzado. El significado obvio está rebotando por las redes y movilizando afectados y simpatizantes en el rechazo al nuevo tajo a la educación, perpetrado, además, con la felonía habitual en este gobierno, es decir, con retroactividad. Los alumnos ya habían incurrido en gastos que, si los dioses no lo remedian, ahora serán de su exclusiva cuenta. Y lo más obvio de todo: el gobierno, el ministerio, el ministro que ahorra en esto una cantidad x es el mismo que subvenciona las corridas de toros, obviamente más necesarias al progreso de la sociedad que el saber de las nuevas generaciones. No hay dinero para becas Erasmus pero sí lo hay para restaurar el Francoleo del Escorial o dárselo a manos llenas a la iglesia. Algún cínico llega a decir que para qué quieren los jóvenes ir a Alemania; ya irán a buscar trabajo cuando se licencien.

Son las críticas al uso. Pero el significado del nuevo tijeretazo va más allá. Más allá, incluso de otra crítica que denuncia la política del ministerio como clasista y contraria al acceso a la educación de las clases menos pudientes. Por ello se inventa requisitos caprichosos, disfrazados de eso que llaman "exigencia" como que solo obtendrán beca Erasmus los que tengan otra previa del ministerio. O algo así. Pura arbitrariedad.

Pero el significado profundo radica en otra parte. En el sempiterno odio de la derecha española a Europa y todo lo que Europa significa: tolerancia, convivencia, moderación, respeto, libertad de juicio, honradez en los tratos y sinceridad en los discursos. Todo lo cual está estupendamente representado en la figura que da nombre a las becas: Desiderio Erasmo de Rotterdam (1466-1536). Sin duda, Europa, que es bastante versátil, se identifica también con otras figuras y símbolos y les atribuye funciones ceremoniales de diferentes aires: Carlomagno, la coral de la IXª sinfonía. Pero Erasmo tiene un peso especialísimo porque es un simbolismo filosófico, teológico, literario y político.

Este monje agustino que jamás ejerció y vivió toda su vida como lo que hoy llamaríamos un "intelectual free lance" puede considerarse en gran medida el padre de la Europa contemporánea. Su traducción de la Biblia, rivalizando con la Vulgata, fue la base de las versiones de Lutero y del Rey Jacobo I; es decir, está en en el origen de la Reforma. Lutero lo consideraba su inspirador y él se llevaba a partir un piñón con el fiero monje de las tesis de Wittenberg, con el que se carteó largos años, hasta que al, final rompieron porque Erasmo se negaba a tomar partido entre católicos y protestantes. "O sea, un equidistante", rezonga el integrista español con la mosca detrás de la oreja. Si a eso se añade que Erasmo atacaba la autoridad de la iglesia, su corrupción, sostenía todo tipo de herejías (siempre intermedias) sobre el libre albedrío y otras complejidades, sin contar con su manía de glosar los textos santos y hacer que las gentes los leyeran o de andar burlándose de la necedad empingorotada del clero o su sinvergonzonería, se entiende que el bueno de Desiderio Erasmo no sea personaje grato al recio nacionalcatolicismo español.

¿Y qué? ¿Acaso no estuvo este agente del diablo a punto de pervertir la patria cuando el país se llenó de erasmistas, que vinieron con la corte de Carlos I o florecieron aquí alimentados por el espíritu humanista y renacentista de los flamencos? ¡Los erasmistas españoles! Tenebrosa secta simpatizante de las ideas de aquel extraño holandés enemigo de Roma, pero amigo de Tomás Moro. ¡Ah! Pero la Inquisición actuó a tiempo y, aprovechando una ausencia de Carlos en Italia que se llevó a los cabezas de fila, despachó la secta entera, repartiendo torturas, penas, multas, condenaciones, abjuraciones, encierros y destierros, hasta que el país quedó, como siempre, limpio cual patena. Y yermo.

Convertir a Erasmo en símbolo de Europa es una provocación al recio tradicionalismo de la carcunda hispana así que, en cuanto han podido, se lo han cargado. "Becas Erasmus, becas Erasmus... Lo que hacen falta son becas Torquemada", razona la fe de Trento. Esas podrían otorgarlas las señoras Sáez de Santamaría y Cospedal, tocadas con peineta y mantilla, prueba del gran papel que la iglesia otorga a las mujeres. 

Parece como si un ministro de Educación y Cultura debiera tener alguna sensibilidad para estas cuestiones. Prever, por ejemplo, la repercusión de sus decisiones que, si no están dictadas por un resentimiento primitivo contra los estudiantes, rebeldes por condición, lo están por los intereses más mezquinos y la más correosa indiferencia ante las cuestiones de justicia social o del significado de los símbolos que constituyen Europa.

Pero no hay cuidado. Dios protege a los suyos aunque no tengan ni idea de lo que dicen o hacen. A ver, ¿acaso no es Erasmo hijo natural de un cura católico y, al parecer, su ama de llaves? Sin duda, tuvo una educación privilegiada en colegios de élite, de los que gusta la derecha española. Pero no por eso dejaba de ser ilegítimo, imposible de ajustar al elevado concepto de estirpe que maneja Rajoy  con su profundidad de pensamiento. El tal Erasmo no era de los de toda la vida. ¿Y no protagonizó asimismo unos amoríos homosexuales, más o menos realizados en su juventud? Tenía que ser: hereje, luego gay.

Así que fíjese el lector cuántos bienes se derivan de una medida que la chusma considera inicua:

1.- Nos ahorramos unos dineros que podemos invertir en subvencionar las corridas de toros.
2.- Alejamos a nuestros jóvenes de los núcleos europeos de pensamiento peligroso.
3.- Eliminamos el riesgo de un renacimiento del abominable erasmismo español.
4.- Garantizamos que todos los hijos de españoles sean legítimos, habidos en católico matrimonio.
5.- Salvamos a los jóvenes del riesgo de infección de esa enfermedad del homosexualismo.

Supongo que es a esto a lo que se refiere la izquierda cuando acusa al gobierno de pretextar la crisis para imponer sus más reaccionarios criterios ideológicos.

(La imagen es un famoso cuadro de Hans Holbein "el joven", pintado en 1523, que se encuentra en el Museo del Louvre. Holbein, que adoraba a Erasmo, al que trató mucho tiempo en Basilea, pintó varios cuadros del humanista, todos de 1523, un par de años antes de marcharse a Londres. Tenemos la seguridad de que clavó al personaje porque estuvo años estudiándolo. Se conservan bocetos, dibujos, de las manos de Erasmo hechos por el pintor. Esas manos que aparecen en el cuadro. Se supone que Erasmo redactaba los comentarios al Evangelio según Lucas, patrón por cierto del gremio de Holbein).