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divendres, 26 d’abril del 2013

El proceso de fascistización
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El proceso de fascistización es un concepto que hizo famoso Poulantazs para referirse a aquel por el cual una democracia burguesa podía convertirse en una dictadura fascista. Por supuesto, se trataba de un concepto que recogía ideas anteriores y debates con muy diferentes perspectivas y orientaciones. Pero la idea generalmente compartida era que el fascismo no se daba de la noche a la mañana, de golpe, como un terremoto, que no avisa. El fascismo era el producto de una previa evolución social en la que habían ido produciéndose muchos cambios paulatinos hasta llegar a la transformación completa, entera, la implantación de una dictadura militarizada de partido.

Siendo esto así muchos, no muy interesados en estudiar el sentido de nuestra época, sostienen que el fascismo es un fenómeno histórico localizado en el tiempo. Pero eso no quiere decir que no pueda repetirse. Ciertamente, para que ello suceda no es preciso volver a los tiempos de los uniformes, las correas, los desfiles a la luz de las antorchas, el saludo cesarista o el culto a la Walhalla. Esas cosas son la parafernalia del fascismo, pero no su esencia. Esta radica en unos modos autoritarios de entender toda (el fascismo es totalitario) relación social del tipo que sea,. familiar, mercantil, laboral, religiosa, cultural. El fascismo es un modo de entender la función que cumplen las instituciones, la familia por ejemplo, que no tiene por qué ir acompañada del resonar de las botas por las calles. Y a eso se llega paulatinamente, mediante reformas graduales que van orientando la acción social hacia el fascismo a partir de una situación democrática anterior. Un proceso de fascistización.

La cuestión es identificar las instituciones que se fascistizan y cómo lo hacen. La página anarchosyn tiene colgado el cuestionario de más arriba que es bastante sistemático y completo. Allí se le llama Early warning signs of Fascism, algo así como la detección precoz del cáncer. Lo he traducido como Aviso temprano de fascismo pero, evidentemente, es proceso de fascistización. También he traducido el resto del cuestionario porque me ha parecido de indudable aplicación al proceso que está viviéndose en España. De los catorce puntos que se señalan se me  hace indudable y evidente la similitud del 1º, 2º, 5º, 6º, 8º, 9º, 10º, 11º, 12º y 13º. No necesitados de comentario alguno. La confusión entre la Iglesia y el Estado es incluso cómicamente patente, cual se ve en esa ministra que gobierna de la mano de la Virgen del Rocío; el control de los medios de comunicación es asfixiante y de la corrupción no es preciso hablar. Ya lo hace la opinión a través de los barómetros.

Los otros puntos quizá necesiten alguna aclaración: el 3º, el enemigo/chivo expiatorio o cabeza de turco o ambos. Está claro, la antiespaña personificada en el PSOE. El 4º, el ejército. De vez en cuando se le oye; pero su preponderancia queda consagrada en el artículo 8 de la CE en relación con el 2. El 7º, la obsesión con la seguridad nacional no se da, de momento, en el terreno de la defensa militar, pero sí de la defensa financiera. Hay que hacer causa común detrás del gobierno porque la seguridad financiera de España en los mercados internacionales está amenazada. El 14º, las elecciones fraudulentas. Obviamente no se trata de que hubiera un fraude mecánico en el proceso electoral que fue limpio. Se trata del fraude moral de haber ganado unas elecciones con un programa electoral y poner en práctica el contrario. 

Todos esos puntos señalan el proceso de fascistización. El gobierno, probablemente el más desautorizado de la historia de la democracia y el más desacreditado, prácticamente no cuenta con apoyo en la opinión y descansa sobre el uso cada vez más frecuente y más intenso de la represión policial. Una dinámica de acción-reacción que suele acompañar a esos procesos de fascistización. 

Sin embargo, el recurso a la represión no puede ocultar el hecho de que el presidente que proclamaba que, cuando él gobernara, bajaría el paro, ha fracasado en toda la línea. El paro no desciende sino que aumenta; España no remonta sino que se hunde más, crece la emigración, se cierran más empresas, no hay perspectiva de recuperación sino de lo contrario y el gobierno no sabe ya qué decir, lo cual tampoco es tan desastroso porque su crédito es inexistente. Si se añade a ello que el presidente está bajo sospecha de haber cobrado sobres ilegales sin que la haya disipado contundentemente, se tiene una situación catastrófica, próxima a la ruina nacional.

Aumentan las voces extranjeras que piden un cambio de políticas y políticos en España. Desde varios cuarteles se ha advertido que España no recupera la confianza de los mercados a causa de la corrupción y de sus gobernantes y personal político muy mezclados con aquella. ¿No hay gente en el PP que vea lo desastroso de la situación y ponga en marcha un proceso de renovación interno que también debiera alcanzar al gobierno? ¿No debe encomendarse este a alguien que pueda dedicarle todo su tiempo y lo haga además con mayor provecho para la colectividad?

(La imagen es una foto de Anarchosyn, bajo licencia Creative Commons).

dijous, 25 d’abril del 2013

El fascismo otra vez contra Palinuro.


Ya están atacando otra vez los fascistas peperos. Primero lo intentaron con la página web de Palinuro, tratando de conseguir que blogger la cerrara a base de acusarla falsamente de tener contenidos para adultos y de hacer que la advertencia apareciera al comienzo, para asustar a los posibles lectores. Superamos esa crisis y, gracias a la recomendación de una lectora (que los dioses bendigan) pude desactivar el mecanismo por el que los esbirros denunciaban falsamente el contenido "para adultos". Se restableció la normalidad de este blog que es crítico, libre, independiente, de variado contenido, pero no "de adultos".

Ahora, los mercenarios peperos, esos mendas a sueldo que merodean por la red haciendo de trolls a tanto la línea o tratando de cerrar páginas incómodas, reorienta su sórdida labor por otro lado, tratando de impedir que Palinuro aparezca en Facebook, con los mismos procedimientos ruines y falsos con que intentaron lo anterior. Lo explico: si usted accede a Palinuro pulsando sobre la dirección URL del post que haya subido a Facebook, lo más probable es que aparezca la siguiente advertencia:

Facebook cree que este sitio web no es seguro. Si no lo conoces, márcalo como spam para proporcionarnos información (se te conducirá de nuevo a Facebook) .

o bien su versión inglesa:

The link you are visiting:http://cotarelo.blogspot.com.es/2013/04/contra-toda-razon-y-contra-toda-justicia.html
Facebook thinks this site may be unsafe. If you're not familiar with it, please provide feedback by marking it as spam (you'll be brought back to Facebook).

Obviamente, es mentira. Palinuro no es spam, como todo el mundo sabe. Son los fascistas peperos los que van avisando de contenido spam y Face Book colabora haciendo como que hace algo. Por supuesto, ya he puesto el asunto en conocimiento de los administradores. Pero tengo poca fe en ello. Me fiaría mucho más si algún(a) amable lector(a) tuviera a bien ilustrarme acerca de cómo puedo evitar que estos mierdas a sueldo activen el aviso de spam en los contenidos de Palinuro en FB. Entre tanto, agradeceremos que los lectores de Palinuro pinchen en la casilla en la que se dice que "no es spam".

Por cierto, noticia para los trolls y demás fachas peperos: mañana un post acerca de si el gobierno de Rajoy ya puede considerarse fascismo pleno o si aún le falta algo, que no será más de un telediario y nunca mejor dicho.

(La imagen es una foto del blog de Guillermo Cristóbal. No he visto que tenga licencia de Creative Commons, pero lo doy por supuesto. Si es un error y la imagen está protegida (que tampoco se dice), con una mera advertencia, será eliminada).

dissabte, 6 d’abril del 2013

El fascismo contra Palinuro.

Como se sabe, el PP tiene numerosos seguidores a sueldo dispuestos a hacer de trolls en las redes, de  agentes provocadores, de boicoteadores de las páginas críticas. Lo sabemos porque el otro día cometió un lapsus mail y envió por error a los medios un mail con el argumentario para sus esbirros, con las cosas que tenían que decir, las que callar, las que criticar, etc, etc. Recibidas estas instrucciones, los tertulianos, "opinadores", todólogos, trolls y sicarios de la derecha se desparraman por radios, televisiones, blogs, foros, webs, etc a ir soltando sus estupideces a tanto la baba. Por supuesto, no es lo mismo un miserable troll de tercera, que deja tropecientas mil veces el mismo comentario estúpido, obsceno, provocador, según toque y que cobra (según tengo entendido), 0,20 céntimos por página que el/la conocid@ periodista que larga la doctrina del amo a 500 euros la aparición.

No es lo mismo en cuanto al origen. Pero sí lo es en cuanto al fin: acallar las opiniones críticas, el juicio libre, el debate genuino. Anegarlos bajo una pesada capa de improperios, groserías, insultos, amenazas, falacias o simples embustes (la panoplia retórica de la derecha) para enmierdarlo todo, que nadie pueda informarse, nadie pueda encontrar seguridad en nada, que nadie pueda fiarse de nadie.

Ahora le ha tocado a Palinuro. Hace ya tres días (los que me ha costado convencerme de la verdad de cuanto digo) que vengo teniendo problemas de acceso al blog. Cuando lo intento pueden aparecer dos informaciones: a) la primera, avisando de que no se puede conectar con la página porque no y, preguntada la razón a blogger, este contesta que la ignora. Obviamente, porque es una maniobra de los fachas a sueldo para boicotear la página. b) la segunda (más frecuente), un aviso de que Palinuro tiene "contenido de adultos", dejando al visitante la decisión de si sigue o no. Como sabe también todo el mundo, Palinuro es un blog de política, libros, arte, cine, literatura, etc. Nada de porno o lo que sea eso de "adultos". Así que, si les aparece el aviso, entren sin temor. Si la pantalla quedara en blanco, denle a F5, tecla de refrescar.

Me costó rendirme a la evidencia pero, al final, he de admitirla: Palinuro está siendo objeto de un ataque de esbirros cuya intención es ver si pueden acabar con el blog, que no se vea. Por cierto, cuando escribo "esbirros" me refiero a los de la derecha. Pero no descarto que la maniobra pueda venir de algún sector lunático de la "verdadera izquierda". Tengo pruebas suficientes de que, aunque en menor medida que en el PP, también en esos sectores de la "izquierda" hay orates que harían (y hacen) lo que pueden por acallar a Palinuro.

Por supuesto, he mandado aviso a blogger a través de su servicio de feed-back pero, la verdad, tengo escasa esperanza de que me haga caso. Al fin y al cabo, es el que ha puesto el anuncio de "contenido de adultos", evidentemente sin haberse tomado la molestia de revisar el del blog. Así que, voy a ver las posibilidades de migrar a WordPress. Cuando las tenga estudiadas, si continúa esta marranada de boicot de fachas de derechas o izquierdas, me mudaré.

Ya sé que este es uno de los precios(y no el único ni el menor) de ser independiente, de tener un blog en solitario, sin encajarlo en ningún medio, periódico, organización, asociación y partido que, además de protegerte, sin duda te hacen creerte alguien porque recibes las visitas que, en el fondo, son de tu anfitrión. Ya estoy acostumbrado. Fastidia un poco, pero la libertad, la independencia que da no admiten comparación. Así que seguiré como hasta ahora.

Entre tanto si algún amigo con conocimientos suficientes para echarme una mano en quitarme de encima esta peste quiere hacerlo, se lo agradeceré en el alma y, si lo consigo, le regalo mi último libro.

La imagen es una foto de Mermadon 1967, bajo licencia Creative Commons).

dijous, 22 de novembre del 2012

Suspendido el acto de homenaje a Franco.

Después del escándalo montado, la empresa concesionaria del Palacio de Exposiciones de Madrid, que pertenece al ministerio de Industria, ha cancelado el homenaje que los fascistas pretendían hacer el cuatro de diciembre al asesino Francisco Franco.
Por cierto, la gestión pertenece a Turespaña, el departamento al que acaba de reintegrarse la funcionaria Aguirre que, como se ve, no ha perdido el tiempo en dar una muestra de su peculiar liberalismo fascista.
Era ya excesivo que, además de soportar a este gobierno de expoliadores franquistas, meapilas, pedantes y simples imbéciles que ya es el hazmerreír de  media Europa, hubiera que aguantar a los chulos de la Falange campando a sus anchas por la ciudad y homenajeando al delincuente que oprimió España y asesinó a cientos de miles de españoles.
Y eso mientras el único juez que ha intentado hacer justicia a las víctimas del genocidio franquista pierde la carrera, villanamente condenado por quienes no tienen ni la centésima parte de su honradez y valentía.
Ahora solo queda por denunciar que haya una Fundación Francisco Franco, dedicada a ensalzar la memoria del criminal perjuro que mantuvo España sojuzgada durante cuarenta años por el terror y el asesinato. Y denunciar que se beneficie de subvenciones públicas.
Esa Fundación debe cerrarse y sus dirigentes deben ser procesados por apología del genocidio.

Prohibir el homenaje a un dictador asesino en Madrid.

He creado una petición en Change.org para que una fundación de fascistas organice un homenaje al asesino de cientos de miles de españoles. Muchos de ellos aún yacen en fosas comunes por las cunetas de España ante la negligencia o la complicidad directa de las autoridades políticas y judiciales. Este homenaje es un insulto directo a su memoria. Es como si los asesinaran por segunda vez.
Se solicitan firmas.


dijous, 18 d’octubre del 2012

El fascismo avanza

Lo que pretende hacer el director general de la policía, Ignacio Cosidó, de impedir que se hagan fotos de la policía "trabajando" (dice; quiere decir, reprimiendo) y penar que se difundan por la red es inconstitucional, ilegal, inmoral y profundamente antidemocrático. Es prueba del talante fascista de los actuales gobernantes. Es el mismo espíritu con el ya trataron de impedir que las televisiones cubrieran la manifa del 25S y hostigaron y amenazaron a los periodistas.
Quieren la impunidad para que la fuerza pública pueda actuar sin control, cometer todo tipo de tropelías y que no haya testigos. Quieren, tanto Cosidó como Cristina Cifuentes y otros mandos policiales, así como el ministro del Interior, establecer un Estado policía. Un Estado policía al más puro estilo fascista: ningún derecho para la población e impunidad para los policías para que puedan hacer lo que les dé la gana sin testigos.
Además es un atentado frontal contra los derechos fundamentales de libertad de expresión y derecho a la información. Sostiene Cosidó que hay que velar por la seguridad de la policía cuando hace su "trabajo". Es obvio que si la policía hace su trabajo con arreglo a la ley, las imágenes que se tomen jamás podrán comprometer su seguridad. Pero lo que quiere este individuo es que queden protegidos también cuando se saltan la ley y abusan de su poder, que no son pocas veces. Quiere suprimir de raíz el derecho que tenemos los ciudadanos a ver y saber cómo actúan los policías a los que pagamos con nuestros impuestos; incluido el salario de ese señor Cosidó que aspira que sus policías nos abran la cabeza sin que podamos siquiera protestar.
Pero la maniobra es aun más siniestra de lo que parece, mucho más que el intento de garantizar la impunidad para los abusadores y la supresión de los derechos fundamentales. Es un intento de edificar un verdadero Estado policía en la medida en que, si nadie puede fotografiar lo que hace la policía está claro que será esta la que fabrique los relatos de lo que haya sucedido, siempre culpando a la población civil, eximiéndose ella misma, cargando sobre los manifestantes los más pintorescos delitos, en definitiva, fabricando las pruebas y los montajes a su capricho sin que los ciudadanos podamos defendernos. Y esto es no es una fábula: lo están haciendo ya. Lo hicieron al intentar acusar a los detenidos el 25S de delitos imaginarios que los jueces han rechazado. Lo haceb cuando envían policía disfrazados, agentes provocadores, con la misión de provocar violencia para justificar las cargas más bestiales y acusar luego de aquella a la gente en los tribunales. Obviamente, no quieren pruebas de sus fechorías. El fascismo nunca quiere testigos de sus delitos.
Si ese proyecto de impedir que los ciudadanos podamos fotografiar y grabar lo que pasa en la vía pública sale adelante, junto a las actividades represivas ilegales de la delegada del gobierno en Madrid, el fascismo habrá ganado otra batalla contra una sociedad esquilmada, explotada, oprimida, engañada, apaleada y ahora despojada del resto de sus derechos.
Lo único sensato que en democracia y en un Estado de derecho aceptable de nivel europeo cabe hacer con estos dos elementos de Cristina Cifuentes e Ignacio Cosidó es destituirlos fulminantemente por enemigos jurados de las libertades y los derechos de los ciudadanos..

dimecres, 17 d’octubre del 2012

La destitución de Cifuentes, una necesidad de higiene democrática.

¿Con qué autoridad moral y competencia jurídica impone la delegada del gobierno, Cristina Cifuentes, 6.000 euros de multa a un ciudadano acusándolo de los desórdenes y violencias de la manifa del 25S, ella, que, al parecer, envió provocadores disfrazados precisamente para que hubiera ese desorden y esa violencia? ¿Cómo puede demostrar que los disturbios fueron causados por el ciudadano en cuestión y no, como es mucho más probable, por sus agentes  infiltrados entre los manifestantes? ¿No es ilegal e incluso delictivo que agentes del orden se hagan pasar por agitadores y provoquen violencia y destrozos sin identificarse en ningún momento como policías? ¿No es delictivo que una responsable como Cifuentes provoque supuestamente violencia en una manifestación ordenando a la fuerza pública saltarse la ley y actuar con manifiesta ilegalidad? ¿No estaría obligada a identificar a los agentes provocadores a sus órdenes y castigarlos como merecen compartiendo de paso parte del castigo por su comportamiento ilegal?
¿Qué garantías tenemos los ciudadanos en el Estado de derecho cuando la autoridad encargada de velar por el orden público recurre a medios ilegales y/o delictivos con el fin de provocar disturbios, culpar de ellos a inocentes y multarlos luego en un evidente cuanto irritante abuso de autoridad? ¿En qué se diferencia el Estado de derecho de una dictadura fascista cuando el orden público está en manos de gente de la condición de Cifuentes?
Y no se crea que se trata de un acto aislado, quizá producido por el aturdimiento o la inexperiencia, no. Es un comportamiento premeditado, madurado, consciente y seguramente alevoso de una persona cuya corta pero intensa trayectoria en un cargo delicado demuestra no solamente que está absolutamente incapacitada para la función sino que ella misma es un peligro público para las libertades democráticas, el Estado de derecho, la seguridad juridica de las personas y la paz civil. En definitiva, que es una gobernadora arbitraria, autoritaria, partidista y sin categoría intelectual alguna.
Desde que se sentó en la poltrona no parece haber hecho otra cosa que mostrar un talante abusivo, rayano en el fascismo. Cabe interpretar que ha utilizado sistemáticamente a la policía como si fuera una banda de matones para hostigar a la población con identificaciones caprichosas, detenciones injustificadas y hostigamiento general de la ciudadanía. Ha pretendido de muy diversas formas amedrentar a la opinión pública con distintos tipos de amenazas y declaraciones inadmisibles, sin contar la elaboración de listas negras de ciudadanos "sospechosos" de las que, en su estolidez, Cifuentes empezó presumiendo para negar acto seguido que existieran cuando alguien le sopló que eso era también delictivo. Ha tratado de restringir ("modular", dice la doña, en un ejercicio de hipocresía) los derechos fundamentales de los ciudadanos según sus caprichos personales, en función de la orientación política de los manifestantes. Y, por último, en una muestra de obvia ignorancia del principio de división de poderes, ha intentado que los jueces actúen sumisos a sus dictados, acusando a los justiciables a voleo de los delitos que ella se inventa en su delirio ordenancista y, como no lo ha conseguido, ha dado en la flor de multar a un ciudadano acusándolo de los desórdenes que pueden haber cometido los agentes provocadores que ella misma ha enviado.
Los policías tienen que pasar pruebas psicotécnicas muy estrictas para vestir un uniforme. ¿Qué pruebas ha pasado esta señora que aparece investida de la capacidad de dar órdenes a esos policías? Obviamente, ninguna. De otro modo, los psicólogos -quizá los psiquiatras- hubieran detectado el infinito narcisismo, la mitomanía galopante, el exhibicionismo profundo de una mujer cuyo único objetivo consiste, al parecer, en hacer méritos ante sus jefes (muy parecidos a ella en cuanto a su concepción del orden público) al precio que sea, incluso al de cometer tropelías sin cuento, abusos de autoridad y arbitrariedades detestables cuya única respuesta debiera ser -y debe ser urgentemente- una destitución fulminante.
Por si acaso, sugiero al 25S que vaya presentando denuncia contra Cifuentes por el empleo de agentes provocadores o policías infiltrados en las manifestaciones.

dijous, 4 d’octubre del 2012

Fascismo popular, fascismo modular.

Desde que la delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, una narcisista mitómana y autoritaria, ignorante de la legalidad y del alcance de sus competencias, dijera por la radio que había que "modular" el derecho de manifestación, ya a nadie se le escapa la deriva dictatorial antidemocrática y parafascista del gobierno. "Modular", obviamente, quiere decir reducir o suprimir el derecho de manifestación. Igual que, en la jerigonza de esta indescriptible señora, "racionalizar el espacio público" quiere decir prohibir que quienes protestan puedan a hacerlo en él y se limiten si acaso (y ya se verá) al recibidor de su casa. Siempre, claro, que sean protestas de izquierdistas, librepensadores y ateos. Si son manifas de meapilas, curas y beatas no solo son libres sino que la propia Cifuentes participa en ellas.
Cifuentes es el ejemplo más acabado de la tendencia fascista del gobierno a suprimir derechos y libertades y restablecer las formas dictatoriales que son las que gustan a los gobernantes, en su inmensa mayoría simpatizantes, herederos ideológicos, allegados y parientes del franquismo y los franquistas. Por si alguien tiene alguna duda respecto a lo dicho, que eche una ojeada a este enlace del Libro de la familia genovesa en el que se da cuenta de cómo los neofranquistas gobernantes tienen literalmente copada la administración pública y todos los cargos de nombramiento  con amigos y parentes enchufados. Hay casos de estirpes enteras, como los Fabra y los Baltar, muestras obvias de una forma de entender la política al estilo de la mafia.
Es el ejemplo más acabado, pero no es el único. Desde que llegó al poder el gobierno del PP ha puesto en marcha dos programas paralelos a cada cual más antipopular: el primero, el de los recortes, las socaliñas, las rebajas de salarios, las subidas de impuestos, el empobrecimiento general de la población a favor de los bancos. El segundo una verdadera involución moral, política, institucional de suprimir derechos y libertades para convertir nuestra endeble democracia en una robusta dictadura, que es donde la derecha se siente bien porque le resulta apacible
Que me vengan ahora a la memoria hay los casos siguientes: una de esas paniaguadas directora general a dedo o algo así que envió una circular a FACUA amenazándole con declararla ilegal si seguía criticando las políticas del gobierno. El ejemplo se generalizó y varios otros enchufados en altos puestos han hecho llegar otras circulares a los funcionarios augurándoles represalias si eran críticos con el gobierno. Este, el gobierno, cambió la Ley de la RTVE solo para poder nombrar como director a uno de sus apesebrados, encargado de convertir la televisión pública en lo que es hoy, un producto de bajísima calidad intelectual en el que se hace propaganda a favor del gobierno mientras pierde audiencia a chorros.
El ministro de Justicia, el neofranquista Gallardón, tiene una actitud perfectamente nacionalcatólica en asuntos de moralidad: no a las bodas gays y no al aborto. Es decir, supresión de derechos en función de criterios puramente ideológicos ultrarreaccionarios. Incidentalmente cabe señalar que este Gallardón debe de ser hábil pues consiguió engañar a una parte de la izquierda bienpensante del país haciéndose pasar por moderado, centrista y tolerante cuando es un ultramontano hipócrita. Claro que habría que ver si esa izquierda bienpensante, en efecto, había sido engañada o participaba del engaño.
Y si Cifuentes quiere suprimir el derecho de manifestación excepto para los curas, Mayor Oreja, probablemente el político más denso mentalmente del horizonte conservador, rayano en la estolidez, sugiere que la televisión censure la noticias y no dé las de manifiestaciones porque, dice, "incitan" a manifestarse y le rompen, supongo, su plácida siesta.
(La imagen es una captura de un vídeo de Libertad Digital en You Tube, bajo licencia Creative Commons).

diumenge, 30 de setembre del 2012

Palinuro pregunta.

El gobierno acaba de suprimir la dotación presupuestaria de la memoria histórica. No hace falta escuchar sus razones que, como siempre, son mentiras. Los herederos ideológicos de los fascistas sublevados en 1936 no quieren que se sepa la verdad de las atrocidades que, durante años, perpetraron los suyos contra un población indefensa. Quieren que los asesinados y enterrados en fosas comunes ahí sigan, que no se averigüe el destino de decenas de miles de torturados, violados, asesinados, que se eche en  olvido, que no se recuerde y, de paso, que las víctimas y sus parientes y allegados se callen y traguen con su infortunio hasta el fin de los tiempos.
Garzón acaba de decir con mucho tino que no se puede construir el futuro sobre cientos de miles de víctimas. Ni el futuro, ni el presente, ni nada. Pero los neofranquistas en el gobierno pìensan que, si tuvieron 40 años de cristiana "placidez" en un país sembrado de cadáveres, ¿por qué no algunos más?
Los herederos ideológicos de los vencidos en 39, tengamos o no allegados entre los asesinados, tenemos un deber moral de acudir en defensa de una causa justa: la reparación de aquella infamia. Los trabajos de la memoria histórica deben continuar e, incluso, intensificarse. Por ello Palinuro propone la creación de un Fondo Social de la Memoria Histórica que puede empezar en las redes como una campaña de crowdfunding y tratar luego de ampliarse solicitando subvenciones de organismos nacionales e internacionales que atiendan a un principio de equidad, justicial y moral que el gobierno de Rajoy ha pisoteado.
Se ruega a las personas interesadas hagan saber su disponibilidad. Para ello sugiero se busque a Palinuro en Facebook y se le haga saber si tenemos la base suficiente para echar a caminar el proyecto que, si cuaja (¡ojala!,) pondremos en manos de quienes noble y desinteresadamente han estado trabajando todos estos años por la memoria histórica.
También sugiere Palinuro crear un hashtag #memoriahistórica o algo así en Twitter para dar a conocer la iniciativa y recaudar la ayuda.
Vamos a responder a la nueva provocación de los neofranquistas y nacionalcatólicos.

diumenge, 16 de setembre del 2012

El fascismo es esto.

En su todavía breve mandato, Cristina Cifuentes, delegada del gobierno en Madrid, ha hecho méritos suficientes para comparecer ante una comisión parlamentaria de investigación que le ayude a entender la diferencia entre una policía democrática y la de un país fascista.
Desde el momento de su toma de posesión, esta mujer, cuyo marido resulta ser un prófugo de la justicia, mostró profunda hostilidad hacia el movimiento de los indignados y los intentos de la gente de ejercitar sus derechos de reunión y manifestación. De la hostilidad a la manipulación, el embuste y la provocación no hay más que un paso. Son ya reiteradas las ocasiones en que su departamento tolera que los grupos reaccionarios, ultracatólicos y fascistas (o sea, los suyos) se apoderen de la calle mientras restringe hasta intentar yugularlas las actividades de las agrupaciones y asociaciones democráticas, librepensadoras y ateas. Aplica tan escandalosa doble vara de medir que ya debería estar en los juzgados. Por ejemplo: los ateos y librepensadores no podían manifestarse en Madrid en Pascua porque había riesgo de violencia al cruzarse con las procesiones de los comecirios. Pero ayer los fascistas podían manifestarse por Madrid durante los actos de protesta contra el gobierno. ¿Su finalidad con esta provocación? Ver si, efecto se produce violencia que justifique la intervención policial y la criminalización de los demócratas a través de las acusaciones normalmente inventadas de la policía.
Su finalidad, que ella cree muy astuta, es esa: provocar alteraciones de orden público para reprimir a mansalva. Y está tan segura de lo acertado de su política que hace unos días se jactaba de tener listas con los nombres de los elementos más activos en las protestas. Solo esta confesión hubiera bastado para que, en cualquier país democrático de Europa, el gobierno la hubiera expulsado del cargo de una patada en el culo. Aquí, no. Aquí, al contrario, Cifuentes tuvo hoy a la policía, empleada como fuerza de choque, guardia pretoriana o guardia de asalto, intimidando y hostigando ciudadanos pacíficos en Madrid, identificando y amenazando a la gente que, en uso de sus derechos constitucionales, estaba reunida en el Retiro. Al que se resiste lo detienen.
Cifuentes, digna discípula del Fraga ministro del Interior de un gobierno fascista, también piensa que la "calle es suya". La calle, la plaza, los jardines, todo espacio público debe estar cerrado a la protesta y emplearse para perseguir a la gente y aporrearla.
Eso es puro fascismo.
Como también lo son las reformas de los ministros Wert y Gallardón en Educación y Justicia respectivamente. Un fascismo más engolado, circunspecto, aparentemente más civilizado que el de la policía Cifuentes, pero igual de siniestro y mucho más repugnante porque es hipócrita y pretende ser otra cosa. Antonio Avendaño publica hoy en digital publico.es un magnífico artículo titulado La doble traición de Wert y Gallardón en el que muestra su decepción porque estos dos ministros, que pasaban por ser parte de la derecha civilizada, hayan resultado los más carcundas, ultramontanos, reaccionarios y clericales. Que se restablezca pronto del disgusto y aprenda a no confiar más en las mentiras de estos nacionalcatólicos encubiertos que compensan la conciencia de su mediocridad con un profundo sentimiento fascista que termina aflorando siempre.
Que las reformas de Wert hunden la educación como servicio público gratuito de calidad en todos los niveles y que la entrega al nacionalcatolicismo más retrógrado ya no es un secreto para nadie.
Más nuevo es el ataque de Gallardón a los derechos y libertades básicos de los ciudadanos. Las primeras víctimas, las mujeres, a quienes este monaguillo de la jerarquía ha negado el derecho al aborto para satisfacer el oscurantismo de la secta católica al que ajusta su comportamiento. Y detrás de las mujeres, vienen los homosexuales, a quienes reduce a ciudadanos de segunda por no tener derechos iguales que los otros y a los que en poco tiempo, empezará a perseguirse de nuevo con la entusiasta colaboración de los curas, incluidos por supuesto, los pederastas, que suelen ser los peores enemigos de la igualdad en asuntos sexuales.
El fascismo gallardónico emerge ahora con la proyectada reforma del Código Penal. Palinuro lo ha dicho a menudo: siempre que la derecha gobierna, lo primero que hace es actualizar las prisiones, los tribunales, la policía, el código penal. Es su mentalidad autoritaria: los problemas sociales se arreglan metiendo a la gente en la cárcelo. Esta reforma pone la justicia a los pies del ministerio del interior y al servicio de la arbitrariedad policial: tipifica como delitos comportamientos como la resistencia pasiva que no lo son en ningún país del mundo, pretende criminalizar la desobediencia civil, que es la forma más honrada y moral de protestar en democracia y negar la libertad de expresión en las redes, algo tan evidentemente fascista que hasta da reparos al propio Gallardón, quien está tratando de suavizar la censura y la persecución.
Las respuestas de la oposición extraparlamentaria y parlamentaria a esta orgía de fascismo represor debe ser siempre la misma: mantener la no violencia a toda costa, no responder a las provocaciones, emplear la legalidad en legítima defensa, denunciar todas las conductas ilegales de las fuerzas de represión y recurrir por obviamente inconstitucionales las reformas de Gallardón todas ellas al servicio de la iglesia y de un gobierno que, no pudiendo responder democráticamente ante los ciudadanos, prefiere atemorizarlos, perseguirlos, amenazarlos, detenerlos arbitrariamente, abusar de ellos y condenarlos injustamente.
Fascismo.
(La imagen es una foto de Popicinio_01, bajo licencia Creative Commons).

dijous, 13 de setembre del 2012

Cosas de lideresa o Führerin.

Por fortuna para él, los derechos de Uribetxebarria no dependen de Esperanza Aguirre. Si lo hicieran, el etarra perdería el de morirse en su casa que Aguirre le niega taxativamente y en discrepancia con la decisión de la Audiencia Nacional. Obviamente, la lideresa tiene una concepción de la justicia en la que esta es otro nombre para la venganza. No es muy elaborado, desde luego, pero corresponde al estilo político de la condesa, que es muy decidido y radical; muy de caudilla.
Aguirre no es una política convencional, tiene mucho temperamento, no se muerde la lengua y suele ser rápida en la respuesta con pulla incluida. Un momento de su intervención en el debate sobre el estado de la región, aquel en que recomienda al señor Gordo (Ángel Gordo, portavoz de IU) que se modere so pena de convertirse en el señor Gordillo, tiene gracia, aunque quizá ni Gordo ni Gordillo se la vean. Pero tiene tanbién la condesa un deje achulapado que, en unión con el carácter provocativo de muchas de sus medidas hace bastante desagradables sus comparecencias.
Ese descrédito permanente de lo público en beneficio de lo privado, ese cargar continuo contra los funcionarios, sean docentes o bomberos,  ese desprestigio sempiterno de la política son elementos de una típica concepción neoliberal que Aguirre asegura ser la suya y cuyo encaje con las costumbres democráticas es muy problemático. Y no solamente por la contradicción evidente de que sea una funcionaria y una política (y veterana, con más de 33 años en cargos de todo tipo) quien ataque a funcionarios y políticos, ya que eso es un problema de conciencia y decencia personal que resolverá como pueda, sino porque es parte de una acción política estratégica deliberada. La acción política de la la derecha extrema, consistente en destruir la esencia misma de la democracia desde dentro, utilizando sus mecanismos, para sustituirla por la nueva forma del fascismo autoritario y populista. Ayuda mucho a ello y, al mismo tiempo, pone de relieve la genealogía de la concepción neofascista de Aguirre el que esta conjugue su ultraliberalismo con el más rancio nacionalcatolicismo.
Los discursos frecuentemente espartanos de la lideresa la llevan a cargar siempre contra la "cultura de las subveciones" al tiempo que deja sin las suyas a los sindicatos, la patronal y cuantas organizaciones y quehaceres le parecen a ella prescindibles, que son muchas. Su provocación favorita en este ámbito es que se acabaron las mamandurrias que es de lo que ella tiene repleta su administración en donde en sus años de gobierno, se ha multiplicado por dos el número de asesores y altos cargos, o sea, de mamandurrias. Innecesario es decir que en donde hay mamandurrias, hay corrupción y que la administración de Aguirre es la más entreverada en la trama de la Gürtel y junto con la de Valencia, la que registra mayor nivel de corrupción del país. Corrupción que abarca todos los aspectos de la acción institucional, desde la adjudicación de licencias, a la financiación de las elecciones a través de opacas fundaciones. 
Sus recetas neoliberales, consistentes en privatizar todo lo rentable y descapitalizar los servicios públicos que tienen que prestar las instituciones se aplican a rajatabla desde hace años en la Comunidad de Madrid, en donde una población empobrecida tiene que aguantar unos servicios públicos cada vez más caros y de peor calidad pero muy bien vendidos desde el punto de vista de la publicidad.
El liberalismo de Aguirre es compatible con un control férreo de la televisión pública y un recurso sistemático a la censura en los medios audivisuales relegados a meros aparatos de agitprop, con los cual cumplen dos funciones: ser la caja de resonancia del gobierno y un lugar en el que se enchufa a toda suerte de deudos y amigos cuya función es cobrar suculentas pagas del erario público por mentir, tergiversar, cantar ditirambos a la lideresa/Führerin y denigrar a la opoción.
Uno de los temas preferidos de la panoplia de Aguirre es el de esa lucha denodada que dice estar librando desde hace años en contra del espíritu del 68 y de la pretensión de superioridad moral de la izquierda. Ambos objetivos, sorprendentes por lo demás, traicionan su  subconsciente envidioso. Su obsesión con el 68, sobre todo, ilustra muy bien sobre sus complejos porque solo los cantamañanas y zangolotinos de su calibre pueden exigir respeto al principio de autoridad porque sí; principio de autoridad que ellos mismos destrozan socavando la que tienen los diferentes estamentos cuando no acatan a ojos cerrados sus caprichos.
Su concepción patrimonial de la administración que  pone al servicio de los intereses privados de los suyos, su carencia de escrúpulos morales, su maximalismo ideológico, su falta de respeto a los derechos de los adversarios, su ignorancia de los límites de los usos democráticos, la imposición de sus creencias y manías personales como actos de gobierno, hacen que esta política sea, junto a Dolores Cospedal, destacada discípula suya, un buen ejemplo del autoritarismo de la derecha actual que solo se diferencia del fascismo en que tiene menos parafernalia militar.
(La imagen es una foto de PP Madrid, bajo licencia Creative Commons).

dijous, 16 d’agost del 2012

¿Que incita a la violencia?

En 1939, hace ahora 73 años, terminó la guerra civil que desencadenó un grupo de militares delincuentes y genocidas contra el gobierno legítimo de la IIª República española. Fue un acto de violencia fascista contra un régimen liberal, democrático y pacífico con ayuda de los países fascistas de la época, Alemania, Italia y Portugal. Al concluir las hostilidades, los militares delincuentes establecieron unas dictadura totalitaria y ejecutaron un minucioso plan de genocidio, consistente en asesinar a cientos de miles de personas desarmadas, torturar a muchas más y aterrorizar así a una población indefensa que había quedado a merced del vencedor después de la contienda solo para descubrir que el vencedor no conocía la piedad ni la clemencia que sus curas, sin embargo, predicaban en los púlpitos. Esta labor de exterminio de los rojos (esto es, todos quienes habían hecho algo por la República, fuera lo que fuera, desde combatir en su defensa hasta haber participado en las festividades del 14 de abril) siguió durante los años siguientes más o menos hasta finales de los cincuenta.
En un ejemplo paradigmático del trastorno psíquico que los psicólogos llaman "proyección", los militares genocidas y sus auxiliares (los curas, los falangistas, los banqueros, etc) "juzgaban" (puras farsas), condenaban y ejecutaban sumariamente o simplemente asesinaban en las cunetas de las carreteras a los rojos (y mucho cuidado porque, para los descendientes ideológicos de estos criminales que están hoy en el gobierno, seguimos siendo eso, rojos), acusándolos de sublevación militar, es decir, acusándolos de los crímenes que habían cometido ellos. Los soldados, civiles y milicianos que habían cumplido con su deber defendiendo el régimen legítimo y pacífico de España, sus instituciones y su bandera, frente al asalto de una banda de forajidos sangrientos, pasaron a ser los criminales, los sublevados, los violentos según, claro está, los medios de comunicación de la época, todos ellos sujetos al férreo mando militar y sometidos a la censura política previa o posterior, de la que se encargaba precisamente el falangista Fraga Iribarne, luego fundador del PP.
Esa proyección, ese dar la vuelta a las cosas propio de los criminales fascistas que gobernaron España durante 40 años en la época más tenebrosa de la historia patria es la que esgrime el actual gobierno de la derecha, del partido fundado por el ministro del genocida, de herederos ideológicos de los criminales del 36.,
¿Que la bandera tricolor incita a la violencia? Es igual que decir que los militares que mantuvieron su honra y honor defendiendo el régimen al que habían jurado lealtad frente al asalto de los criminales perjuros eran los delincuentes. Revela la misma mentalidad canalla en los gobernantes actuales.
Y hoy eso es tan falso como entonces. Los republicanos no se habían sublevado contra nadie y la bandera tricolor es símbolo de paz y legitimidad. La que es ilegítima e impuesta por la violencia es la roja y amarilla de los fascistas victoriosos en la guerra y que el Estado español la tenga por oficial no la hace legítima sino que plantea preguntas (de respuestas obvias) sobre la legitimidad de ese Estado.
Pero es que, además de legítima, la bandera republicana es legal, según sentencia del 15 de diciembre de 2003 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que anulaba una decisión del Ayuntamiento de Torrelodones (entonces del PP, claro) por la que se ordenaba retirar una bandera republicana de un chiringuito de IU porque ... ¡podía incitar a la violencia!
Como se ve, los franquistas reinciden y reinciden porque lo que quieren es suprimir la bandera tricolor misma y, como ya no pueden asesinar a los rojos, tratan de despojarnos ilegalmente de nuestros símbolos. En el fondo, la razón es clara: la bandera republicana no solo es legítima y legal sino símbolo de la justicia, la libertad y la igualdad y su ondear recuerda a estos neofranquistas del gobierno su procedencia ideológica: el crimen, el terror, el genocidio que tratan de ocultar como sea.
Pero ese abuso de los gobernantes no puede quedar impune. La izquierda tiene la obligación de defender el empleo de los símbolos republicanos todos ellos pacíficos. Esa multa es ilegal y hay que hacer que la retiren. Nuestros representantes están para eso, no para achantarse y bajar la cerviz frente a la chulería y el fascismo de los herederos de un genocida.
(La imagen es una captura del blog Unidad Cívica por la República, bajolicencia Creative Commons).

dilluns, 9 de juliol del 2012

Glosas a la rabieta de un franquista.

Por fin no se consumará la última provocación fascista: la visita al Alcázar de Toledo que el diputado del PP, Agustín Conde, había programado para el 18 de julio con la prepotencia de los de su línea: sí o sí. Al principio solo reaccionaron con dignidad ERC que tachó el plan de broma macabra e IU. Los demás (PSOE, CiU, UPyD, etc) más listillos, o más cucos, o más cobardes, pensaban sumarse al viajecito de la vergüenza a la chita callando. Pero, ante la tremolina que estaba montándose, acabaron dando marcha atrás y tartamudeando excusas y pretextando nimiedades, se desengancharon. Las declaraciones de López Garrido (PSOE) diciendo que no iba a rendir pleitesía a los fascistas (dejémosnos de gaitas: era de lo que se trataba) porque ese día había un pleno son moralmente repulsivas y sitúan a su autor en una penosa luz. Los otros titubeantes, más de lo mismo. Tacharon la visita de despropósito. De despropósito, nada: era una típica provocación, un trágala fascista de la mayoría absoluta, y no decirlo muestra hasta dónde llega la entereza democrática y moral de algunos representantes del pueblo que debieran estar en otros menesteres.
Los fascistas jamás hacen las cosas por casualidad ni al desgaire ni por desconocimiento: siempre tratan de causar daño, de ensalzar sus crímenes, emponzoñar la convivencia y mancillar la memoria de las víctimas. La iniciativa de Agustín Conde era exactamente eso: una provocación para poner a los representantes democráticos (¡vaya representantes!) de rodillas ante los criminales que destruyeron la República, sumieron España en un baño de sangre e instalaron una dictadura totalitaria de 40 años que los historiadores a sueldo de la reacción en la Real Academia de la Historia creo que llaman algo así como el providencial régimen paternalista de su Excelencia el centinela de Occidente. Palinuro, indignado, ya avisó de que, si había un solo diputado socialista en esa afrenta, no volvería a votar al PSOE.
Se ha hecho la cordura y el viaje no se realizará. Pero no porque los diputados hayan tenido el valor, la gallardía y la nobleza de denunciarlo como lo que es (excepción hecha de ERC e IU, honor a ellos): una provocación, sino por el escándalo que se organizó, sobre todo en las redes. Lo llevo más lejos: un socialista en esa visita sería como si el PSOE fuera a escupir directamente sobre la tumba de Besteiro, de Araquistain, de Zugazagoitia, de Largo Caballero, de Prieto, de Negrín, etc, etc. Un crimen solo comprensible en espíritus de siervos y mansos.
El tal Agustín Conde, que no ha tenido el valor de defender su iniciativa y mucho menos declarar sus verdaderas intenciones, ha reaccionado con la ciega furia de los de su cuerda y ha rebasado los límites no ya de la prudencia sino de la misma cordura al decir que no admite que nadie ponga en duda las credenciales impecablemente democráticas de mi partido. Por si alguien lo olvida, es el partido que fundó Fraga Iribarne, ministro del dictador quien se presentó a las elecciones de 1977 flanqueado por otro seis exministros de Franco, la flor y nata de la democracia mundial.
Lleno de ira por no tener el coraje de sus convicciones y verse obligado a disimularlas ante la chusma roja, a Conde se le calentó la boca y llegó a acusar a ERC de haber dado en 1934 "un golpe de Estado a la República", con lo que la furia, el despecho y la inquina se transformaron en pura enajenación mental porque eso precisamente, esto es, un golpe de Estado, es lo que protagonizaron los héroes a los que Conde quería homenajear un 18 de julio por casualidad.

diumenge, 24 de juny del 2012

El fascismo rampante

Las reiteradas amenazas a la diputada de IU en la Asamblea de Madrid, Tania Sánchez, son la muestra evidente del sentimiento de impunidad con que actúan sus autores. Están perfectamente identificados a pesar de que,  como buenos cobardes, las profirieran anónimas y la denuncia está presentada, pero no se ha hecho nada porque no hay la menor voluntad política de acabar con el fascismo, que es el trasfondo ideológico de la derecha española, desde el falangista Aznar al nacionalcatólico Wert.
Al no salir ipso facto a condenar las últimas amenazas de Tomás Santos, visitante ocasional de Intereconomía. Aguirre se hace cómplice de ellas. Y no en un sentido figurado sino real y penalmente relevante. Como diputada de la Asamblea de Madrid, Tania Sánchez está bajo el amparo y la responsabilidad de la presidenta Aguirre. Cuando esta no condena las amenazas las está condonando y quién sabe si no animando. Aguirre, como toda esta derecha heredera de Franco cuyo régimen les parecía a los más tontos de ellos de una "extraordinaria placidez", tiene un rasgo fascista muy acusado. Si no fuera así no habría nombrado director de TeleMadrid a ese animal que se dirige a una diputada del PSOE en masculino porque es transexual. El fascismo es eso:  meterse con las cosas íntimas y privadas de los demás y hacerlo en el estilo de este menda: rebuznando. Menos mal que no pueden ya detener arbitrariamente, dar palizas, pelar al cero, hacer tragar aceite de ricino o simplemente asesinar. Ganas no les faltan.
Aguirre todavía no ha dicho nada sobre las amenazas a Sánchez no solamente porque, en el fondo, las comparta sino como actividad estratégica. Sabe que si los poderes púiblicos callan ante las provocaciones fascistas, estas aumentarán y sabe también que las víctimas, sintiéndose desamparadas cederán. Y eso es lo que buscan los dos: los fascistas rabiosos que amenazan y los oficiales de cargo público que, al no condenar, toleran y amparan.
(La imagen es una foto de quapan, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 10 de maig del 2012

El ataque a la libertad de expresión.

El gobierno fasciberal o liberofascista de Aguirre no tolera más medios de comunicación que los que le rinden abyecta pleitesía. Por ejemplo, Telemadrid, remedo de televisión en el que unas docenas de paniaguados regiamente pagados con dineros públicos cantan diariamente las excelencias de Aguirre y sus secuaces mientras denigran, insultan e injurian a quienes tengan opiniones no coincidentes con el mando cuartelario del seudoliberalismo de que se disfraza actualmente el nacionalcatolicismo más rancio.
Si las fuerzas democráticas y progresistas del país no hacen frente a esta nueva agresión a la libertad de expresión, los fascioliberales se crecerán y mañana repetirán, irán por otro medio crítico y así hasta llegar a El País, al que se la tienen jurada. No es exageración alguna. Ya lo intentaron hacer en 1996 Aznar, Cascos y otros gobernantes de la misma cuerda que Aguirre. Con la ayuda de un puñado de periodistas corruptos, jueces prevaricadores y simples delincuentes, intentaron cerrar el periódico y encarcelar a sus responsables. Entonces no lo consiguieron. Pero su émula Aguirre seguirá intentándolo. El ataque a TeleK es el primer paso.
Los fascioliberales no pueden soportar la democracia ni las libertades.

dijous, 26 d’abril del 2012

Del autoritarismo al fascismo solo hay un paso.

Gobernar es tomar medidas en pro del bien común o de lo que de buena fe se considere el bien común según la ideología de cada cual; y, en la medida de lo posible, anticiparse a los acontecimientos, prevenir desgracias, evitar la aparición de la violencia, siempre una calamidad social. En las últimas elecciones del 20-N los españoles han dado mayoría absoluta, es decir un claro mandato para gobernar al partido de la derecha, el PP que, por ideología, práctica, experiencia y carácter autoritario quizá no sea el más adecuado para estos tensos, turbulentos tiempos.
La crisis económica está haciendo estragos en los tejidos sociales de casi todos los países, muy especialmente en aquellos obligados a aplicar durísimas medidas de ajustes que aumentan el paro, las desigualdades, las dificultades económicas de los más; que pintan un futuro tenebroso para las generaciones nuevas. Todo ello genera un ambiente social tenso en el que pueden producirse disturbios en cualquier momento y de hecho así sucede, provocando frecuentemente desgracias personales más o menos graves, aparte de las pérdidas materiales por la conflictividad. Parece razonable exigir del gobierno, brazo del Estado en quien se da el monopolio de la violencia, una actitud muy reflexiva, calma, prudente, de forma que se garantice el orden público sin provocar su alteración a causa, precisamente, de las medidas adoptadas para conservarlo.
Es aquí donde esa tendencia autoritaria de la derecha puede resultar menos recomendable y obligar a una reconsideración de sus prácticas antes de meterse en una diabólica espiral de acción-reacción-más acción, etc que puede llevar a una situación muy desagradable, estilo griego o peor. Lo que empieza siendo autoritarismo acaba siendo fascismo casi sin reparar en ello, de modo gradual e inadvertido. Pues el fascismo no depende solamente, ni siquiera principalmente, de la parafernalia seudomilitar de los movimientos de los años treinta. Siempre que el Estado se valga del monopolio de la violencia, de la fuerza, para conculcar sistemáticamente los derechos fundamentales de los ciudadanos habrá fascismo. En principio todavía no es la situación en España pero lleva camino de serlo si no se pone remedio a tiempo. No es posible que toda la derecha del PP sea extrema derecha, dispuesta a mantener el orden por la violencia y sin respeto a los derechos de los ciudadanos. O quizá sí cuando se ve cómo, no en el orden policial sino incluso en el legislativo, los gobernantes ya anuncian su intención de dividirnos en ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, por ejemplo en cuanto a los derechos humanos básicos de la salud o la educación.
Los signos de esta deriva autoritaria se han multiplicado en los últimos tiempos. Algunos de los más graves son conocidos: los mossos catalanes sacan imágenes en la red de sospechosos de comportamientos violentos y llaman a la colaboración ciudadana, pidiendo denuncia, situaciones que desprecian el derecho a la intimidad y a la propia imagen. Al propio tiempo, la policía nacional anuncia la creación de una especie de brigada para patrullar internet en su lucha general contra el crimen pero sin mandato judicial específico. Dada la naturaleza del ciberespacio es muy difícil evitar, incluso detectar, la fiscalización policial incluso en los ámbitos más protegidos de los usuarios de redes sociales, por ejemplo. Aqui quedan tocados, además de los anteriores los derechos fundamentales de la inviolabilidad de la correspondencia, o del domicilio y el secreto de las comunicaciones y, desde luego, el derecho a la seguridad jurídica (rota por quienes debieran garantizarla) y la libertad de expresión.
En un plano más concreto, la policía está practicando detenciones en sus domicilios de sindicalistas acusados de haber estado en piquetes. Es de suponer que las detenciones tengan cobertura judicial pero no está nada claro que la participación en piquetes, que son legales, sea un delito. Igualmente en esta línea, el hecho de que, sin previo aviso la Guardia Civil estorbara y obstaculizara el 23 de abril, día de Castilla y León, el homenaje de la izquierda a los comuneros en Villalar que, por lo demás, se llama Villalar de los comuneros. En estos dos últimos casos, las detenciones de sindicalistas en sus domicilios, así un poco al estilo de la famosa Brigada Político-Social del franquismo, y el bloqueo de la Guardia Civil en Villalar, los actos huelen a provocación, esto es, a un deliberado intento de suscitar una acción de protesta que, a su vez, justifique una reacción represiva y otra acción y por ahí derechos al Estado de excepción.
En este territorio de los comportamientos desafiantes y, en definitiva, provocadores, pueden encuadrarse las declaraciones de Esperanza Aguirre ante el sabotaje del Metro de Madrid, amenazando con mayor represión, al decir que los saboteadores no se irán de rositas; al menos no de las mismas rositas de que se fue ella en el Tamayazo, la Gürtel y la gestapillo. También amenazadoras suenan las declaraciones de la delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, avisando de que no permitirá el propósito de acampada en la Puerta del Sol del 15-M, intención abundantemente corroborada por el ministro del Interior quien recuerda que acampar es ilegal. Nadie parece haberlos informado de que los del 15-M no hablan de acampar, sino de hacer una asamblea permanente. Las autoridades pueden decir que son lo mismo y apalear a los participantes por igual. Pero no es lo mismo, ni de lejos, apalear gente acampada que gente en una asamblea, una reunión pacífica.
Por último, posiblemente se trate de una casualidad, no tenga mayor importancia y no sea sino prueba de lo sensibilizados que estamos los españoles ante la presencia de militares en la vía pública. Pero la foto que ilustra esta entrada se tomó ayer en Barcelona sobre las cinco de la tarde y en ella se ve una unidad de soldados armados pasando por una calle de la capital catalana, no en desfile sino en cumplimiento de alguna misión. De paso, al parecer, iban cantando canciones españolas e insultando a quienes hablaban en catalán. Posiblemente sea eso, una casualidad. Pero no se olvide lo dicho: el autoritarismo se convierte en fascismo casi sin darse cuenta.
(La imagen es una foto de AdrianGlez's88, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 22 de febrer del 2012

El fascismo no es lo que era.

Con Franco esto no pasaba. Por tercer día consecutivo más y más valencianos se han echado a la calle para exigir la dimisión de la delegada del gobierno, Sánchez de León. No les gusta Sánchez y, en vez de callárselo, lo dicen a gritos. No, con Franco no pasaba. Por eso llevan su retrato algunos maderos valencianos; el retrato de su caudillo y, seguramente, el de la propia Sánchez de León que, sin embargo, no sabe estar a la altura de su destino histórico. El primer día, esta brava camarada ordenó a la policía tundir a palos a los chavales que se manifestaban pacíficamente. El segundo día, viendo que se le iba la poltrona (y el suculento salario), trató de echar las culpas de los palos a los policías y prometió investigar si hubiera habido desmanes. Aparte, naturalmente, del de haberla nombrado a ella. Y el tercer día "negoció" con los manifestantes que no había nada que negociar y que no movía el trasero de su asiento.

Los fascistas de los que estos toman ejemplo, eran una pandilla de criminales, pero decían tener un sentido heroico, una afición por el gesto y una estética de la bravura. Esta otra pequeña funcionaria, que quiso dar un escarmiento a los valencianos probablemente para hacer méritos ante sus jefes, agarrada como una garrapata al sillón, ya no sabe qué hacer o decir para que se calme la tormenta que inició con su prepotencia y su falta de sensibilidad.

La situación ahora está atascada: los valencianos seguirán manfestándose mientras Sánchez de León no dimita. Si siguen manifestándose, habrá que volver a emplear la policía. Eso supondrá más y más numerosas manifestaciones en cumplimiento de la regla de acción-reacción y a los ojos del mundo entero.

Sánchez de León debe dimitir de inmediato y, si no lo hace, el ministro debe destituirla. Y si el ministro no la destituye es él quien debe dimitir. Y, de paso, que se vaya con el almibarado Wert, ese que habla de "manifestaciones violentas" que solo existirían en su imaginación si la tuviera.

dimarts, 21 de febrer del 2012

Si no es fascismo, lo parece

Valencia es una de las comunidades autónomas más endeudada, si no la más endeudada. Por dos veces ha habido que rescatarla con aportaciones del gobierno central por amenaza de quiebra. A esa situación se ha llegado porque lleva años gobernada por una casta política entregada al despilfarro y la supuesta connivencia con una trama de delincuencia dedicada al expolio y saqueo de las arcas públicas. El despilfarro es patente en proyectos megalómanos ruinosos, torres que no existen pero cuestan millones, aeropuertos sin aviones y otros disparates de este tenor. El expolio se ha venido dando supuestamente en las contratas públicas de todo tipo, la visita del Papa en 2006, malversaciones sistemáticas de fondos, concesiones millonarias ilegales y, por supuesto, "negocios" con la trama de Urdangarin. Igualmente es la comunidad en la que se da mayor densidad de políticos del PP imputados en causas de corrupción y presunta financiación ilegal del partido.

Valencia es también la comunidad en que antes se han aplicado los recortes del gasto público y con efectos más devastadores, en donde los servicios públicos no se prestan o se prestan en condiciones inadmisibles, en concreto los de salud y educación públicas. Y ahora le cabe la honra de ser la comunidad en la que la policía reprime con mayor brutalidad las manifestaciones pacíficas de ciudadanos, especialmente las de jóvenes y adolescentes que protestan por las deplorables condiciones de sus centros de enseñanza.

Que la policía apalee brutalmente a los chavales es por sí bastante indignante. Pero no hay que caer en el sentimentalismo. Lo haría igual con adultos o con ancianos. La policía cumple órdenes de los mandos políticos y las de estos son claras: mano dura con todos los manifestantes, la calle es mía, aunque haya que regarla con sangre. Que nadie se mueva, que nadie proteste. La libertad de expresión e información, los derechos de reunión y manifestación, las garantías de los ciudadanos frente a los excesos de la fuerza pública, todo eso es papel mojado. La mayoría absoluta nos da derecho a agredir por decreto los derechos de los trabajadores y a socavar más la Constitución y quien proteste, que se atenga a las consecuencias.

La concepción del orden público de la derecha es esencialmente autoritaria y represiva. Nada de dialogar. A los sediciosos (la policía los llama el enemigo) se los apalea para que sepan a qué atenerse y sirvan de escarmiento a otros sectores sociales que sientan la tentación de secundar su ejemplo. Es una concepción muy cercana al fascismo.

Sé que lo he dicho otras veces pero, habida cuenta de los hechos innegables que todos hemos de padecer, reitero mi afirmación de que solo los necios o los provocadores pueden sostener que el PP y el PSOE sean lo mismo. Por cierto, ignoro en dónde están los hipercríticos del 15-M pero, estén en donde estén, habrán de admitir que, mientras hubo un ministro socialista en Interior, ellos pudieron realizar sus actividades. Ahora ya les ha advertido la delegada del gobierno de Madrid que no las tolerará. Será interesante ver qué sucede cuando el 15-M reaparezca; si reaparece.

Según mis noticias -pues no veo la tele- la mayoría de las cadenas censuró las imágenes más impactantes de la brutalidad policial; no se reprodujeron los vídeos -por lo demás colgados en Youtube- en los que se ve a los policías como matones armados hasta los dientes corriendo como locos por las calles apaleando a cuanto ciudadano vieran menor de 25 años. No importa: las redes cumplieron su función y propalaron a los cuatro vientos las barbaridades que se estaban cometiendo. La policía no puede actuar brutalmente contra los ciudadanos sin que estos fotografíen o registren en vídeo los hechos y los suban a internet en todos los soportes de forma que imágenes como la de Público ayer saturaban FB, Twitter y la blogosfera en general, llegando en tiempo real a todas partes del mundo. Son las que recogen hoy los periódicos. Es el poder de internet, del ciberespacio, en el cual todos participamos de los acontecimientos no ya como espectadores sino como simpatizantes, auxiliares, correos y codeliberantes en las decisiones. Por ejemplo, para hoy se esperan concentraciones, manifestaciones, actos de protesta en toda España. ¿Quién los ha convocado? Nadie. Se han convocado solos, de modo espontáneo en la red. Habrá alta participación del estudiantado universitario desde el momento en que la Facultad de Historia de Valencia será el centro de atención general. El conflicto se extenderá y radicalizará a medida que el gobierno siga aplicando la única política de orden público que conoce, la del palo y tentetieso.

Por cierto, esto no es Túnez, ni Egipto, ni Grecia. Esto es España.

dilluns, 20 de febrer del 2012

Valencia (Spain) Today.

We need to reach out so much as possible.

Please help spread the news. Spanish police is openly brutalizing children who protest peacefully against school cuts.

With the new right wing Gvnt, Fascism is back in one of the most corrupt countries of Europe, in which thieves get cleared by the "courts" (still staffed by Francoists) while people who fight for justice, like judge Garzón, are ousted of the judiciary by means of dubious judicial proceedings.

The repression in Valencia will probably ignite a social revolt in the country. It is therefore essential that the international community keep an eye on the events in Spain, where nobody gives a damm for human rights under the PP Gvnmt.

Esto también requiere respuesta.

Puede que esté empezando una #primaveravalenciana; puede que no. Lo que está claro es que el gobierno de la derecha no ha perdido el tiempo con contemplaciones. Todos sus actos han sido ataques a los derechos de la ciudadanía, a su seguridad, su nivel de vida, sus libertades, su derecho al trabajo. Y, cuando parte de esa ciudadanía, harta (como en Valencia) de que no haya servicio público de educación por el que sin embargo ha pagado, se manifiesta, el ataque pasa a la vía de hecho. Los policías reciben órdenes de cargar sin contemplaciones contra jóvenes y adolescentes estudiantes, aporrearlos, machacarlos con pelotas de goma, gasearlos. Sabíamos que el ministerio del Interior está en manos de fascistas; pero faltaba por comprobar que hasta sus miñones más ridiculos (como esa delegada del Gobierno en Valencia, que no puede ser más falaz, brutal y desagradable) se aplican con saña a la tarea.

Hay que responder a las agresiones del gobierno. De forma pacífica y civilizada (lo que no son ellos), pero en masa. Espero que las redes sociales nos convoquen a manifas de solidaridad con Valencia.

Hay que parar el fascismo que, listos que somos, hemos traído con nuestros votos y la ayuda inestimable de los imbéciles que decían que el PP y el PSOE son lo mismo. A la vista está. Por cierto, ¿en dónde andan los del 15-M?