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dissabte, 20 de gener del 2007

Habló el Supremo.

La sentencia del Tribunal Supremo (TS), cuyo fallo se dio a conocer ayer por la tarde, declarando que la organización juvenil vasca Jarrai (y sus sucesoras, Haika y Segi) es una organización terrorista, va a complicar las cosas más aun en el País Vasco. De entrada, al ser una sentencia de un tribunal debe acatarse sin más. Y así se hará, qué duda cabe. (A la izquierda, "Los jueces prudentes", de James Ensor). Pero que se acate no quiere decir que se comparta. Es pronto para saber si uno la comparte o no, dado que todavía no se ha hecho pública en su integridad y por tanto, es imposible valorarla. Varios datos dan mala espina: que se haya demorado un par de veces y, al final, sin embargo, se haya dictado antes del último plazo que el alto Tribunal se había fijado para el 8 de febrero, y que sea una sentencia con tres votos favorables y dos en contra. Hay dos magistrados que disienten. Falta saber porqué .

La sentencia del Supremo casa otra de la Audiencia Nacional (AN) que declaraba que Jarrai (y las otras) era una organización ilícita, pero no terrorista. El TS, sin embargo, entiende que sí es una organización terrorista, da la razón a los recurrentes, esto es, la Fiscalía y la AVT y ordena la inmediata encarcelación de lxs condenadxs, 23 en total. Insisto, en tanto no se conozca la sentencia, todo será hablar por hablar; pero eso tampoco está mal. Y lo primero que hay que preguntarse es si la casación se debe a que el TS corrige la valoración de las pruebas hecha por la AN o si hace una nueva interpretación y cómo la argumenta. Por supuesto, si la sentencia es justa, nadie tendrá nada que decir y esas interpretaciones (como la del sindicato independentista LAB) de que se trata de una "venganza del Gobierno" se verán como lo que son: disparates. En realidad son disparates aunque la sentencia fuera injusta, pues convierten a los tribunales en meras correas de transmisión del Gobierno, y bien a la vista está que eso no es verdad en España.

La sentencia será injusta, en todo caso, si se limita a fundamentar la definición de organización terrorista no en la existencia de pruebas materiales incontrovertibles, sino en la apreciación de que los fines de las organizaciones en cuestión son los mismos que los de ETA, esto es, si se basa en la doctrina de Garzón de que "todo es ETA". No sería la primera vez que hubiera una sentencia que pueda ser injusta. De hecho, este modesto bloguero considera injusta la de la Audiencia que condena al señor De Juana a 12 años más de cárcel por haber escrito dos artículos en el diario Gara

Digresión a propósito del caso de De Juana Chaos. Leo en el InSurGente que, a su vez, cita como fuente Estrella Digital, el periódico en la red dirigido por Pablo Sebastián, que el señor De Juana se ecuentra en estado crítico en su huelga de hambre para conseguir su excarcelación. Me molesta remitir a mis escritos de este verano, en los que prevenía frente a una situación como ésta en la que, por una decisión judicial injusta, estamos a punto de convertir a un asesino convicto y confeso en un mártir de una noble causa. ¿Cuál? La del Estado de derecho. Oigo muchas veces eso de que algunos "rojos" estamos a favor de la excarcelación de un odioso y sanguinario terrorista. Eso es mentira. Quienes pedimos la excarcelación de De Juana estamos a favor de que una persona condenada (con independencia de su condición moral) que haya cumplido su condena esté en libertad, como le corresponde, y radicalmente en contra de que se pueda retorcer de modo capcioso la ley para mantener en prisión, contra toda justicia, a quien debiera estar en la calle porque así lo prevé la ley, haya hecho lo que haya hecho. En la medida en que se condona este comportamiento está atentádose contra el espíritu mismo del Estado de derecho.

Pues bien, algo parecido puede estar sucediendo con la sentencia del TS aquí en comentario. ¿Por qué? Porque si, efectivamente, la declaración de Jarrai como organización terrorista descansa sobre pruebas materiales irrefutables, no habrá nada que decir; pero si es producto de una interpretación extensiva y no fundamentada de una norma y justificada en función de la conveniencia política de la condena, entonces, el Estado de derecho del que nos sentimos orgullosos, no es tal Estado de derecho.

En los años 80, algunos socialistas decidieron luchar contra ETA utilizando sus mismas armas. Quienes lo hicieron se pusieron a la altura moral de los pistoleros y fueron condenados. Tiempo después, el señor Aznar, ya presidente del Gobierno, intensificó la lucha contra ETA asegurando que lo hacía siempre de modo legal y "sin atajos". Pero eso no es verdad. Ya he explicado en un post anterior que llenarse la boca de "Estado de derecho", mientras se aprueban leyes que son procedimentalmente correctas pero materialmente injustas equivale a un negación, un vaciamiento desde el interior del Estado de derecho. Es decir, se sigue combatiendo el terrorismo con "atajos" y el resultado volverá a ser contraproducente. Condenar a una persona moral por comportamientos de los que únicamente pueden ser culpables las personas físicas no es de recibo en ninguna parte.

Cabe comprender (y hasta simpatizar) con la difícil posición del PSOE, pero la verdad es que se la ha buscado él solo. Habiendo apadrinado en su día (en función de su política de apoyo ciego al Gobierno de turno en su lucha contra el terrorismo) una norma injusta como la Ley de Partidos, ahora no tiene fácil dar marcha atrás. Sin embargo, es esa ley -y algunas otras medidas- la que rompe un principio esencial del Estado de derecho: que la ley es universal, general y justa y no particular, especial e injusta. Que la citada ley era injusta lo admite ya hasta su más acrisolado paladín, el diario El País, que prevé la posibilidad de su derogación luego de que ETA haya decretado un cese definitivo de la violencia. Justamente esa admisión (implícita e indirecta, pero real) pone en evidencia que el dilema no afecta solamente al Gobierno. Está claro: reconocer que una norma es injusta, pero supeditar su derogación al cumplimiento por terceros de condiciones políticas, ¿no es conculcar el Estado de derecho?

dissabte, 13 de gener del 2007

Adiós a la conspiración de la orquesta Mondragón.

Nunca llueve a gusto de todos. Nunca los fallos de los tribunales complacen a todo el mundo. Pero la mayor ventaja que le veo a la civilizada costumbre de respetar siempre las decisiones de la justicia (de la justicia legítima y legal en un Estado de derecho, claro, no de la llamada justicia ilegítima, aunque sea legal, en una tiranía) es que, cuando una de ellas te agrada, puedes saludarla con júbilo. Que es como he recibido la noticia del auto del Tribunal Supremo por el que respalda plenamente la instrucción realizada por el juez del Olmo en el caso del atentado terrorista del 11-m, frente a la querella presentada por el sindicato Manos limpias, que es una organización ultraconservadora, constituida en la estela de las famosas mani pulite italianas. El auto del alto tribunal reafirma la escrupulosa legalidad de la instrucción del juez del Olmo y aprecia indicios del delito de denuncia falsa en el querellante Manos Limpias que ahora pasa de acusador a acusado, aunque, por lo que a este blog respecta, se beneficiará del principio de presunción de inocencia.

Eso, claro, en cuanto a lo jurídico. Aplausos fervosorosos al fallo del Supremo que permite que resplandezca la verdad desnuda, como en la bellísima alegoría de la Justicia, de Lucas Cranach, de 1537.

Vayamos ahora a los aspectos políticos de este contencioso. Lo primero que llama la atención es que la noticia, que merece una página en El País, entrada propia en el InSurGente, con el divertido título de "El PP, de los nervios" y lugar destacado en El Plural, no aparece en El Mundo ni en Libertad Digital, o yo no he sabido encontrarla. Raro ¿verdad? Y ¿por qué será? Obviamente, las repercusiones políticas de este auto se harán sentir. Porque esa acusación (sobre la que ahora el Supremo ha ordenado investigar por indicios racionales de falsedad en la acusación) ha estado durante meses en las portadas de los dos medios citados, día va y día viene y ha servido a la oposición para interpelar repetidamente al Gobierno. Es decir, tanto los dos periódicos, como otros medios audiovisuales y, desde luego, la oposición, han tratado de sembrar dudas sobre la legalidad de la instrucción, en un gesto que los enlaza con las peores tradiciones de lxs demagogxs y amarillistas, dispuestxs a destrozar los mecanismos e instituciones que garantizan la vida misma de la sociedad con tal de obtener réditos políticos.

Por supuesto, desde el comienzo mismo del aluvión de fábulas y patrañas con el que se intentó desprestigiar la acción de la justicia en nuestro país, torpedear la de gobierno y engañar colectivamente a los españoles con unos cuentos que parecían pensados para niños no muy despiertos, estuvo claro que la campaña era eso, una campaña orquestada por gentes sin escrúpulos (ni sentido del ridículo) llena de invenciones abracadabrantes, "confesiones" compradas de confidentes, mentiras, embustes y pura fición. Todxs los que iban de manifa en manifa gritando aquello de "queremos saber" daban crédito a las historias más fantásticas, desde la cinta Mondragón hasta el ácido bórico. Tan insistente y machacona (puro estilo goebbelsiano) llego a ser la campaña que empezaron a aparecer videos de burla y risa. Probablemente, el más divertido (al menos, el que más gracia me hizo) es el que reproduzco sobre Los agujeros negros de Luis Pepino, que me encontré este verano en You Tube, en donde lo había colgado Radiocable. Es genial. Merece la pena verlo (y escucharlo) otra vez. (¡La historia de la mochilita de Vallekas!). Pinchen sobre la imagen; les aseguro que van a partirse de risa.

Porque la tomadura de pelo, tratando de enmarañarlo todo para hacer creer a la gente que el PP no había mentido sin escrúpulos con motivo del 11-m era obvia para todo el mundo, excluidas las personas -que siempre las hay- que no querían verlo. Para éstas se alza ahora la verdad judicial irrefutable: Libertad Digital, El MUndo, la COPE, e tutti quanti, sí exactamente, todos esos que se pasan la vida hablando del imperio/monopolio de Polanco, mintieron y fabularon cuentos de verdadera risa, y el PP los secundó como un solo hombre, tratando de que el gobierno naufragara con las alucinaciones de sus periodistas orgánicos.

¿No sería hora de que alguien dimitiera y dejara a su sucesor/a la tarea de regenerar el espíritu del debate público en España, que no puede seguir siendo este detestable lodazal?




dilluns, 8 de gener del 2007

Del Rey abajo...

El señor Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional se ha querellado contra el diario Deia, por publicar este fotomontaje, considerando que es una "injuria grave al Rey".

Varias consideraciones. Una, que hay que acabar con esa figura delictiva de las "injurias al Jefe del Estado", tratadas de oficio por el Ministerio Fiscal porque, sobre ser una evidente herencia de la dictadura y absurda en un Estado moderno, deja en manos de unos fiscales como los de la Audiencia Nacional (a su vez, heredera del Tribunal del Orden Público), cuyo historial de parcialidad y politización es fabuloso, la posibilidad de hacer la vida imposible a gentes y organizaciones en el disfrute de sus libertades, entre ellas, la de la libertad de expresión que, por lo que se ve, molesta mucho en la Audiencia Nacional.

¿O eso sólo sucede cuando los presuntos delincuentes son nacionalistas vascos? Tres o cuatro posts más abajo se encontrará un párrafo integro, sacado del blog del señor Saéz de Ynestrillas, en el que se llama "traidor", "subnormal genético" y "borracho" al Rey. Me parece que, se mire como se mire, estas injurias (además de su carácter intrínsecamente nazi) son más graves que las del montaje. En consecuencia, aquí ¿quién delinque? ¿Los nacionalistas vascos? ¿El señor Ynestrillas? ¿O el Fiscal General por querellarse contra unos pero no contra el otro?

¿Conocen Vds. algo más aborrecible que una justicia parcial?

dissabte, 6 de gener del 2007

Pero esto ¿qué es?

Lo leí ayer en El Confidencial Digital, pero no me lo creí y lo leo ahora en el InSurGente, que cita como fuente a Kaos en la red. Y de verdad que es muy fuerte. El señor Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional ha interpuesto una querella contra lxs autorxs de un fotomontaje y artículo publicados en Gara y en Deia por considerarlos injuriosos a la persona del Rey.

Hace un mes, el señor Ricardo Sáez de Ynestrillas, en su blog La batalla de las ideas, dedicaba el siguiente párrafo al Monarca:

"El Rey, ese subnormal genético, que se supone que debe garantizar todos los derechos pero, sobre todo, la unidad de España y la de todos sus hombres y sus tierras, ese sí que debe estar contento, pues tras consumar su traición a una Nación y a un pueblo, ha permitido todo lo que está ocurriendo, como el asesinato -que él sancionó con su firma de borracho- de 80.000 niños al año aún en el seno de sus madres, la eutanasia pasiva y la legalización de los matrimonios homosexuales.
Me parece que se trata de un párrafo injurioso ¿o no? De serlo, supongo que el mismo fiscal que tan célere ha sido en querellarse contra Gara y Deia, hará ya tiempo que se habrá querellado contra el señor Ynestrillas. De no ser así, sugiero a la gente de los dos periódicos vascos que empiecen respondiendo a la querella con otra contra el señor Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional por el delito de omisión del deber de perseguir el delito. Supongo que, a diferencia de las personas particulares, que no tenemos tiempo para estas cosas, los dos periódicos tendrán abogadxs e infraestructura suficiente para llevar adelante la querella. La mejor defensa ha sido siempre un buen ataque.

Porque si ese Fiscal Jefe que se ha querellado contra ellos no lo hizo contra el señor Ynestrillas, la justicia es, en efecto, un cachondeo y la Audiencia Nacional, bien claro queda, digna sucesora del infame Tribunal de Orden Público.

dilluns, 13 de novembre del 2006

Los jueces independientes.

Algunos de los últimos movimientos judiciales tienen al personal con los ojos a cuadros. En concreto, la condena de doce años y siete meses al señor De Juana y, de otro, la decisión de la jueza Gallego de exonerar a los imputados e imputar a los exonerados del ácido bórico. Todas las personas respetables que conozco andan con las manos en la cabeza a-dónde-vamos-a-llegar. Pues, de momento, aquí; más adelante, ja parlarem.


Digresión sobre la profecía. Lo dije en el análisis de las elecciones catalanas: que me daba que parte del voto perdido por el PSC eran catalanes que no quieren un no-catalán de president de la Generalitat, algo de lo que nadie hablaba. Cataluña es cosmopolita. Sí, sí, ayer o anteayer se lo coreaban los manifestantes al señor Montilla en sus narices, que no querían un ministro español. No me halaga nada haber acertado.

(El cuadro de la derecha representa al "Jurista", de Arcimboldo).

De todas formas no comulgo con quienes dicen que el poder judicial en España carece de independencia. Al contrario, creo que la tiene toda. No veo que haya interferencias en la libre actuación de jueces y tribunales, lo que tampoco quiere decir que estos estén libres de crítica. Lo que sucede, a mi entender, es que hay jueces muy militantes de opciones políticas y, por supuesto, religiosas concretas y que esa adscripción política y religiosa interfiere en su independencia y libertad de criterio, aunque a ellos les parezca que no. Por ejemplo, cuando los magistrados de la sección 1ª de lo penal de la Audiencia Nacional dicen en su sentencia condenatoria del señor De Juana por amenazas terroristas (pág. 41) que: "más allá de su propia adhesión a una ideología patógena sustentada en una atividad terrorista y a los postulados por aquella sostenidos", supongo estarán en situación de definir qué entienden por ideología patógena.